lunes, 22 de junio de 2015

Hallan evidencias de que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad biológica y no psicológica

MEDICINA
La Dra. Mady Hornig. (Foto: Columbia University's Mailman School of Public Health)  
A menudo, la gente que sufre el síndrome de fatiga crónica afronta diagnósticos incorrectos de su dolencia, o incluso sospechas de padecer simplemente hipocondría (preocupación constante y obsesiva por su salud), ser unos quejicas, o hasta fingir malestar para lograr que el médico les firme bajas laborales. En muchas ocasiones, la gente con este trastorno tiene que efectuar un largo peregrinaje por el circuito de la sanidad antes de poder recibir un diagnóstico acertado de síndrome de fatiga crónica.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad Columbia en la ciudad de Nueva York aporta evidencias contundentes de que el síndrome de fatiga crónica, padecido por millones de personas, es una enfermedad biológica. El estudio se suma así a algunos otros que últimamente han aportado pruebas de que esta afección no tiene nada que ver con la hipocondría ni tiene por qué ser fingida.

El equipo de la Dra. Mady Hornig ha identificado cambios distintivos en el sistema inmunitario de pacientes diagnosticados con dicho síndrome. Los hallazgos podrían ayudar a mejorar la diagnosis y la identificación de las opciones de tratamiento más adecuadas para este trastorno incapacitante, cuyos síntomas abarcan desde la fatiga extrema y la dificultad a la hora de concentrarse, hasta jaquecas y dolores musculares.

Estas “firmas” inmunitarias representan la primera evidencia física robusta de que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad biológica y no un trastorno psicológico, y la primera prueba de que tiene etapas diferentes.

Los investigadores midieron los niveles de 51 biomarcadores inmunitarios en muestras de plasma sanguíneo recogidas de un total de 298 pacientes con el síndrome y de 348 individuos sanos (grupo de control).

En pacientes que padecían la enfermedad desde hacía tres o menos años, el equipo de la Dra. Hornig halló patrones específicos que no estaban presentes en los sujetos del grupo de control o en pacientes que la habían sufrido durante más de tres años. Los pacientes con menor tiempo padeciendo la dolencia tenían cantidades elevadas de muchos tipos diferentes de moléculas inmunitarias llamadas citoquinas. La asociación era anormalmente fuerte con una citoquina llamada interferón gamma, que ha sido relacionada con la fatiga que sigue a muchas infecciones víricas, incluyendo la provocada por el virus de Epstein-Barr, causante de mononucleosis infecciosa. Los niveles de citoquina no se explicaban por la severidad de los síntomas.

El estudio apoya la idea de que el síndrome de fatiga crónica podría reflejar un episodio infeccioso que deja secuelas de largo plazo. Una situación sospechosamente muy común entre los pacientes de síndrome de fatiga crónica es la de ponerse enfermos, a veces de mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr), y desde entonces no lograr recuperarse plenamente en cuanto a la sensación de debilidad y fatiga.

La nueva investigación sugiere que estas infecciones interfieren en la habilidad del sistema inmunitario de tranquilizarse después de una infección aguda y retornar así a un estado normal de paz; la respuesta inmunológica se comporta como un coche con una marcha rápida atascada. Parece que los pacientes del síndrome de fatiga crónica se ven inundados con citoquinas hasta que, tras unos tres años, el sistema inmunitario muestra evidencias de agotamiento y los niveles de citoquinas caen.

Tal como plantea la Dra. Hornig, un diagnóstico temprano podría proporcionar oportunidades especiales de tratamiento que probablemente se diferenciarán de las disponibles para las fases tardías de la enfermedad.


miércoles, 17 de junio de 2015

El vía crucis de las enfermedades crónicas: sin poder trabajar y sin pensión de invalidez

INVESTIGACIÓN
Texto: Laia Altarriba / Ilustración: Jordi Borràs
Martes, 16 de junio 2015

Cada vez se dan menos bajas médicas, menos días de baja y menos pensiones de invalidez permanente. El ICAM (Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas), el organismo del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña que gestiona, por encargo del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), los procesos médicos y sanitarios en materia de incapacidad laboral, está en el ojo del huracán de una problemática a menudo olvidada. Los datos son concluyentes.

El ICAM deniega cada año un porcentaje más alto de las peticiones de invalidez permanente que le llegan. Si en 2008 rechazó 5.933 peticiones (el 27,39% del total recibido), en 2013 la cifra creció hasta 9549 (el 40% del total).

Más datos: las peticiones de invalidez admitidas, por el contrario, se redujeron del 57,3% en 2008 (12.418 personas) hasta el 50% en 2013 (11.937 personas).

De hecho, lo que hace el ICAM es una propuesta y finalmente es el INSS quien acaba decidiendo, pero sobre la base únicamente de lo que propone el organismo catalán. El abogado del Colectivo Ronda Alex Tisminetzky explica que, cuando la recomendación del ICAM es denegar la baja, "el INSS siempre le hace caso" y que "si la propuesta es dar la invalidez, es cuando algunas veces el INSS discrepa y la deniega".
A esta tendencia de otorgar cada vez menos invalideces absolutas, se ha sumado otro obstáculo: los últimos meses ha crecido el número de personas a las que ya habían reconocido la invalidez permanente, pero que ahora se la han retirado. El colectivo más afectado por este clima general de reducción de las bajas médicas es el de las llamadas enfermedades de síndrome de sensibilización central (SSC), que son enfermedades crónicas que no tienen cura como la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica /encefalomielitis miálgica, la sensibilidad química múltiple y la sensibilidad electromagnética.

Además de la denuncia pública que están haciendo grupos de personas afectadas, también lo constatan los abogados del Colectivo Ronda, de Barcelona, que es uno de los despachos que tienen más especialistas en seguridad social. Uno de los letrados de este despacho, Alex Tisminetzky, asegura que la retirada de pensiones por invalidez permanente a mujeres con este tipo de enfermedades "es una práctica que siempre se ha dado, pero antes los casos los veíamos con cuentagotas; mi impresión es que desde hace un año más o menos se están produciendo muchas más retiradas de la pensión a personas que ya la tenían reconocida".

Una de las afectadas que más han batallado por el reconocimiento de los síndromes de sensibilización central es Clara Valverde, enfermera y presidenta de la Liga Síndrome de Fatiga Crónica / Encefalomielitis Miálgica. Hace unos 35 años que se la diagnosticaron por primera vez. Valverde asegura que la pérdida de la invalidez permanente es una situación muy extendida en su colectivo: "No tengo datos oficiales, pero conozco cientos de personas a las que han retirado la pensión. Las administraciones públicas no quieren gastarse dinero en estas enfermedades. Si hicieran eso a afectados de otras patologías, habría mucho revuelo, pero saben que estos enfermos no tenemos apoyo social (el Gobierno se ha encargado mintiendo, no informando, no formando a los médicos, etc.), con lo cual saben que pueden sacar las pensiones y no habrá alarma social". Otro abogado del Colectivo Ronda, Miguel Arenas, añadiendo que no se cree los datos del ICAM sobre la reducción de las invalideces concedidas: "No me las creo; la situación es aún peor; no sé cómo trabajan los datos en el ICAM, pero las denegaciones de invalideces permanentes son superiores a las aceptaciones. Lo sé porque nos encontramos cada día con estos casos. Y, con respecto a las personas a las que están retirando la pensión, el ICAM no da cifras, pero cada vez hay más".

La subdirectora del ICAM, Consuelo Lemonche, preguntada por CRÍTICO sobre las denuncias de retirada de la invalidez permanente a estas enfermas, asegura que no tiene "constancia de que vaya en aumento". Reconoce que tuvieron una reunión "por dos casos concretos", pero dice que no tiene ninguna noticia más, a pesar de las denuncias públicas que se han hecho por parte de afectados y de abogados. Lemonche hace hincapié en el hecho de que es competencia del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y que lo que hace el ICAM es un informe no vinculante y remarca que "todas las invalideces son revisables y que se hace más a menudo o más tarde en función de la profesión y de la edad ".

Menos días de baja temporal

El contexto general muestra que cada vez se dan también menos bajas temporales y que la media de días de baja se ha reducido. La disminución de invalidez que otorga el ICAM no se limita a las permanentes, sino que también afecta a las temporales. En concreto, si en 2007 cada afiliado a la Seguridad Social activo (es decir, cada trabajador con empleo) estuvo 12,7 días de baja al año de media por incapacidad temporal, en 2013 la cifra se redujo hasta 9 días de baja anual.

El abogado Alex Tisminetzky considera que hay varias razones que explican tanto el descenso de las invalideces permanentes que se reconocen como los días de baja temporal: "El Estado está intentando reducir las pensiones y el gasto en Seguridad Social, y una de las fórmulas para hacerlo es reconocer cada vez menos incapacidades a través de criterios más estrictos para concederlas". Y añade: "A pesar de que una parte de las personas afectadas demandan judicialmente la denegación y logran el reconocimiento, es evidente que finalmente habrá menos pensiones a pagar. Es recortar a costa de los más débiles; en este caso, de las personas que no pueden trabajar porque están enfermas". Además, y en lo que respecta específicamente a las incapacidades temporales, Tisminetzky añade otro elemento que explica el descenso: "En situaciones de crisis económica y de paro muchos trabajadores no cogen la baja médica o vuelven a trabajar antes de estar del todo recuperados por el temor de perder el trabajo".

Viacrucis por una enfermedad "maldita y oculta"

Manifestación en Barcelona el domingo 10 de 
mayo en el Día de la Fatiga Crónica para 
reclamar apoyo a las instituciones / RED 
PENEDÈS 
Una de las personas que han visto cómo le retiraban la pensión que ya tenía concedida es Imma Lopera, una badalonesa de 46 años. El 25 de octubre de 2012, el ICAM emitió una resolución en la que reconocía que padecía varias enfermedades que le comportaban una "incapacidad permanente en grado absoluto para cualquier tipo de trabajo". Era la primera buena noticia que Imma recibía desde que hace siete años tuvo la primera crisis, que la dejó dos meses en la cama sin poderse levantar. Entonces le diagnosticaron fibromialgia. Más adelante añadieron fatiga crónica, sensibilidad química múltiple (SQM) y síndrome de Sjögren. Tras varios episodios de baja, la echaron de la finca donde trabajaba haciendo mantenimiento, y un médico especialista de la Seguridad Social le hizo ver que todas estas enfermedades eran crónicas, que nunca más podría trabajar y que tenía que pedir la incapacidad. Así que siguió todos los protocolos y en octubre de 2012 del ICAM le concedió una pensión por invalidez.

Pero la resolución del ICAM, como ocurre siempre, tenía una cláusula que permitía revisar el estado de la enferma y revocar la invalidez, aunque los especialistas subrayan que se trata de enfermedades irreversibles y que las personas afectadas no pueden mejorar. Y la llamaron en otoño de 2013 para hacerle la revisión. Tuvo que pasar por varios controles con peritos del ICAM y con consultores privados donde asegura que le hicieron pruebas y cuestionarios "absurdos, vejatorios y humillantes" que no tenían relación con sus enfermedades, y que no se miraron los informes que llevaba de médicos especialistas de la sanidad pública. El abogado Miguel Arenas corrobora que la situación que ha vivido Imma no es un caso aislado: "Es una situación completamente injusta; dicen que 'no hay limitación funcional objetiva' para trabajar, pero hacen unas pruebas que no tienen nada que ver con las que se deberían hacer para diagnosticar la patología que sufren".

Desde el ICAM, la subdirectora, Consuelo Lemonche, asegura que se hacen todas las pruebas necesarias y que quien toma la decisión de recomendar o no la invalidez tiene acceso a través del servicio informático a todos los informes de los pacientes que los han hecho los médicos de cabecera o los especialistas de la pública. Y añade que se tiene en cuenta el tipo de trabajo del paciente y la patología para decidir si hacen la recomendación de mantener la baja o dar el alta.

Finalmente, tras el proceso de revisión, el ICAM le hizo llegar una carta el 31 de enero de 2014 que la hundió emocionalmente: "M. Inmaculada Lopera Ruiz no tiene actualmente ningún grado de incapacidad permanente, y debe dejar de percibir la pensión". Sin pensión de invalidez, sin paro y sin poder trabajar nunca más. Su hijo de 23 años tuvo que dejar inmediatamente los estudios del grado superior de técnico informático que había empezado a cursar en un centro privado porque la familia no se podía permitir seguir pagándo.

Hace meses que Imma sólo sale de casa para hacer gestiones imprescindibles: "Salir es un suplicio por el esfuerzo físico, y porque no soporto los perfumes ni el olor de gasolina, y el sol me da dolor de cabeza". De la mayor parte de tareas domésticas se ha de encargar su marido y a menudo también debe bañarla porque a ella le cuesta mucho levantar los brazos. Tiene permanentemente dolor y se puede quedar dormida en cualquier lugar a media conversación. Y hay momentos en que el dolor se intensifica y entonces no se puede levantar de la cama.

Sonia Romero y Antonia González están
pendientes de una sentencia judicial que
les devuelva la pensión de invalidez
permanente / RED PENEDÈS  
Esta badalonesa no es una excepción. Sonia Romero, de Vilanova y la Geltrú, y Antonia González, de Santa Margarida i els Monjos, están viviendo una situación similar. La primera padece esclerosis múltiple, fatiga crónica, fibromialgia y diabetes, y la segunda, fatiga crónica, sensibilidad química múltiple y sensibilidad digestiva y ambiental. Las tres habían conseguido que el ICAM les concediera la pensión de invalidez, pero uno o dos años más tarde se la han retirado. Y ahora esperan que los tribunales de justicia les den la razón y los devuelvan el subsidio del que dependen para vivir con dignidad. En los tres casos las llevan abogados del Colectivo Ronda, despacho donde actualmente atienden a una veintena de causas similares.

Años para conseguir un juicio y recuperar la pensión

Desde el Colectivo Ronda explican que, cuando recurren ante los tribunales de justicia contra estas negativas del ICAM a mantener la invalidez permanente, la mayoría de las veces los jueces dan la razón a las afectadas. Alex Tisminetzky lo explica: "Actualmente , los jueces resuelven dar invalidez si hay diagnóstico de estas enfermedades por parte del especialista de la Seguridad Social, y si este especialista determina que es en grado 'grave' en una escala de I a III (con agudizaciones a IV ). Pero, a pesar de que este es el criterio de la jurisprudencia y lo que ha determinado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, desgraciadamente todavía dependemos mucho de la sensibilidad de cada juzgado hacia esta enfermedad".

Tisminetzky lamenta el hecho de que el ICAM considere "que la fatiga crónica, la fibromialgia y la SQM son patologías subjetivas que no tienen ninguna prueba objetiva que las pueda diagnosticar, a pesar de que haya informe de la unidad especializada de la Seguridad Social". Este abogado, que ha visto pasar por su despacho muchas personas afectadas por estas patologías, lamenta esta actitud "inhumana" del ICAM porque "intenta reducir costes de las pensiones de invalidez a costa del sufrimiento de mucha gente". Y describe las consecuencias que conoce de cerca: "Las retiradas de la invalidez permanente dejan a las personas afectadas en una situación personal muy compleja, porque el recurso puede tardar 1 o 2 años en llegar a juicio, y durante este tiempo o tienen un mínimo subsidio de 426 euros o ni siquiera eso".

¿Cómo afecta la vida padecer una enfermedad crónica?

El doctor Joaquín Fernández Solà, especialista del Hospital Clínico en este tipo de enfermedades, explica que en Cataluña hay unas 25.000 personas que padecen síndromes de sensibilización central (SSC), el 80% de las cuales son mujeres, y la media de edad de estos enfermos es de 48 años. Fernández Solà explica las principales limitaciones que suponen para quien las padece: "Conllevan fatiga física e intelectual, y la consiguiente imposibilidad de realizar tareas físicas e intelectuales mínimamente intensas y continuadas". Además, también afectan el estado de ánimo y el ritmo del sueño.

Clara Valverde, la enfermera y afectada pionera en la lucha por el reconocimiento de estas enfermedades, explica muy gráficamente qué significa sufrir fatiga crónica: "Es como el peor día de la peor gripe que has tenido, y así cada día de tu vida. es como ser muerta en vida. No tengo defensas, así que sufro infecciones masivas constantemente. Vivo de la cama al sofá y del sofá a la cama, puedo estar meses sin salir de casa. Soy como una vieja de 85 años con mala salud. Hace 15 años que no me puedo duchar ni lavarme el pelo sola. Mi pareja me ayuda; si estuviera sola, haría años que habría muerto". Y añade otro gasto económico que deben sufragar de su propio bolsillo: "Como la Seguridad Social no cubre nada de la fatiga crónica, entre tratamientos, analíticas y médicos me gasto entre 6.000 y 9.000 euros al año".

En los casos de Imma, Sonia y Antonia, el ICAM ha emitido informes en los que asegura que ha visto una mejora en su situación y que, por tanto, ya pueden trabajar. Le preguntamos al doctor Fernández Solà si es posible que los afectados mejoren: "Son un conjunto de enfermedades relacionadas que son crónicas y no se curan; no son transitorias. No tenemos tratamientos que hagan que la repercusión global de la enfermedad crónica varíe de manera global, así que los comités científicos internacionales aseguran que no existe cura actualmente". Y añade un dato relevante: "Cuando se mira como colectivo los enfermos con fatiga crónica a nivel internacional, vemos que, cinco años después del diagnóstico, ni el 15% pueden hacer la actividad laboral previa".

La subdirectora del ICAM, sin embargo, considera que estas enfermedades tienen un diagnóstico complicado: "Un problema cardiológico es demostrable, al contrario que la fibromialgia". Y justifica que a este tipo de enfermos les den el alta para que "es lógico que sea revisable alguien que ha tenido problemas de dolor en la espalda", ya que "puede que algún tiempo después de la baja ya estén mejor y estén preparadas para hacer según qué trabajos".

Lucha para conseguir el reconocimiento

Algunos de los afectados a quien hace algunos meses les han retirado la invalidez permanente y que ahora han recurrido a la justicia, ya es la segunda vez que recurren a los tribunales. Y es que, como explican los abogados, hay personas que ya han tenido que luchar su primera batalla: que los reconozcan la invalidez. En el caso de Imma, tuvo la suerte de que se la otorgaron cuando la pidió en 2012, pero el abogado Miguel Arenas asegura que actualmente el ICAM deniega de entrada todas las nuevas peticiones de invalidez permanente que le llegan de personas con fatiga crónica. Cuando las afectadas acuden a la justicia, Arenas asegura que ganan la mayoría de los casos.

Boi Ruiz, consejero de Sanidad /JORDI BORRÀS  
Además, este abogado añade la dificultad que hay que conseguir informes médicos especializados que confirmen la enfermedad. Y es que actualmente sólo hay dos unidades públicas de referencia, el Hospital Clínico y Vall d'Hebron, a las que la mayoría de la población no puede acceder porque no les toca por zona. Entonces, el recurso que queda a los que no tienen acceso es acudir a la medicina privada pagando. La paradoja es que el centro privado de referencia es Barnaclínic, donde los propios médicos de la Seguridad Social atienden pacientes privados dentro del Hospital ClínicoUna primera visita en este centro con alguno de los doctores especialistas en síndromes de sensibilización central para que te hagan un diagnóstico con el que acudir al juez tiene un coste mínimo de 210 euros y las siguientes visitas de seguimiento cuestan 160 euros cada una. A aquí hay que sumar los gastos del recurso judicial, que puede oscilar entre 500 y 1.500 euros en función del despacho de abogados. El precio del médico privado y del abogado, sumado al tiempo y la energía que hay que invertir en todo el proceso, conlleva que una parte de las personas afectadas no llegue nunca ante el juez que le podría reconocer el derecho a la pensión.

Marta Serrés, de Sant Cugat, es una de las personas que tuvieron que llevar el ICAM ante la justicia para obtener el reconocimiento de la invalidez permanente. Padece fibromialgia, fatiga crónica y SQM. Tuvo la suerte de que trabajaba como gestora cultural en una entidad donde encontró comprensión y apoyo cuando tuvo que empezar a coger cada vez más a menudo bajas laborales por culpa de estas enfermedades. A lo largo de un proceso de 10 años le cambió completamente la vida, "de subir a la pila de Estados a ir a una manifestación en silla de ruedas". Así que hubo un momento en que tuvo que dejar de trabajar definitivamente y decidió pedir al ICAM la invalidez permanente. Pero se encontró un muro que se la denegó. Entonces le tocó un año de batallar para obtener los informes médicos de los centros de referencia que la tenían que ayudar a conseguir que el juez le diera la razón. No le tocaba por zona, pero después de cartas y llamadas a todos los que pudo del Departamento de Salud, incluyendo el consejero, Boi Ruiz, se salió y el 2 de febrero de este año supo que había ganado el juicio.

Marta lo explica con optimismo, pero no esconde un temor: "Sé que, una vez se resuelva el recurso del ICAM, en cualquier momento me pueden llamar para que me vaya a hacer la revisión y me retiren la pensión que tanto me ha costado ganar". Así que se prepara, explica, y sigue yendo a los médicos con toda la frecuencia que toca y nunca olvida de pedirles el informe correspondiente que corrobora que sigue padeciendo la enfermedad, por si la llaman del ICAM. Y con su testimonio confirma la denuncia que cada vez coge más eco: "A todas las personas que conozco menores de 50 años que tienen fibromialgia y al que otorgaron la invalidez laboral absoluta, los están enviando cartas desde el ICAM para que vayan a hacerse la temida revisión".

En definitiva, el abogado Tisminetzky constata que "la tendencia es hacia unas pensiones públicas cada veces más mínimas, tanto de invalidez como de jubilación o viudedad. Estamos yendo hacia un sistema casi asistencial donde las pensiones sean de miseria, y en el ámbito de las incapacidades esto se traduce en criterios cada vez más restrictivos para dar invalideces cada vez más bajas. A menos, claro, que la lucha de los afectados, sindicatos y movimientos sociales consiga cambiarlo".

"Ojalá fuera invención mía y pudiera recuperar mi vida de antes", se lamenta Imma, una de las enfermas con las que hemos hablado en este reportaje. Y es que ha tenido que escuchar demasiadas veces que exagera sobre la enfermedad que la recluye en casa. Mientras espera una sentencia que el juez debe resolver de manera inminente, advierte de que, si se lo vuelven a denegar, sacará las fuerzas de donde sea e irá a reclamar lo que considera que se merece: "Cogeré una pancarta y me sentar ante la Generalitat hasta que no me den una solución. No pienso quedarme encerrada en cas ay sin protestar; eso es lo que quisieran los políticos".

martes, 16 de junio de 2015

TTIP Transgénicos, anabolizantes, hormonas y otras “delicias” del paraíso

Brillantes reflexiones de Miguel Blanco, secretario general de COAG, sobre el asunto del TTIP.

Se nos trata de demagogos y radicales cuando nos oponemos frontalmente al contenido ( por lo que conocemos en materia de agricultura y alimentación) del Tratado de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión entre la Unión Europea y Estados Unidos de América (TTIP), que se está negociando en estos momentos.
Los apóstoles de la desregulación globalizada de los mercados que predican la religión del máximo enriquecimiento posible, ocultando sus demonios especulativos y depredadores, nos anuncian el paraíso donde ya nos esperan quienes lo han alcanzado, entre santos y Monsantos. Siempre que no se lo estropeemos un poco, cuatro ignorantes alarmistas dedicados a asustar a la ciudadanía de este mundo.


¿Cómo puede ser malo un tratado que crearía el área de “libre” comercio más importante de la historia y de la actualidad, en volumen comercial, representando el 60% del PIB mundial? ¿A quién se le ocurre pensar en negativo, ante un crecimiento previsible del PIB comunitario de 120 mil millones de euros anuales y un aumento del valor del comercio transatlántico de medio billón de dólares al año? Y además con el añadido geoestratégico y geopolítico de hacer frente a otros paraísos emergentes como es el caso de China.


Pensar… sí que pensamos que estas estrategias y macro-magnitudes extraordinarias solo están a la altura de quienes las pueden digerir. Y experiencia sí que tenemos respecto a quienes se zampan todas las cifras del mundo mundial, engordando sin freno.
Y como simple consideración traigo a la memoria una cifra para algo de reflexión. Los defensores a ultranza del Tratado UE/EEUU argumentan en su favor la extraordinaria creación de nuevos empleos, algo fundamental estando tan necesitados en Europa y por descontado en nuestro país. Resulta que un Tratado que engloba la mayor parte de los sectores económicos podría generar en las próximas décadas 400.000 nuevos puestos de trabajo en la UE. Aparte de las consecuencias en cuanto a nuevas regulaciones para los trabajadores, se antojan pocas expectativas laborales nuevas. ¿Sólo cuatrocientos mil? ¡Es una previsión oficial! ¿Tanto tratado para tan poco beneficio laboral y social? ¿Quién va a engordar entonces, zampándose las estupendas macro-magnitudes del Tratado? El conjunto de la ciudadanía, no. Nosotros tampoco.


El sector agroalimentario es una parte pequeña dentro del conjunto de las negociaciones, pero esencial y estratégico para la ciudadanía pues está en riesgo la calidad y seguridad de nuestra alimentación diaria, están en juego un modelo alimentario y agrario sostenibles y de carácter social,  la preservación del medio ambiente y rural, nuestra propia capacidad de decisión y por lo tanto el objetivo de soberanía alimentaria.


El sector agrario y alimentario resulta estratégico también por ser la nueva burbuja especulativa y depredadora de los grandes fondos de inversión, las grandes cadenas de distribución alimentaria y las multinacionales agroexportadoras y biotecnológicas, que presionan a los gobiernos a favor de políticas desregulatorias de los mercados mundiales, que les permitan operar a sus anchas, extendiendo su control y dominio absoluto sobre la producción y el comercio de los alimentos. Su presión es feroz a favor de TTIP, del Tratado Transatlántico.


Parece, en medio de la gran opacidad de las negociaciones, que quieren concluir el proceso negociador en el presente año 2015. Y parece que se están negociando en materia agroalimentaria incluso las líneas que responsables comunitarios consideran “líneas rojas”. Es decir aquello que la ciudadanía, de manera ampliamente mayoritaria, no aceptaría… Se está negociando. Por ejemplo, los estándares de seguridad alimentaria europeos, muy superiores a los americanos y que deben constituir una línea de defensa que no se debe traspasar. Pues bien, si se negocian no es para imponérselos a los EEUU sino para acordar mayor “flexibilidad”.


¿Están convencidos acaso los comisarios de la Comisión Europea, los presidentes y ministros del Consejo y los europarlamentarios del Parlamento Europeo, que los ciudadanos de la Unión están deseando que se abran nuestros mercados alimentarios a las carnes hormonadas con anabolizantes autorizadas en EE.UU.? ¿O a los productos lácteos elaborados con leche producida con la inyección a las vacas de la hormona rBST, para multiplicar la producción, como se hace en América? ¿O los pollos y otras carnes cloradas, para su higienización? ¿O a la sarta de antibióticos inoculados a los animales,  aquí prohibidos y allí autorizados? ¿O a la entrada de un aluvión de productos transgénicos y la autorización masiva de su producción en Europa, tumbando el principio básico de precaución? ¿Y qué me dicen también del recorte en nuestra normativa higiénico-sanitaria de bienestar animal y de trazabilidad de los alimentos?
¿También desean los ciudadanos europeos que nuestras producciones de calidad diferenciada con Denominaciones de Origen, Indicaciones Geográficas Protegidas, Lábeles de Calidad y otras figuras, no sean reconocidas por EE.UU. y no se respeten sus códigos de calidad, sus normas y sus denominaciones en aquellos mercados, pudiendo fusilarlos a través de simples marcas sin condiciones, ni garantías?


Es decir, los responsables políticos e institucionales de la Unión Europea… ¿consideran que los ciudadanos desean una deriva del modelo alimentario y de producción agraria, al servicio de los intereses mercantilistas y especulativos de multinacionales sin escrúpulos, en lugar de avanzar hacia una mayor calidad, seguridad, y sostenibilidad alimentarias?
¿Qué los ciudadanos se traguen los anabolizantes mientras que un puñado de brokers de fondos de inversión se forran? ¿O quizás van a ser tan falsarios e hipócritas de establecer un doble rasero? Aquí, exigir producciones con los mayores estándares de seguridad y luego sálvese quien pueda en un mercado en el que todo vale.


Este Tratado se tiene que aprobar en el Parlamento Europeo y en cada uno de los 28 parlamentos de los países miembros. Veremos si los parlamentarios responden con su voto a los deseos y necesidades de la ciudadanía o si por el contrario se entregan a otros intereses más poderosos y mucho más beneficiosos, para algunos. En nuestro país se retratarán en el Parlamento, los que ahora tan vehementemente levantan la voz en los innumerables mítines electorales, repartiendo promesas a diestro y siniestro. Vamos a ver, en Bruselas y aquí, qué es lo que cumplen.

Miguel Blanco, Secretario General de COAG

OPINIÓN Pedro Burruezo reflexiona sobre el sistema vacunal: “Vacunas, mentiras y cintas de vídeo”

Lunes 15 de Junio de 2015

Impresionante la que se ha montado con el niño afectado por difteria en Olot. Primero de todo: vayan nuestras oraciones y nuestro soporte emocional a la familia, de todo corazón. Segundo: el juicio mediático a la familia, la criminalización de los padres, es un asunto grave que muestra la decadencia de nuestra sociedad. Tercero: tenemos mucho que decir de la sarta de mentiras que leemos un día sí y otro también en los medios generalistas. Cuarto: la industria farmacéutica se frota las manos. ¿En un futuro habrá que vacunarse para no contraer cáncer, depresión, menopausia, bipolaridad, diabetes, gota, melancolía, resfriados, hemorroides…? Quinto: la mayoría de los padres que no vacunan no son contrarios a la vacunación en ciertos momentos y circunstancias, sino a la vacunación sistemática: las fuerzas “sanitarias” aspiran, realmente, a acabar con toda disidencia con estas campañas en las que se pretende confundir a la población. Algunos gobernantes amenazan con multiplicar las vacunaciones y hacerlas completamente obligatorias.
Hace tiempo, vi una película muy interesante, “Twingo”. Se la recomiendo a todo el mundo. Una familia de cristianos evangelistas (no recuerdo de qué rama) iba a un lugar de Australia, como tantos otros miles de familias, a pasar un fin de semana en la Naturaleza. El bebé de la familia desaparece de la tienda de acampada. El juicio paralelo de la prensa es atroz. Les acusan de no sé sabe cuántas cosas. ¿Por qué? Son diferentes.

Tengo que decir que pocas cosas me unen a los cristianos evangelistas, por si alguien tiene alguna duda/sospecha al respecto. Al final, se descubre que un twingo, un cánido parecido al coyote, había raptado al bebé para comérselo en un momento de descuido. Los aborígenes ya lo sabían. Lo habían sufrido en alguna ocasión. Pero la sentencia ya había sido tomada. Decenas de artículos en los media blasfemaban y calumniaban con total impunidad. Y la población… preparada para el linchamiento físico y moral.

Lo de Olot es diferente, pero el juicio paralelo es idéntico. No está de más recordar que en la sección de Sociedad de la mayoría de diarios y medios no hay especialistas de nada. La precariedad por la que pasan los medios hace que muchos estudiantes de Periodismo se atrevan a escribir sobre temas de los que no tienen ni la menor idea. Para colmo, el verdadero periodismo de investigación ha desaparecido completamente, pues requiere de presupuestos que los rotativos no pueden pagar. Así las cosas, la industria farmacéutica y el Sistema (sanitario) pasan sus comunicados a los medios, que estos reproducen sin ningún escrúpulo.

El caso de Olot le sirve al Estado para justificar el sistema vacunal actual, a pesar de sus múltiples efectos secundarios y de su documentadísima iatrogenia. Aquí pueden consultar la web de la Asociación de Afectados por las Vacunas. Es sólo una parte de toda la iatrogenia planetaria relacionada con los sistemas vacunales. (pinchar aquí)

Una vez más, la mejor forma de inculcar algo a las masas es la propagación del miedo. Los medios se basan en textos, informes, entrevistas a personas con una muy estudiada ideología provacunal, cuando no se trata directamente de científicos a sueldo de las mismas industrias que fabrican las dosis y/o de las propias instituciones que perpetúan el actual status quo. Las informaciones no se contrastan. No hay disidencia. Y, para colmo, ni la ciencia es neutral, ni la tecnología es completamente inocua ni nadie tiene por qué pagar el precio de un progreso que beneficia, por encima de todo, a unas élites capitalistas que operan desde la sombra.
EFECTOS IATROGÉNICOS

Nadie habla en estos días de los efectos iatrogénicos del sistema vacunal. Se trata, en efecto, de presentar a los contrarios a las vacunas como personas desinformadas, antisistema, ignorantes… En realidad, es todo lo contrario. No es verdad que la gente que decide no vacunar a sus hijos sea gente “desinformada”. Al contrario, son gente muy informada. Los “desinformados” son los que acatan las decisiones del sistema vacunal sin poner en tela de juicio los muchos efectos contraproducentes que puede tener inocular virus a seres cuyo sistema inmunológico no se ha completado totalmente. En muchas ocasiones, quien más sale beneficiado del sistema vacunal son las poderosas industrias farmacéuticas, cuyos lobbys tienen un gran poder, especialmente sobre gobiernos como el del PP, siempre atento a los intereses de las grandes corporacions (farmacia, energía, alimentación...).

La inmensa mayoría de padres que no vacunan a sus hijos no son, en absoluto, “talibanes antivacunas” ni mucho menos. Simplemente, cuestionan el sistema vacunal, estudian los pros y los contras, y optan por la opción con menos riesgos, después de haber consultado varias fuentes, cosa que no hacen muchos media. ¿Cuántos niños han sufrido alguna patología por no haber sido vacunados en España hasta ahora? Que sepamos, sólo el afectado por difteria. ¿Cuántos han sufrido las consecuencias de los efectos secundarios de las vacunas? Muchísimos. Hay una amplia literatura científica al respecto y grupos de ciudadanos que se han asociado para denunciar estos casos y estos despropósitos. También hay periodistas independientes que se han atrevido a luchar contra Goliath para denunciar esas injusticias. Y medios combativos que se atreven a publicar los trabajos de científicos que no están al servicio de ninguna multinacional. Por no hablar del fiasco de la vacuna de la gripe A y la del papiloma, cuestionadas por numerosos estamentos sanitarios que no se caracterizan por su “política antisistema” y que han causado gravísimos problemas de salud a no pocas chicas (la del papiloma).

Tampoco es verdad que la mayoría de enfermedades infecciosas hayan desaparecido por la efectividad de las vacunas. Si los medios generalistas y los periodistas investigaran a fondo este asunto, se darían cuenta de que han sido la higiene y los cambios en las condiciones de vida las que han propiciado que las patologías infecciosas se hayan visto notablemente mermadas en Occidente en las últimas décadas. De la misma manera que no ha sido el flúor en el agua de boca lo que ha luchado mejor contra la caries, sino el hábito de lavarse los dientes y una alimentación más variada y rica en vitaminas. Todo esto lo saben los políticos y los responsables médicos y hay numerosos informes independientes a la disposición de los gestores de la sanidad, pero el lobby farmacéutico sonríe maliciosamente cuando ocurre algo como lo de Olot. Y, entonces, presionan a los medios para que difundan la teoría del miedo y la criminalización de los padres que no vacunan. A más vacunas, más dinero para sus arcas.
Pero el objetivo principal no es ganar cuatro euros más: sino eliminar toda disidencia, toda crítica, presentar al sistema vacunal como el único garante de salud. Es obvio pensar que la persona/empresa que produce algo aspira a venderlo, ¿no? ¿Y si tiene efectos secundarios? ¿De verdad alguien puede creer que la gente que no vacuna a sus hijos son gentes irresponsables que aspiran a que su familia esté más desprotegida que los demás? Xavier Uriarte, de la Liga por la Libertad de Vacunación, ha dicho: “Los pros ya los sabemos y conocemos la información. Hoy hablaremos de los contras que tienen las vacunaciones masivas, como los efectos adversos graves y frecuentes. Vacunar no significa que tengas una protección de grupo, porque las vacunas a lo largo de la historia de las epidemias no han protegido prácticamente de nada, sino que han sido las condiciones de vida y los cambios socioeconómicos los que han marcado que haya unas epidemias u otras, como puede ser cáncer o cardiovasculares en la actualidad. Con el escándalo de la vacuna del papiloma humano, la gripe A, con la de la pulmonía, el Prevenar, que produce más pulmonías y más graves, es increíble que no se reconozcan los efectos adversos y se continúe con las campañas de vacunación sistemática aludiendo toda crítica. Además están intentando poner mercurio de nuevo, cuando ya se había tomado el acuerdo de eliminarlo. Ahora los pediatras alopáticos vuelven a la carga para señalar que, como no hay sustituto, hay que ir metiendo mercurio… que es sumamente dañino”.

Por lo menos, este tipo de afirmaciones deberían hacernos pensar a todos. Las vacunaciones sistemáticas no son 100% inocuas. Consulten, consulten la bibliografía científica al respecto. No son cuatro locos, hippies perroflauteros, sino científicos independientes. Puede ser que sólo un caso, entre un millón, pueda verse afectado por una patología grave como consecuencia de una vacuna… Pero mi hijo no es un número anónimo en una lista anónima.

La mayoría de los padres contrarios a la vacunación sistemática piensan que, cuando hay un riesgo evidente, un caso de foco infeccioso conocido y cercano, es mejor vacunar. Los medios crean talibanes donde no los hay. Recordemos que, no hace mucho tiempo, también los medios señalaban que los pesticidas eran totalmente seguros. Hoy, las evidencias científicas al respecto son aplastantes, pero muchos pesticidas siguen vendiéndose con total impunidad mientras nuestros gobernantes miran hacia otro lado y abren el bolsillo. Además, añadamos que los periodistas insisten en encontrar un perfil concreto de padres contrarios a la vacunación sistemática... Otro mito... Los padres que ponen en cuestión el sistema vacunal actual tienen muchas y diversas procedencias: hay gente que viene del mundo “hippie”; otros, del mundo de la naturopatía; otros son gentes vinculadas a diferentes tradiciones espirituales; están los que han vivido de cerca la iatrogenia del sistema vacunal y “cuando veas las barbas del vecino cortar...”. Incluso hay gente muy introducida dentro del sistema sanitario que conoce lo que se mueve por dentro de ese universo y, a sabiendas de lo que se cuece, toma sus decisiones de forma ajena a la dictadura alopática...
PAPILOMA

La prensa francesa ha publicado recientemente que la Comisión Regional de Indemnizacionesde Accidentes Médicos de Aquitania (Francia) ha reconocido la relación de causalidad de la vacuna del papiloma con daños en el sistema inmune de una chica de 15 años. Así lo hacen Le PointL’Usine Nouvelle o Le Parisien. De ser así, dicha institución se convierte en la primera de Europa en hacer oficiales los daños de esta vacuna (ya conocidos, por otra parte, y mucho más graves en algunos casos). La citada Comisión estaría fomentando el derecho de la joven y su familia a percibir una indemnización por los perjuicios recibidos. También se publica que el abogado de la familia ha interpuesto una demanda por ello. Esto es sólo un ejemplo, denunciado por el periodista Miguel Jara. Hay cientos, miles… de casos en todo el planeta. En muchos casos, en el mal llamado Tercer Mundo, además, se experimenta con seres humanos con total impunidad, como se ha denunciado en diversos informes, películas, novelas… Por supuesto, también hay estudios científicos que no muestran la relación causa efecto entre el sistema vacunal y determinadas reacciones en algunos niños. ¿Quién los encarga? ¿Quién los paga? ¿Quién invita a los periodistas a los congresos? ¿Quién paga los congresos?¿Quién patrocina muchas investigacions universitarias? ¿Quién pone publicidad en los medios? Hay una ciudadanía que está despertando y que quiere saber qué cóme, qué le inocula a sus hijos, cómo se educa, qué respira… No saber nada de todo eso, no enterarse “de nada”, sólo responde a un déficit democrático muy evidente en España y en otros países de nuestro entorno.

El especialista Juan Gérvas (licenciado y doctor en Medicina por la Universidad de Valladolid) ha denunciado: “La iatrogenia es el daño provocado por el médico, y en su sentido general implica que no es evitable. Es decir, se trata de una complicación de una intervención correcta y necesaria. El problema es que en la actualidad el daño procede mayoritariamente de intervenciones innecesarias, que no están justificadas. Por ejemplo, los daños provocados por la determinación del PSA en el "diagnóstico precoz del cáncer de próstata" y las intervenciones consiguientes. Tal determinación carece de fundamento, y no se justifica la iatrogenia, que puede ser incluso muerte, y en otros casos incontinencia urinaria, impotencia, etc. En la actualidad, la iatrogenia es una epidemia que provoca cientos de miles de muertos anuales (400.000 sólo en hospitales y sólo en Estados Unidos), pues cada vez la medicina es más atrevida y arrogante y cada vez los pacientes/poblaciones esperan/exigen más de los médicos. Se junta el hambre con las ganas de comer, y además con los intereses de terceros, como industrias (farmacéuticas, alimentarias, tecnológicas, de gestión y otras), políticos, periodistas, científicos, académicos, etc.”.

¿Todavía les quedan dudas? Pues escuche este mensaje de Carlos Álvarez Dardet, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante. Este experto está protagonizando la recogida de firmas para retirar la vacuna del papiloma. (pinchar aquí)

MERCURIO, VACUNAS, PARÁSITOS

El dióxido de cloro, también llamado MMS, suscita controversias en el sistema sanitario y, al mismo tiempo, elogiosos avalistas entre todo tipo de personas. No se puede patentar y es una substancia con la que no se puede hacer el gran negocio que hacen las farmacéuticas. Se ha probado con gran éxito contra la malaria. Y, según varios testimonios, hay ya 178 niños autistas completamente recuperados. Hablamos recientemente con Andres Kalcker a la espera de que haya más estudios independientes sobre el dióxido de cloro y a la espera, también, de que las autoridades sanitarias dejen de trabajar en pos de los intereses de la gran industria, manipulando la verdad, en vez de trabajar en pos de los intereses de la ciudadanía. Lo que dice sobre las vacunas no tiene desperdicio:“Las altas tasas de autismo son debidas, a mi entender, al hecho de que, cuando un niño tiene alta presencia de parásitos y se le vacuna, esta vacuna dispara su efecto inmunosupresivo; la migración de parásitos se producen y estos parásitos llegan a zonas profundas donde normalmente no tienen acceso. Al mismo tiempo hay una alteración de neuropéptidos y una reducción de la eficacia de los jugos gástricos, que permite que entren más patógenos pasando la barrera del ácido estomacal. Quiero dejar claro que cuando hablo de parásitos no me refiero sólo a nematodos sino a todo tipo de parásito pequeños. Pongamos un ejemplo paralelo. Se considera que uno de los efectos del RoundUp de Monsanto en la salud humana es el alterar el intestino de manera grave. Esto tiene un sinfín de consecuencias en la salud de la persona expuesta, consecuencias que llegan a través de la alteración del equilibrio intestinal por el producto químico. Tanto es así que podemos decir que autismo es un conjunto de diferentes tóxicos, parásitos y vacunas que afectan el sistema nervioso central, el nervio vago y por lo tanto el correcto funcionamiento del sistema simpático y parasimpático. Las madres que usan nuestro protocolo han demostrado irrefutablemente que es una enfermedad recuperable como hemos podido observar en 178 casos recuperados totalmente hasta la fecha”.

COMIDA BASURA

Una reflexión más. La OMS reconoce que el 80% de las enfermedades de la civilización están íntimamente relacionadas con una dieta cargada de productos tóxicos e insalubres. Muchos de esos pseudoalimentos se anuncian a todas horas, y especialmente en horarios infantiles, en todas las cadenas de TV, que obtienen pingües beneficios por ello. ¿Se imaginan ustedes que los medios de comunicación buscaran a padres que dan de comer esos “comestibles” a sus hijos, habiendo, como hay, informes científicos independientes que certifican que son carcinogénicos… para calumniarles a todas horas?¿Quién paga los anuncios de esas cadenas? ¿O que pudiéramos sentar en el banquillo de los acusados a las empresas de alimentos, pesticidas, productos de higiene… de uso habitual entre la infancia, productos cuyo consumo es altamente tóxico y relacionado con todo tipo de enfermedades, algunas mortales? ¿Y qué me dicen de los supuestos héroes mediáticos, deportistas, cantantes, chefs… que muestran sus caras en esos anuncios que publicitan alimentos cargados de disruptores hormonales cuyas consecuencias son devastadoras para la salud humana? ¿Por qué nadie les cuestiona? ¿Por qué los media, tan obsesionados ahora con las vacunas, no ponen en tela de juicio todo eso…?

COMO EN SIRIA

Recientemente, mi calendario de conciertos me llevó a Ankara, donde fui invitado por la embajada española para dar un concierto con mi grupo, Bohemia Camerata trío, en la capital turca, en OPTU, la enorme universidad de la ciudad. Conocí a un diplomático español que había pasado varios años en Siria antes de que empezara el conflicto. Tanto es así que tenía por esposa a una mujer siria, y sus hijos tienen, pues, parte de sangre árabe. El asunto es que, después de charlar con él más de dos horas sobre Siria y su conflicto bélico, sus palabras me trajeron mucha luz para entender el problema: nadie dice toda la verdad allí, todos tienen las manos sucias de sangre y, para colmo, el trabajo de las agencias de inteligencia internacionales es un auténtico peligro. Pues lo mismo pasa con el tema de las vacunas. Los laboratorios, las empresas, los médicos… pocos dicen toda la verdad. Y, por si esto fuera poco, resulta que aparecen ingratos, como Andrew Wakefield, que recibió dinero (55.000 libras) de un bufete de abogados para publicar en The Lancet un texto que mostraba relación causa-efecto entre vacunaciones sistemáticas y el autismo (texto que le serviría al bufete para defender las causas de los padres de niños autistas contra la industria farmacéutica).

También hay santurrones “naturistas” que creen tener toda la verdad en ciertos asuntos y se pasan la vida escuchándose a sí mismos (tienen un público tan fiel que son incapaces de toda autocrítica). Con el citado diplomático español en Oriente Medio, uno de los temas que salió a la luz era el cómo tanta gente se atrevía a escribir sin saber nada del asunto sirio.

Pues en el tema de las vacunas también pasa exactamente lo mismo. Cualquier articulista recoge dos datos de Internet, pica allí, pica allá, y hala, a publicar en medios de gran poder de convocatoria. Más confusión… Todo el mundo, de alguna forma, miente, o no dice toda la verdad. Y de la sobreexposición a fármacos, vacunas… también es responsable una buena parte de la ciudadanía, cómplice del éxito de la desinformación del miedo. Volvemos al citado Juan Gérvas, que ha dicho en respuesta a una pregunta de The Ecologist: “Se deduce de mis respuestas previas que el ciudadano tiene grandes posibilidades de evitar la iatrogenia si evita el contacto innecesario con el sistema sanitario. Tenemos (mi esposa Mercedes Pérez Fernández, también médico, y yo) publicados cientos de artículos en revistas científicas que podrían ayudar al ciudadano interesado, muchos de acceso gratis en la página del Equipo CESCA (www.equipocesca.org) pero también hemos publicado dos libros para los lectores interesados, Sano y salvo (libre de intervenciones médicas innecesarias) y La expropiación de la salud. El resumen es tener sentido común y no esperar más del sistema sanitario de lo que puede ofrecer. La salud no depende de los médicos sino de uno mismo y de la sociedad en que vive (democracia, distribución justa de la riqueza, suministro/depuración de agua, educación, trabajo, vivienda, justicia, etc). La intervención médica es esencial en algunos casos específicos, como vacuna contra la poliomielitis, intervención de catarata, tratamiento de la apendicitis, uso correcto de antibióticos en la neumonía, escucha terapéutica en la depresión leve-moderada, etc. Los ciudadanos no pueden aspirar a la juventud eterna, y tienen que disfrutar del grado de salud que tengan. Las expectativas excesivas de los ciudadanos justifican las intervenciones excesivas y dañinas de los médicos”. 

EL RIESGO DE ESTAR VIVO

Aceptémoslo: estar vivo significa asumir riesgos. La posibilidad de que el niño no vacunado contrajera la difteria era realmente remotísima. Pero existía. Menos remotas son las posibilidades de que los efectos iatrogénicos de las vacunas afecten a la salud de nuestros hijos. Que cada uno se informe y opte, en cada caso, según cada situación, por la opción que cada cual crea más oportuna. Ahora bien, si usted pretende estar bien informado para tomar decisiones siguiendo los medios de “desinformación” de masas… esa no es la opción más adecuada. Consulte a los expertos independientes, consulte más de una fuente, busque información contrastada y no lo que escriben los becarios de los rotativos generalistas. Lea, hable con expertos, no se conforme con lo que le diga el vecino, según lo escuchado en La 1 o en Telecinco. Y tenga en cuenta que estar vivo significa asumir eventualidades. El riesgo 0 no existe.

Para finalizar, recuerden siempre que: “En el teatro mundial de los medios audiovisuales y los demás… nada es lo que parece”. El 80% de la información que gira en torno al planeta está controlado por cuatro agencias, cuyos inversores, a su vez, lo son también en grandes industrias farmacéuticas, agroalimentarias, armamentísticas, energéticas, financieras…

Nuestras oraciones, nuestra energía, nuestras buenas intenciones… están dirigidas estos días hacia Olot, para que el niño afectado por difteria consiga recuperarse pronto y que la enfermedad no deje secuelas en su organismo. Esperando, además, que esa “desgracia” no sirva para que nadie, sea cual sea su color político, su ideología, saque beneficio de este asunto…

Por cierto, los políticos que en estos días defienden con tanta ansia la imposición de las vacunaciones sistemáticas, preocupados por el asunto del niño de Olot, ¿por qué no se preocupan también por el hecho de que sus leyes dejan a tantos niños enfermos indefensos, por ejemplo, con los escasos recursos dedicados a la Ley de Dependencia y tantas otras leyes injustas y vergonzosas? ¿Sinceramente les preocupa el dolor ajeno? ¿O es todo una gran comedia? Algunos, incluso, ni siquiera pasaron por ninguna academia de interpretación… Que cada uno extraiga sus propias conclusiones…

Pedro Burruezo es director de The Ecologist, asesor de BioCultura, hortelano orgánico y músico y compositor

Javier Álvarez: “Místicos, artistas y enfermos mentales son muy proclives a la hiperia”

Es médico psiquiatra con 39 años de ejercicio en el Sistema Nacional de Salud. Nació en 1950, en Ponferrada, en 1973 se licenció como médico y en 1976, tras tres años de formación en el Dptº de Psiquiatría de la Cátedra de Psiquiatría de Santiago de Compostela, obtuvo el Título de Especialista en Psiquiatría. Desde entonces, y hasta junio de 2008, ha desarrollado su ejercicio profesional como psiquiatra clínico en el Complejo Asistencial Universitario de León. Desde esa fecha fue nombrado Jefe del Servicio de Psiquiatría de dicho Hospital, siendo ahora su trabajo más de gestión que clínico”.

Este psiquiatra habla de cosas que tienen mucho sentido común. Y su concepto “desmedicalizar” a los pacientes está calando hondo. Esta entrevista no tiene desperdicio, especialmente cuando se refiere a la hiperia…

LA HIPERIA Y LOS MÍSTICOS

-¿Cómo definiría exactamente la hiperia?

-Como una función cognitiva de nuestro cerebro mediante la cual, y por medio de la activación de un numeroso grupo de neuronas a la vez, accedemos a vivencias extraordinarias que se caracterizan por ser: repentinas, muy intensas, automáticas y que se acompañan, además, de sensación de clarividencia y casi siempre también de convicción telepática. Para entender mejor de qué tipo de vivencias hablamos sirve de ejemplo el déjà vu, esa convicción repentina y automática de que el instante que estamos viviendo en un momento determinado ha sido vivido ya de forma exactamente igual en el pasado. Es una vivencia que prácticamente hemos experimentado todos.

-¿Por qué compara una depresión melancólica o el trastorno bipolar con la noche del espíritu de San Juan de la Cruz?

-Porque leyendo las obras de este místico del Siglo de Oro español se comprueba que en ellas describe con todo lujo de detalles las dos fases que conforman el trastorno bipolar, a saber: la fase de depresión melancólica y la fase de exaltación maníaca. La descripción que hace este monje carmelita, tanto de la fase depresiva como de la fase de exaltación gozosa, es tan detallada y precisa que uno no puede por menos que pensar que está narrando las vivencias que él mismo ha experimentado. Pero el no las interpreta como patológicas sino como pruebas purificadoras y éxtasis religiosos que le envía Dios.
EPILEPSIA E HIPERIA

-¿Cuántas clases de epilepsias hay?

-Simplificando mucho se pueden resumir en: ataques epilépticos generalizados y ataques epilépticos parciales. Nos interesan los segundos porque en ellos la conciencia está conservada y es precisamente durante esos ataques epilépticos parciales cuando aparecen en nuestra conciencia las vivencias hipéricas, como por ejemplo: el déjà vu que acabamos de describir… pero también alucinaciones o visiones y audiciones que los demás no perciben, súbitas convicciones irrefutables, como, por ejemplo, la creencia absoluta y repentina de que soy un elegido y profeta de Dios, o aparecen ataques súbitos de melancolía junto con los contarios de éxtasis gozoso sin causa alguna que explique esos repentinos y bruscos cambios de humor. Los neurólogos interpretan esas vivencias como ataques epilépticos parciales y los psiquiatras las interpretan como síntomas de diferentes trastornos psiquiátricos. En cambio los místicos las interpretan como señales divinas y la hiperia lassinterpreta como manifestaciones cognitivas de nuestro cerebro, o sea, como intuiciones clarividentes de nuestra mente.

-¿Por qué esta clase de enfermedades suelen empezar siempre en la juventud?

-Porque la hiperia, como todas las demás funciones cognitivas (aprendizaje, memoria, inteligencia matemática o musical, capacidad motora, etc.), alcanza su máximo desarrollo hacia los 16-18 años para luego ir debilitándose progresivamente a lo largo de la vida.

-¿Qué relación hay entre místicos, artistas y enfermos mentales?

-Que todos ellos son muy proclives a la hiperia, es decir, todos ellos tienen una fuerte predisposición hereditaria a experimentar esos fenómenos hipéricos de los han dejado constancia en sus escritos. Todos tenemos un cierto grado de predisposición hereditaria para la hiperia pero esta tendencia es mucho más marcada en místicos, artistas y enfermos mentales.

SOBREDIAGNOSTICACIÓN

-¿Crees que en nuestra sociedad actual hay un abuso de diagnósticos psiquiátricos? ¿Por qué?

-Sí, mucho. Me atrevería a decir que muchísimo: no es lógico que la mitad de los norteamericanos sean diagnosticados de un trastorno psiquiátrico, tasas que son ya prácticamente iguales en todos los países occidentales. Es incomprensible y absurdo que hayamos llegado a una situación en la que cada dos personas sea diagnosticada de enfermo mental. No hay razones ni científicas ni clínicas que justifiquen ese número de diagnósticos.

-¿Hay también un uso excesivo de psicofármacos para todo tipo de enfermedades mentales y trastornos?

-Sí, claro. Lógicamente el abuso de diagnósticos que referíamos antes se traduce en un abuso similar del empleo de psicofármacos. Los actuales manuales diagnósticos (DSM-5 y CIE-10) han flexibilizados enormemente los criterios que permiten hacer un diagnóstico psiquiátrico con lo que ahora prácticamente cualquier variedad de comportamiento puede etiquetarse como un trastorno psiquiátrico que requiere tratamiento con psicofármacos, tratamiento que en muchísimos casos se recomienda que sea para toda la vida sin que haya argumentos científicos que justifiquen esos tratamientos indefinidos.

-¿Qué tipo de terapia alternativa aconsejaría a un enfermo mental?

-Cualquier tipo de terapia que promueva el desarrollo integral de la persona, es decir, cualquier técnica que contemple al ser humano, no como compuesto de cuerpo y mente por separado, sino que lo conciban como un todo indivisible y que, por tanto, tiene que ser abordado mediante herramientas dirigidas a la globalidad de la persona: estilo de vida natural con alimentación y ejercicio físico equilibrados, contacto armónico con la naturaleza, meditación y otras técnicas encaminadas a promover nuestra vida interior, etc.

DESMEDICALIZANDO

-¿Cómo se empieza la desmedicalización de un enfermo?

-Haciendo una evaluación psiquiátrica completa la cual permite decidir si se puede ir disminuyendo el suministro de los psicofármacos. Esa retirada gradual de los medicamentos ha de acompañarse de un soporte del paciente a fin de que pueda ir comprendiendo los conflictos emocionales que generaron la supuesta enfermedad mental. En muchos casos es posible retirar la medicación por completo y conseguir que el sujeto asimile lo que hasta entonces era una “etiqueta psiquiátrica” no como una enfermedad, sino como una parte de sí mismo que no había sido capaz de aceptar y manejar adecuadamente.

-¿Qué síntomas favorables acontecen en el enfermo cuando se empieza un tratamiento de desmedicalización?

-En primer lugar, desaparecen los afectos de sedación, cansancio e intensa falta de motivación que producen los psicofármacos. La segunda fase de mejoría consiste en esa aceptación e integración de problemas emocionales y psíquicos que hasta entonces le habían resultado intolerables, lo cual en gran medida era debido al estigma, sufrimiento y autodesvalorización que estaban provocando en él el diagnóstico de enfermo mental y la medicación, que anulaba su capacidad de tomar decisiones y de actuar en consecuencia.

EXPLICANDO A LOS FAMILIARES

-¿Cómo le explicaria al familiar de un enfermo mental que lo que tiene éste no es una patología sino fases de clarividencia?

-De la misma manera que se le explica al “enfermo mental”. Los familiares se encuentran en este terreno tan perdidos y desinformados como los propios “afectados”. Y como ellos, sufren enormemente con situaciones psiquiátricas que nunca acaban de resolverse sino que se prolongan de por vida.

-¿Por qué es tan necesaria la desmedicalización de miles y miles de pseudoenfermos mentales?

-Para que puedan volver a ser personas autónomas como las demás.

-¿Qué dicen otros psiquiatras de sus teorías y de abogar por la desmedicalización?

- Pues la verdad… ¡no dicen nada! Excepto unos pocos psiquiatras extranjeros —algún italiano, francés, belga, argentino, norteamerticano o un grupo de doce o trece psiquiatras japoneses que próximamente viajará a león para conocer el Servicio de Psiquiatría que dirijo— los demás, es decir, los españoles están callados como muertos. Intuyo lo que puede significar ese silencio pero lo que es decir… ¡ellos no dicen nada! ¡Al menos hasta ahora!

-¿Hay algunas plantas medicinales que pueden ayudar en los procesos de desmedicalización?

-Le confieso que mi desconocimiento sobre esa materia es absoluto. Esa pregunta debería hacérsela, por ejemplo, a mi buen amigo Josep Pàmies, quien lleva tantos años luchando por una medicina basada en remedios naturales. Luchando y sufriendo afrentas y persecuciones por parte de los diferentes poderes públicos.

UNA SOCIEDAD LOCA
TARADOS POR EL PLACER

-¿Por qué nuestra sociedad está tan loca?

-Porque se ha instaurado un sistema en el que el único valor parece ser el consumo de placeres corporales, habiéndose perdido el concepto de persona como ser que forma una unidad armoniosa con el resto del Cosmos. Quiero creer, y esa es mi esperanza, que los individuos se resisten a esta pérdida de valores. Pero el grupo, que siempre es más que la suma de los individuos que lo componen, ha llevado a la sociedad occidental por esos derroteros. Afortunadamente se vislumbran ya esperanzadoras señales de cambio.

Sara B. Peña

NUEVA PSIQUIATRÍA

MIRANDO LA PSIQUIATRÍA DESDE OTRO PUNTO DE VISTA

Se trata de una página web que se ha ido elaborando a lo largo de ocho años y que actualmente está inmersa en un movimiento de cambio y/orenovación del modelo de asistencia psiquiátrica. El nuevo enfoque propuesto pretende eliminar las principales insuficiencias del actual modelo asistencial: 1º. Abuso de diagnósticos (el 50% de la población USA tendrá al menos un diagnóstico psiquiátrico en su vida); 2º. Uso excesivo de psicofámacos con tratamientos de por vida para el trastorno bipolar y para el trastorno esquizofrénico sin razones que lo justifiquen.


A lo largo de los últimos diecisiete años el autor ha ido publicando libros y artículos en revistas neurocientíficas internacionales, en los que se preconiza una hipótesis innovadora respecto a la naturaleza e interpretación de variadas manifestaciones psíquicas. Esta bibliografía constituye el fundamento teórico de dicha hipótesis, a la que denominamos hiperia.

La hiperia es una función cerebral en la que, merced al encendido de un gran número de neuronas a la vez (automatismosmentales), aparecen en la conciencia una serie de vivencias psíquicas, las cuales se presentan siempre con las mismas características fenomenológicas: son repentinas, automáticas y muy intensas. Estas sincronías implican un corte brusco del normal discurrir de la conciencia que, quedando de pronto fuera del control de la voluntad, permite la irrupción de una penetrante vivencia pasiva que es experimentada siempre por el sujeto como algo extraordinario que le llena de asombro y extrañeza.


Hasta el presente estas vivencias psíquicas vienen siendo catalogadas, bien como síntomas de crisis epilépticas parciales, o bien como síntomas de diferentes trastornos psiquiátricos. Por el contrario, la hipótesis de la hiperia las considera normales, ya que son la expresión de una función cognitiva de nuestro cerebro, la cual todos poseemos en mayor o menor grado y que es la encargada del conocimiento intuitivo y/o telepático.


Esta nueva interpretación de lo que hasta hoy se consideraban manifestaciones psíquicas patológicas supone un cambio muy importante de toda la psiquiatría: en primer lugar en cuanto a la clasificación y al diagnóstico de los trastornos psiquiátricos, pero sobre todo respecto al enfoque terapéutico que hay que dar a estas vivencias psíquicas. De ahí la denominación de Nuevapsiquiatría. 
Esta nueva concepción, además, puede arrojar alguna luz sobre las insuficiencias y contradicciones que presenta la psiquiatría actual, las cuales no sólo lla an una y otra vez la atención de los psiquiatras con experiencia clínica, sino que incluso sorprenden a los médicos jóvenes que se inician en el estudio de dicha especialidad médica.