miércoles, 11 de noviembre de 2015

Descubren que hinchazón abdominal no la producen los gases sino los músculos

EFE Barcelona 15 ene 2015
Los investigadores del VHIR observaron hace más de cinco años este cambio
muscular. EFE/Archivo  
Investigadores del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) han demostrado que la distensión abdominal puede evitarse corrigiendo la respiración y la postura, ya que está causada por una serie de movimientos musculares y no por gases.

El estudio, publicado en la revista "Gastroenterology", cierra la última fase de los 15 años de investigación que han sido necesarios para demostrar que detrás de la hinchazón del vientre no están ni los gases, ni el contenido del abdomen.

Para llevar a cabo la última etapa de la investigación, el equipo del VHIR hizo un estudio prospectivo con 45 pacientes con enfermedades funcionales intestinales y episodios de distensión abdominal, que habían acudido al hospital en diferentes momentos con hinchazón y sin ningún síntoma.

"Tras un TAC abdominal, para ver la forma del abdomen, y una electromiografía, para comprobar la actividad muscular, vimos que los pacientes con distensión desencadenan una maniobra que empieza con un hinchazón del tórax y conduce a una bajada del diafragma y una protusión de la pared abdominal anterior", ha explicado el doctor Fernando Azpiroz, líder de la investigación.

Al constatar que se trataba de un problema muscular, los investigadores impartieron a los pacientes entre una y tres sesiones de formación en las que les enseñaron a revertir la situación, relajando los intercostales y el diafragma, y contrayendo la pared abdominal anterior.

Como resultado, los pacientes lograron eliminar la hinchazón del vientre, reduciendo la actividad de los músculos intercostales y el diafragma.

Tanto para el diagnóstico como para las sesiones de formación, el investigador del VHIR ha explicado que usaron "un sistema muy sofisticado, preciso y costoso", con el que pudieron seguir todas las variables, y los pacientes ver la reacción de sus músculos.

Azpiroz ha puntualizado que, además de la necesidad de confirmar el ensayo en una muestra mayor de pacientes, todavía queda trabajo por hacer para validar el sistema, simplificarlo y poder trasladarlo a la práctica clínica.

"En cualquier caso -ha añadido el doctor- el tratamiento experimental ha demostrado que la distensión abdominal está bajo control voluntario y se puede revertir".

El hallazgo desvela también por qué los pacientes con hinchazón abdominal suelen sentir que les falta el aire, ya que tienen el tórax oprimido y eso les dificulta la respiración.

La distensión abdominal es uno de los principales síntomas de las enfermedades funcionales del intestino, como el intestino irritable, la pesadez abdominal y la dispepsia funcional, y está detrás de cerca del 40 % de las consultas en gastroenterología.

Los investigadores del VHIR observaron hace más de cinco años este cambio muscular, después de comprobar que en los pacientes con distensión, tanto el volumen de gas en el intestino como el volumen total de las vísceras en la cavidad abdominal presentan un aumento pequeño que por sí solo no justifica la distensión.

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