viernes, 30 de septiembre de 2011

Carta de un paciente a Esperanza Aguirre: a proposito de la factura sanitaria


20110927

Presidencia de la Comunidad de Madrid, Puerta del Sol nº 7; 28013 Madrid

Sra. Esperanza Aguirre:


Recientemente he recibido la factura “informativa” del coste que ha supuesto el uso del sistema sanitario que, por desgracia, he tenido que realizar.

Ignoro el fin que usted persigue al gastarse el dinero de todos los madrileños en enviarme dicha factura, aunque ya le adelanto que no contribuirá a que mejore de mis problemas de salud.


No acabo de comprender esta nueva práctica ya que, que yo recuerde, no se han enviado facturas a los ciudadanos recordándoles el coste que supone tener un ejército, financiar los partidos políticos (incluso suponiendo que yo le votara) o ayudar a salir de la crisis económica a los causantes de la misma. Le aclaro que me refiero a los bancos, no a los usuarios de los servicios públicos, como usted parece creer.

Pero, para que vea que he comprendido su mensaje, y que yo también quiero contribuir a esta “toma de conciencia” sobre nuestra maltrecha economía, paso a mencionarle algunos de los costes que origina su presidencia a todos los madrileños:
  • Más de 1.500 asesores elegidos a dedo.
  • 620 millones de € en publicidad desde 2008.
  •  Sueldo de la Sra. Presidenta de la Comunidad de Madrid: 89.643 €/año, al que hay que añadir el del resto de altos cargos y sus correspondientes gastos de representacióndietas, complementos, comidas, gasto de teléfonos móviles, etc, etc, etc.
  •  Cientos de televisiones planas instaladas hace 4 años y que aún no se han puesto en marcha en todos los centros de salud.
  •  BESCAM: al parecer,  “para garantizar el Estado de Derecho”, quiere usted una policía autonómica (o no sé si es una guardia personal).


Le ruego que me disculpe si algún dato no es correcto. Usted cuenta con medios y dinero (el nuestro) para calcular los costes, hacer facturas y enviárnoslas.

Por último quisiera recordarle que todos los madrileños, y no usted ni su partido, pagamos la sanidad y el resto de servicios públicos, que con tanto ahínco usted intenta deteriorar y privatizar. Y que además somos una de las comunidades que menos gasta en sanidad, y más dinero desvía a entidades privadas. Le ruego que en lo sucesivo no gaste nuestro dinero en enviarme "mas facturas", ya que mi intención es tirarlas directametnte al contenedor de papel, y por lo tanto es un gasto inútil y un daño para el medioambientte (¡ah!, que eso tampoco le importa).

Un saludo. L.G.S.



77 coches oficiales con un coste por vehículo de más de 3.000 /mes entre renting, combustible y salario del chofer (Gasto de vehículos oficiales Comunidad de Madrid + Ayuntamiento de la capital: 600.000 €/mes -7,2 millones €/año-). Recientemente (ver BOCM de 04/08/11) La Comunidad se ha gastado 471.380 € en la contratación de ocho vehículos para los próximos 4 años.


Fuente: http://www.casmadrid.org/index.php?idsecc=noticias&id=2794&titulo=NOTICIAS

El programa Espejo Público hace mediciones en la casa de una electrosensible


Ángel, cuya madre ha de vivir con el burka característico que portan las personas con Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos o electrosensibilidad, ha vuelto a escribirme pues ayer el programa de Antena3 tv Espejo Público publicó dos nuevos videos en los que se explica el problema que tiene su madre, Ángela:
En este segundo video aparece la hermana de Ángel en casa de su madre, en la localidad madrileña de Pinto, midiendo con unaparato homologado para percibir los niveles de radiación electromagnética:
Más info en los libros Conspiraciones tóxicas y La salud que viene que explican qué es la electrosensibilidad y cómo actúa el lobby de las compañías de telecomunicaciones.

Sin noticias de la OMS, los RECORTES se extienden como epidemia


Este año todavía no se habla de ninguna epidemia de gripe, ni de la necesidad de hacer encargos millonarios de vacunas a mansalva a grandes laboratorios. Este año de recortes se expande un virus mucho más dañiño, que nos enferma de gravedad, nos empequeñece en dignidad y vulnera nuestras defensas ciudadanas: Este año toca epidemia de CULPA para justificar los RECORTES donde nunca deberían darse, y son la auténtica antesala de los horrores que han habitado desde antiguo la historia de la des-humanidad –unos horrores que la defensa de un Estado del Bienestar parecían ir debilitando en un proceso civilizatorio que ahora recula, ante nuestros ojos y día a día, a pasos de gigante.
La culpabilización como enfermedad social, al igual que la mayoría de infecciones víricas, se ceba en los más débiles y quiere desactivar también toda oposición. La novedad en la morbilidad de los recortes ayer en Catalunya fue el descubrimiento de nuevas precariedades en forma de atrasos para las residencias que cuidan a personas con problemas de movilidad y a mayores. Las subvenciones pueden tardar en llegarles, desde este mismo mes, y según declaraciones efectuadas por quienes son responsables de este sector, repercuten directamente en los salarios de quienes trabajan en las residencias ya que, al parecer, un 75% de las subvenciones que se “postergan” van directamente al pago de nóminas. Naturalmente, prefiero residencias públicas a concertadas (no se ha dicho nada sobre qué recortes van a sufrir las pocas residencias públicas que existen) pero ahora el interés primordial de toda la sociedad responsable (no de ese Gobierno que se nos promtetió de “los mejores” y ha demostrado ser de los más insolidarios) es que las personas que están en centros de rehabilitación y residencias tengan toda la atención que se merecen… Lo decía el otro día: este gobierno es débil com los fuertes y demasiado prepotente con los débiles. Ahora la culpa que inculan a la sociedad se extiende a las personas mayores, y nos atenaza con el miedo a no poder recibir atención adecuada cuando nos falte autonomía personal y la sociedad no pueda compensar la ley de la selva (o de Wall Street, el FMI o el BCE, que vienen a ser lo mismo).
Y en La Vanguardia de hoy, un magnífico artículo de Ana Macpherson denuncia, entre otras cosas:
“(…) Según los datos que han recogido los cinco equipos de cirugía cardiaca que existen en la sanidad pública catalana, todos ellos han pasado de operar valvulopatías o puentes coronarios en menos de dos meses a hacerlo en tres y medio y en algún caso, cinco meses. “En estos momentos hay más de 500 pacientes en lista de espera que debían ser operados ya, y va a ser muy difícil recuperar esa cifra. Habrá que plantear al Departament de Salut nuevas medidas de priorización de pacientes. Habrá que dejar fuera a los que menos beneficio obtengan”.
También la cirugía de tumores engorda de forma progresiva las listas de espera. Uno de los cirujanos de la junta de representantes creada en Bellvitge para el seguimiento de los recortes explica que la semana pasada había 26 pacientes listos para operar su cáncer de hígado, 2 de cáncer de páncreas, 7 de esófago y estómago, 22 de colon y recto, 10 de tiroides y 19 casos de neoplasia pendiente de angiorradiología. De todos ellos pudieron atender a 10. De 86. (…)
“La angustia es enorme. Estamos perdiendo años de vida (habla de sus pacientes) y posibilidades. Hemos pasado de no poder ir a comer para cumplir con las colicestomías previstas a ni siquiera hablar de ellas, porque no hay opción de operarlas. Si las operas en menos de tres meses evitas infecciones, pancreatitis y sufrimiento”. De los sueldos no han comentado nada.”
No es de extrañar por tanto que también el escritor Issac Rosa (lucidez y esclarecedora ironía como antídotos al margen) demuestre las secuelas de su afectación de culpa cuando escribe:
“La semana pasada, y les prometo que fue sin querer, me convertí en gasto público. Algo que hoy equivale a decir que eres un peligro público. Entré en un hospital para un asunto menor y acabé recorriendo varias plantas durante una semana. Me convertí en gasto público desatado, un arañazo en los presupuestos, varias milésimas más de déficit.No me dieron la factura “en la sombra” ésa que ya reparten en algunos sitios, pero si me hubieran echado la cuenta sería cuantiosa, pues fue una semana de barra libre, atención médica a todo trapo, entre pruebas diagnósticas (con esas máquinas carísimas), estancia (a pensión completa, imagínense), tratamientos y tantos trabajadores pendientes de mí (y para colmo eran muy atentos, incluso cariñosos, en vez de limitarse a cumplir con lo mínimo, que el tiempo es oro). Tumbado en la cama, imaginaba que me colocaban sobre el cabecero un contador digital que sumase euros a medida que pasaban las horas. (…)”
¿Cuándo va a tardar la OMS a declarar estas graves agresiones a la salud (recortes, cierres de urgencias, incremento de listas de espera, privatizaciones, conversión de la salud en mercancía) como una epidemia que nos enferma de gravedad, que cuesta vidas y que debilita –de manera tan irracional como agresiva– nuestra convivencia y nuestra democracia?

El ataque globalizado a los servicios de salud: de la Vall d’Hebrón a California



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Son provocaciones que no cesan, ataques a los servicios públicos de salud que siguen las directrices del FMI y  la OMC sin ningún otro interés que acabar con lo que resta del Estado del Bienestar donde sea, y como sea, sin ningún sentido cívico, ni vergüenza ni rubor, con total descaro. No se trata sólo de la malversación de lo público sucede en Madrid, o en Catalunya (aunque estas comunidades estén al frente de la experiencia esquimadora de derechos en el Estado…) Quienes sufren este talibanismo que siembra la desigualdad, la desatención sanitaria que puede llegar a muertes evitables (por servicios nocturnos de guardia, por ejemplo, que se eliminan sin ningún atisbo de humanidad)  son las capas populares, los trabajadores y trabajadoras, de todo el mundo y en todo el mundo. Los ejecutores son incansables al desaliento e inmunes a la desolación que dejan a su paso. Tienen cara de granito ante la contradicción de lo que hacen con lo han dicho y prometido antes de las elecciones, y parecen haber llegado a convertirse en ser adictos a la mentida. No tienen palabra. Tampoco tienen dignidad.El  Conseller Sr. Boi Ruiz, en la televisión privada del conde de Godó., volvió a defender el RE-PAGO cuando (como nos recuerda el amigo y médico Roger Bernat Landoni, hasta The England Journal of Medecine demuestra que la medida sale más cara a efectos de atención sanitaria, y perjudica de manera muy sesgada a las personas que viven en zonas mása deprimidas, disponen de menos  ingresos y un menor nivel de enseñanza, y/o padecen  debterminadas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas. El  “económico” resultado del experiemento de CO-REPAGO del que habla The England Journal of Medecine   significó un incremento anual de 24.000 $ por cada 100 personas. Pero Boi Ruiz va a piñón fijo siguiendo las directrices del FMI y la patronal catalana, no tiene tiempo para lecturas científicas que demuestran que sus políticas sí llevan al despilfarro, y lo que es peor, a querer reducir un sistema público de salud por el que sentimos un legítimo orgullo, en un instrumento de beneficiencia, lejos de los salarios dignos y los derechos laborales y de ciudadanía garantizados. Pueden leer más en dempeus, que también destaca cómo los médicos se suman a las protestas y amenazan al president Artur Mas con una auténtica rebelión sanitaria. Seguramente es la que hace falta. En la Vall d’Hebron han votado por la huelga, y la medida podría extenderse. Como la de las enfermeras de California, también en la más larga huelga sanitaria de California, contra los recortes impuestos.Que esta lucha por defender nuestros derechos tenga dimensión internacional no debe asustarnos, sino todo lo contrario: darnos más fuerzas y aliento porque sabemos que tenemos razón, que no estamos sol@s, y que somos much@s más, en todo el mundo, los que luchamos por un mundo mejor, y por garantizar los derechos humanos, entre ellos el derecho a la atención sanitaria universal, de calidad y humana, con investigación y trato digno para todas las personas.