jueves, 2 de enero de 2014

En vigor el copago de fármacos de dispensación hospitalaria

Luisa Acedo Miércoles, 01 Enero 2014
Archivo JCCM
Las comunidades autónomas deben empezar a aplicar a lo largo del mes de enero el copago de fármacos de dispensación hospitalaria, aprobado por el Gobierno el pasado mes de septiembre,para pacientes que no estén hospitalizados. En total son 157 presentaciones farmacológicas de poco más de 43 medicamentos destinados a procesos crónicos o graves: oncológicos, hepatitis, reproducción asistida, la artritis reumatoide o degeneración macular, entre otros que, hasta ahora, estaban exentos de pago.

Aunque entró en vigor el pasado 1 de octubre, se facilitó un plazo de tres meses para que las administraciones regionales pudieran adaptarse a esta nueva medida. Sólo Ceuta y Melilla la aplicaron tras su aprobación y el resto lo harán a lo largo de enero "con su propio criterio", según han informado a Europa Press fuentes del Ministerio de Sanidad.

En el acuerdo alcanzado en el seno del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud (SNS) se definía que "cada comunidad autónoma tendrá su criterio al respecto (...), el criterio general fue que entrara en vigor, pero cada CCAA lo aplicará con su propio criterio".

La medida que debía haberse puesto en marcha el pasado 1 de octubre se topó con la negativa de nueve de las 17 Comunidades Autónomas a su implantación, varias gobernadas por el PP. Así Canarias, Andalucía, Aragón, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla y León y Baleares afirmaban que no la aplicarían, en muchos casos por rechazo o en otros por problemas para su implantación.

Por el momento, la han recurrido mediante un contencioso administrativo Castilla y León y Andalucía, mientras País Vasco ha presentado un recurso de alzada y Canarias ha anunciado que lo recurrirá.

Por el contrario, Galicia, Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria, Murcia y La Rioja, admitían tras el anuncio de la medida que pondrían en marcha su establecimiento al tratarse de una legislación básica estatal y el resto de comunidades manifestaban "su imposibilidad inmediata de implantar dicho copago por motivos de gestión en su implantación".

Tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), Sanidad justificó que la puesta en marcha de una medida "tan lesiva" para los enfermos, según han denunciado la mayoría de los partidos políticos, los profesionales sanitarios y las asociaciones de pacientes, está motivada por la necesidad de que todas las CCAA, "que son las que lo tienen que poner en vigor", utilicen la asignación de aportación reducida para estos fármacos, y tras comprobar que "no todos los fármacos dispensados tenían esta consideración". Por tanto, antes de que las CCAA lo pongan en vigor Sanidad tiene que asegurarse que "todos los medicamentos serán de aportación reducida".

Los medicamentos que se incluyen en esta medida, según Sanidad, "cumplen con las condiciones para ser considerados de aportación reducida, al tratarse de medicamentos de elección en el tratamiento de enfermedades graves o crónicas, y estando limitada su dispensación, en el ámbito del SNS, a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales".

La aportación del usuario a dichos medicamentos, que estaban exentos del copago, será de un 10 por ciento del PVP del medicamento, con un máximo que se fijará teniendo en cuenta la subida del IPC en 4,26 euros, hasta ahora era de 4.20, de acuerdo a la Resolución de 21 de enero de 2013, de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia.

Fuerte rechazo

La medida ha suscitado desde el primer momento el rechazo de pacientes, médicos y de los distintos grupos de la oposición. El PSOE ha apoyado la posición manifestada por algunas comunidades y ha instado al Gobierno a que deje "sin efecto" dicha medida, al tiempo que pedía la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato.

Mientras, el portavoz de Izquierda Plural en la Comisión de Sanidad del Congreso y diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha calificado al Real Decreto de copago farmacéutico de "infamia y gestión desleal" de la sanidad pública; mientras que desde UPyD destacaban la escasa recaudación de la medida.

En cuanto a los pacientes y médicos, la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) denunciaba que la Administración ignore "sistemáticamente" la alta prevalencia de afectados por esta enfermedad; la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), remitía una carta a Mato expresándole "el impacto que supondría en los enfermos de patologías hepáticas"; y la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer recordaba que la medida "perjudica a los niños y adolescentes enfermos de cáncer".

Por su parte, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) calificaba de "plenamente injustificado" este copago ya que, a su juicio, es una medida que plantea "dificultades" en su aplicación y, además, "no contribuye" a racionalizar el consumo ni sirve como instrumento de financiación adicional.

Tambien, FACUA-Consumidores en Acción acusó al Gobierno y, concretamente al Ministerio de Sanidad, de llevar a cabo un "nuevo ataque" contra los enfermos que padecen enfermedades crónicas o graves.

Por el momento, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que interpuso el pasado mes de octubre un recurso de alzada contra la resolución que fue desestimado por Sanidad, se plantea presentar un recurso contencioso-administrativo donde solicitara la anulación de la resolución, así como su suspensión cautelar.

De antitumorales a anticonceptivos

Entre los fármacos incluidos se encuentra medicamentos para retrasar la progresión en cáncer de mama avanzado como el "Afinitor" o el "Tyverb", para tratar el cáncer de riñón avanzado o extendido a otros órganos como el "Votrient"; o para en el tratamiento de tumores cerebrales como el "Temodal"; además de otros tantos prescritos para la leucemia mieloide crónica (LMC), el tratamiento de tumores malignos no resecables y/o metastásicos del estroma gastrointestinal (GIST), para reprodución asistida, la artritis reumatoide, la degeneración macular o la hepatitis C crónica, entre otros.

Además, se incluye dentro de la lista el sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (SIU-LNG) "Mirena", que es un sistema anticonceptivo; y, por otro lado, "Lactest" indicado para diagnóstico de la intolerancia a la lactosa.

Amianto, una contaminación letal que perdura

El amianto seguirá produciendo muertes en España al menos hasta 2040, según revela un estudio científico

Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA

Imagen: Harald Weber
El amianto o asbesto es un peligroso contaminante ambiental que en España seguirá produciendo muertes al menos hasta 2040, a pesar de estar ya prohibido. Así lo apunta un estudio científico que prevé que los fallecidos serán cada vez más durante las próximas décadas. Este artículo señala que las muertes en España por amianto continuarán al menos hasta 2040, analiza la evolución de las muertes por amianto y aporta datos sobre la prohibición de este peligroso contaminante.

Muertes en España por amianto hasta 2040

La contaminación por amianto seguirá provocando muertes en España al menos hasta 2040, a pesar de que su uso está prohibido desde 2002. Así lo señala un artículo científico publicado en la revista 'BMC Cancer'.
"Uno de cada dos cánceres atribuibles al trabajo en Europa se deben a la exposición al amianto"
El amianto, también conocido como asbesto, es un agente cancerígeno presente en miles de edificios, tuberías y tejados (la popular uralita) de toda España. Su carácter ignífugo y su bajo precio le convirtieron en un material idóneo para una gran variedad de productos manufacturados, sobre todo en materiales de construcción y productos de aislamiento. Según el estudio, entre 1906 y 2002 se importaron en nuestro país más de dos millones de toneladas de amianto, si bien su mayor uso se produjo entre las décadas de los sesenta y noventa del siglo pasado.

Los investigadores, un equipo del Instituto de Salud Carlos III, el Consorcio de Investigación Biomédica de Epidemiología y Salud Pública y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, recuerdan que cientos de personas fallecen cada año en España como resultado de las exposiciones al amianto en el trabajo durante el pasado. Los mesoteliomas pleurales y carcinomas de pulmón son las principales enfermedades que, debidas a dicho material, seguirán ocasionando muertes en nuestro país, subrayan los científicos.

Evolución de las muertes por amianto

Uno de los responsables del trabajo, Alfredo Menéndez Navarro, catedrático del departamento de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada, recuerda que las patologías ligadas a la exposición al amianto son en la actualidad "una de las principales causas de muerte de origen laboral". Uno de cada dos cánceres atribuibles al trabajo en Europa se debe a la exposición a este material, apunta este experto.

A nivel mundial, 100.000 personas mueren cada año en el mundo por patologías derivadas de la exposición al amianto, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sus responsables aseguran también que la mitad de las muertes por cáncer ocupacional se debe a dicho material. En 2003, la Comisión Europea (CE) reconocía que el amianto constituye el principal agente cancerígeno en el lugar de trabajo.

Los autores del estudio destacan que las muertes por cáncer pleural, el 73% de las cuales son mesoteliomas causados por el amianto, continuaron en aumento en el periodo de tiempo analizado (1975-2010). En concreto, se pasó de 491 muertes entre los años 1976 y 1980 a 1.249 fallecidos en el periodo de 2006 a 2010. Los científicos prevén que entre 2016 y 2020 morirán 1.319 personas por dicho tipo de cáncer, 264 difuntos al año. Asimismo, el estudio señala que entre 1975 y 2010 fallecieron en España 6.037 personas por cáncer pleural, de los que el 66% eran hombres y el 34% mujeres.

A pesar de dichos datos, Menéndez Navarro recuerda el escaso reconocimiento del cáncer profesional por amianto en España: menos del 1% de los mesoteliomas y carcinomas de pulmón causados por el amianto se califican como enfermedad profesional. Estas enfermedades tienen un largo tiempo de latencia: desde que se inhala el contaminante hasta que aparecen pueden pasar 30 años.

Prohibición del amianto

El amianto o asbesto se refiere a un grupo de seis materiales fibrosos diferentes que se encuentran en la naturaleza. La incidencia de la exposición natural en el desarrollo de posteriores enfermedades se considera inapreciable. Los mayores riesgos de contaminación se producen en ciudades y áreas industriales. Las fibras de amianto son seguras cuando permanecen en estado sólido, pero si se liberan al medio ambiente por una incorrecta manipulación y pasan al agua o al aire, entonces se convierten en un contaminante nocivo. Sus negativas consecuencias se producen cuando es inhalado.

En 1906 se describió en Londres el primer caso de "fibrosis pulmonar por asbesto" en una trabajadora de 33 años de una fábrica textil. Desde 1935 se conocen los primeros trabajos que relacionan científicamente la exposición al amianto y cáncer de pulmón, y en 1947 se explican los mesoteliomas de pleura y peritoneo.

En 1991 el Banco Mundial estipuló su preferencia de no financiar la manufactura o el uso de productos con dicho material. A principios de la década de 2000 empezó a prohibirse en los países desarrollados. Su empleo está prohibido por el Convenio de Róterdam, firmado por más de cien países. No obstante, algunos países en vías de desarrollo continúan utilizándolo.