jueves, 19 de abril de 2012

Decálogo Para afectados de FM/SFC/SQM

Recomendaciones para personas diagnosticadas de Síndromes de Sensibilización Central (SSC): Fibromialgia (FM), Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y Sensibilidad Química Múltiple (SQM)

Desde la experiencia de once años,como Asociación de afectados principalmente de Fibromialgia (FM), consideramos importante compartir esta información que puede ayudar a mejorar la sintomatología así como la calidad de vida de los enfermos. Con todo ello se podrá evitar el agravamiento de las mencionadas patologías.

Se trata de enumerar todo lo que hemos observado que empeora el cuadro clínico. Con su evitación se logra una mejoría importante en la salud y la calidad de vida.

1) Evitar los tóxicos medioambientales de cualquier tipo:

  • Productos de limpieza convencionales; lejía, amoniaco, spray de limpieza, etc. 
  • Productos de higiene o cosmética no ecológicos; lacas, colonias y perfumes en donde el olor produzca embotamiento o sintomatología extraña, malestar general o irritación faríngea. 
  • Pinturas, disolventes, derivados del petróleo, etc. 
  • Insecticidas en general y lugares donde se haya fumigado; sean edificios, jardines, huertas, etc.

Alternativa: Todos los productos convencionales de limpieza e higiene personal tienen alternativas ecológicas y naturales que se venden en comercios especializados.

2) Evitar los productos de alimentación que contengan:
  • Plaguicidas, pesticidas, funguicidas, etc. 
  • Transgénicos (OGM). Los organismos genéticamente modificados utilizados en la cadena alimentaria animal y humana han demostrado que alteran el sistema inmunológico de los seres vivos. En FM/SFC/SQM existen alteraciones importantes en el sistema inmune.
Alternativa: Casi todos los productos alimentarios tienen alternativas ecológicas (no utilizan química) y se venden en comercios especializados. Hoy en día se pueden adquirir verduras, frutas,carnes, embutidos, etc. con toda la variedad necesaria, aumentando la calidad y la seguridad Alimentaria del consumidor. Deben tener la garantía y el sello del CRAE (Consejo Regulador de Agricultura Ecológica).

3) Evitar la hipermedicación:

El exceso de productos farmacéuticos, incluso de herbolarios, suele empeorar la sintomatología de los afectados de FM/SFC/SQM, debido a la carga tóxica que ya presentan los enfermos en su organismo y a la pérdida de tolerancia inducida por tóxicos. Si un fármaco prescrito no aporta soluciones o crea mayores problemas de los ya existentes, consulte con su médico para analizar la posible retirada del mismo.

Alternativa: Si las patologías que se padecen lo permiten, es recomendable tener un producto de “rescate” para momentos de crisis puntual.

Recomendación general: Nunca retire fármacos sin la supervisión médica.

4) Evitar el estrés crónico:

En estas patologías se debe evitar las situaciones que provocan estrés. Cada uno debe tomar las decisiones que considere oportunas para no estar expuesto de forma diaria al estrés.

5) Evitar empastes dentales de color plateado:

Los empastes dentales de color plateado suelen tener los siguientes componentes: Mercurio, Plata,Estaño y Cobre. En enfermos de Fibromialgia se está encontrando niveles ocho veces superiores a lo permitido en humanos. Para descartar una intoxicación crónica por metales pesados existen análisis de pelo que lo pueden detectar. En los análisis convencionales de sangre y orina, no siempre aparece la intoxicación crónica. Generalmente sólo refleja una intoxicación aguda y puntual.

La retirada de este tipo de empastes es peligrosa. Por lo tanto se aconseja acudir a profesionales que cumplan con los protocolos sanitarios más exigentes.

6) Evitar, en lo posible, la contaminación electromagnética:

Principalmente cerca de la cabeza y en el dormitorio evitando; móviles, WI-FI, teléfonos inalámbricos, reloj eléctrico, etc. En el trabajo, dentro de las posibilidades de cada uno, aplicar el principio de precaución.

7) Sobre el ejercicio físico:

Para afectados de FM grado I y II, en general:

es recomendable: Taichí; Ejercicio aeróbico dentro y fuera del agua; Estiramientos Chi-Kung;Relajación; Yoga; Caminar, etc. (siempre dependiendo de cada caso y de la severidad de los sintómas y de las patologías que pueda presentar cada persona).

No es recomendable: Gimnasia con aparatos, Pilates, etc.

Para afectados de FM grado III, SFC grado I, II, III y IV y SQM, en general:

No es recomendable el ejercicio físico.

8) Sobre el trastorno de sueño:

El mejorar el trastorno de sueño ocasiona directamente menos dolor y fatiga. Se deben buscar las alternativas necesarias, en cada caso, para conseguir tener un sueño recuperador.

9) Sobre las tareas domésticas:

Si después de utilizar algún producto específico se observa empeoramiento de los síntomas, se debe analizar la posible toxicidad del mismo. Como ejemplo, si duele la cabeza cuando se plancha la ropa, conviene sustituir el forro de la tabla de planchar por una manta muy antigua y sábana de algodón 100% ecológico. Los forros actuales suelen tener sustancias químicas que con el calor de la plancha se liberan y se inhalan, produciendo diferentes síntomas orgánicos en los afectados de FM/SFC/SQM. Esto se debe a que la sustancia química, al llegar al sistema nervioso central, vía tracto olfatorio-sistema límbico, suele producir jaquecas, embotamiento, deterioro cognitivo, etc.

10) Diga las cosas, por escrito, donde pueda tener efectos y producir cambios:

La injusticia social y/o sanitaria no se arregla sola. El comentar un hecho con otra persona puede servir de desahogo, pero si realmente queremos que la realidad cambie, debemos utilizar algunas de las herramientas que existen a nuestra disposición. Hoy en día las sugerencias, quejas y reclamaciones deben hacerse SIEMPRE por escrito, con nombre, apellidos y DNI, en los diversos sitios que un usuario sanitario tiene para ello. No tiene el mismo resultado hablarlo y “quejarse” de palabra, que ponerlo por escrito.

Respecto a estas patologías en nuestro entorno, recomendamos no dar excesivas explicaciones a nuestros compañeros de trabajo, familia, amigos, etc. En ocasiones, mientras más nos explicamos...menos se entiende. Quien desea saber algo sobre dichas enfermedades puede acceder a un libro o entrar a sitios fiables en Internet. (si uno piensa “borroso”, se explicará “borroso”). Por otro lado una característica de estas patologías es el agotamiento y embotamiento mental asociado; estar explicando continuamente las enfermedades medioambientales perjudican más al afectado y no aportan claridad.

ASOC. ITALIANA DE MCS NOS ACOMPAÑARÁ EL 12 DE MAYO EN MADRID

Confirmado:

Compañeros italianos de la Associazione MCS - Illness Settimo Torinese, junto con su presidente Roberto Muscio, acudirán el próximo día 12 de Mayo a la Puerta del Sol de Madrid y juntos elevaremos nuestra voz para reivindicar nuestra visibilidad ante los Gobiernos y la Sociedad...

¡¡¡EL MUNDO UNIDO EN UNA SOLA VOZ...!!!

¡¡¡EL DÍA 12 DE MAYO... TOD@S A MADRID!!! 


Goldman: premio contra los plaguicidas

16-04-2012

El mismo será entregado a Sofía Gatica de Madres de Ituzaingó, primera mujer argentina en recibirlo. El premio será entregado hoy en San Francisco, EE.UU.


Hace unos años Sofía dio a luz a una niña cuyos riñones no funcionaron, y la beba murió. Cuando sus vecinos le contaron que había muchos casos como ése además del cáncer y de múltiples problemas de salud, Sofía entró en acción.

Sofía es una de las Madres de Ituzaingó cuya lucha mostró al mundo las consecuencias del uso de plaguicidas en torno a las zonas urbanas. Además integra “Paren de fumigar”, colectivo nacional que pelea para prohibir la aplicación aérea de agroquímicos, la separación de las áreas urbanas de las fumigaciones terrestres y para promover la reconversión a la agroecología.

Con el grupo de madres empezaron a buscar la epidemiología que el gobierno se negaba y se resiste a hacer: de puerta en puerta llevaron a cabo el primer estudio epidemiológico de la zona y descubrieron los graves efectos que la fumigación con pesticidas estaba ocasionando.

Su organización creó el Mapa del cáncer a contrapelo de los decires de las autoridades locales, reacias a reconocer que en ese sector de la ciudad estaba pasando algo gravísimo: tasas extremadamente superiores a las normales para esa enfermedad.

Las Madres de Ituzaingó comenzaron a protestar en contra del uso de plaguicidas en su zona, concurriendo a las oficinas ambientales de la ciudad de Córdoba, sin obtener respuestas. Cortaron calles, realizaron marchas. En 2003 lograron la sanción de una ordenanza para prohibir las fumigaciones a menos de 2.500 metros de las viviendas. Y en junio próximo serán protagonistas del juicio que sienta por vez primera en el banquillo de los acusados a dos productores y a un aeroaplicador, por haber violado las restricciones para fumigar en Ituzaingó Anexo, en lo que es el primer proceso judicial de este tipo en Argentina.

Argentina es el tercer mayor exportador mundial de soja. Cada año, la industria aplica millones de litros de agrotóxicos. Si bien Monsanto afirma que no hay riesgo para los seres humanos con su producto estrella asociado al cultivo, en glifosato, profusión de estudios científicos muestran lo contrario. Además, el cóctel utilizado incluye endosulfán, pesticida altamente tóxico que ha sido prohibido en 80 países a causa de las amenazas para la salud humana y el medio ambiente. En mayo de 2011, se añadió a la lista de la ONU de contaminantes orgánicos persistentes a ser eliminados del planeta.

Recortes y datos del sistema sanitario

Posted on 19 abril 2012

Algunas personas aún podemos recordar cuando existía en España un sistema para pobres; se llamaba beneficencia y era de baja calidad

Artículo de J. Ignacio Martínez Millán y Luis Andrés López Fernández, profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Tenemos uno de los sistemas de salud más eficientes (capacidad de respuesta para el mantenimiento de los niveles de salud con relación a los costes destinados a ello) y que supone uno de los menores gastos respecto al PIB entre los países desarrollados. Contamos con colectivos profesionales de la medicina, enfermería y otros, altamente cualificados, con una de las carteras de servicios más amplias, de gran calidad y con un buen sistema de garantías de salud pública colectiva. Nuestro sistema nacional de salud es excelentemente valorado por la ciudadanía y supone quizás el mayor mecanismo de solidaridad y redistribución que nuestra sociedad ha desarrollado. Lo pagamos entre todos vía impuestos y todos nos beneficiamos de las acciones tradicionales de salud pública y de los recursos asistenciales, que, abiertos a todos, son utilizados fundamentalmente por las poblaciones que más los requieren: mayores, población materno-infantil (creando un potente mecanismo de solidaridad intergeneracional) y las personas enfermas (solidaridad según situación de salud en este caso). Pero no olvidemos que casi todos esperamos ser mayores y todos confiamos en la capacidad de respuesta del sistema de salud ante el riesgo de enfermar o sufrir un accidente; para la mayoría será una simple cuestión de tiempo obtener rendimientos personales del sistema.

No obstante, el sistema de salud presenta ineficiencias y es responsabilidad de todas las personas implicadas (profesionales, gerentes, políticos sectoriales y ciudadanía) detectarlas y buscar los mecanismos de ajuste que permitan hacerlas mínimas. Ahora, en situación de crisis, y siempre. Sin entrar en el detalle de las bolsas de ineficiencia en las que es posible generar ahorros (conciertos, uso de tecnología inapropiada, medicina defensiva, duplicidades, falta de tiempo para la atención adecuada en atención primaria, medicalización excesiva, no generación de economías de escala, distribución inadecuada de horarios y personal,entre otras) sí nos detendremos en analizar los discursos subyacentes de algunas propuestas anunciadas, pues determinan las preguntas y respuestas que se obtienen, que siempre parecen buscar la ratificación de los principios e intenciones de quienes los formulan.

Así, si tomamos como ejemplo el hecho de que tenemos uno de los mayores gastos en farmacia por habitante y año, si las preguntas se centran en la búsqueda de los abusos que se producen, las respuestas se orientan a la desincentivación del consumo vía aumento del aporte individual (aumento del copago, precio adicional por receta, y discriminación en los criterios de gratuidad entre otros). Si nos preguntamos: ¿Tiene algo que ver el papel que juega la industria farmacéutica al respecto?, ¿o la política de depauperación progresiva de la atención primaria?, ¿o el sistema de compras?, las respuestas orientarán las políticas públicas hacia la racionalización de la prescripción con criterios de seguridad y eficacia, y éstas se centrarán en la intervención con el mundo profesional, con aspectos relacionados con la organización del sistema, e incluso en la clarificación del papel que debe jugar la industria en el sector. Y no es lo mismo.

Se habla estos días de establecer cuotas de pago para determinadas prestaciones en función de la renta, creando tasas para las rentas más altas. El efecto de la aplicación de esta tasa en la financiación del sistema, tanto por el porcentaje de población a la que afectaría inicialmente, como por el uso de servicios que esta población realiza (que salvo para situaciones de alta complejidad y coste no utilizan los servicios públicos de salud) será inapreciable. La búsqueda de una mayor recaudación a través de dicha medida conllevará la bajada progresiva del dintel de nivel de ingresos para la aplicación de la tasa, incrementando el colectivo social con las clases medias de mayores ingresos declarados a hacienda, que se verá incentivado a contratar seguros privados de salud y a desentenderse del sistema público.

Este desentendimiento conllevará en el medio plazo la exigencia por parte de esta población de la devolución de sus impuestos relacionados con la salud, con el argumento de la no utilización del sistema público y el aporte que ya hacen a su seguro privado, y por otra parte restará apoyo social al sistema de salud, pues en nuestras sociedades estos grupos de población tienen gran capacidad de influencia política. Perderemos la universalidad del sistema, que es lo que garantiza la adecuada distribución de riesgos, la eficiencia económica y social, la calidad y la capacidad redistributiva del sistema. Y esto es lo que parece perseguir la política anunciada sobre recortes en nuestro sistema nacional de salud.

Cuando en Europa se discutía la creación del Estado del Bienestar, Richard Titmuss, desde la London School of Economics lo supo ver con claridad al sentenciar: “Un servicio para los pobres se convierte inevitablemente en un pobre servicio cuando la clase media, políticamente activa, los abandona”. Algunas personas aún podemos recordar cuando existía en España un sistema para pobres; se llamaba beneficencia y era de baja calidad. La calidad para todos llegó a nuestro sistema sanitario cuando se integraron el conjunto de redes públicas existentes con las de la seguridad social, creando un sistema nacional de salud de carácter universal, para ricos y pobres. Si queremos seguir siendo una sociedad cohesionada tendremos que defender con fuerza la universalidad, el que sean para todos los servicios públicos más valorados y necesarios.

En el sistema de salud se confronta un permanente juego de intereses que no siempre se hacen transparentes y se ocultan al debate social. La toma de decisiones estratégicas para la viabilidad del sistema se realiza en entornos ajenos a las personas que trabajamos en el sector y de la ciudadanía en general. Para intervenir en ese espacio es crucial luchar por que exista transparencia y se clarifiquen los intereses en juego. Otros cambios dependen exclusivamente de nuestro comportamiento profesional (somos los profesionales de la salud los que determinamos la mayor parte del gasto que cada persona supone para el sistema) y del de la ciudadanía. Hemos construido una sociedad con escasa autonomía y excesivamente medicalizada y en estos ámbitos tenemos un amplio campo de acción en el que intervenir.

Se ha creado un colectivo gerencial que tiene la responsabilidad de trabajar sobre las bolsas de ineficiencia que presenta nuestro sistema de salud. Exijámosles resultados, y a nuestros políticos que clarifiquen el juego de intereses que defienden. Nuestro sistema de cobertura social es demasiado bueno como para dejarlo en las manos exclusivas de estos políticos del siglo XXI que, embebidos del pensamiento único, destilan sus esencias. El sistema de salud genera déficit sistemático por su insuficiente financiación y es ahí hacia donde se deben orientar las políticas de sostenibilidad. No es cierto que puedan introducirse mejoras en su eficiencia global generando a la vez beneficios para los accionistas de las empresas privadas. Toda la evidencia disponible juega en contra, pero… ¿A quién le importan los datos? Por eso aquí no se presenta ninguno.

J. Ignacio Martínez Millán y Luis Andrés López Fernández son profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública