viernes, 27 de septiembre de 2013

Gran Bretaña: 37.000 muertes anuales por infecciones hospitalarias


Denuncian fallecimientos de enfermos de sepsis por deficiencias en la atención sanitaria del NHS
 
 2013-09-27
 
Dame Julie Mellor, Defensora de los derechos del enfermo, ha recomendado la total revisión de la gestión de las infecciones hospitalarias, responsables de 37 000 muertes anuales.

Conforme advierte Julie Mellor en un informe altamente crítico, están muriendo innecesariamente pacientes por recibir tratamiento insuficiente tras contraer sepsis, una infección bacteriana. Tras detectar deficiencias graves y recurrentes, Julie Mellor ha instado al NHS a que revise radical y urgentemente su gestión de esta situación, que provoca unas 37.000 defunciones anuales en el Reino Unido.

Los retrasos en el diagnóstico, la gestión y el tratamiento de los pacientes con sepsis grave acarrean la muerte de personas que podrían haberse salvado, afirma Julie Mellor tras investigar diez casos de defunciones relacionadas con esta enfermedad.

La sección de Inglaterra del NHS indicó que ayudaría a los médicos de cabecera y a los médicos internos de los hospitales a mejorar su capacidad de detección de la infección y aplicación inmediata de tratamiento.

No es infrecuente que la gravedad de esta enfermedad se precipite, poniendo en peligro la vida de los afectados. La sepsis se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de manera extrema a una infección, provocando problemas de inflamación y coagulación. Las causas de los casos más graves son la neumonía, la perforación intestinal y las infecciones urinarias o cutáneas.

Mellor investigó diez casos que incluyen los de una niña de ocho años y un anciano de ochenta. En todos ellos se había producido un desenlace fatal, y las familias le habían presentado una queja acerca de los ciudados sanitarios del NHS.

Otro punto en común de todos los casos era que los pacientes no habían recibido el tratamiento que necesitaban urgentemente; según Mellor, «algunos de ellos, con mejores cuidados y tratamientos, habrían sobrevivido». «Aunque los signos precoces de la sepsis no son fáciles de detectar, la mejora de las técnicas de diagnóstico y la aceleración del tratamiento pueden salvar vidas», añadió.

Según el Dr. Dan Poulter, Ministro de Sanidad, «se trata de fatalidades de las que el NHS debe extraer las enseñanzas oportunas para asegurarse de que la atención sanitaria es mejor para todos». «En particular, debe mejorarse el tratamiento de la sepsis en los enfermos de mayor edad », añadió.

El Dr. Ron Daniels, presidente de la sociedad benéfica UK Sepsis Trust, indicó que 12.500 de los 37.000 fallecimientos anuales podrían evitarse si se siguieran las recomendaciones de Mellor.

En opinión de la Defensora de los derechos del paciente, las deficiencias en los cuidados sanitarios se producen casi siempre en las primeras horas siguientes al ingreso de los pacientes en el hospital, momento en que la detección y el tratamiento precoces son vitales para potenciar las posibilidades de supervivencia. 

Entre las deficiencias de la atención clínica se incluyen la omisión, por parte del personal sanitario, de comprobar el historial de los pacientes o de examinarlos con la rapidez debida, de proceder con diligencia a las pruebas de diagnóstico necesarias para determinar la fuente de la infección, de controlar regularmente el estado de los pacientes y de iniciar el tratamiento sin más pérdida de tiempo.

La niña de ocho años antes mencionada perdió el conocimiento y falleció en su domicilio un día después de que el médico de un hospital pediátrico pasase por alto dos signos de que estaba gravemente enferma, en un reconocimiento claramente fallido.

El trust del NHS, cuyo nombre no se cita, reconoció haber quebrantado su deber de atención hacia esa paciente, indemnizó a la familia por daños y perjuicios e instigó la introducción de cambios dirigidos a asegurar que no se reproduzca esa situación.

El Dr. Mike Durkin, Director de seguridad de los pacientes de la sección de Inglaterra del NHS, afirmó: «Tenemos que comprender la importancia de detectar los signos de deterioro tanto en adultos como en niños, de reducir las cifras de ingreso de bebés nacidos a término en las unidades de cuidados neonatales y en identificar problemas en los ancianos más vulnerables en las primeras 48 horas de enfermedad aguda».

Traducido por Teresa Renales para CAS

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Fuente: http://www.casmadrid.org/index.phpidsecc=noticias&id=4461&titulo=NOTICIAS

La salud no es un negocio, privatizarla es un crimen

nuevatribuna.es | 26 Septiembre 2013

“Se reconoce el derecho a la protección de la salud. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto”.
C.E. 1978. Art. 43.

La Constitución española todavía vigente establece en su artículo 43 el derecho a la protección efectiva de la salud de los ciudadanos por los poderes públicos. Dicho precepto fue desarrollado cuando Ernest Lluch fue ministro del ramo y logró que se aprobara en el Parlamento –con la oposición bruta de un sector de la profesión que hizo todo lo posible para limitar las incompatibilidades que en ella se disponían y así poder conservar los privilegios corruptos heredados del franquismo- la Ley General de Sanidad de 1986, según la cual los principios y criterios que permiten el ejercicio en España de este derecho son los siguientes: Financiación pública, universalidad y gratuidad de los servicios sanitarios en el momento del uso; descentralización política de las prestaciones sanitarias en las Comunidades Autónomas y prestación de una atención integral de la salud procurando altos niveles de calidad debidamente evaluados y controlados. Fue la puesta en marcha de esa ley –que costó el puesto al gran ministro y político que fue Lluch, luego asesinado por ETA en un acto de heroísmo sin precedentes del que se pueden sentir muy orgullosos los gudaris, lo que permitió el impresionante desarrollo del sistema de Salud Pública en todo el Estado español, que ha llegado a ser uno de los mejores del mundo si juzgamos por un hecho tan objetivo como la esperanza de vida: ochenta y cinco años para las mujeres y setenta y nueve para los hombres, ello pese a que los recortes y privatizaciones decretadas por el Partido Popular han hecho que descienda unas décimas en 2013, hecho que no tenía precedentes en las últimas tres décadas.

Pero además de ser un servicio de salud público excelente –susceptible de mejoras si se le diesen más medios- es también uno de los más eficientes del mundo, puesto que mientras que Estados Unidos, con un sistema de salud privado basado en el axioma neoliberal que dice que a mayores ingresos, mayor salud, y que excluye a un tercio de la población, gasta más de nueve mil dólares por persona y año, el sistema español apenas consume tres mil, con unos resultados muy superiores, según los informes de la OCDE. Y es ahí donde tenemos que poner el punto de mira. En la actualidad existen dos modelos sanitarios opuestos, el yanqui, completamente privatizado en el que se paga según tramos de edades y gravedad de las enfermedades, al que no tienen acceso cerca de cien millones de ciudadanos de aquel país, en el que el ejercicio de la medicina está estrictamente ligado a los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas y permite el enriquecimiento fácil de unos y otros; y el modelo español, basado en el acceso universal de todos los ciudadanos a una Sanidad que es pública e igual para todos independientemente de su condición económico o social. Entre medias, se mueven otros sistemas que mezclan sanidad pública y privada y que normalmente permiten que esta última parasite de la primera, incrementando de ese modo los costes y disminuyendo la calidad de las prestaciones.

Hace años, los grandes grupos hospitalarios privados de España, catalanes, valencianos y madrileños –Capio Sanidad, Ribera Salud, Quirón y Unió Catalana d'Hospitals, del exconseller catalán Boi Ruiz- comenzaron una ofensiva que se hizo más intensa conforme los gobiernos tuvieron un carácter conservador más acusado. Fruto de esas ofensivas fueron la “externalización” de servicios como los de análisis, radiología y anatomía patológica de muchos hospitales españoles, pasándose posteriormente a conceder en las tres comunidades citadas la gestión integral de diversos hospitales a empresas privadas cuya mayor parte de ingresos provienen del Erario, es decir de nuestros bolsillos, y les general pingües beneficios sin arriesgar nada puesto que siempre cuentan con el colchón de los grandes hospitales públicos para aquellos casos difíciles o de larga duración. Por tanto, no nos encontramos ante un debate real en el que se discuta sobre cuál de los dos sistemas ofrece mejores prestaciones sanitarias, ni muchos menos, estamos ante unos grupos económicos privados que pretenden, con la ayuda del gobierno central y los autonómicos, estrangular al Sistema Público de Salud privándole de la financiación que se da a los privados y concertados y cargándole los casos más peliagudos y costosos. No se trata de una alternativa al sistema público vigente, sino pura y simplemente de un atraco al bien común, a lo más sagrado de nuestros derechos con exclusivas miras mercantilistas: El enfermo no es un paciente, es un cliente al que hay que sacar todo lo posible, el paciente cuyo tratamiento no sea rentable, será derivado a hospitales públicos residuales, tal es la filosofía de estos nuevos buscones que pretenden crear una nueva burbuja con nuestra salud, nuestra Educación y nuestras pensiones.

Nadie se deje engañar, los mejores sanitarios de este país trabajan en los hospitales públicos del Sistema Nacional de Salud, son ellos los que tienen vocación hipocrática verdadera y quienes se desvelan para intentar solucionar los problemas cada vez mayores de una sociedad envejecida y asesiada por cientos de enfermedades en muchos casos originadas por un sistema económico antihumano. El médico privado, la medicina privada, antepone el beneficio personal y empresarial a la salud del paciente, que queda en un segundo plano dependiente de los fondos que le regale el Estado para su lucro personal y corporativo. Para ellos, usted y yo no somos nada, sólo una cifra en la cuenta de balance anual. Privatizar es regresar a tiempos predemocráticos, cuando la Sanidad Pública estaba en mantillas y para poder gozar de una asistencia adecuada había que acudir a un famoso médico que vivía en la capital y se llevaba los ahorros de toda una vida, muchas veces sin resultado alguno. Espero que cuando elaboremos la próxima Constitución –que será pronto- un artículo de obligado cumplimiento disponga que todos los dineros púbicos tengan que ir a la Sanidad pública, prohibiendo tasativamente privatizaciones, conciertos, externalizaciones y demás chanchullos insultantes.

Fuente: http://www.nuevatribuna.es/opinion/pedroluisangosto/saludnonegocioprivatizarlacrimen/20130925171759096730.html

¿Qué le sucede a nuestro organismo cuando bebemos Coca-Cola?

Corbis / deviantart.com / RT
El Gobierno mexicano busca combatir la creciente tasa de diabetes y sobrepeso aplicando un impuesto a las bebidas azucaradas como Coca-Cola y Pepsi. Según los expertos, cualquier medida orientada a disminuir el consumo de refrescos está justificada.

Coca -Cola y otros fabricantes de bebidas de México han respondido airadamente al plan, arguyendo que va a tener poco efecto sobre los problemas de peso y de salud de los habitantes del país. 

Mientras tanto, la famosa médica Gloria Gilbert, citada por el sitio True Activist no comparte esta opinión, y destaca que la Coca-Cola  sirve para todo menos para beber, ya que es nefasta para la salud. Pero ¿cómo afecta este producto al organismo humano?

Después de 10 minutos 

Las diez cucharadas de azúcar contenidas en un vaso de Cola suponen un golpe devastador para el organismo. Sin embargo, después de beber una lata de Coca-Cola una persona no vomita inmediatamente, ya que el ácido fosfórico suprime el efecto del azúcar.

Después de 20 minutos 

Se produce un aumento de los niveles de insulina en el torrente sanguíneo. El hígado transforma todo el azúcar en grasa.

Después de 40 minutos 

La ingestión de la cafeína ya se ha completado. Las pupilas se dilatan. La presión arterial aumenta, ya que el hígado libera más azúcar a la corriente sanguínea. Los receptores de adenosina se bloquean, impidiendo así la somnolencia.

Después de 45 minutos

El cuerpo incrementa la producción de dopamina, una hormona que estimula el centro de placer del cerebro y que tiene el mismo principio de funcionamiento que la heroína.

Después de 1 hora 

El ácido fosfórico se une al calcio, al magnesio y al zinc en el tracto gastrointestinal, sobrealimentando así el metabolismo. Aumenta la eliminación de calcio a través de la orina.

Después de más de 1 hora

Se hace sentir el efecto diurético de la bebida. El organismo elimina calcio, magnesio y zinc, componentes de los huesos, así como el sodio. En este momento la persona se siente irritable o débil. En este contexto True Activist se pregunta si los consumidores son conscientes del 'cóctel' que están ingiriendo cuando beben una botella de Coca-Cola y disfrutan de su innegable efecto refrescante.

El ingrediente activo de la Coca-Cola es el ácido ortofosfórico. Debido a su alta acidez, las cisternas en las que se transporta el concentrado tienen que ser resistentes a materiales altamente corrosivos. En general, la composición de uno de los productos más promocionados de la compañía Coca-Cola, la Coca-Cola Light sin cafeína, deja mucho que desear. 

Esta bebida contiene agua carbonatada, E150d, E952, E950, E951, E338, E330, E211 y aromas. 

El agua carbonatada es agua con gas. Provoca secreción gástrica, incrementa la acidez del jugo gástrico y causa flatulencia. Además, no se utiliza agua mineral, sino agua convencional filtrada. 

E150d: es un colorante alimenticio obtenido al procesar azúcar a determinadas temperaturas, con o sin adición de reactivos químicos. En el caso de la Coca-Cola, se le agrega sulfato de amonio. 

E952: es ciclamato sódico, un sustituto del azúcar. El ciclamato es un producto químico sintético con un sabor 200 veces más dulce que el azúcar y que se utiliza como edulcorante artificial. En 1969 fue prohibido por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), ya que esta substancia, igual que la sacarina y el aspartamo, causó cáncer en la vejiga urinaria de ratas. En 1975 empezó a prohibirse también en Japón, Corea del Sur y Singapur. En 1979 la OMS (Organización Mundial de la Salud) volvió a permitir el uso de ciclamatos.

E950: es acesulfamo de potasio, un compuesto 200 veces más dulce que el azúcar que contiene éter de metilo y agrava el funcionamiento del sistema cardiovascular. Asimismo, contiene ácido aspártico, una sustancia que también puede excitar el sistema nervioso y con el tiempo puede crear adicción. El acesulfamo se disuelve de mal y no se recomienda que lo consuman niños ni mujeres embarazadas. 

E951: es aspartamo, utilizado como sustituto del azúcar en productos para diabéticos. Es químicamente inestable, ya que a temperaturas elevadas se descompone en metanol y fenilalanina. El metanol es muy peligroso: entre 5 y 10 mililitros son suficientes para destruir el nervio óptico y causar ceguera irreversible. Cuando los refrescos se calientan el aspartamo se transforma en formaldehído, un potente carcinógeno. 

E338: es ácido ortofosfórico. Puede causar irritación de la piel y los ojos. Se utiliza para la producción de sales de ácido fosfórico de amoníaco, sodio, calcio, aluminio y también en la síntesis orgánica para la producción de carbón vegetal y cintas de película, de materiales refractarios, cerámica, vidrio, fertilizantes, detergentes sintéticos, y en la industria médica, metalúrgica, textil y del petróleo. 

E330: ácido cítrico. Está muy extendido en la naturaleza y se utiliza en la industria farmacéutica y en la alimentaria. Las sales de ácido cítrico (los citratos) se usan en la industria alimentaria y, en medicina, para conservar la sangre.

E211: es benzoato de sodio, utilizado como agente antiséptico y antifúngico en productos alimenticios como confituras, zumos y yogures de frutas. No se recomienda que lo consuman los asmáticos y las personas que son sensibles a la aspirina. Un estudio realizado por Peter Piper, de la británica Universidad de Sheffield, desveló que este compuesto causa un daño significativo al desactivar el ADN. Esto puede derivar en cirrosis y en enfermedades degenerativas como el párkinson. 

Los aromas son aditivos aromáticos desconocidos. 

La Coca-Cola Diet es todavía peor, ya que el aspartame, que reemplaza el azúcar en este refresco, convierte la bebida en un veneno neurotóxico puro. 

True Activist destaca que la aplicación más adecuada para la Coca-Cola es como producto para limpiar motores de camiones y eliminar el óxido de los tornillos, o también como quitamanchas o pesticida, como ya hacen en diversas partes del mundo.

Fuente: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/106740-sucede-cuerpo-beber-coca-cola

Wi-Fi, ¿amenaza para la salud global?

Corbis / RT
Un 40% de personas se despiertan al borde de la hemorragia cerebral por dormir con el celular bajo la almohada. Según expertos de la Universidad Trent, Canadá, las radiofrecuencias que emiten microondas, móviles y redes Wi-Fi pueden causar 'alergia'.

Cada año el porcentaje de personas hipersensibles a todo tipo de ondas electromagnéticas aumenta. Especialistas canadienses dirigidos por la medioambientalista Magda Havas detallan que los síntomas habituales de esa 'alergia' son migrañas, crisis de hipertensión, respiración dificultosa, un incremento de la frecuencia cardiaca, incapacidad para concentrarse y problemas de memoria. 

Havas admite que las investigaciones respecto a la 'alergia' electromagnética están todavía en una fase temprana, pero insiste en que ya no hay duda alguna de que la 'polución electromagnética' causada por los dispositivos que nos rodean a diario –desde antenas hasta redes Wi-Fi– afecta la salud humana.   

Roy Fox, uno de los médicos del Centro de Salud Ambiental de la provincia canadiense de Nueva Escocia, comenta que la mayoría de los problemas que su centro está tratando en los pacientes se deben a intoxicaciones por sustancias químicas o a una baja calidad del aire en el interior de los edificios, pero admite que algunos dispositivos electromagnéticos agravan los síntomas.

"En la vida actual no podemos evitar exponernos a la radiación de Wi-Fi o a las microondas. La gente no puede cambiar el mundo para sentirse mejor, por eso hacemos lo que podemos para mejorar su salud en general y hacerles pensar cómo cambiar sus hábitos para que su organismo no sienta tanto estrés", explica Fox. 

Cabe recordar que la Organización Mundial de la Salud publicó a inicios de junio un informe basado en investigaciones en 13 países de la Unión Europea que demostró que los usuarios más activos de teléfonos móviles son un 50% más propensos a sufrir un tipo de cáncer llamado 'carcinoma'. Recomendó a los usuarios no hacer llamadas de más de tres minutos y aconsejó desconectar el dispositivo durante la noche, o por lo menos mantenerlo alejado de la cama mientras se duerme.

Fuente: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/98230-celulares-wifi-alergia-corazon