viernes, 18 de mayo de 2012

La mayoría de las mujeres con fatiga crónica renuncia a la maternidad


Miércoles, 09 Mayo 2012

La mayoría de las mujeres diagnosticadas de fatiga crónica renuncian a la maternidad por temor a no ser capaces de llevar adelante un embarazo por la sintomatología asociada a su enfermedad o por las dificultades que puede entrañar la crianza de los hijos, según afirma Jordi Robert, coordinador de la Unidad de Fatiga Crónica de USP Dexeus (Barcelona).

En relación con la evolución del embarazo, Robert indica que en las pacientes con fatiga crónica «habitualmente los síntomas que padece la paciente antes del embarazo pueden mejorar un poco durante la gestación. La mejoría suele ser poco significativa y se atribuye a cambios hormonales. En cualquier caso, todos los especialistas coinciden en que en el postparto o a las pocas semanas, toda la sintomatología previa reaparece», señala.

Los síntomas más conocidos del síndrome de fatiga crónica, además de una importante fatiga física que limita el desarrollo de las actividades habituales en más de un 50% de las pacientes son la pérdida de la memoria y de concentración, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello o las axilas, el dolor muscular y articular sin causa aparente, dolor de cabeza, sueño no reparador y agotamiento extremo tras un esfuerzo no necesariamente intenso que dura más de 24 horas.

Sobre las recomendaciones para las pacientes con síndrome de fatiga crónica que se quedan embarazadas, Robert señala que siempre tienen que ser conscientes de las limitaciones físicas en relación a su enfermedad. «Probablemente el embarazo se desarrollará con normalidad aunque se deberá prever un parto con poca participación de la madre. Existe también una limitación en la utilización de fármacos tanto durante la gestación como durante el parto por la alta incidencia de intolerancia farmacológica que presentan las pacientes con síndrome fatiga crónica. Ya en el posparto, muchas de estas pacientes tiene dificultades, por falta de fuerza, para levantar a su bebé, mantenerlo en brazos, cogerlo de la cuna, etc. Se deben valorar todas y cada una de éstas limitaciones antes de decidir no sólo si es adecuada la lactancia materna sino qué dificultades pueden tener para cuidar a su bebé. Finalmente, aunque no existen datos científicos al respecto, parece detectarse una mayor agregabilidad familiar de este síndrome, lo que sugiere una posible base hereditaria», concluye.