miércoles, 2 de octubre de 2013

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios...

Concha Caballero  (Baena, Córdoba, 1956)

Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de Literatura en un instituto público.

Profesora de Lengua y Literatura. Hace ya unos años pasó, felizmente, del ejercicio de la política a ser analista y articulista de diversos medios de comunicación (El País, Por ahora, de la SER, Meridiano, de Canal Sur Televisión). Amante de la literatura. Firmemente humana con los temas sociales.

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios...

Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.

Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.

Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, ENTONCES LA CRISIS HABRÁ TERMINADO.

Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, ENTONCES SE HABRÁ ACABADO LA CRISIS.

Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, ENTONCES NOS ANUNCIARÁN QUE LA CRISIS HA TERMINADO.

Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.

Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.

De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.

Somos lo que comemos. La epigenética un nuevo motivo a añadir para concienciarnos de la necesidad de un nuevo modelo de Paradigma de la salud

Publicado por Robert Cabré en Multimedia recomendada, Salud medioambiental, Vídeos

Los estudios del genoma mediante el “proyecto genoma humano” nos han dado a conocer un nuevo concepto sobre los cambios que sufre en el genoma, en el ADN.

Estos nuevos conocimientos hacen superar los conceptos Darwinianos, en los que se basaba la evolución de las especies en base a l ADN, sin contar con la influencia del medioambiente.

La epigenética, una nueva parcela de la biología, que nos relaciona íntimamente con el medio.

La epigenética nos indica que las influencias medioambientales, entre las que se incluyen la nutrición, el estrés y las emociones, pueden modificar esos genes sin alterar su configuración básica.

EPIGENÉTICA: LA NUEVA REVOLUCIÓN BIOLÓGICA


Somos lo que comemos

La nueva ciencia revela que la información que regula la biología comienza con señales ambientales» que, a su vez, controlan la unión de las proteínas reguladoras al ADN.

La historia del control epigenético es la historia de cómo las exposiciones que sufrimos del entorno controlan la actividad génica y la evolución de los seres vivos.

Los últimos estudios evidencian que el cuadro de la supremacía del ADN anterior está desfasado. El esquema revisado del flujo de información debería llamarse ahora «La supremacía del entorno».

La ciencia de la epigenética también ha dejado claro que hay dos mecanismos mediante los cuales un organismo puede transmitir la información hereditaria a su descendencia. Estos dos mecanismos proporcionan una vía para que los científicos estudien tanto la contribución de la herencia (los genes) como la contribución del medio (mecanismos epigenéticos) en el comportamiento humano y abren nuevas vías en la concepción de medicamentos y modo de tratar las enfermedades.

La noche temática Epigenética cómo la alimentación altera nuestros genes


Fuente: http://robertcabre.com/2013/09/30/somosloquecomemoslaepigenetica-un-nuevo-motivo-a-anadir-para-concienciarnos-de-la-necesidad-de-un-nuevo-modelo-de-paradigma-de-la-salud/#!