lunes, 9 de junio de 2014

Tóxicos que atacan a la fertilidad

8 de Junio de 2014

Ingerir a través de los alimentos, inhalar o, simplemente, estar en contacto con productos tóxicos afecta a la fertilidad, en especial a la masculina.

Factores de riesgo de la infertilidad
masculina son: consumo de tabaco,
estrés, drogas o una nutrición deficitaria.
Si en los años ochenta el umbral de la normalidad se situaba en la producción media de 60 millones de espermatozoides por milímetro, un 60 % de ellos con óptimo movimiento, actualmente la media es de 15 millones, con tan solo un 30 % de motilidad activa, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citados por el doctor Rafael Bernabeu, director médico del Instituto Bernabeu especializado en medicina reproductiva con sede en Alicante.

Pero las causas de esta disminución no están definidas, aunque sí existen evidencias científicas sobre la relación directa entre el deterioro de la calidad seminal y la exposición a productos químicos.

El contacto con estas sustancias tóxicas se produce a lo largo de toda de la vida y, cuando la persona se plantea tener un hijo, “es cuando aflora un problema que se creó cuando era un feto gestado por su madre”.

Algunos pesticidas que años atrás se utilizaron de forma habitual, como el DDT, presentan una estructura química muy similar a las hormonas humanas y el organismo se confunde y las reconoce como falsas hormonas, lo que afecta, en la gestación, al desarrollo del tejido testicular o al ovárico. “Y ahí es donde está el problema”, comenta el médico.

Si ahora estamos viendo problemas de fertilidad generada, en muchos casos, por diversos factores que confluyen desde la gestación... ¿qué problemas de fertilidad pueden sufrir en un futuro los niños de ahora? “No tengo una respuesta clara, lo que sí es cierto es que las autoridades de algunos países han prohibido ciertas sustancias que claramente han demostrado la toxicidad”, señala el ginecólogo.

El médico cita como ejemplo la prohibición de la UE a finales de los años noventa de algunas hormonas utilizadas para el engorde acelerado de ganado, las mismas que hoy en día siguen vigentes en Estados Unidos o en Canadá. “La pregunta es: ¿de dónde viene la carne de la hamburguesa que me como? La globalización también afecta al tránsito de sustancias de todo tipo. El problema es establecer una trazabilidad desde la producción hasta el consumo”.

La alimentación es uno de los factores clave en la salud y fertilidad. Pero también es fundamental que esos alimentos no estén contaminados.

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