jueves, 15 de marzo de 2012

"LA ENFERMEDAD DEL DIPUTADO "NI RARA, NI INVISIBLE"


"LA ENFERMEDAD DEL DIPUTADO "NI RARA, NI INVISIBLE"

"CON GRAN RAPIDEZ, LA HEMOS RECONOCIDO HASTA LOS PIES"

Reconocida en el C.I.E 9 como enfermedad psico-social, ellos si comen, ellos si llenan sus neveras, ellos si tienen médicos privados que pueden pagarse, ellos si tendrán una jubilación con tan solo 7 años de trabajo?

ellos si que podrán pagar sus hipotecas,
ellos si que podrán ejercer sus derechos, ya que son quienes los hacen,
ellos si que no tendrán que arrastrarse hasta las cocinas sociales,
ellos no se quedaran sin sus viviendas,
ellos si se podrán seguir moviendo y viajando,
ellos si que podrán seguir yendo de vacaciones ,
a ellos no les quitaran sus hijos, a ellos no les afectara la crisis,
ellos no comerán con 400 euros,
ellos nunca sabrán lo que es pasar hambre,
ellos nunca sabrán lo que significan las palabras humanidad, derechos

¡no queremos vivir de la caridad de otros por su culpa!

“QUEREMOS QUE NOS TRATEN COMO NOS MERECEMOS"  ¡Y EL DERECHO A UN VIDA DIGNA. COMO USTEDES DICEN!

¡YA LES VALE.....!

Baja la 'contaminación interior'

  • Por primera vez disminuyen los niveles en sangre de los compuestos tóxicos persistentes
  • Aun así solo el 4% de la población tiene cantidades reducidas

La contaminación atmosférica y la alimentación son 
las dos vías de entrada al organismo de los
 compuestos tóxicos  persistentes.
 / TEJEDERAS
Los niveles sanguíneos de compuestos tóxicos persistentes (CTP) descendieron de forma significativa en los habitantes de Barcelona entre 2002 y 2006. Los policlorobifenilos (PCB, productos de origen industrial que suelen contaminar a dosis bajas los alimentos grasos) disminuyeron más de un 30%; el DDT (plaguicida prohibido hace más de 30 años), descendió un 39%, mientras que los niveles de su principal metabolito, el DDE, lo hicieron un 53%. El hexaclorobenceno (un fungicida) y el beta-hexaclorociclohexano (un compuesto relacionado con el insecticida lindano) disminuyeron un 53% y un 50%, respectivamente. La magnitud del descenso en los niveles corporales de los tóxicos fue similar en mujeres y hombres, algo mayor en las personas más jóvenes, y mayor en las personas obesas.

Es la primera vez que una ciudad española analiza las concentraciones sanguíneas de compuestos tóxicos persistentes en dos momentos diferentes; tampoco lo ha hecho ninguna comunidad autónoma. Barcelona integró tales análisis en los sondeos o encuestas de salud que se realizaron en muestras representativas de su población en 2002 y 2006. Otras ciudades llevan a cabo encuestas de salud, pero ninguna ha analizado nunca la contaminación interna por CTP. En los dos años mencionados los métodos epidemiológicos y químicos fueron idénticos, garantizando así la validez de la comparación. Nuestro estudio lo publica la revista Science of the Total Environment. Los resultados, en líneas generales, deberían ser extrapolables al resto de España, aunque habría que estudiarlo y tener en cuenta los condicionantes de cada lugar.

Las razones de la disminución no están claras. Lo más verosímil es que se deba primordialmente a las políticas de control de los CTP en alimentos desarrolladas durante décadas por las autoridades y empresas que operan en la ciudad.

Las mezclas de CTP que habitualmente se detectan en las poblaciones del planeta tienen efectos inmunosupresores, inflamatorios, neurotóxicos, metabólicos, endocrinos, epigenéticos o cancerígenos. Existen amplios conocimientos científicos —aunque no siempre concluyentes, como es habitual en ciencia— de que estos compuestos aumentan el riesgo de diversos cánceres (como los linfomas no-Hodgkin), infertilidad, asma, párkinson, diabetes, problemas tiroideos o de aprendizaje. Es pues plausible que la contaminación por CTP explique una parte relevante de la carga de enfermedad que sufrimos.

Entre los ciudadanos existen grandes diferencias en su contaminación; por ejemplo, el nivel sanguíneo más alto de DDE hallado en una persona (8.227 nanogramos/gramo, ng/g) fue 1.100 veces superior al de quien tuvo menos (7 ng/g); las concentraciones de otros compuestos son en unas personas centenares de veces superiores a las de otras. Las razones de las diferencias interindividuales en la impregnación corporal por tóxicos no están claras, aunque esta suele aumentar con la edad y el peso.

El control de la producción de alimentos favorece el descenso

Ocho de los 19 CTP analizados se detectaron en la mayoría de la población barcelonesa: el DDT se detectó en la sangre del 97% de los participantes y el DDE en el 100%, mientras que el hexaclorobenceno y el beta-hexaclorociclohexano se detectaron en un 98% y un 97%, respectivamente. El número mínimo de contaminantes que se detectó en una persona fue de cinco, y el máximo, 15. Por tanto, la totalidad de la población almacena estos compuestos. El 72% de los barceloneses acumula en su cuerpo 10 o más tóxicos; ese porcentaje era el 90% en 2002. Los datos son en buena medida extrapolables a otras poblaciones españolas. Los 19 contaminantes analizados son una cifra modesta en relación a las decenas de compuestos que pueden detectarse en un ciudadano medio.

Muchos estudios analizan los niveles de cada CTP individualmente, no conjuntamente; observan entonces que una mayoría de la población tiene niveles muy inferiores a los de una relativa minoría. Este hecho —y la proverbial ceguera ante lo obvio, que también afecta a los científicos— ha hecho que durante años se creyese que apenas nadie tiene concentraciones altas de tóxicos. Lo que ha resultado ser falso, como ha puesto de relieve otro estudio nuestro, basado en una muestra representativa de la población de Cataluña, de inminente publicación en la revista Environment International. El punto de partida es la ignorancia existente a nivel mundial acerca de una cuestión muy simple: ¿todos los individuos con niveles corporales bajos de algunos contaminantes tienen concentraciones asimismo bajas de otros contaminantes? (y, por tanto, la minoría que tiene concentraciones altas de algunos las tienen también altas de otros compuestos); ¿o más bien ocurre que algunos individuos con concentraciones bajas de ciertos contaminantes tienen concentraciones altas de otros? La respuesta correcta ha resultado ser la segunda: más del 58% de los 919 miembros de la muestra tuvieron concentraciones altas de uno o más de los 19 CTP analizados; el 34% de la población tiene niveles altos de tres o más tóxicos. Entre las mujeres de 60 a 74 años, el 48% tiene concentraciones altas de seis o más compuestos. Tan solo el 4% de la población catalana tiene concentraciones bajas de todos los CTP analizados. Por tanto, algunos subgrupos de ciudadanos acumulan mezclas de CTP a concentraciones altas.

Las sustancias se acumulan en el tejido graso animal

Las componentes del sistema económico global causantes de la actual crisis generaron numerosas prácticas y productos financieros que -con curiosa sinceridad- se denominan tóxicos. La metáfora tiene la virtud de aludir a la naturaleza venenosa de las causas de la crisis y a sus perniciosos efectos. Pero entre éstos no contabiliza la carga de sufrimiento, enfermedad y muerte que el sistema vigente contribuye a causar. Es más, todos sabemos que esta no es una crisis exclusivamente financiera o económica, sino una crisis de ciertos modelos de economía, política y cultura. Disminuir la contaminación humana por compuestos que no son tóxicos metafóricamente, sino literalmente, exige que promovamos otros sistemas de economía, cultura y sociedad. Debemos promover políticas públicas y privadas más humanas, saludables y socialmente eficientes -otras políticas sobre ganadería y agricultura, consumo y seguridad alimentaria, condiciones laborales, energía, medio ambiente y salud pública.

Es tiempo de que las organizaciones ciudadanas hagan aumentar el cumplimiento de las normas jurídicas autonómicas, estatales e internacionales -como la Ley General de Salud Pública y el Convenio de Estocolmo - que establecen que los gobiernos (central, autonómicos y municipales) deben vigilar y controlar la contaminación interna por compuestos ambientales. Sería toda una señal de que ya funcionan los nuevos valores, conocimientos y políticas que necesitamos para salir auténticamente de la crisis, por tantos motivos en verdad tóxica.

Crece el peligro de los medicamentos falsificados

por Maximiliano Sbarbi Osuna - @bruixland | 11.03.12

La adulteración de fármacos creció un 400% en cuatro años. Concentraciones de elementos tóxicos en cremas de belleza, antibióticos y en drogas contra la malaria ponen en riesgo la salud de miles de personas. La falta de control en Internet potencia el peligro. ¿Cómo se puede detectar y combatir la proliferación de la falsificación de los medicamentos?

Medicamentos adulterados
Ante la proliferación de medicamentos y productos de belleza adulterados y falsificados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó una nueva resolución para identificarlos.

En un reciente informe, la OMS destacó que en 2010 el valor de las ventas de medicamentos falsos ascendió a 75.000 millones de dólares, un 400% más que en 2005.


Mientras que el Pharmaceutical Security Institute, una sociedad estadounidense sin fines de lucro, advirtió que en 2010 fueron 2054 los medicamentos falsificados o de contrabando que pudieron detectar.


En Asia, se concentró la mayor cantidad de drogas adulteradas, al detectarse 1073 medicamentos. Sin embargo, esto no significa que Europa, América Latina y Estados Unidos se encuentren a salvo, ya que el no haberse descubierto una cantidad tan grande de falsificaciones se debe a que lograron burlar los controles aduaneros y de Salud.


¿CUÁLES SON LOS PRODUCTOS FALSIFICADOS?


La empresa farmacéutica Pfizer, que fue la primera en producir penicilina a escala industrial y la que lanzó el sildenafilo (Viagra) en 1998, detectó que los más de los dos mil productos falsificados pertenecen principalmente a tres grupos: antibióticos, antimaláricos y cremas para aclarar la piel.


También alertó sobre las frecuentes falsificaciones en el paracetamol y el sildenafilo.


A fines de 2011, Pfizer presentó un documento en el que la adulteración de antibióticos produjo muertes y resistencias a los tratamientos de quimioterapia.


Se detectaron bajas o nulas concentraciones de la droga y hasta componentes diferentes a los anunciados en la etiqueta de los medicamentos analizados. Los antibióticos falsos fueron localizados en su gran mayoría en países en vías de desarrollo.


La falsificación de los medicamentos contra la malaria es una acción grave, porque de acuerdo a la OMS esta enfermedad puede tratarse si las drogas son suministradas con celeridad.


De acuerdo con el informe de Pfizer, el impacto del fraude de los antimaláricos se ubicó casi en su totalidad en África, que presenta la mayor presencia de este mal.


Entre 2002 y 2010 en 11 países africanos se observó la presencia de la cloroquina, que se suele utilizar en los medicamentos contra la malaria, combinada con otras drogas, que de acuerdo con el documento producen cepas más resistentes, por lo tanto se obtiene el efecto contrario a la cura.


En tanto, las cremas para aclarar la piel son utilizadas principalmente en Europa por la población de origen africano. Pfizer encontró altas concentraciones de glucocorticoides peligrosas para la salud.


MEDICAMENTOS ILEGALES EN INTERNET


La OMS alertó sobre el crecimiento de sitios web que ofrecen medicamentos ilegalmente por no estar registrados ni autorizados para esa función. En su informe, señala que en septiembre pasado se detectaron casi mil páginas de Internet que presentaban esta irregularidad.


Ante la insistencia de la Eurocámara, la OMS insta a las páginas webs que vendan medicamentos a llevar un logotipo común para todo el mercado de la Unión Europea.


Otras medidas que recomienda la OMS es implementar un código de identificación individual de cada unidad de medicamentos, para evitar las falsificaciones. Además, estableció requisitos para la manipulación de estos productos por terceros, para no perder el seguimiento de cada medicamento.


MAYOR PELIGRO EN PAÍSES SUBDESARROLLADOS


Los países en vías de desarrollo son más vulnerables a la ineficacia del servicio de vigilancia de fármacos y la ausencia de una red capaz de suplir las necesidades sociales de los individuos.


Además, el alto costo de las drogas por causa de los monopolios de las patentes de los medicamentos produce que la falsificación o adulteración sean más corrientes que en los países industrializados.


De acuerdo con el informe de Pfizer, los medicamentos adulterados contenían restos de ácido bórico, pintura, metales pesados, arsénico, níquel y hasta polvo de ladrillo.


Es indispensable que se refuercen los controles en las droguerías, farmacias, centros de distribución, en las aduanas y sobre todo en Internet, de donde parece provenir una de las mayores amenazas por la cantidad de medicamentos a la venta sin inspección y también por la penetración internacional de la Red.


Ante la alarma de la OMS, que indicó que en Asia se producen la gran mayoría de los medicamentos falsificados, el gobierno de China aseguró que intensificará el control en su territorio y las ventas al exterior de fármacos.


La Unión Europea ya está tomando sus recaudos. Los países africanos son vulnerables por la malaria y por el subdesarrollo, como también lo es América Latina.


Un compromiso firme de control estatal y una mayor inversión en salud es la forma más precisa de evitar la comercialización de medicamentos adulterados.

Una viguesa con sensibilidad química múltiple vive recluida en una 'burbuja'

UN CASO DE SÍNDROME QUÍMICO EN VIGO

Una viguesa con sensibilidad química múltiple vive recluida en una 'burbuja'

La trata un internista del Hospital Xeral y barajan como posible causa una intoxicación por metales pesados

R.SUÁREZ. VIGO - 15-03-2012

Una viguesa de 37 años, Angélica Gato Vila, padece Síndrome Químico Múltiple, una enfermedad poco conocida que la mantiene recluida en una habitación 'burbuja' en su casa de Bembrive.

Angélica, en el recinto adaptado para ella y separado
por un cristal del resto de la casa. Fuera, su marido y 
su hija. La tele y el ordenador también están tras el 
cristal,  lejos de ella. (Foto: LYDIA MIRANDA)
Para salir de esta habitación, Angélica necesita una mascarilla especial y otra distinta para ir a la calle, aunque solo tiene autonomía por unas horas. Su marido, Francisco Pérez Vila, es su principal apoyo. Impresiona la capacidad de adaptación de esta pareja, lo mucho que han aprendido sobre la enfermedad y el amor que parece existir entre ellos.

La enfermedad, que evolucionó de forma drástica en los últimos tres años, les obligó a realizar un estricto control medioambiental de la casa, a cambiar los muebles('el pino le perjudica'), a crear el recinto exclusivo de Angélica o la habitación donde ventilan todas las cosas de uso personal, desde la ropa hasta el papel higiénico, a renunciar a utilizar productos químicos como desodorante, colonia y todo tipo de jabones y detergentes (lavan la ropa con bicarbonato), y a restringir al máximo las salidas al exterior. Su espíritu de lucha se ha multiplicado. 'Todos los días salgo a hacer un recado, voy con la mascarilla, y el 95% de los días vamos a las siete de la tarde al monte porque es el único sitio al que puedo ir y respirar aire limpio, vamos con lluvia, con frío, es como el café que te puedes tomar tú pero nosotros lo llevamos en un termo', explica. Si alguna vez están quemando rastrojos, suben más arriba y no es la primera vez que llegan al campus universitario.

Angélica llevaba años siendo más sensible de lo normal a muchas cosas, pero desde hace tres años tenía que irse de una gasolinera o de un sitio muy cargado o con fumadores porque se encontraba mal. Después empezaron a poner barreras con gente que venía muy perfumada o con olor a suavizante hasta que empezó a usar unas mascarillas especiales, porque cada vez había más cosas que le provocaba esas crisis respiratorias, tos prolongada y cansancio.

Creen que su enfermedad se debe a una suma de factores. Está el hecho de haber trabajado un año en una empresa de limpieza y que 'el mundo está contaminado', pero finalmente están considerando la posibilidad que se deba a una intoxicación por metales pesados, porque tiene seis amalgamas dentales de plata y mercurio. Es también el hilo del que está tirando el médico internista del Hospital Xeral que trata su caso, Daniel Portela. Hasta llegar a él, pasaron decenas de visitas al médico de cabecera para explicarle que se mareaba, que tenía un sarpullido por todo el cuerpo, nauseas, cansancio. Casi siempre le daban un broncodilatador. Al final llegó la cita con la alergóloga del Xeral Carmen Marcos, que tras reunirse con su equipo concluyó que se trataba de una sensibilidad química múltiple y la remitían a un hospital de Barcelona mediante una solicitud extracomunitaria. Al no llegar esa cita, la remitieron a Portela, con el que están satisfechos.

‘perdí el contacto físico con mi hija, eso es lo más duro’

Una de las consecuencias de la enfermedad es que perdió el contacto físico con su hija Arancha, de 18 años, porque acercarse a ella era como una bomba de relojería, le suponía ir a la ducha, cambiarse de ropa y encontrarse mal. “Es de las cosas más difíciles de llevar”, reconoce. Arancha tiene en un armario situado fuera de la casa, en un bajo, los productos de aseo personal para no perjudicar a su madre. El marido dejó de saludar con un beso o con la mano a otras personas para no contaminarse, y hace diariamente el protocolo para convivir con ella, se lava con bicarbonato, se echa aceite de sésamo y cuando todo está en orden entra por la noche en el dormitorio del matrimonio, donde han adecuado todos los muebles, desde la cama a los armarios (son estantes sin puertas), y donde existe una primera puerta de cristal para acceder a un pequeño vestíbulo y luego otra puerta de madera. n

Rebajan la dependencia a una mujer sin piernas como si hubiese mejorado

Bienestar Social admite que ha de "revisar el expediente" y anuncia que probablemente lo rectificará

Rebajan la dependencia a una mujer sin 
piernas como si hubiese mejorado  m. v.

VÁZQUEZ QUART DE POBLET Angustias Cobo tiene 67 años y, desde los 23, vive sin piernas. Las perdió tras sufrir un aborto que se complicó, la mantuvo varios días en la UCI y le provocó una infección tan intensa como para que se le gangrenasen ambas extremidades y tuvieran que amputárselas. En 2001 se le reconoció "un grado de minusvalía del 75%" y, al entrar en vigor la Ley de Dependencia, la Conselleria de Bienestar Social estableció que tenía una dependencia de "grado 3 y nivel 1", es decir, de las consideradas "severas". Por ello cobra desde entonces 416 euros al mes.

En la última revisión las circunstancias de Angustias no habían variado ni un ápice -"no, siguen sin crecerme las piernas", bromea ella- y, sin embargo, el Consell determinó hace apenas unos días que su situación había mejorado notablemente, tanto como para modificar a la baja su dependencia hasta dejarla en una de "grado 1 y nivel 1", de carácter "moderado" y por la que no se abona ningún tipo de ayuda económica. 

"No tienen vergüenza -protesta la mujer-. Dicen que estoy mejor para quitarme la pensión, cuando, en su momento, me la dieron por no tener piernas y, desde luego, puedo asegurar a quien sea que no me han salido unas nuevas". De hecho, lejos de mejorar, Angustias ha empeorado "por la edad" y por "otros achaques" como la osteoporosis, que le ha llevado a perder gran parte de la movilidad del brazo izquierdo, del que incluso ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente.

"Cada vez me cuesta más moverme", detalla. "De unos tres años a esta parte, lo he notado una barbaridad. Con este brazo (el que tiene prácticamente paralizado) apenas puedo hacer nada. Ya no tengo casi fuerza y necesito ayuda constante para moverme".
Se traslada en un pequeño taburete con ruedas con el que se desplaza de una habitación a otra de su casa, sita en el Barrio de San Jerónimo, en Quart de Poblet. Salir a la calle, sin embargo, es misión imposible si no está su marido, Eladio. "Hay tres escalones en el portal que no puedo salvar si no me bajan en el carro", explica.

Más de 20 años de autogestión

(Agradecemos toda difusion posible)

Más de 20 años de autogestión

El Aula Social Autogestionada (S-00) forma parte de la trayectoria de proyectos autónomos y autogestionados en el Campus de Somosaguas que comienza con el CSOA Lucrecia Pérez y la participación en la coordinadora de colectivos de barrio Lucha Autónoma, para continuar, entre otros proyectos; con La Moketa, el colectivo Autonom@s, la antigua Asamblea de Mujeres, el Aula contra la Guerra la Asamblea Anarquista, el Aula B-00, las asambleas combativas de facultad, la Facultad Okupada y Autogestionada, la Federación de Estudiantes Libertarixs, y llega hasta la actual ubicación del Aula Social.

La trayectoria general de nuestra Facultad ha dado lugar a un tejido irreverente de espacios políticos de lucha y resistencia, espacios de referencia para des-aprender y para subvertir, pero lo especifico de los proyectos autónomos ha sido su insistencia en la autogestión y el antiautoritarismo1

Y con coherencia, esta tradición, ha perseverado en el rechazo a toda colaboración con los gestores del capitalismo; también con los gestores izquierdistas: partidos políticos, sindicatos subvencionados, organismos de gobierno (carcas y progres), agendas políticas marcadas por los mass media... apostando de manera inequívoca por la autogestión, y la autovalorización de lo que somos, aquí y ahora.

Ser estudiante es ese rito de paso sin retorno hacia el horizonte del salario y su complemento, el desempleo. Como identidad, la de estudiante es frágil, limitada políticamente al estar sujeta a un rígido ciclo temporal circular; no existe nada antes, no existe nada después, mientras tanto todo se repite. Y a pesar de estar encerrados en este círculo infernal, no paran de repetir que somos el futuro para negarnos nuestro presente. Aceptar ese tándem es inscribirse en una muerte, narrar la novela de la vida antes de vivirla. La verdadera autovalorización reside en sabotear esa identidad .

Estas jornadas quieren ser un punto de partida. Por un lado, para construir discursos y prácticas que nos permitan plantar cara a la videovigilancia2, y a la represión que viene... en la calle, pero también en la Facultad. Por otro, porque mostrar lo que otros/as hicieron en este mismo lugar, puede alimentar la imaginación y que esta vuele más allá de los happenings y las performances de siempre que simulan, simbólicamente, el entierro de la Universidad Pública.

1 No nos referimos aquí a un mero rechazo a la autoridad en términos normativos, sino a la herencia de las luchas libertarias y revolucionarias que se oponen a toda delegación política en terceras personas, ya sean gobiernos neoliberales o equipos decanales progresistas encargados de gestionar la misera. Y que sólo aceptan la política como autovalorización, entendiendo por esta, la alternativa que en el terreno de la producción y la reproducción ampliada de capital, ponen en marcha las proletarias para reapropiarse de todos los procesos de construcción de la vida, en contra de los mecanismos capitalistas de acumulación y desarrollo.

2 Tras aprobarse en junta de gobierno de la Facultad de Cc. Políticas y Sociología, Decanato está dando los últimos pasos para la instalación de un circuito cerrado de videovigilancia en los pasillos de la Facultad.

JORNADAS DE REAPERTURA DEL AULA SOCIAL AUTOGESTIONADA

Desde el 20 hasta el 23 de marzo, exposición en el pasillo de cafetería-biblioteca de la facultad de ciencias políticas y sociología; “Genealogía de la autonomía en Somosaguas”.

Martes 20: 12:00h Proyección de “Brazil” (Gilliam, 1985), un distópico universo futuro de paranoia y control. Presentada por Mario Domínguez Sánchez, profesor de la UCM de Teoría Sociológica Contemporánea.

Miércoles 21: 13:00h Asamblea Abierta + Mural graffiti en apoyo a lxs siete detenidos/as en la manifestación que tuvo lugar en la c/Montera de Madrid en solidaridad con la revuelta griega y en protesta por el asesinato de Alexis Grigoropoulos a manos de la policía griega en 2008.

Jueves 22: 11:30h Taller “Tejemaneje”, un espacio colectivo para el análisis del control social y la represión. Impartido por el colectivo TRAMPA (Tejiendo Redes de Apoyo Mutuo para la Acción).

Todas las actividades tendrán lugar en el Aula Social Autogestionada de la Facultad de CC. Políticas y Sociología de la UCM. Campus de Somosaguas. Autobuses H, I, A.