miércoles, 11 de enero de 2012

El humo radiactivo que las tabacaleras quisieron ocultar

Un estudio revela que la industria conoció durante décadas cómo eliminar compuestos radiactivos de los cigarrillos y no lo hizo porque disminuiría su poder adictivo

ASER GARCÍA RADA MADRID 07/01/2012 23:28

La alarma social desatada entonces sorprende a Rodrigo Córdoba, exportavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, "cuando en muchos casos un asesino potencial [el humo de tabaco que incluye el Po210] abunda en los domicilios y, hasta hace poco, en los lugares públicos".

En efecto, se calcula que un fumador de cajetilla y media diaria recibe una radiación equivalente a unas 300 radiografías de tórax al año. Según Robert N. Proctor, profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Stanford, "el tabaco es la causa principal de exposición radiactiva en los seres humanos".

La radiación de una cajetilla y media diaria equivale a 300 radiografías al año

Aunque escasamente conocido por el gran público gracias a los esfuerzos de la industria tabaquera, los cigarrillos incluyen elementos radiactivos, como el Plomo 210 (Pb210) o el Po210, que contribuyen al desarrollo de cáncer de pulmón.

Fueron Edward P. Radford y Vilma R. Hunt los que por primera vez describieron en 1964 en Science el hallazgo de Po210 emisor de partículas alfa (un tipo de radiación ionizante) en cigarrillos. Pero las tabaqueras lo supieron antes, junto con sus repercusiones sobre la salud, que estudiaron durante décadas.

Una reciente revisión publicada en Nicotine & Tobacco Research asegura que empresas como Phillip Morris (PM) —fabricante de Marlboro, Chesterfield o L&M— o British American Tobacco (BAT) —Lucky Strike o Pall Mall— conocían su presencia desde 1959.

Los investigadores de la Universidad de California revisaron numerosos documentos de la industria de los más de 70 millones de folios que fueron desclasificados en 1998 a raíz del Tobacco Master Settlement Agreement, el acuerdo entre cuatro grandes tabaqueras y 46 estados de EEUU, por el que las primeras se comprometían a compensar económicamente los gastos sanitarios derivados del tabaquismo, a cambio de su exención de responsabilidad legal.

Causa en torno al 13% de muertes por cáncer de pulmón en fumadores

Las tabaqueras conocían también su efecto carcinógeno, según los expertos. Así, aunque la cantidad por cigarrillo es mucho más pequeña que la usada para matar a Livtinenko, esta radiación causa anualmente en torno al 13% de las muertes por cáncer de pulmón entre los fumadores habituales, según la propia industria, los autores de este estudio y los datos de la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense. Además, dado que un 50% del humo se libera al entorno, los fumadores pasivos también están expuestos a esa radiación.

De acuerdo con los investigadores, desde 1980 se conocía el lavado ácido que, modificando el pH, elimina el Po210, pero la industria evitó utilizarlo porque disminuye también la capacidad adictiva de la nicotina. Según Proctor, otras cuatro técnicas han estado disponibles y tampoco se han utilizado.

El subdirector de Investigación de la tabaquera R.J. Reynolds, Claude E. Teague, no podía ser más elocuente en un documento de 1972: "Si aceptamos mansamente las denuncias de nuestros críticos y avanzamos hacia la reducción o eliminación de la nicotina, finalmente liquidará nuestro negocio.

Si tenemos la intención de permanecer en el negocio, la fabricación y venta de formas de dosificación de nicotina, tenemos que defender nuestra posición".

A través de la tierra

Las sustancias radiactivas están presentes "en todas las marcas de cigarrillos disponibles", asegura el estudio. "Es un problema en todo el mundo", señala el doctor Hrayr Karagueuzian, investigador principal. Por un lado, los elementos radiactivos llegan al tabaco a través de la radiación emitida por la corteza terrestre. Las pequeñas cantidades de uranio presentes de forma natural en el suelo se desintegran en forma de radón-222 (Rn222), un gas radiactivo que es absorbido por el polvo y acaba depositándose y acumulándose en unas proyecciones pegajosas de las hojas de tabaco denominadas tricomas, formando complejos resinosos resistentes a la lluvia o el curado de las hojas.

"Si aceptamos (...) liquidará nuestro negocio", dijo un directivo en 1972

El Rn222 decae a su vez, dando lugar a partículas de Pb210 y Po210, que alcanzan en los tricomas concentraciones 10.000 veces más altas que en toda la planta. Por otro, mediante la absorción por las raíces de fertilizantes fosfatados, creados a partir de rocas sedimentarias de fosfato que contienen uranio, comunes en el cultivo de tabaco y otros productos agrícolas por favorecer grandes cosechas. Cuando un cigarrillo se quema, se evaporan estos compuestos que inhala el fumador.

Según Armando Peruga, gerente de la Iniciativa Libre de Tabaco de la OMS, este organismo no establece recomendaciones específicas sobre el Po210, aunque recomienda eliminar todas aquellas sustancias "tóxicas o adictivas". Por su parte, el Ministerio de Sanidad remite a la política común de Bruselas.

Como asegura una portavoz del Comisariado de Investigación, Innovación y Ciencia de la UE, "en la actualidad, no hay límites para el polonio o uranio en los fertilizantes fosfatados".

Dado que su gran mayoría se importa de países extracomunitarios (principalmente Marruecos), esta regulación "sólo tendría beneficios para el tabaco cultivado en la UE", mientras que la mayoría se produce fuera, explica. "En consecuencia", concluye, "la regulación de los productos radiactivos en el tabaco sería una medida más eficaz que la de los fertilizantes".

Las compañías aseguran que buscan reducir el daño del tabaco

Sin embargo, desde la Dirección General de Salud y Consumidores, encargada de la regulación del tabaco, se asegura que, aunque la Comisión Europea está revisando la vigente directiva sobre productos del tabaco, "no hay planes para regular la radiactividad absorbida por las hojas del tabaco".

A preguntas recientes de parlamentarios europeos, el comisario de Salud y Consumidores, John Dalli, respondió que como la principal toxicidad del tabaco se produce por la combustión de la hoja, "las restricciones de ciertos productos químicos tendrían un efecto limitado en la reducción de la toxicidad global".

A esta respuesta se aferra Phillip Morris para minimizar los riesgos y añadir que "durante décadas" ha buscado cómo "reducir los componentes dañinos del humo". BAT, por su parte, no ha respondido a las preguntas de Público.

Según Rafael García Tenorio, catedrático de la Universidad de Sevilla y vicedirector del Centro Nacional de Aceleradores del CSIC, dada la radiación natural, "probablemente una lechuga tiene la misma" cantidad de elementos radiactivos que un cigarrillo. De hecho, es un argumento que utilizan las tabaqueras para justificar su inacción.

Entonces, ¿cuál es el problema? Lo aclara Karagueuzian: "Es posible que otros productos agrícolas puedan contener partículas alfa. Pero en el humo del cigarrillo la partícula alfa forma un complejo con partículas insolubles que se atasca en las bifurcaciones bronquiales, donde queda retenida unos 120 días [dada la dificultad del pulmón para lavarlas], aumentando el riesgo de cáncer".

El Ayuntamiento controlará el nivel de emisiones de las antenas de telefonía

La nueva ordenanza incorpora la obligatoriedad de monitorizar las instalaciones para medir su potencia en tiempo real y publicarlo en una web

Una vista de la calle Colón de Crevillent.
Una vista de la calle Colón de 
Crevillent. información 
JOSÉ A. MAS El Ayuntamiento de Crevillent está trabajando el borrador de la nueva ordenanza reguladora de la instalación y funcionamiento de infraestructuras radioeléctricas tras examinar todas las alegaciones presentadas al texto inicial que se aprobó el pasado mes de mayo.
Una de las novedades más importantes que se han incluido en la ordenanza, a propuesta de alegaciones vecinales y del propio equipo de gobierno, según indicaron desde el Ayuntamiento, ha sido que todas las antenas deberán contar con una monitorización continua para medir su potencia. Además, los resultados de las mediciones serán publicados en la web municipal en tiempo real. No obstante, hasta que la monitorización continua entre en funcionamiento, el Ayuntamiento comprobará dos veces al año las emisiones.

El borrador del texto refundido de la ordenanza reguladora de la instalación y funcionamiento de infraestructuras radioeléctricas también contempla una limitación de la potencia a 0,1 microW/cm2, para mayor protección de la salud de los ciudadanos, así como un control de las emisiones.

Asimismo, se prevé la realización de un Plan Técnico de Implantación (PTI), que detallará las instalaciones actuales y las previsiones futuras. Así, las empresas interesadas en la colocación de nuevas instalaciones deberán solicitar licencia de obras y comunicar con un mes de antelación la puesta en funcionamiento de la instalación.

El texto refundido no contempla la necesidad de presentar licencia ambiental, puesto que la actividad de telecomunicaciones no figura entre las incluidas en el catálogo que previenen las leyes. En el aspecto de las sanciones, el Consistorio crevillentino aplicará lo previsto en la legislación vigente.

Tras la aprobación de la ordenanza, las instalaciones existentes tienen un plazo variable de uno a tres años para adaptarse a la normativa municipal. Esta incluye, además, el fomento de la participación de los vecinos.

A la ordenanza inicial, presentaron alegaciones la Asociación de Vecinos "Penyeta Reona", la Colla Ecologista-Cultural "El Campanà", Vodafone España SAU y el grupo municipal del Partido Popular.

El segundo teniente de alcalde, Manuel Moya, explicó que "ha sido un proceso largo y laborioso, que ha ralentizado el trámite, pero que era necesario para un correcto tratamiento del expediente y, sobre todo, para la refundición de la ordenanza que facilita la labor de estudio y posicionamiento de los vecinos, así como de los grupos políticos del Ayuntamiento".

En este sentido, Manuel Moya indicó que, "tras las fiestas navideñas, a mitad del mes de enero habrá una nueva reunión de la comisión informativa sobre esta ordenanza para dictaminar y elevar al pleno la propuesta definitiva".