Asturias.- Representantes de los
sindicatos CCOO y SUATEA, además de la Confederación Asturiana de
Asociaciones de Padres de Centros Públicos (COAPA), se han reunido
el 12 de marzo con Dña. Ana González Rodríguez, Consejera de
Educación del Principado de Asturias, para darle a conocer su
extrema preocupación por el grave problema de salud pública que
supone la exposición del alumnado (sector más sensible) y
profesorado a las radiaciones electromagnéticas en nuestros centros
escolares, dado que en el momento actual no existe ninguna seguridad
respecto a su exposición. Estas radiaciones son generadas por las
tecnologías inalámbricas (Wi-Fi) desplegadas en los centros
escolares vía Programa Escuela 2.0, además de por las antenas de
telefonía móvil, las torres de alta tensión y los transformadores
próximos a colegios.
Se ha trasladado a la Sra. Consejera
información de organismos e instituciones de la Unión Europea como
el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, los cuales vienen
demandando desde 2007 la puesta en marcha de medidas precautorias con
carácter urgente para proteger a la población de los riesgos
vinculados a la exposición a dichas radiaciones. Estos riesgos están
recogidos en las clasificaciones por la Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer, dependiente de la OMS, de estas
radiaciones como posibles cancerígenas. También están reflejados
en el Informe Bioiniciative (www.bioiniciative.org)
“las pruebas científicas de los efectos de la radiación
electromagnética en la salud humana”, fundamentado en la revisión
de más de 3800 estudios científicos, traduciéndose en múltiples
daños para la salud.
Asimismo se ha pedido que desde la
Consejería de Educación se proteja la salud del alumnado y
profesorado, aplicando el principio de precaución, con la puesta en
marcha de recomendaciones de la Resolución 1815 del Consejo de
Europa:
- Cableado de las aulas, como
alternativa segura al Wi-Fi. Hasta que se realice el cableado se
propone una moratoria Wi-Fi, desconectando urgentemente las antenas.
- Difusión entre el profesorado, las
familias y el alumnado de códigos de buenas prácticas asociadas al
uso de los teléfonos móviles e inalámbricos, dispositivos con
Wi-Fi, con la finalidad de reducir los riesgos.
Otra medida solicitada ha sido un
transporte escolar seguro, sin dispositivos móviles ni inalámbricos.
La Sra. Consejera de Educación
manifestó a estos colectivos su interés por esta problemática y se
comprometió a valorar la documentación aportada, dando a conocer
las conclusiones en un plazo de dos meses.
Esperamos que se salve el escollo de la
escasez de recursos económicos, dotando una partida presupuestaria
para cablear los centros, y que se haga un esfuerzo pedagógico
orientado a la opinión pública, frente al temor de la Sra.
Consejera ante una posible interpretación de la retirada del wi-fi
como una medida de recorte, explicando la urgente necesidad de estas
medidas protectoras de la salud del alumnado y profesorado.
ANEXO
Hemos hecho especial hincapié en las
radiaciones de la red eléctrica dado que, excepto los rayos X y la
radiación nuclear, es el factor ambiental que más aumenta el riesgo
de leucemia infantil, por lo que tales exposiciones podrían ser
clasificadas en la categoría máxima de carcinogenicidad (como el
tabaco y el amianto). No hay ningún otro factor de riesgo
identificado hasta el momento que por condiciones insólitas se haya
propuesto posponer o negar la necesidad de tomar medidas para reducir
la exposición.
La gravedad de la situación se ve
potenciada por unas normas estatales de máximos de radiación
obsoletas y erróneamente fundamentadas que no protegen a la
población, constatándose que los campos electromagnéticos pueden
producir efectos nocivos en un nivel de millones de veces más bajo
que los standares actuales de protección, por lo que desde la UE se
plantea como urgente la revisión de dichas normas de exposición.
Estas normas se han propuesto a los gobiernos por la Comisión
Internacional para la Protección contra las Radiaciones no
Ionizantes, organismo privado poco transparente y sospechoso de
vínculos con las industrias, cuyo desarrollo depende de las
recomendaciones de máximos.
Otros ingredientes de este escándalo
de salud son los conflictos de interés y la necesidad urgente de una
verdadera independencia de los científicos que participan en los
organismos oficiales con la misión de evaluar los riesgos de los
productos antes de su comercialización en el mercado.
Los estudios científicos del Informe
Bioiniciative apuntan a daños para la salud tales como: leucemia
infantil, cáncer de mama, tumores cerebrales, cambios en la función
cerebral (menor capacidad de pensamiento, juicio, memoria,
aprendizaje y control de la conducta), daños al material genético,
enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, esclerosis), reacciones
alérgicas e inflamatorias, autismo, trastorno de déficit de
atención e hiperactividad, problemas de fertilidad y en la
descendencia. Además, la gente expuesta crónicamente a radiaciones
electromagnéticas informa de los siguientes síntomas: insomnio,
dolores de cabeza, mareos, debilidad, falta de concentración,
pitidos en los oídos, fotosensibilidad, problemas de equilibrio y
orientación, erupciones en la piel, arritmias del corazón y
aceleración del pulso.
La Plataforma Asturiana Escuela sin
Wi-Fi está integrada además por la Federación de Asociaciones de
Padres Miguel Virgós, el Sindicato de Estudiantes, los sindicatos
USO, CSIC, la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Asturias,
Federaciones de Asociaciones de Vecinos de Gijón y del medio rural
de Gijón, grupos políticos (IU, Los Verdes – Grupo Verde, Equo –
Los Verdes de Asturias), la Coordinadora Ecoloxista de Asturies,
Ecologistas en Acción de Asturias, el Colectivo Ecologista de
Avilés, los grupos ecologistas El Carbayu de Valdés y SOS Cuideru y
la Asociación Ultravioleta.