El
Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el Instituto de
Investigación en Ciencias de la Salud del Hospital Germans Trias i
Pujol de Badalona han liderado un estudio que ha identificado ocho
moléculas que podrían servir para mejorar el diagnóstico del
Síndrome de Fatiga Crónica (SFC).
Según
ha informado IrsiCaixa, los investigadores han demostrado
alteraciones de este grupo de moléculas en personas con el SFC, que
parecen estar asociadas a un peor funcionamiento del sistema
inmunitario.
La
investigación supone un importante avance, dado que actualmente el
diagnóstico de esta enfermedad se basa únicamente en la evaluación
de sus síntomas, aunque los científicos han puntualizado que
necesitan confirmar los resultados con estudios más amplios.
Los
resultados de este estudio, que se acaban de publicar en la revista
científica "Journal of Translational Medicine", podrán
mejorar el conocimiento de una enfermedad que se estima que en España
afecta a 1 de cada 1.000 personas.
La
investigación ha contado con la colaboración del grupo de
investigación en Fatiga Crónica del Vall d'Hebron Institut de
Recerca (VHIR) y de la Clínica SFC de Tarragona, así como con el
apoyo de diferentes asociaciones de personas afectadas por este
síndrome, de la Fundación Lucha contra el Sida y de la Clínica
Delfos.
Los
especialistas han explicado que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC)
es una enfermedad compleja que afecta a los sistemas inmunitario,
neurológico, cardiovascular y endocrino de las personas que lo
padecen.
Provoca
un cansancio constante que no puede atribuirse a un esfuerzo reciente
y que no mejora con el descanso, por lo que los pacientes se ven
obligados a reducir de forma significativa su actividad diaria.
Actualmente,
se desconoce el origen de esta enfermedad, que ocasiona una pérdida
sustancial de concentración, intolerancia a la luz, al estrés
emocional y a la actividad física.
También
puede comportar dolor muscular y en las articulaciones,
sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal
permanente.
El
estudio ha identificado, por primera vez, un grupo de 8 moléculas
del sistema inmunitario que los investigadores asocian a una peor
respuesta inmunitaria de los pacientes con el SFC.
"Las
alteraciones de estas moléculas en las personas con el SFC podría
contribuir a mejorar la fiabilidad y la rapidez del diagnóstico de
una enfermedad compleja y, hasta la fecha, mal definida a nivel
molecular", ha explicado mediante un comunicado el coordinador
del estudio y responsable del Grupo de Virología e Imnunología
Celular, Julià Blanco.
Actualmente,
el diagnóstico del SFC se basa únicamente en la evaluación de los
síntomas clínicos descritos anteriormente, después de descartar
otras enfermedades.
El
diagnóstico es poco cuantitativo y requiere pruebas de esfuerzo o
neurológicas que pueden ser más molestas para el paciente que una
extracción de sangre.
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