jueves, 30 de octubre de 2014

Electrosensibilidad ¿Electro... qué?

¿Electro... qué? ¿no ha pronunciado nunca esa palabra? ¡No es un chiste! Las personas que padecen electrosensibilidad no se están riendo. Si tiene síntomas crónicos inexplicables siga leyendo.

¿Qué es?

La electrosensibilidad forma parte de las nuevas enfermedades surgidas en el seno de las sociedades desarrolladas. Se trata de una enfermedad notoria recurrente provocada por la exposición a campos electromagnéticos. Ser eléctricamente sensible significa poseer un conjunto de síntomas (dolor de cabeza, cansancio crónico, dificultad para dormir...) que se activan o se intensifican al encontrarse cerca de aparatos eléctricos, transformadores, antenas de telefonía móvil y/u otras fuentes de radiaciones. Sin embargo, la persona afectada no aparenta tener problema alguno mientras no se exponga a los campos eléctricos. Toda enfermedad recurrente que sea producida por radiaciones, y que disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que los genera, constituye un caso de hipersensibilidad electromagnética.

El también llamado Síndrome de las Microondas afecta sobretodo a personas con el sistema inmunitario debilitado, o en fase de desarrollo (ancianos, enfermos, niños…) aunque cualquier persona con buen estado de salud puede llegar a padecerla si su exposición a las radiaciones se hace intensa y prolongada. Cursa con síntomas de insomnio, cansancio o irritabilidad. No es mortal, aunque puede acabar degenerando en enfermedades como el cáncer así como provocar diversos trastornos neurológicos en caso de no reducirse la exposición.

De igual forma que la SensibilidadQuímica Múltiple puede hacer que una persona se haga muy sensible a dosis muy pequeñas de productos químicos, los afectados por hipersensibilidad electromagnética pueden hacerse sensibles a niveles de radiaciones que normalmente, para el público en general, pasarían desapercibidos. Por otra parte, la mayoría de las personas intoxicadas por productos químicos (insecticidas, pesticidas, metales pesados, dioxinas, etc.) padecen de electro-hipersensibilidad sin saberlo.

Hoy se sabe con certeza que los campos electromagnéticos interfieren en el funcionamiento de nuestro organismo y de todos los seres vivos. Numerosos estudios científicos lo demuestran. Por ejemplo, la alteración del ciclo de producción de la hormona melatonina, que regula el sistema inmunitario y hormonal (estudios del profesor José Luís Bardasano, Director del Departamento de Especialidades Médicas de la madrileña Universidad de Alcalá de Henares) o de daños en el ADN que trasporta la información genética de las células (informe REFLEX, participado por investigadores de más de 12 países europeos y financiado por la UE con más de 3 millones de euros).

Las personas hipersensibles a las radiaciones presentan síntomas característicos:
  • Cefalea
  • Insomnio
  • Cansancio crónico
  • Irritabilidad
  • Alteraciones en la piel, incluido picor, quemazón
  • Infecciones recurrentes
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de memoria a corto plazo
  • Tristeza sin motivo aparente
  • Alteraciones cardiacas, mala circulación sanguinea
  • Desorientación
  • Congestión nasal
  • Disminución de la libido
  • Trastornos del tiroides
  • Escozor de ojos
  • Acúfenos
  • Ganas de orinar frecuentemente
  • Nerviosismo
  • Devilidad capilar
  • Manos y pies fríos
  • Rigidez muscular
Según las últimas estimaciones para las sociedades modernas la población electrosensible oscila ya entre el 3 y el 5%, lo que eleva a unos 13 millones el número de europeos que sufren este mal. En Suecia, primer país que aceptó la electrosensibilidad como causa de baja laboral (invalidez física), la cifra de afectados se eleva a 290.000.

Las personas que padecen hipersensibilidad a los campos electromagnéticos ven mermada enormemente su calidad de vida no sólo por sus síntomas físicos sino también por los profundos cambios emocionales que suele llevar aparejados. A esto último hay que añadir una serie de inconvenientes: por un lado, la dificultad de su diagnóstico (aunque la mayoría de los médicos no la identifican aún en su consulta porque en nuestro país todavía no está tipificada) hace que a la persona que empieza a padecer el conjunto de síntomas se la derive de especialista en especialista. Estos errores de diagnóstico, con frecuencia agravan el síndrome, pues hacen que el sujeto permanezca expuesto largos años al agente causal y retardan el tratamiento correcto. Por otro lado, las personas con este problema comienzan a recibir la exclusión social, empezando por los familiares, amigos y después en su trabajo. Se les califica de alarmistas, vagos, hipocondríacos, inadaptados sociales... cuando en realidad lo que están padeciendo es una enfermedad orgánica descrita por la Organización Mundial de la Salud.

Cada vez se hace más evidente que a las personas que ostentan el poder no les interesa el reconocimiento de las enfermedades que van en contra de los intereses de mercado y/o traen consigo claras responsabilidades legales (para las empresas de las telecomunicaciones y eléctricas), o que no son suficientemente fáciles y rentables (para la gran industria farmacéutica).

Todo ello a pesar de que el Parlamento Europeo a través de sus recientes resoluciones de 2 de abril de 2009 y de 27 de Mayo de 2011, ha solicitado a todos los estados miembros que sigan el ejemplo de Suecia y reconozcan la hipersensibilidad electromagnética a fin de proporcionar una protección adecuada y garantizar la igualdad de oportunidades entre quienes la padecen.

El 23 de mayo de 2011, Minerva Palomar se convertía en la primera trabajadora en España a la que un juez ha concedido “la incapacidad laboral permanente y absoluta” porsíndrome de hipersensibilidad electromagnética y ambiental, dotándola con una pensión equivalente al cien por cien de su sueldo.

Además, desde el 3 de marzo de 2012, el Colegio de Médicos de Austria tiene publicadas unas directrices para el diagnóstico y tratamiento de la electrohipersensibilidad, dentro del contexto de las “enfermedades y problemas de salud relacionados con los CEM”.

Como evidencia de lo que las actuales leyes que regulan los niveles de exposición a altas y bajas frecuencias por una parte y los medios de comunicación por otra nos ocultan, basta con leer los testimonios directos de las personas afectadas de electrosensibilidad.

Para evitar llegar a estos extremos es conveniente prevenir, y para ello (y mientras que las autoridades no lo hagan) es conveniente identificar y reducir al máximo nuestra exposición en los entornos doméstico y laboral, con el fin aproximarnos al objetivo de vivir en lugares libres de contaminación electromagnética (zonas blancas).

¿Qué causa la electrosensibilidad?

Actualmente los focos más recurrentes de contaminación radioeléctrica son las antenas de telefonía móvil, a la par que los teléfonos inalámbricos y los routers WIFI instalados en el interior de las viviendas. Todos ellos emiten microondas de manera permanente (24 horas al día y 7 días/semana) en los lugares donde se instalan. Los teléfonos móviles, a diferencia de los anteriores sólo nos pueden exponer a niveles de emisión altos durante el inicio de las llamadas y mientras que estemos hablando.

Últimamente, les ha dado a nuestros alcaldes por ser “modernos” y colocarnos conexiones a internet inalámbricas gratuitas para todo el barrio. En el entorno WiMAX (similar al WiFi pero con un mayor alcance) que preparan para nosotros la contaminación electromagnética es constante, omnipresente e invisible. En la ciudad de Madrid por ejemplo, los distritos de La Latina, Chueca y Gran Vía ya la tienen, además los puntos WiFi de kioskos y autobuses municipales, que se unen a los ya existentes puntos de acceso gratuito en centros culturales, deportivos y de ocio.

Ante la actual oposición generalizada de las comunidades de vecinos a instalar antenas de telefonía móvil en sus tejados, las operadoras de telecomunicaciones están buscado nuevas opciones. Una de ellas son las picoantenas. Son pequeñas y están situadas en las fachadas a la altura de la calle, a veces camufladas dentro de los rótulos luminosos de locales comerciales, que les alquilan el espacio, o mimetizadas en las paredes. Son las mismas que ya se han instalado en algunas estaciones de metro para tener cobertura también bajo tierra.

Otra configuración son las femtoceldas, que con la forma y el tamaño de un router se instalan en el interior de las viviendas, oficinas, etc. En su publicidad se identifican como ADSL con tarifa plana para teléfonos móviles, entre otros.

Con la excusa del ahorro de costes en la tarifa eléctrica tenemos un emisor más: los contadores de la luz con capacidad de telegestión (también conocidos como contadores inteligentes, o "smart-meters" en países de lengua inglesa). Con ellos las compañías eléctricas están procediendo a la sustitución progresiva de los antiguos contadores analógicos. Los nuevos aparatos de medida digitales permiten la lectura a distancia de su consumo (ya no se necesitarán inspectores que vengan a leer los datos de estos a nuestro domicilio) pero para ello necesitan emitir bien mediante microondas similares a las de la telefonía móvil, de manera intermitente, o bien mediante campos electromagnéticos de frecuencias medias que se inyectan a la red eléctrica por todos los cables eléctricos, contaminándonos con ello. También los contadores del agua o el gas podrían ser objeto de sustitución, multiplicando los niveles de exposición a campos electromagnéticos de los lugares donde los instalen.

En bajas frecuencias, las radiaciones no ionizantes con mayor riesgo potencial provienen de los centros de transformación, las subestaciones y los cables eléctricos de media/alta tensión, tanto aéreos como soterrados, o los que pasan pegados a las fachadas de los edificios a la altura de los primeros pisos. Si las líneas eléctricas no se apantallan con materiales de alta permeabilidad magnética (y casi nunca se hace debido a su elevado coste) o se alejan una distancia prudencial de las viviendas, se corre el riesgo de estar expuestos a niveles de campos magnéticos elevados. Con el simple soterramiento de los cables del transporte y distribución eléctrica se pueden frenar los campos eléctricos, pero en ningún caso se consigen evitar los potencialmente peligrosos campos magnéticos.

Cualquier aparato o equipo doméstico que esté en funcionamiento (como el televisor, ordenador, vitrocerámica, secador, manta eléctrica, etc.) suele provocar campos elevados, que por su cercanía al usuario pueden atraer riesgos si la exposición es prolongada. Sin embargo, estos últimos se podrían desenchufar para ver desaparecer sus efectos por completo.

En ocasiones, vemos como personas que siempre han gozado de un buen estado de salud pueden llegar a enfermar por fuentes generadoras de campos electromagnéticos tales como aparatos eléctricos (radio-reloj, cadena de música, etc.) que se encuentren muy cerca de la cama. De igual forma, podremos ver que un niño que sufre de nerviosismo, insomnio y dolores de cabeza, es capaz de dormir y estar calmado, después de corregir los problemas existentes con el cableado eléctrico de las paredes de su dormitorio. Los efectos de las radiaciones son acumulativos y se pueden ver agravados si además tenemos nuestra cama situada encima de una corriente de agua subterránea, una falla geológica o un cruce de líneas de la red de Hartmann-Curry (anomalías en el campo magnético terrestre). A veces tienen que pasar años hasta aparece alguno de los síntomas mencionados. En los casos antes citados, al alejar las fuentes que producían campos electromagnéticos, al corregir el cableado eléctrico que pasa entre las paredes o al cambiar de habitación, se devolvió la salud o produjo mejoras sustanciales en la salud. ¿Eran estas personas sensibles a la electricidad? Si las fuentes generadoras de radiación no hubieran sido identificadas y no se hubiera reducido su exposición, estas personas podrían haber llegado a desarrollar una intolerancia a los campos electromagnéticos más severa y permanente.

Existen varios grados de hipersensibilidad electromagnética, del mismo modo que ocurre con la sensibilidad química. Aquellas formas susceptibles de ser revertidas, son formas suaves de sensibilidad eléctrica. Cuando se ha permanecido expuesto por largo tiempo, la persona se hace muy sensible a las frecuencias iniciales (por ejemplo, de las antenas de telefonía). Posteriormente y a medida que avanza el síndrome la persona se va haciendo sensible también a otras fuentes emisoras de radiación electromagnética (como los router wifi, los ordenadores, o los tubos de luz fluorescentes). El hecho de que se experimente el síndrome de las microondas, aunque sea sólo una vez, debería considerarse como una señal de aviso que nos manda el cuerpo de que podría empezar a existir cierto grado de susceptibilidad crónica.

La electrohipersensibilidad (también conocida como EHS por sus siglas) puede convertirse en el eslabón perdido que explique patologías tan dispares como la fatiga crónica, fibromialgia, depresión, alzheimer, Parkinson, enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide, enfermedad de Chron, psoriasis, esclerosis múltiple),enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, y muchos otros problemas recurrentes de salud para los cuales las personas no encuentran respuesta ni alivio permanente por parte de la medicina alopática.

¿Cómo tratar la electrosensibilidad?

No se dispone aún de ningún tratamiento específico para la hipersensibilidad electromagnética al no conocerse totalmente las bases fisiopatológicas de este síndrome.

El método más efectivo para mejorar la calidad de vida de los afectados consiste en evitar o reducir al máximo la exposición a cada fuente de radiación electromagnética. Para ello puede resultar de gran ayuda solicitar los servicios de un profesional independiente y experimentado que nos examine detalladamente los lugares donde dormimos, ya que es cuando nuestro cuerpo está en reposo y es más vulnerable porque se segregan una serie de sustancias vitales (melatonina) para el correcto funcionamiento del organismo que se ven alteradas si estamos sometidos a campos electromagneticos. Así mismo conviene que se revisen por completo el resto de lugares de permanencia habituales dentro de casa, así como en el trabajo.

Los alimentos ricos en melatonina como las nueces, avena, arroz integral; y en triptófano (aminoácido precursor de la hormona anterior) como los plátanos, pipas de calabaza, alga espirulina, pollo o pavo, pueden ayudar a las personas sanas a prevenir los efectos nocivos de las radiofrecuencias y a los afectados de electrosensibilidad a recuperar el equilibrio perdido. De igual manera, los alimentos ricos en acidos grasos omega-3 como el aceite de lino, de pescado azul (siempre que esté libre de metales); y en compuestos azufrados como el ajo, o el requesón pueden mejorarnos la circulación sanguínea y ayudar a disminuir los dolores de cabeza, problemas de hipertensión y/o pequeñas arritmias asociadas.

Las plantas adaptógenas pueden ayudarnos a elevar nuestro sistema inmunitario y combatir la fatiga. El reishi, por ejemplo, es un hongo muy apreciado en oriente por sus potentes efectos antitumorales, inmunomoduladores y hepatoprotectores.

Hay que asegurarse de que no existen carencias nutricionales en la dieta. Para ello conviene suplementarla con uno o varios alimentos que sean ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos, y especialmente en el complejo de las vitaminas B (mejoran la memoria, concentración y agilidad mental). Es el caso de las semillas de chía hispánica, bayas de Goji, o cualquier producto de las abejas (miel, polen, jalea real o propóleo).

Para descargarnos de las radiaciones electromagnéticas que hemos ido acumulando en nuestro cuerpo, podemos acudir a terapias de biorresonancia (moraterapia o quantum-SCIO) y repetirlas si fuese necesario o mientras que no consigamos alejarnos de las fuentes que nos irradian en nuestro entorno.

Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio...) que se pueden acumular a lo largo de los años en nuestro cuerpo y que suelen proceder de alimentos contaminados, de las amalgamas que tengamos en la boca, de tuberías antiguas que transporten el agua que bebemos a diario, etc. y que pueden agravarnos la sensibilidad a las radiaciones si no se eliminan a tiempo (baste recordar que los metales son muy buenos conductores de la electricidad). Para limpiar nuestro organismo de estos productos tóxicos va muy bien el alga chlorella, así como el ajo y el cilantro.

La desintoxicación del organismo debe acompañarse de varias limpiezas consecutivas de cálculos en la vesícula biliar y el hígado, para evitar que sigan obstruyendo los conductos hepato-biliares, y con ello dificultando el resto de procesos regenerativos. Para ello se puede seguir el método descrito por Andreas Moritz en su libro: Limpieza hepática y de la vesícula.

Algunas recomendaciones para personas electrosensibles:
  • Examinar exhaustivamente, las fuentes de radiación de los entornos doméstico y laboral a los que podemos estar expuestos habitualmente: campos eléctricos, magnéticos, radiofrecuencias, microondas, electricidad estática, geopatías y radiactividad, entre otros. Con ayuda de un buen especialista, la mayoría de estos problemas tienen solución (ver articulo: Contaminación electromagnética a raya - publicado en periódico "LaRazón" en Abril de 2013)
  • Sustituir los teléfonos inalámbricos (DECT) por otros de tipo ecológico. Por ejemplo, el modelo AS200 de Siemens que cuesta unos 25 euros y no emite ninguna radiación cuando está en la base (para ello hay que activar los modos ECO y ECO+ a través del menú de opciones del teléfono). Una alternativa mejor aún, son los teléfonos fijos alámbricos.
  • Limitar el uso del teléfono móvil. Tratar de no usarlo dentro de estructuras metálicas y/o en movimiento (coches, autobuses, trenes, ascensores, etc.) asi como en lugares con poca cobertura porque el móvil emite con más fuerza. Mantener el terminal lo más alejado como sea posible de la cabeza y del cuerpoutilizando para ello el altavoz (manos libres).
  • Sustituir las redes WiFi por cables (ethernet).
  • Cambiar los antiguos monitores para ordenador de tubo de rayos catodicos por pantallas planas.
  • Los flexos con bombillas halógenas suelen llevar adosados a su base un transformador que emite campos magnéticos muy intensos. Los tubos fluorescentes también, así como las bombillas de bajo consumo cuando están a poca distancia de nuestro cuerpo. Conviene sustituirlos por bombillas de tipo incandescente, o por halógenas ECO (sin transformador).
  • Ventilar el interior de las viviendas al menos 15 minutos cada día y/o instalar aparatos generadores de iones negativos para mejorar la calidad del aire y reducir la carga electroestática.
  • Cambiar la ropa sintética (favorece la electricidad estática) por tejidos de origen natural.
  • Aumentar la ingesta de productos frescos (frutas, verduras, hortalizas...) preferentemente de cultivo ecológico, y tratar de evitar las frituras, los productos industriales, refinados y/o adulterados, asi como los cocinados con horno microondas.
  • ¡Ojo con los vigila bebés!. Su misión es la de alertarnos de posibles problemas, pero también están emitiendo continuamente radiaciones electromagnéticas. Nuestros recien nacidos tienen una fisiología aún extremadamente débil como para poder soportar un clima eléctricamente hostíl.
  • Caminar descalzo (o con suelas de cuero) sobre césped, arena o baldosa, para descargarse gradualmente de la electricidad estática acumulada...
Además de todo esto, hay que denunciar, manifestarse, recoger firmas y exigir ya a nuestros políticos el reconocimiento por ley del potencial riesgo sanitario de los campos electromagnéticos. Las nuevas leyes deberían tener en cuenta los sectores más susceptibles de la población, como los niños, los ancianos y los enfermos asi como estar en consonancia con los estudios científicos más actuales. Dichos estudios recomiendan adoptar límites de exposición en función de los efectos que puedan tener las radiaciones sobre las personas a medio y largo plazo. Hay que tomar ejemplo de países como Italia, Suiza, Polonia, Rusia o China donde sus gobiernos, en base al principio de precaución y al sentido común, han promulgado valores máximos de exposición cientos de veces más bajos que en España.

Valores máximos permitidos (milivatios por metro cuadrado)
RUSIA
SUIZA
CHINA
ESPAÑA
24
40
66
4500

Es necesario difundir la existencia de la electrosensibilidad, primero para defender los derechos de las personas ya enfermas, y también para prevenir a los demás con el fin de que no la padezcan.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Las zonas más contaminadas de España

La contaminación ambiental es un tema preocupante a nivel mundial y es uno de las grandes responsables de los males que acechan al medio ambiente. Esta contaminación no discrimina a ningún sitio y está presente, en menor o mayor medida, en todos los lugares del mundo. En esta oportunidad nos ocuparemos de un solo lugar: España. Nos adentraremos en las zonas más contaminadas que existen en territorio español, es decir, en las zonas que son conocidas como los “puntos negros” de España ¿Quieren saber cuáles son estas zonas? Descúbranlo en este artículo.

Huelva, el lugar con mayor contaminación en toda Europa  
La contaminación ambiental es un tema preocupante a nivel mundial y es uno de los grandes responsables de los males que acechan al medio ambiente. Tanto las aguas como el aire y los suelos presentan distintos grados de contaminación, en los que la basura tóxica, los desechos peligrosos, los vertidos radioactivos, el humo de los coches e industrias y, principalmente, la irresponsabilidad de las personas son algunas de las causas que generan y contribuyen a esta contaminación.

Este mal no discrimina a ningún sitio y está presente, en menor o mayor medida, en todos los lugares del mundo. En esta ocasión nos ocuparemos de un solo lugar: España. Nos adentraremos en las zonas más contaminadas que existen en el territorio español, es decir, en las zonas que son conocidas como los “puntos negros” de España.

Y si bien no hay un informe exhaustivo sobre la contaminación en España, y aunque lamentablemente existen bastantes sitios contaminados, se puede deducir fácilmente cuáles son las tres zonas que presentan los niveles de contaminación más preocupantes. Estas zonas son: Huelva, La Bahía de Algeciras y Flix.

Huelva

Este lugar, amén de ser el sitio más contaminado de España, es el lugar de mayor contaminación de toda Europa. Tiene 120 millones de toneladas de residuos tóxicos y radiactivos que ocupan 1.200 hectáreas de marismas.

Quienes han provocado esta triste realidad han sido, y son, las industrias Fertiberia y FMC-Foret. La contaminación industrial de estas plantas es tal que hasta el Parlamento europeo declaró a la zona como la más grave de todo el territorio europeo.

Más de cuatro decenas de años se han arrojado vertidos contaminantes a la atmosfera, a las aguas y a los suelos de Huelva. Estos vertidos suman un total de millones de toneladas de residuos tóxicos y peligrosos, constituyendo un gran daño al medio ambiente y una importante amenaza para los habitantes de este lugar de España que viven a una corta distancia de estos “vertedores tóxicos”.

De hecho, la ciudad de Huelva tiene el record de ser el lugar español con mayor índice de mortalidad por cáncer.

El residuo más peligroso que han generado las plantas de Fertiberia y FMC-Foret durante toda su actividad industrial es el fosfoyeso. En total han vertido más de 120 millones de toneladas de este residuo que contiene metales pesados y altas concentraciones de uranio 238. El vertido lo han hecho sobre 1.200 hectáreas de las marismas del Tinto, las cuales son Dominio Marítimo Terrestre, DMT. Además, como si fuese poco, cuando este residuo se desintegra genera otros elementos radiotoxicos como el torio 230, el plomo 210, el polonio 210 y el radio 226.

Parece que nada les importa a estas plantas que han arrojado veneno al medioambiente por muchísimos años. Al respecto, la Audiencia Nacional obligó a Fertiberia a terminar con los vertidos contaminantes antes del 31 de diciembre de 2010. Esperemos que cumplan con esta orden, y si no que reciban las sanciones que merecen.

La Bahía de Algeciras

Bunkering, recargas peligrosas  
Este lugar presenta la contaminación por hidrocarburos más preocupantes de toda España. Y es que el lugar es estratégicamente muy bueno para el tráfico marítimo mundial, con lo cual las aguas de allí están expuestas a una gran contaminación.

Se estima que por el Estrecho de Gibraltar pasan, por año, más de 100.000 buques. Esto equivale a una suma superior al 10% del tráfico marítimo internacional y generan que las aguas de allí estén sometidas a la contaminación por hidrocarburos, ya que es una zona donde se realizan limpiezas y vaciados de los tanques de los buques y operaciones de bunkering, esto son recargas de combustibles que se realizan en el mar y que pueden generar perdidas de combustible provocando la contaminación por hidrocarburos.

Aproximadamente 20 millones de toneladas de productos petrolíferos se mueven por año en la Bahía de Algeciras. Esto, sin duda alguna, hace que la zona este en una constante y permanente situación de riesgo catastrófico.

Además, este sitio, al igual que sucede en Huelva, presenta un alto índice de mortalidad por cáncer. De hecho, estos dos lugares son, en España, los que tienen los índices más altos de esta mortalidad.

Flix

En este sitio se han vertido más de 700.000 toneladas de residuos tóxicos y radiactivos a un embalse del cual se obtiene agua para consumo humano. Sí, no han leído mal, se ha echado una enorme cantidad de veneno en aguas que sirven para beber.

¿Quién es el responsable? Lo cierto es que la única instalación que se conoce que en España ha producido bifenilos policlorados, PCBs, es la planta de Ercros (conocida anteriormente como Erkimia), situada en Flix, Tarragona. Esta fábrica electroquímica, a la cual se le atribuye este lamentable hecho, comenzó a operar en el año 1897 y desde dicho momento fue sancionada en varias ocasiones por daños al medio ambiente.

Este punto negro de España es actualmente objeto de medidas sanadoras. Tanto las administraciones españolas como las europeas han destinado 200 millones de euros para solucionar la contaminación que generó Ercros. Aunque es una buena noticia para el medio ambiente, debemos decir que así no se solucionan las cosas. La contaminación debe ser solucionada por la misma empresa, cumpliendo, de esta forma, con el dicho de “quien contamina paga”.

Por otra parte, como consecuencia de los residuos tóxicos y radioactivos que existen en la zona se han detectado enfermedades relacionadas con la exposición al hexaclorobenzeno y a otros organoclorados procedentes de Ercros. Además, en Flix existe una mayor tasa de nacimientos prematuros y un alto índice de desarrollo infantil deficiente.

Estas tres zonas que hemos nombrado son las más contaminadas de España. Una triste realidad que merece más que un llamado de atención. No se debe permitir que las empresas actúen con semejante impunidad, se necesitan medidas estrictas y organismos que las hagan cumplir.

De todos depende que un medio ambiente más sano sea posible. Por ello, si conocen casos como estos, os animamos a denunciarlos y poner un freno con la contaminación y sobre todo con la irresponsabilidad de las empresas y personas.

martes, 28 de octubre de 2014

El Parlamento de Navarra insta a quitar el WIFI en las escuelas por precaución

Aprueba una resolución por la se adhiere a la Resolución 1815 del Consejo de Europa e insta a los gobiernos de Navarra y España a respetarla

El Parlamento de Navarra: Aboga por aplicar el principio de precaución en relación a los límites de exposición a los campos electromagnéticos, cuyos límites se han quedado "obsoletos"

La Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local ha aprobado hoy, con los votos a favor de Socialistas de Navarra, Bildu, Aralar-Nabai, PPN e Izquierda-Ezkerra y la abstención de UPN, una resolución por la que el Parlamento de Navarra “se adhiere a la Resolución 1815, de 27 de mayo de 2011, de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa”, donde se aboga por aplicar el principio de precaución en lo tocante a los límites de exposición a los campos electromagnéticos, más aún cuando la evaluación científica no permita determinar el riesgo con suficiente certeza.

La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, a su vez, se insta al Ejecutivo Foral a “aplicar las recomendaciones de la citada resolución”.

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se emplaza al Gobierno del Estado español a que “recoja y aplique las recomendaciones de la Resolución 1815 en el desarrollo de la legislación de telecomunicaciones”. En este epígrafe, SN y PPN se han unido a la abstención de UPN. Bildu, Aralar-Nabai e Izquierda-Ezkerra han mantenido su voto afirmativo.

En la exposición de motivos, la resolución impulsada por los G.P. Bildu y Aralar-Nabai alude al debate generado en torno a las afecciones que producen los campos electromagnéticos “en el medio ambiente y la salud” y constata que “la preocupación ha ido en aumento” debido a la proliferación de emisiones de alta (infraestructuras de telecomunicaciones) y baja frecuencia, cuyos límites, “obsoletos (no se han revisado desde 1999), no tienen en cuenta a los colectivos más sensibles, caso de mujeres embarazadas, recién nacidos/as y niños/as”.

A ese respecto, los proponentes se remiten a los consejos vertidos por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en la resolución 1815 de 2011, documento en el que se recomienda “revisar la base científica de las normas de exposición a los campos electromagnéticos” y “establecer umbrales de prevención para niveles de exposición a largo plazo en todas las zonas de interior no superiores a 0,6 voltios por metro”.

A la sesión, presidida por Begoña Sanzberro (G.P. UPN), han asistido, por el G.P. UPN, Jerónimo Gómez, Antonio Pérez Prados, José A. Rapún, Javier Lorente, y Jesús Esparza; por el G.P. SN, Carmen Ochoa, Samuel Caro y Pedro Rascón; por el G.P. Bildu, Víctor Rubio y Bikendi Barea; por el G.P. Aralar-Nabai, Txentxo Jiménez y Xabi Lasa; por el G.P. PPN, Eva Gorri; y por el G.P. I-E, Marisa de Simón.

La Resolución del Consejo de Europa indica, entre otras cosas:
  • Dar preferencia, para los niños en general y especialmente en las escuelas y en las aulas, a los sistemas de acceso a internet a través de conexión por cable (evitando a conexión inalámbrica WiFi) y regular estrictamente el uso de los teléfonos de los estudiantes en el recinto escolar".
  • Adoptar "todas las medidas razonables" para reducir la exposición a campos electromagnéticos, incluyendo las radiofrecuencias que emiten los teléfonos móviles, “y en particular la exposición de los niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores de la cabeza parece mayor".
  • Establecer campañas de información y concienciación sobre los riesgos de los efectos biológicos potencialmente nocivos a largo plazo al medio ambiente y a la salud humana, especialmente "a los niños, adolescentes y jóvenes en edad reproductiva".
  • Se recomienda: "el uso de teléfonos con cable en los hogares o, en su defecto, modelos que no emitan permanentemente ondas pulsadas."

La acumulación de evidencia de peligros para la salud Tecnología Wireless Vigentes

Los teléfonos inalámbricos emiten campos electromagnéticos de radio frecuencia (RF-CEM) cuando está en uso. En mayo de 2011, después de la consideración de los estudios de laboratorio, estudios de uso a largo plazo de los teléfonos inalámbricos y los datos sobre la incidencia de los tumores cerebrales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó RF-CEM para ser un "posible" cancerígeno humano. Otros estudios han mostrado una asociación entre el uso del teléfono móvil y sin cables a largo plazo con glioma y neuroma acústico. En octubre de 2013, Powerwatch, un organismo de control con sede en Reino Unido centrado en los riesgos para la salud planteados por los campos electromagnéticos, informó que dos nuevos artículos de investigación proporcionan una prueba más del uso del teléfono móvil como una de las causas del aumento de los tumores cerebrales.

El primer documento mostró que la exposición a RF-EMF de los teléfonos móviles (e inalámbricos) debe considerarse como un carcinógeno de clase 1 humano (agente causante de cáncer), como se define por el brazo de investigación del cáncer de la OMS. Los autores de los estudios llegaron a la conclusión de que las normas de exposición actuales están en urgente necesidad de revisión. (Ver Lennart Hardell y Michael Carlberg, "Uso de la colina de puntos de vista a partir de 1965 para la Evaluación de Fortalezas de Evidencia del riesgo de tumores cerebrales asociados con el uso de móviles y teléfonos inalámbricos", Rev. Ambiental de la Salud 28, nº 3 [Noviembre 2013].: 97-106).

El segundo objetivo del estudio fue evaluar la relación entre "especialmente a largo plazo (> 10 años) el uso de teléfonos inalámbricos "y el desarrollo de tumores cerebrales malignos. Según los autores, este estudio "confirma los resultados anteriores" de la asociación entre el uso de teléfonos móviles y tumores cerebrales malignos, y apoyó la hipótesis de que la RF-CEM "juegan un papel tanto en las etapas de iniciación y promoción de la carcinogénesis", en otras palabras, , el proceso por el cual las células normales se transforman en células cancerosas.

Los teléfonos móviles no son la única tecnología inalámbrica que plantea amenazas para la salud. Como se informó James F. Tracy, los EE.UU. han visto un apagón de medios virtuales en los peligros de la radiación de los medidores inteligentes. En enero de 2014, Tracy informó que la Agencia Internacional para la Investigación de la OMS sobre el Cáncer declaró que "la radio-frecuencia (RF) campos electromagnéticos son posiblemente cancerígenos para los humanos en base a un mayor riesgo de glioma, un tipo maligno de cáncer cerebral, asociadas con móvil inalámbrico el uso del teléfono".

Los medidores inteligentes son un elemento central en la creación de una "red inteligente" que el presidente Obama ha hecho una prioridad. En su artículo, Tracy escribió que el bloqueo informativo es probable que la intención de mantener al público al tanto no sólo de los peligros para la salud asociados con los medidores inteligentes, pero también potencialmente agendas ocultas, incluyendo el potencial de los metros "para el" control social "a través de" racionamiento de energía y la vigilancia. "A" más inmediato "motivación, escribió, es "simplemente lucro y continuado control de monopolio mediático de la opinión pública y el discurso".

Tracy informó sobre un análisis de contenido de los periódicos de Estados Unidos entre el 31 de mayo del 2011, la fecha en que la OMS declaró RF carcinógeno de clase 2B, y junio de 2014. De los 839 artículos sobre el tema publicado en ese momento, menos del 10 por ciento (ochenta dos artículos) mencionan tanto los "contadores inteligentes" y "carcinógeno" o "cancerígeno" en el mismo informe. De ellos, sesenta y cinco artículos aparecidos en los periódicos canadienses, australianos, o del Reino Unido. Mientras tanto, la cobertura de noticias de las empresas en los EE.UU. aseguró al público que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) había encontrado contadores inteligentes para estar dentro de sus normas de seguridad, que imponen ningún peligro para la salud de uno, y que son "respetuosos del medio ambiente". "Con el potencial continuado crecimiento de los ingresos", Tracy llegó a la conclusión, la industria de las telecomunicaciones muestra poco interés en "que plantea interrogantes y transmisión de información que puede salvaguardar la salud pública y que los ciudadanos puedan hacer preguntas inteligentes relativas a la salud de ellos y sus seres queridos".

Fuentes:

"Dos nuevos e importantes papeles Mostrar uso del teléfono móvil provoca un aumento en tumores cerebrales". Powerwatch (Reino Unido), el 16 de octubre de 2013, http://www.powerwatch.org.uk/news/20131016-hardell-carlberg-papers.asp
James F. Tracy, "Impactos de la radiación de radiofrecuencia: Medios Blackout en Smart Meter Peligro", Global Research, 21 de enero de 2014, http://www.globalresearch.ca/health-impacts-of-rf-radiation-us-media-blackout-on-smart-meter-dangers/5365598.

Nota: Para la cobertura previa por el Proyecto Censurado de este tema, ver tanto el capítulo 2 de Censored 2015: Inspirar Nosotros, el pueblo y "Tecnología inalámbrica de una crisis de salud que se avecina". en Censurado 2014: Discurso audaz en tiempos fatídico.

Los investigadores estudiantiles: Julian Klein (Universidad Estatal de San Francisco) y Casey Lewis (Universidad del Estado de Sonoma)

Facultad evaluadores: Kenn Burrows (San Francisco State University) y Peter Phillips (Sonoma State University)

lunes, 27 de octubre de 2014

Cuando el cuerpo duele

Con el dolor físico, cuando el cuerpo se rebela y se convierte en un enemigo que te maltrata y aprisiona

ROSA MONTERO 26 OCT 2014

Leo en un interesante libro de la psicóloga clínica Grela Bravo que casi el 10% de la población vive con dolor crónico de diversa intensidad. Ella misma forma parte de ese grupo de personas y el libro se titula Sobrevivir al dolor (Plataforma Editorial) y ha estado en las listas de más vendidos, cosa que no me extraña porque es un tema poco usual; como la misma Bravo dice, sobre el dolor pesa un tabú social. Desde luego sucede así con el dolor del corazón, con los duelos por la muerte de alguien, con la pena de vivir cuando la vida es penosa; pero sin duda, como bien apunta la autora, también ocurre con el dolor físico, cuando el cuerpo se rebela y se convierte en un enemigo que te maltrata y aprisiona.

El texto de Bravo habla del dolor en general, pero los apéndices tienden a centrarse en la fibromialgia, aunque desde luego ése no es ni mucho menos el único dolor crónico que existe. Hay infinidad de dolores de espalda, así como daños neuropáticos irrecuperables tras intervenciones quirúrgicas y accidentes. Por no hablar de la legión de jaquecosos y migrañosos o del casi 3% de enfermos de Parkinson, por ejemplo. Sí, puede haber mucho sufrimiento asociado al cuerpo a lo largo de la vida. Y lo asombroso es la capacidad que tiene el ser humano para sobrellevarlo y adaptarse.

No puedes ignorar ese dolor, tienes que adaptar tu vida a ello; pero no puedes rendirte

De esa capacidad es de lo que escribe Grela Bravo en su libro, que en principio tiene el formato de un texto de autoayuda, pero que es más poético que otra cosa. En cierto sentido echo de menos que la obra hubiera sido más testimonial, que hubiera hablado más de lo personal y lo concreto, pero comprendo que es un tema que se sitúa en la esfera de lo indecible y que hay que acercarse a él dando rodeos. El dolor, explica en primer lugar Bravo con formidable lucidez, es lo que el paciente dice que es. No hay manera de medir el dolor objetivamente; el facultativo tiene que escuchar y respetar lo que dice el enfermo. Y esto no siempre sucede. La clase médica tiende a desesperarse ante las enfermedades que no consigue curar y esa frustración suele descargarla con el paciente. Recuerdo ahora el caso de Pierre Curie, cuyos huesos se estaban deshaciendo a causa de la radiactividad y que sufría dolores terribles; sus médicos, que ignoraban los letales efectos del radio, vinieron a decir que lo que le pasaba a Curie es que estaba demasiado nervioso. La culpabilización del enfermo ha sido una constante en las dolencias poco conocidas. Hasta ayer mismo, las enfermas de fibromialgia han sido tratadas como histéricas empeñadas en llamar la atención; y todavía hay síndromes, como el de Sensibilidad Química Múltiple, que siguen sin ser plenamente aceptados. Qué terrible que tu dolor sea banalizado y considerado un síntoma de desequilibrio mental. Como si, igual que un niño caprichoso, te empeñaras en seguir sufriendo.

Esa falta de respeto y de apoyo médico empeora sin duda el aguante del dolor. Hace algunos años se hizo un experimento con un grupo de enfermos de ahora no recuerdo qué dolencia. Al 25% del colectivo no se le administró ninguna medicina; a otro cuarto se le dio el tratamiento correcto; el cuarto siguiente recibió un placebo, y los restantes, por último, tomaron también un placebo, pero sabiendo que lo era. Pues bien, los que más mejoraron fueron, naturalmente, los que recibieron la medicina adecuada y, después, los que ingirieron el placebo inconscientes de ello. Pero, para pasmo de los investigadores, resultó que los que tomaron a sabiendas las medicinas de mentira también mejoraron con respecto al grupo que no recibió ningún tratamiento. ¿Y por qué sucedió eso? Pues el trabajo no extraía conclusiones causales, pero yo creo que es evidente que los enfermos a los que nadie hacía caso siguieron encerrados en su dolencia, mientras que las personas que tomaron placebo de manera consciente por lo menos gozaban de la plena atención de los médicos y eran seguidos estrechamente en su evolución. Necesitamos que nos escuchen y que nos tengan en cuenta. Una buena relación con tu médico disminuye la percepción de tu dolor, y también hay estudios que demuestran esto.

Lo que más me ha gustado del libro de Grela es el camino que señala para atravesar el dolor, un difícil pero espléndido trayecto que exige, en primer lugar, asumir que no puedes ignorar ese dolor, que tienes que admitir tus limitaciones y adaptar tu vida a ello; pero, una vez hecho esto, hay que tener claro que no puedes rendirte. Tu vida es mucho más grande que tu dolor, y la actitud, explica la guerrera Grela Bravo, es lo que mide la diferencia entre el dolor y el sufrimiento. Y, como decía el neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, que sobrevivió durante tres años en los campos de concentración nazis de Auschwitz y Dachau, lo único que no te pueden quitar es la actitud.


domingo, 19 de octubre de 2014

´Están jugando con la vida de los enfermos de sensibilidad química´

Las fumigaciones aéreas afectan mucho más a las personas que padecen determinadas dolencias

19.10.2014

Eduardo Casasnovas, en el jardín 
de su casa.  
LLuc Garcia Palma "Se están jugando la vida de las personas que tenemos sensibilidad química múltiple y el insecticida nos puede durar de 15 a 20 días". Así de claro y alto se expresaba Eduardo Casasnovas, un vecino de Palma que sufre desde hace diez años esta enfermedad. El caso de Eduardo no es el único de la isla, aunque sí el más grave. Según explica, la sensibilidad química múltiple sólo lleva un mes reconocida como patología en España aunque son muchas las personas que la padecen.

Eduardo Casasnovas ha sentido cómo esta enfermedad le ha aislado de todo el mundo que le rodeaba, le ha ido cambiando el humor, no podía estar cerca de personas que llevaban perfume o suavizante de ropa; le ha cambiado su vida por completo.

Este hombre está haciendo todo lo posible para conseguir que se detengan este tipo de fumigaciones que se están realizando en la isla. "Nosotros mismo provocamos que la procesionaria se extienda más".

Eduardo teme a que esta desinfección de las plagas le pueda llegar a pasar factura: "Ellos piensan en que las avionetas son más baratas, pero como a alguno de los que sufrimos esta enfermedad nos pase algo les saldrá caro".

Su enfermedad se ha ido desarrollando a lo largo de distintos síntomas que le hicieron acudir día tras día al hospital. "Tengo más de 100 ingresos en urgencias y me decían que era tema del corazón, me daban más medicación y no me miraban nada más", nos cuenta.

Este ingeniero de agricultura y medio ambiente explica que uno de los problemas es fumigar cuando la plaga ya ha salido. "Se tendrían que haber empezado los trabajos a partir de abril o mayo, porque todo el bicho que está en la bolsa no resultará afectado ya que esta es impermeable".

Este vecino palmesano quiere que los ciudadanos se conciencien de que se trata de una patología crónica e incluso mortal y en el caso de la actuación sobre los pinares el riesgo que corre es mucho mayor.

Su trabajo no es el más apropiado en su caso, ya que se expone a árboles con insecticida. Por eso pide la baja o la invalidez profesional, ya que someterse a ello podría suponer un grave riesgo para su salud.