viernes, 4 de febrero de 2011

Un hospital que enferma

Publicado por Miguel Jara el 4 de febrero de 2011

Pilar Remiro, una de las fieles lectoras de este blog está sufriendo un calvario por haber cometido el delito de estar enferma. Enferma por los productos químicos tóxicos que rodean nuestras vidas. Cotidianos como la irresponsabilidad de los gerentes de un hospital, el del Mar en Barcelona, en el que trabaja contratada ¡como profesional sanitaria! y que no le permite hacer su trabajo con una mascarilla protectora como las que deben portar las personas enfermas del Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SSQM).

Hablé con ellas hace un par de semanas y esto es lo que me contó:
                                                                  Foto: Jordi Parra
El sistema actual no nos alerta de los peligros a los que estamos expuestos, hacen ver que no existen por lo que ni podemos evitarlos ni ellos obran en consecuencia. No se puede permitir que se nos siga faltando al respeto en ningún caso y que se siga poniendo en duda las enfermedades generadas por la enorme contaminación ambiental a la que estamos sometidos.
                                
Solo queremos que se nos trate como a los demás enfermos, que los informes nuestros valgan tanto como los informes de cualquier otra enfermedad, se están riendo en nuestra cara, nos torean juegan a llevarnos al miedo, por lo económico, por la situación precaria en la que nos vemos, vulneran nuestros derechos, maltrato, falta de respeto por parte de la Administración (algunos médicos, instituciones sanitarias, empresas, jueces, forenses, etc).

Somos enfermos que estamos avisando con nuestros propios cuerpos, con nuestro propio sufrimiento, que el camino que llevamos no es el más adecuado. Que la sociedad del bienestar en la que vivimos inmersos no parece llevar a buen puerto. ¿Cuándo vamos a empezar a poner remedio? Hay muchos enfermos a los que sus médicos no les quieren diagnosticar Sensibilidad Química Múltiple, una patología todavía no reconocido de manera oficial en España aunque sí en países como Suecia o Japón.

La situación de los afectados por las enfermedades ambientales emergentes como la SQM o la fibromialgia o el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o la Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos, es insostenible, e injusta e innoble esta hostilidad que mantiene la Seguridad Social, a la par que los Tribunales Médicos. Solo tienen que reconocerlas como enfermedades, hay que hacer pedagogía, que los que no están afectados las comprendan, ¿han pensado en preparar a los médicos, al personal sanitario? En España, de momento NO, la evidencia es abrumadora.

Es un problema general de salud pública, que se está generando al dar la espalda a esta realidad. Han enfermado los ecosistemas, los animales y ahora está enfermando las personas. Los medios de comunicación y los organismos sanitarios miran hacia otro lado.

Yo trabajo en un hospital, que para más inri es uno de los centros de referencia de fibromialgia y SFC, he empeorado, ha aparecido la SSQM. He de ir a trabajar con mascarilla, el hospital me ha prohibido ir a trabajar con ella, saltándose los protocolos de seguridad e higiene en el trabajo. El ICAM (Instituo Catalán de Evaluaciones Médicas) me llamará y me hará ir a trabajar diciendo “trabajando se pasa esto” el hospital no me dejara entrar ¿y? Gracias a tanta dejadez ¿dónde acabaré yo? ¿Quién tiene respeto por mi salud?

Pues esta es la realidad también de miles y miles de personas afectadas. Por momentos la España de antes se hace presente, con la diferencia de la sofisticación de los medios, el sibilino descaro con el que nos siguen manteniendo desinformados y con la boca callada. Ya vale de tener que pasar por los tribunales como si hubiéramos hecho algo malo. ¿Qué tenemos que demostrar nosotros? Lo acreditan los informes médicos. Estas enfermedades en sus manifestaciones severas tienen un potencial de inhabilitación elevadísimo, difícil de percibir y de comprender para las personas que rodean al enfermo. Por favor, no nos degasten más, hagan pedagogía sobre estas enfermedades, harían mucho bien, las familias entenderían mejor lo que nos pasa, los compañeros de trabajo, todo sería más fácil para todos.

Pero Pilar Remiro es una persona informada y luchadora, el grano perfecto que les ha salido en el culo.

Fuente: http://www.migueljara.com/2011/02/04/un-hospital-que-enferma/

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Dori, soy Pilar Remiro, te agradezco que hayas hecho difusión, espero que más temprano que tarde esto empiece a encauzarse o sufriremos más todavía y no solo las personas que ya estamos afectadas, los que se ríen caerán y ya empezará a ser tarde.

Un saludo,
Pilar Remiro.

Dori Fernández dijo...

Pilar animo que seguimos luchando todos, esto ya es demasiado grande para callarlo, estamos enfermos y somos miles, pero dejaremos de ser invisibles, mucho animo, seguimos en contacto por aquí, porque creí tener tu correo y no es así.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Que mal, yo creí que lo tenias. Chary me parece que lo tiene
y Paqui también, me sabe mal dejarlo aquí.
¿Tu lo tienes puesto en algún sitio?
Ah y Miguel jara te lo puede dar.
Gracias por tu apoyo.
He oído y visto el video del padre de Fabián,
me parece de una generosidad admirable.
¿Qué decirle? Que si las personas fueran
tan conscientes como él, no estaríamos donde estamos.
Sin solidaridad no se avanza.
Pilar R.

Dori Fernández dijo...

No te preocupes Pilar que Chary me lo dará, mucho animo un abrazo

Belén dijo...

Esta realidad nos tendría que avergonzar como sociedad, no tengo palabras para describir lo que he sentido cuando la he leído, es una muestra de la inhumanidad terrible a la que hemos llegado.
Todo mi respeto para Pilar Remiro. Espero que rectifiquen y le lleguen a tener el respeto que nunca le tenían que haber perdido, la empresa, la administración y el ayuntamiento de su pueblo. Añado que si esto sucede es por la actitud de la ciudadanía, permitimos constantemente que se deshonren nuestros derechos.
No es que valore menos las situaciones que aquí he podido ver de otras personas con las mismas enfermedades, lo que más golpea es que sea la propia Sanidad la que haga esto con pacientes y trabajadores como es este caso, esto es lo más descarado que había podido imaginar.
Belén