sábado, 15 de junio de 2013

Análisis detectan pozos contaminados junto a toneladas de lodos tóxicos

  • Vecinos de As Somozas sufren vómitos y diarreas que achacan a estos vertidos
Toma de muestras realizada por organizaciones ecologistas en los lodos tóxicos 
esparcidos por As Pontes y As Somozas.
Toneladas de lodos tóxicos cubren fincas rústicas y zonas de pasto en la capital gallega de reciclaje. Han sepultado un túmulo megalítico catalogado por la Xunta y bordean peligrosamente los manantiales y arroyos que nutren al río Grande de Xuvia, protegido como LIC y Red Natura, que desemboca en la ría de Ferrol. Es una espesa capa marrón que mezcla lamas contaminadas de depuradoras con residuos industriales de la construcción. Se extiende por los montes altos de Espiñaredo (As Pontes), Medoña, Serra da Veiga y Rego de Fonte Rámez, en As Somozas, un foco industrial en el interior de A Coruña adonde van a parar gran parte de los residuos comprometidos de Galicia, desde el fuel del Prestigea kilos de baterías, pilas, aceites de motores y neumáticos que se reciclan en grandes empresas.

Tres organizaciones ecologistas —Adega, Verdegaia y la Sociedade Galega de Historia Natural— coincidieron esta semana en denunciar la toxicidad de unos vertidos que presumen “completamente ilegales”, plagados de metales pesados (cobre, zinc o manganeso) y con niveles de hidrocarburos que multiplican “por 25” los límites legales, todos ellos muy perjudiciales para la salud humana y animal. Así lo reflejan los análisis que le encargaron a un reputado laboratorio ligado a la Universidad con muestras que tomaron hace un mes y medio.

Los ambientalistas han contabilizado cuatro puntos diferentes donde se han volcado los residuos, tres en As Somozas y uno en As Pontes, todos en zonas de monte alejadas con graves destrozos sobre el medio ambiente, el patrimonio cultural —denuncian que “aplanaron” varias mámoas inventariadas— e incluso hablan de posibles daños sobre la salud de los vecinos y el ganado. El BNG acusó en el Parlamento a la empresa Xiloga de ser la responsable de los vertidos de lodos, pero los responsables de la firma han eludido dar su versión. Los afectados creen que se están utilizando los montes “para deshacerse impunemente” de lamas sucias de depuradoras, mezclándolas con áridos para darles la apariencia de un tecnosol. Se trata de un suelo artificial a base de gravillas y lodos endurecidos con cal que sirve de sustrato vegetal para regenerar espacios degradados como la tierra quemada.

El problema radica, según los ecologistas, en que estos tecnosoles se están depositando cerca de acuíferos y sobre zonas de cultivo y praderas vetadas específicamente por la normativa (IRT/01/08), explica Fins Eirexas, secretario ejecutivo de Adega. “Camuflan como regeneración ambiental un vertido en toda regla de residuos contaminantes, suponemos que para abaratar costes”, resume. Esta normativa ambiental —Instrucción Técnica de Residuos— la aprobó el bipartito en 2008 para regular la elaboración de tecnosoles para zonas erosionadas y prohíbe expresamente su depósito en praderas, turberas, zonas de matorral o las cabeceras de ríos y acuíferos subterráneos. Los vecinos de la parroquia de Seixas (As Somozas) se quejan de que el mejunje de lamas desprende un hedor “insoportable” que se impregna sin remedio en la piel y la ropa. El trasiego de camiones que, según los vecinos, seguían descargando lodos ayer, les dejaron sin fuente.

El problema, asegura la SGHN, podría ir mucho más allá de la fetidez porque la fecha de los vertidos “coincide en el tiempo” con los vómitos y diarreas que empezaron a sufrir los vecinos de, al menos tres casas, de las aldeas más próximas. Ecologistas y residentes sospechan que estos lodos “que se depositaron en época de lluvias” están detrás de la contaminación de varios pozos. Los afectados analizaron el agua y se toparon con patógenos de material fecal flotando en el líquido que bebían tanto ellos como sus animales. Se pasaron al agua embotellada y los síntomas empezaron a remitir, explica José V. Los lodos también llegaron hasta Sedes, en Narón, y fue el propio Ayuntamiento el que pidió a la Xunta su retirada. Verdegaia sostiene que “curiosamente” las muestras que tomaron en Narón, As Pontes y As Somozas tienen el mismo origen. Adega llevará los vertidos a la Fiscalía y han informado a la Xunta para que “depure responsabilidades”.

Las españolas superan seis veces la media de mercurio europea

Elena G. Sevillano | El País | 12/06/2013

La presencia de mercurio en el organismo de las mujeres españolas es más de seis veces superior a la media de 17 países europeos. Es una de las conclusiones del proyecto Democophes, que ha estudiado la exposición a cinco contaminantes ambientales en mujeres y niños: mercurio, cadmio, cotinina, ftalatos y bisfenol A. Se trata de sustancias que preocupan a los expertos por sus efectos en la salud. El mercurio, cuyos altos niveles se explican por el elevado consumo de pescados como el atún rojo y el emperador, está considerado un neurotóxico que afecta al desarrollo infantil. El Ministerio de Sanidad recomendó en 2011 a embarazadas y menores de 3 años no consumir estas especies por ese motivo.

Un estudio preliminar hecho solamente en población española presentado en 2011 por Argelia Castaño, jefa de Toxicología Ambiental del Instituto de Salud Carlos III y coordinadora en España del proyecto Democophes, ya mostró los altos niveles de mercurio. Castaño aseguró entonces que los datos no debían ser motivo de alarma. Este nuevo análisis, financiado por la Unión Europea, se llevó a cabo entre septiembre de 2011 y febrero de 2012 y ofrece en el resumen hecho público únicamente una comparación entre países y no datos absolutos. Los límites “admisibles” de mercurio varían según las recomendaciones de diferentes organismos.
Fuente: Proyecto Democophes. / EL PAÍS

Los equipos científicos de los 17 países participantes reclutaron a 1.844 parejas de madres e hijos —niños de entre 6 y 11 años y madres menores de 45 años— y tomaron muestras de orina y pelo para después analizar la exposición a estos cinco contaminantes. Para el bisfenol A se contó con menos parejas, 621.

Aunque la muestra no es representativa de la población europea, señalan los autores, que recomiendan ampliar su estudio, es la primera vez que se evalúa de manera armonizada la exposición de los ciudadanos a estas sustancias. Todos los países usaron “una metodología estandarizada de análisis”, explica Ferran Ballester, epidemiólogo del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de la Generalitat Valenciana. Al usar el mismo protocolo, los resultados son comparables aunque los análisis se hicieran en diferentes laboratorios.

El trabajo muestra que en España la presencia de cotinina (un metabolito de la nicotina, es decir, un producto de su transformación en el organismo) también es alta. Es el quinto país, tras Rumanía, Hungría, República Checa y Polonia, donde los niveles de esta sustancia en la orina de los niños que participaron en el estudio son más elevados. Casi doblan la media. Este biomarcador permite identificar el grado de exposición al tabaco. Asimismo, los niveles de metabolitos de ftalatos, compuestos químicos presentes en productos de uso diario hechos de plástico y en cosmética, también son altos en España, según el estudio. Es el cuarto país donde los análisis dieron resultados más elevados en la orina de los niños.

Sabemos que hay muchas enfermedades vinculadas a los productos químicos”, aseguró ayer Ana Fresno, la subdirectora general adjunta de Calidad del Aire y Medio Ambiente Industrial del Ministerio de Agricultura, durante una jornada sobre contaminantes en alimentos organizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Fresno dedicó parte de su intervención sobre gestión del riesgo de los contaminantes en el medio ambiente a enumerar las conclusiones del estudio Democophes, que los equipos científicos de los países participantes presentaron en noviembre pasado. “Como era previsible, los niveles de mercurio en España son altos y se incrementan con la edad, algo normal puesto que el factor que más influye es el consumo de pescado”, señaló. El mercurio se acumula en el organismo.

La experta destacó que los niveles de cotinina son “superiores a la media de la UE”, igual que los de ftalatos en orina. En cambio, los de cadmio están por debajo. Fresno subrayó también que España aparece solo ligeramente por encima de la media en el caso del bisfenol A, una sustancia química que se usa para fabricar envases duros como botellas o tuppers y en los revestimientos de latas de conserva. Este compuesto se ha relacionado con enfermedades como diabetes, infertilidad, cáncer de mama y de próstata. La Unión Europea lo eliminó de los biberones infantiles en 2011.

Los cinco contaminantes que se analizan en el estudio están bajo la lupa de las organizaciones internacionales y nacionales dedicadas a velar por la salud de la población. En el caso de los ftalatos y el bisfenol A, la Organización Mundial de la Salud alertó en un informe de febrero pasado del peligro que suponen los alteradores —también llamados disruptores— endocrinos, compuestos presentes en plásticos y cremas, capaces de simular el comportamiento de las hormonas, que suponen una “amenaza global” por sus efectos en la salud, según esta organización.

También el mercurio preocupa a los expertos. En enero pasado más de 140 países cerraron en Ginebra un pacto mundial para restringir su uso. A partir de 2020, estará prohibido en baterías, lámparas, relés y cosméticos, y se controlarán las emisiones de plantas térmicas, cementeras y químicas. Se irá abandonando progresivamente en odontología —se ha usado en las amalgamas de los empastes—, pero se seguirá empleando como conservante en vacunas y otros dispositivos para los que no hay sustitutos. El tratado se llamará Convención de Minamata, nombre de la localidad japonesa que en los años cincuenta sufrió una intoxicación masiva por vertidos de metilmercurio al mar. Fue este accidente el que desveló a los expertos los peligros que entraña esta sustancia. La población de Minamata se intoxicó al comer pescado y marisco contaminado y padeció lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente…

El estudio del Instituto de Salud Carlos III de 2011 mostró que las comunidades con más presencia de este metal pesado en el organismo de sus habitantes fueron Andalucía, Murcia, Valencia, Galicia, Asturias y Cantabria. La que menos, Castilla y León, una de las zonas donde menos pescado se consume. Niveles, por otro lado, semejantes a otros países que incluyen mucho pescado en su dieta, como los mediterráneos y Japón, explicó entonces la autora, y superiores entre 6 y 10 veces a los Alemania, Estados Unidos y Canadá. Este nuevo estudio europeo, que el Ministerio de Sanidad no valoró ayer, ratifica la enorme diferencia entre España y sus vecinos europeos.


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Una aproximación a la fatiga crónica, en el ciclo de conferencias Forum Salut Clínic

La fatiga, síntoma muy frecuente y causa de hasta una cuarta parte de las consultas médicas, se puede definir como la incapacidad para mantener actividades físicas o intelectuales por encima de nuestra voluntad. Todos nos fatigamos en alguna medida (fatiga fisiológica), el problema se produce cuando la fatiga aparece antes de tiempo y no nos permite hacer una actividad normal: entonces se llama fatiga patológica. Si los síntomas persisten más de seis meses seguidos, la dolencia toma el nombre de fatiga crónica. Para hablar de esta enfermedad, de sus síntomas y tratamientos posibles, el Dr. Joaquim Fernández-Solà, médico consultor del servicio de Medicina Interna dospital Clínic de Barcelona, ofreció la conferenciaDoctor estoy cansado. Una aproximación a la fatiga crónica el pasado jueves 31 de mayo, dentro del ciclo de conferencias en salud Forum Salut Clínic 2012.

La fatiga crónica es una enfermedad compleja de origen neurológico cerebral, en la que la zona límbica del cerebro no regula bien la percepción de sensaciones y de funciones vitales y desencadena todo un conjunto de síntomas. No suele aparecer aisladamente, sino que se mezcla con todos los demás sintomatología, así la persona que sufre fatiga también refiere dolor osteomuscular, alteraciones de la memoria y concentración, del ritmo del sueño, del estado de ánimo, del ritmo intestinal, de la temperatura corporal y sequedad de mucosas, entre otros.

Según explicó el Dr. Fernández-Solà, el síndrome de fatiga crónica (SFC) afecta sobre todo a mujeres de mediana edad, con una incidencia de 1 de cada 200 personas de la población general, lo que se da con datos similares en todo el mundo. En los últimos 20 años se ha prestado especial atención a esta situación de fatiga crónica y, desde el año 1998, se dispone de unos criterios clínicos específicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para definir el síndrome de fatiga crónica.

En la actualidad no se dispone de un tratamiento curativo, sino que sólo se puede hacer una intervención sintomática y de baja eficacia, en la que se combinan diversas opciones de tratamiento como el ejercicio físico progresivo adaptado, la terapia de apoyo psicológico conductual cognitivo y el tratamiento farmacológico de los síntomas. En muchos casos, el SFC se transforma en una situación invalidante que altera la funcionalidad de la persona afecta y le obliga a hacer una importante adaptación personal y de su entorno. En el futuro será muy importante averiguar marcadores diagnósticos de la fatiga y tratamientos específicos que puedan modular.

Al terminar la exposición del Dr. Fernández-Solà se hizo un turno de ruegos y preguntas por parte de los asistentes que llenaban la sala de actos, luego del cual se presentó la próxima conferencia del ciclo Fòrum Salut Clínic, que correrá a cargo del Dr. Albert Tuca, el Dr. Joan R. Badía y D ª. Montserrat Venturas y que estará dedicada a la Agonía con Dignidad.