lunes, 27 de febrero de 2012

Unos compuestos químicos comunes del hogar podrían dañar la inmunidad de los niños

Un estudio halló respuestas más bajas a las vacunas entre los que tenían niveles más elevados de PFC en la sangre

Por Madonna Behen
Reportero de Healthday

 MARTES, 24 de enero (HealthDay News) -- La exposición a niveles altos de un grupo de sustancias químicas comunes en los hogares podría afectar la inmunidad de los niños, sugiere un estudio reciente.

El equipo de investigadores, de Estados Unidos y Dinamarca, mostró que las exposiciones elevadas a los perfluorocarbonos (PFC) en la niñez temprana se asociaban con una respuesta inmune reducida a dos vacunas de rutina.

"Hallamos que la contaminación con PFC aparentemente hace que el sistema inmunitario sea más torpe, de forma que no reacciona tan vigorosamente a las vacunas como debería", señaló el autor del estudio, el Dr. Philippe Grandjean, profesor adjunto de salud ambiental de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.

Los resultados aparecen en la edición del 25 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.

Los PFC se usan comúnmente en un amplio rango de productos del hogar que incluyen equipo de cocina antiadherente, alfombras, tapizado y paquetes de comida como las bolsas de palomitas de maíz para el microondas. Investigaciones previas han hallado que esas sustancias están presentes en el torrente sanguíneo de la mayoría de personas.

Otros estudios recientes han relacionado una mayor exposición a los compuestos con la menopausia precoz y niveles elevados de colesterol. Pero Grandjean dijo que este es el primer estudio en humanos en hallar una asociación entre niveles altos de PFC en sangre y una respuesta inmune afectada.

"Lo que no sabemos es si esta asociación representa una disfunción general del sistema inmunitario, y si tiene implicaciones respecto a las infecciones, las alergias e incluso el cáncer", planteó Grandjean. "Observamos algo que parece apenas ser la punta del iceberg, y nos gustaría mucho saber qué aspecto tiene el resto del iceberg".

Para el estudio, Grandjean y colegas dieron seguimiento a 587 niños nacidos en las Islas Feroe entre 1999 y 2001. En las Feroe, localizadas en el Atlántico Norte entre Islandia y Noruega, la ingesta frecuente de mariscos se asocia con una mayor exposición a los PFC.

Para examinar los efectos de los compuestos sobre la inmunidad, la investigación observó los niveles de anticuerpos contra las vacunas para el tétanos y la difteria, que los niños de las Feroe reciben a los 3, 5 y 12 meses de edad, con un refuerzo a los cinco años. Se midieron las exposiciones prenatales de los niños a cinco tipos de PFC mediante pruebas sanguíneas realizadas a las madres en las últimas semanas del embarazo. La exposición postnatal se evaluó a través de pruebas sanguíneas a los cinco años. Entonces, los investigadores midieron las concentraciones de anticuerpos de las vacunas contra el tétanos y la difteria en suero a los 5 y 7 años de edad.

El equipo de Grandjean halló que todos los cinco PFC medidos mostraban asociaciones negativas con los niveles de anticuerpos. En los niños que tenían el doble de los niveles promedio de PFC en sangre a los cinco años, la respuesta inmune a las vacunas contra el tétanos y la difteria a los 7 años era de apenas la mitad de lo que debería haber sido, señaló Grandjean.

Los investigadores anotaron que la mayoría de niveles de PFC medidos en los niños estudiados a los cinco años eran menores que los hallados en un grupo de niños de tres a cinco años en Estados Unidos, estudiados en 2001 y 2002.

Otro experto en salud ambiental dijo que los hallazgos eran preocupantes. "Es una cosa más, junto con muchos otros hallazgos sobre los compuestos perfluorocarbonos, que sugiere que todos debemos preocuparnos sobre ellos en general e intentar reducir la exposición de todo el mundo", aseguró el Dr. Jerome Paulson, director médico del Instituto de Defensoría de la Salud Infantil del Centro Médico Pediátrico Nacional en Washington, D.C.

Grandjean señaló que además de evitar los productos hechos con PFC como las palomitas de maíz para microondas y las sartenes antiadherentes, los padres que desean reducir la exposición de sus hijos pequeños a los PFC deben pasar la aspiradora por las alfombras y los tapizados más frecuentemente "para controlar los niveles de polvo en la casa".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre la exposición a los PFC.

Artículo por HealthDay, traducido poHolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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(FUENTES: Philippe Grandjean, M.D., D.M.Sc., adjunct professor, environmental health, Harvard School of Public Health, Boston; Jerome Paulson, M.D., medical director, Child Health Advocacy Institute, Children's National Medical Center, Washington, D.C.; Jan. 25, 2012, Journal of the American Medical Association)

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