lunes, 7 de mayo de 2012

Expertos piden consenso político y científico sobre enfermedades ambientales

Expertos en las denominadas enfermedades ambientales han reclamado hoy "un consenso político y científico" sobre estas patologías emergentes, provocadas por la exposición cotidiana a factores tóxicos, electromagnéticos o a las radiaciones.

Eduardo Rodríguez-Farré, miembro del Comité Científico para los Riesgos Sanitarios Emergentes de la Comisión Europea, se ha referido a la necesidad de que se reconozcan, entre estas dolencias, la Fibromialgia, el Síndrome de Fatiga Crónica o Encefalomielitis Miálgica, el Síndrome Químico Múltiple y la Electrohipersensibilidad.

Todas ellas han sido analizadas hoy en la jornada 'La sanidad frente a las enfermedades ambientales', que se celebra en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Rodríguez-Farré ha expuesto que la 'primera lucha' contra estas enfermedades que se está llevando a cabo en la Unión Europea es simplemente su 'reconocimiento', como un paso necesario para alcanzar después el 'conocimiento' sobre sus causas y prevenirlas.

En el ámbito de la política española, el diputado de IU y expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso, Gaspar Llamazares, ha señalado que su grupo seguirá defendiendo iniciativas para que España se sume a esta actitud y el Gobierno reconozca que las radiaciones electromagnéticas son perjudiciales para la salud.

Alejandro Ubeda, investigador jefe de la Sección de Radiaciones no ionizantes del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha confesado, en declaraciones a Efe, que hay datos epidemiológicos que indican que 'están pasando cosas' y que la gente está enfermando como consecuencia de esas sustancias físicas y químicas.

'Aunque hay indicios, no hay suficiente conocimiento', ha reconocido el doctor, mientras se investiga la influencia de estos factores ambientales en otras enfermedades como el cáncer, el alzheimer o el parkinson.

'No hay un acuerdo a nivel general científico y político en esta materia', ha lamentado, como consecuencia del 'conflicto de intereses' existente entre las compañías industriales, el sector medioambiental y el sanitario, que conlleva que los avances sean 'muy lentos'.

Ubeda ha apostado por que se identifiquen cuanto antes políticas que permitan una prevención y protección eficaz de la salud, teniendo en cuenta que muchos de esos agentes son de uso industrial.

La idea es 'mantener una industria potente que cree riqueza y, al mismo tiempo, proteger nuestra salud contra estos productos nocivos', ha comentado.

El experto ha dicho que 'lo más difícil es aproximarse al tratamiento y a la prevención' de estas patologías que son, además, una 'cuestión de sensibilidad', porque no todos las personas son hipersensibles a determinadas sustancias químicas o físicas.

Se ha referido a la influencia sobre la salud de los campos electromagnéticos, las frecuencias bajas, las líneas de alta tensión, los teléfonos móviles, los radares, el microondas, las resonancias magnéticas y la onda corta.

El investigador ha explicado que en frecuencia alta 'realmente son dañinas' y, por eso, la normativa controla esos niveles. Sin embargo, 'no se tiene conocimiento suficiente sobre la influencia a largo plazo de una exposición crónica a niveles muy bajos'.

Como ejemplo, ha apuntado que no se ha podido determinar qué le puede ocurrir a una persona que 'usa el teléfono móvil durante diez años, un par de horas al día'.

'Eso es lo que se está intentando estudiar desde el punto de vista de la epidemiología y también desde el de los mecanismos de respuesta a nivel celular', porque, a su juicio, 'lo uno sin lo otro no llega a ningún sitio'.
Así, ha concluido que la epidemiología no tiene suficiente fuerza como para demostrar un efecto en la población, si no se conocen los mecanismos que actúan en las células humanas y se entrelazan ambos resultados.

La Eurocámara votará incluir la sensibilidad química múltiple en la clasificación internacional de enfermedades

7/05/2012 - 13:49

El Parlamento Europeo votará la inclusión de enfermedades ambientales como la electrosensibilidad y sensibilidad química múltiple en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) el próximo mes de junio, ha señalado este lunes el presidente de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, Gaspar Llamazares, durante la jornada 'La Sanidad frente a las enfermedades ambientales', celebrada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

El Parlamento Europeo votará la inclusión de enfermedades ambientales como la electrosensibilidad y sensibilidad química múltiple en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) el próximo mes de junio, ha señalado este lunes el presidente de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, Gaspar Llamazares, durante la jornada 'La Sanidad frente a las enfermedades ambientales', celebrada en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Concretamente, el debate tiene como objetivo la inclusión de estas enfermedades en la CIE correspondiente y también su clasificación como enfermedades profesionales en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"Muchas enfermedades, al no reconocerse, no se atiende a su prevención. Al no reconocer el Estado estas enfermedades se menosprecia y no se apoya lo suficiente su investigación", ha denunciado el expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

Sin embargo, el pasado mes de noviembre, el Ejecutivo aprobó el consenso sobre sensibilidad química múltiple que, en cierto modo, reconoce la existencia de estas dolencias y ofrece consenso para abordarlas, ya que el texto describe la enfermedad y su diagnóstico, lo que puede servir de ayuda al profesional sanitario en el abordaje de esta enfermedad.

A pesar de que el presidente de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas ha reconocido la controversia existente en torno a las enfermedades ambientales, a consecuencia de las dificultades que tiene el afectado para demostrar las "anomalías" que padece, ha instado a la Administración a impulsar planes de prevención que, en su opinión, son estos momentos "deficientes".

Así, Llamazares ha señalado que la sociedad tiene ante sí el "gran reto" de cambiar la gestión y la cultura sanitaria, a pesar de que, en la actualidad, "no corran buenos tiempos para la lírica", debido a los recortes efectuados en Sanidad.

No osbtante, en sus palabras, estas dolencias han experimentado una importante evolución desde que algunas de ellas, como la fibriomalgia, fuesen incluidas en la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ha resaltado su repercusión, ya que son padecidas por cerca de 300.000 personas en España y restan unos tres años a la esperanza de vida de los que las padecen.

EXPOSICIONES ELECTROMAGNÉTICAS

Por otra parte, el expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados ha recordado que su grupo ya presentó una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados sobre la protección de la salud frente a la exposición de campos electromagnéticos a fin de reconocer estas enfermedades producidas por este fenómeno.

En este sentido, ha denunciado que la legislación está "obsoleta" y ha pedido su renovación de acuerdo al derecho internacional. "Queda mucho por hacer", ha apostillado.

Por otro lado, el miembro del Comité Científico para los Riesgos Sanitarios Emergentes, Eduardo Rodríguez-Farré, ha lamentado que, en estas "enfermedades emergentes", existe un "riesgo ignorado" que aún no está incorporado en el cuerpo científico.

De esta manera, ha denunciado el retraso de 20 años que existe desde que se conoce una evidencia científica hasta que se toman medidas para regular la situación.

Por otra parte, Rodríguez-Farré ha denunciado que Madrid y Barcelona sean las ciudades europeas que más contaminan, lo que, en su opinión, deriva en una "mortalidad evitable".

Con todo, ha apostado por identificar el riesgo de las sustancias químicas existentes, evaluar su exposición, caracterizarla y sacar conclusiones. Además, ha asegurado que, de las 100.000 sustancias químicas existentes, solo se cuentan con datos de la toxicidad limitada del 20 por ciento.

La sensibilidad química múltiple es una patología que aparece tras la exposición a uno o varios agentes químicos y que deriva en dolores de cabeza, cansancio o problemas cognitivos.