jueves, 20 de septiembre de 2012

Indemnizado un adicto a las palomitas por inhalar un tóxico

TÓXICOS | Bronquitis por respirar diacetil

Indemnizado un adicto a las palomitas por inhalar un tóxico


Foto: Antonio M. Xoubanova
  • Inhalar los aromas antes de comer le provocó una enfermedad pulmonar
  • Esta bronquitis ya se había detectado entre trabajadores de las fábricas
  • Recibirá 7 millones de la compañía por no advertir del riesgo en las etiquetas
ELMUNDO.es | Madrid
Actualizado jueves 20/09/2012

Una compañía de palomitas tendrá que indemnizar con 7,2 millones de dólares a Wayne Watson (59 años). La causa, inhalar los compuestos que le dan su característico sabor a mantequilla a este aperitivo, ha provocado que Watson desarrolle la llamada 'enfermedad pulmonar de las palomitas'.

Hasta ahora, esta forma de bronquitis que causa dificultades para respirar y pitos en el pecho, se había identificado ya en trabajadores de las fábricas de palomitas, obligados a respirar durante muchas horas diversos compuestos tóxicos.

Sin embargo, es la primera vez que un particular desarrolla dicha patología (denominada bronquitis obliterante); aunque se trata de un caso particular, puesto que Watson consumía tres paquetes de palomitas de microondas al día.

El jurado de un tribunal de Colorado (EEUU) considera probado que tanto los fabricantes de las palomitas de maíz como los supermercados que las vendías fueron negligentes a la hora de advertir a los consumidores sobre los riesgos que podía tener la inhalación de las palomitas.

La causa parece estar en el diacetil, un compuesto que les da su característico sabor a mantequilla a estos aperitivos; y que como recuerdan algunos especialistas, la mayoría de fabricantes retiró de las palomitas en el año 2007.

Watson fue diagnosticado en el año 2007 con este tipo de enfermedad pulmonar obstructiva después de años inhalando las palomitas que comía diariamente. Hasta ahora, todos los casos judiciales a causa de estos vapores de las palomitas habían tenido como protagonistas a trabajadores de las fábricas, nunca a un consumidor.

Las compañías condenadas (Glister-Mary Lee Corp y los supermercados King Scoopers) ya han anunciado que tienen intención de recurrir el fallo que les obliga a indemnizar a Watson con más de siete millones de dólares. La inflamación que se produce en los bronquiolos al respirar diacetil en grandes cantidades es la responsable de la enfermedad inflamatoria, que causa tos seca, dificultad para respirar y sibilancias.

Carta a ti, diputado: tú despediste a mi padre

YERAY CALVO Madrid 20/09/2012

Mi nombre es Yeray Calvo. Trabajo desde hace cuatro años como periodista en Público.es. Antes de ayer recibí una llamada de mi hermano. Raro, porque él no suele llamar muy a menudo. “Siento darte una mala noticia Yeray; han despedido a papá”, me dijo. Yo, señor diputado, no podía dar crédito (mira por donde, como los bancos, pienso al escribir esto. ¡Qué guasa!). No podía dar crédito, no porque no sea conocedor de la grave situación que vivimos, sino porque en el fondo, uno tiene la sana esperanza de que la mierda no te acabe salpicando.

Te escribo esta carta a ti (si me permite el tuteo), diputado, porque mi padre está, desde el martes, en la calle después de toda una vida trabajando. Cuando digo ‘toda una vida’ no es una forma de hablar. De niño, ayudando a mis abuelos a sacar el campo adelante. De adulto, como conductor de autobús en una empresa familiar valenciana. ¡20 días y a la puta calle!, me repito todo el rato. Jodida reforma laboral. Si al menos hubiera servido para algo, me digo. La indemnización ridícula que se llevará mi padre (cercana a 20.000 euros) después de años y años de trabajo dolería menos si supiera que, la reforma laboral, como nos dijeron, ha servido para crear empleo. ¿Pero qué digo? ¡Si por lo menos hubiera servido para detener la sangría de desempleados! Ni eso. De hecho, visto desde otro ángulo, diputado, quizás mi padre ha sido despedido debido a la reforma laboral. Todos sabemos que ahora echar a la calle a alguien te sale casi gratis y es la salida más fácil para cualquier empresa con problemas. De este modo, extiendo mi agradecimiento a ti, Mariano Rajoy, por tu gran contribución, por la parte que me toca, al despido de mi padre.

Si me permites quiero hablarte un poco de mi padre, diputado. Mi padre ha vivido siempre por encima de sus posibilidades. Sí. Se levantaba a las cinco de la mañana para preparar el autobús para una jornada de servicios concatenados. Comprobar que funcionaba el sistema de apertura de puertas. Poner en marcha el viejo motor diez minutos al menos para rodarlo y que ya no se calase durante el resto de día. Hacer algún apaño, ya sabes cómo son los coches viejos... siempre se estropea algo. Limpiar un poco, preparar los discos de las rutas y llegar a tiempo. Siempre llegaba a tiempo. Por algo se levantaba tan pronto (siempre ha sido un poco exagerado y obsesivo con estas cosas. Lo sé porque yo lo he heredado).

Diputado, yo he visto a mi padre, te lo prometo, trabajar dos meses seguidos sin disfrutar de un puto día de descanso. Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, y domingo. Multiplícalo por cuatro e imagínate trabajando. Es aburrido y cansado, como leer las líneas anteriores. Por ponerte un ejemplo, es como si tuvieras que ir al Congreso de los Diputados (sí, ese hemiciclo que a menudo veo vacío por la tele) todos los días, tuvieras que estar sentado (sin volante, eso sí) durante más de ocho horas al día, durante dos meses. La empresa va mal y hay que arrimar el hombro y apretarse el cinturón, pensaría para hacer tal salvajada. Ahora, el país está en ruina y tampoco veo a los señores diputados perder el sueño por ello, así que, visto lo visto, se tuvo que haber equivocado asumiendo toda la carga él solo

Tienes toda la razón, diputado, mi padre ha vivido por encima de sus posibilidades. Lo ha dado todo por encima de sus posibilidades. Ahora está en la calle con 56 años y unas perspectivas en el mercado laboral más negras que la piel de Ana Mato o Francisco Camps. Por cierto, tengo un recuerdo especial para ti, Paco. También gracias a ti (espero que algún día leas esto) se ha podido fraguar el despido de mi padre. Si no hubieras arruinado el País Valencià como lo has hecho, sin las deudas a los colegios de la región, que a su vez deben pasta de las rutas escolares a las empresas de transporte, nada de esto sería posible. Por no hablar de mi madre, gran mujer, que un fatal día sufrió una trombosis y que a día de hoy, años después, sigue sufriendo las secuelas de todo aquello. De la puesta en marcha de la Ley de Dependencia, de la que tanto pasaste, Paco, me río. Con tu permiso. Tampoco es momento para hablar de mi hermano, diputado. Licenciado en derecho, máster, inglés, francés, alemán, italiano y valenciano. Tiene que buscarse un futuro fuera porque aquí no encuentra trabajo. Otro día te escribo sobre las perspectivas laborales de mi generación.

En un momento tan difícil como este, pensarás, es cuando uno debe recurrir a sus ahorros. Los tiempos de bonanza pasaron y culpa tuya es si no ahorraste lo suficiente de cara a futuros malos momentos, dirás. Como han hecho el Estado y los bancos, claro. Te va a hacer mucha gracia esto que te voy a contar, diputado. Te vas a descojonar, pero es que resulta que los ahorros de mi padre están en no sé qué movida de preferentes, que un día le vendieron (engañándolo como a miles y miles de afectados). Un buen día el encargado de una oficina de Bancaja de mi ciudad le recomendó a mi padre meter todos sus ahorros ahí. “Los podrás sacar cuando quieras”, le dijo. Es normal que te entre la risa, si no son tus ahorros, resulta hasta graciosa tanta carambola fatal seguida. No sé si decírtelo, diputado, porque ya ni me vas a creer, pero es que mi abuela también metió parte de sus ahorros ahí justo antes de que estallara el problema. Hay que ver, ché, qué mala suerte...

Creo que ya me estoy extendiendo demasiado, diputado. Sé que tu tiempo es oro y no me gustaría hacértelo perder. Para terminar, sólo quiero decir que, a diferencia de Cristiano Ronaldo o de Esperanza Aguirre tras su marcha, yo no estoy triste. Estoy cabreado y profundamente decepcionado. Estoy cabreado con una clase política incompetente que huele a chamusquina y que dice merecerse los elevados sueldos que gana. Perdóname, diputado. Sé que no se debe generalizar pero es un momento jodido para mí. Sé que no todos los políticos son iguales y que de los ciudadanos depende, con su voto y con su protesta, saber encontrar a los pocos íntegros que valen la pena. Pero cabrón, cada vez lo ponéis más difícil.

Atentamente y para cualquier cosa, aquí me tienes

PSDT: Papá, eres un héroe jodido. Un jodido héroe. Ojalá pueda pensar lo mismo de nuestros diputados algún día

¿QUE PUEDES ENCONTRAR AQUÍ? TE LO PRESENTO

LUCHADORAS CONTRA LA MARGINACIÓN

Cuando aún existía el propósito de publicar el libro "Morir de Fibromialgia", quisimos incluir testimonios de personas que sufrían la misma marginación que sufrió Fabi.

Pensamos que, aunque el libro no salga finalmente a la luz, si es interesante hacer públicos algunas partes del mismo como el presente de Chari Romero que lucha incansablemente desde Fibroamigosunidos desde hace años.

Son numerosos los que sufren el mismo calvario de confusión, incomprensión, engaños, humillaciones, mala fe, ignorancia, marginación médica...

Numerosos testimonios de enfermos llegan a nuestro correo. Todos se ofrecen abierta y sinceramente porque son gentes luchadoras y cansadas de tantas marginaciones; de continuas humillaciones de la sanidad pública y de las autoridades políticas que en definitiva, son quienes dicen a los primeros lo que tienen que hacer y decir.

Por esa razón no solo no les importa dar sus nombres y apellidos: quieren que sea así porque están al límite de su resistencia. Porque ya no soportan más que se les trate de embusteros, de vagos y depresivos, negando sistemáticamente, evidentes informes médicos que estos presentan

Con Chari Romero, administradora de Fibroamigosunidos, mostramos un ejemplo:

Comencé cuando era pequeña con los dolores típicos de crecimiento, y recuerdo que en mi casa me decían que yo era la princesa del guisante, pues todo me molestaba y me hacía daño...

Creció, se casó y fue madre pero no por ello los intensos dolores la abandonaron.

...Dolor en los dos brazos, que me impedía hacer muchas cosas pero que aún así aguantaba y las hacía medio llorando pues pensaba que era “normal” por estar con los pequeños en brazos y pasarme las noches meciendo cunas para que se durmieran, me dieron analgésicos y al final una vecina me dijo que eso era reuma, también me dolía mucho la cabeza por aquella época”.

Una prueba que estas personas son activas y voluntariosas lo demuestra Chari que a pesar de tener ya tres hijos, decide estudiar algo que le apasiona a pesar de los inconvenientes y sus constantes dolores. Acabó sus estudios y logró comenzar a trabajar como enfermera intentando convivir con su enfermedad que se intensificaba progresivamente. Chari está profundamente agradecida a su familia que la apoyó en todo momento y gracias a ellos pudo continuar adelante.

Trabajé muchos años en el Laboratorio del hospital y muchas veces me quedaba "enganchada” al realizar las extracciones de sangre, iba a la planta de trauma y allí alguna compañera me ponía voltarén en la espalda, me tomaba ibuprofeno y volvía al trabajo...

Hasta que llegó el día en que sus dolores no la dejaron continuar y comenzó su verdadero calvario. No podía levantar el brazo y las bajas laborales comenzaron a ser frecuentes. Recuperación, infiltraciones e infinidad de pruebas que no servían para nada en las distintas especialidades: neurólogo, otorrino, digestivo, oftalmólogo, reumatólogo, traumatólogo... ninguno se creía sus síntomas tal y como posteriormente comprobaba en el informe a los que tenía acceso por trabajar en el mismo hospital.

Diez años de especialista en especialista y como la mayoría de las veces iba con el uniforme de enfermera pues estaba trabajando, me miraban y pensaban que no podía tener nada ya que nos veíamos casi a diario por el hospital y ésta enfermedad no deja huella. Al final el año pasado me comentó mi médico de cabecera que quizás podría tener fibromialgia, así que me compré un libro y conforme iba leyendo los síntomas parecía que hablaran de mí...

A partir de ese instante, comenzó la lucha de Chari contra la sanidad pública puesto que su trabajo de gran responsabilidad, no podía realizarlo correctamente debido a sus alteraciones cognitivas

Me recibió la misma inspectora que en Enero me mandó a salud mental y en Julio me dijo que si me creía que me iba a pasar todo el tiempo de baja. Me comentó que aún era muy joven y que me quedaba mucha vida laboral por delante y ante mis respuestas de que me dolía todo el cuerpo y notaba un cansancio extremo y sobre todo, mi grave problema de la confusión mental en relación a un error que tuve en la medicación y ella me contestó: ¿el nene esta bien verdad...? Pues entonces no pasa nada...”

Esto es lo alarmante de este asunto, además por supuesto de los dolores reales y todas las alteraciones citadas que acosaban a Chari.

Hoy día, ya tiene la incapacidad laboral pero no fue sin un largo proceso de bajas, de enfrentamientos, de comparecencias ante tribunales médicos, de amenazas, denuncias, injusticias, humillaciones y lo que es más grave, ignorancia unida a una pronunciada mala intención que defendían unos mezquinos intereses económicos.

Y lo peor de todo es que esa sentencia no es definitiva al parecer y ahora sanidad, después de recurrir, la obliga a trabajar de nuevo.

Peor es aún pensar que miles y miles de personas como Chari viven la misma experiencia una y otra vez.
Horroriza pensar en lo que puede ocurrir con esta falta de responsabilidad en nuestra sanidad pública y nos preguntamos como es posible que esto sea una realidad y que no se le diera la baja inmediata ante la posibilidad de errores de graves consecuencias como el que estuvo a punto de suceder.

Nuestro agradecimiento a Chari Romero por seguir luchando para que sucesos como este, dejen de producirse.