miércoles, 15 de julio de 2015

Científicos dan la alarma sobre la contaminación electromagnética

Mientras se sucede la contienda entre científicos y organismos, se está imponiendo el acceso a las nuevas tecnologías en las escuelas y centros de secundaria, a veces incluso de infantil mayoritariamente a través de conexiones inalámbricas -wifis, pizarras digitales conectadas al wifi...- como herramienta escolar cotidiana para los niños en lugar de cableado, inocuo para la salud

MARÍA DEL MAR ROSA MARTÍNEZ El pasado mes de marzo más de doscientos científicos de cuarenta países elevaron un llamamiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a la directora de la OMS, Margaret Chan, alertando a las autoridades de la grave crisis de salud global que supone la proliferación de los campos electromagnéticos provenientes de la telefonía móvil y otros emisores de similar naturaleza (emfscientist.org). En el llamamiento, los científicos solicitan, entre otras cuestiones, que se revisen con urgencia los obsoletos niveles legales de exposición a los que está sometida la población, que el Programa Ambiental de Naciones Unidas desarrolle una evaluación de la situación global para la salud de las personas y del medio ambiente, que se proteja a los niños y a las mujeres embarazadas y que se creen zonas blancas libres de radiación. Según estimaciones oficiales, en el mundo hay ya unos 7.000 millones de teléfonos móviles con sus correspondientes antenas y ya se está sirviendo wifi via satélite.

Hace dos semanas la directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, coincidiendo irónicamente con el Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética (24 junio) ofreció una breve intervención sobre campos electromagnéticos y salud invitada por la Universidad de Murcia. En su exposición, la señora Neira trasladó a los allí presentes que la OMS no encuentra evidencia alguna que permita trazar relaciones entre campos electromagnéticos y efectos negativos para la salud. Eso incluso a pesar de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), organismo de la OMS, clasificó en 2011 los campos electromagnéticos de microondas, los utilizados por la telefonía y tecnologías similares, como «posible carcinogénico en humanos», categoría 2B.

La señora Neira dirigió sus argumentos, curiosamente, a relativizar la declaración de la IARC, simplificando la importancia de esta clasificación. Para ello, en primer lugar, comparó los campos electromagnéticos de este tipo con otros elementos que se incluyen en la misma tabla 2B: gasolina, café, pescado marinado. No tuvo ningún reparo en hacer ese paralelismo salvando el nada despreciable hecho de que mientras vivimos veinticuatro horas de exposición permanente proveniente de múltiples fuentes simultáneas y de efecto combinado (móviles, inalámbricos, antenas, wifis, todo tipo de aparatos smart, hornos microondas, radares y, lo último, prendas y complementos corporales) nadie pasa esas horas al día bebiendo café, comiendo salmón marinado o manipulando gasolina. La importancia de esa comparación fue explicada en sentido inverso, esto es, equiparando los efectos del café y los de CEM al alza, por María Jesús Azanza, catedrática de Magnetobiología ya retirada de la Universidad de Zaragoza, tras la publicación de esta clasificación, especificando cuáles son las similitudes a tener en cuenta del comportamiento celular que estos dos elementos producen.

Como segundo argumento de su intervención, Neira negó que existan vínculos entre campos electromagnéticos de este tipo y cáncer. La declaración de la IARC 2011 menciona explícitamente la relación que existe entre los campos electromagnéticos que utiliza la telefonía móvil y el aumento del riesgo de padecer gliomas (un tipo de tumores cerebrales) y neuroma acústico. Desde 2011 hasta hoy, otros estudios de los mismos científicos considerados entonces por la IARC han confirmado y profundizado en esa relación, solicitando incluso que este tipo de contaminación pase a ser del grupo 1: carcinogénico en humanos. El problema es que, además, numerosos estudios explican que los campos electromagnéticos generados por microondas interaccionan con nuestro organismo dando lugar a múltiples alteraciones físicas y problemas de salud (neurológicos, cardiacos, inmunológicos, cognitivos, reproductivos, electrohipersensibilidad, etc.), algo que también negó Neira.

El mes pasado un Comité de Salud del Gobierno de Canadá revisó su normativa de seguridad electromagnética (Safety Code 6) invitando a que científicos internacionales, miembros de la industria y de otros organismos expusieran sus argumentos. Como resultado, el Comité ha emitido doce recomendaciones en las que sugiere al Gobierno de la nación que revise de manera profunda la normativa, que se mejore la forma de recabar información sobre el cáncer, que se financie investigación pública independiente, que se informe a los ciudadanos, que se proteja a los colectivos vulnerables, que se incluya la electrohipersensibilidad como síndrome físico producido por este tipo de contaminación y se atienda a quienes lo padecen, etc.

Mientras se sucede la contienda entre científicos y organismos, vemos, por ejemplo, cómo en nuestro país se está imponiendo el acceso a las nuevas tecnologías en las escuelas y centros de secundaria, a veces incluso de infantil (véase el caso del Colegio Pasico-Capillo de Lorca) mayoritariamente a través de conexiones inalámbricas, esto es, por medio de wifis, pizarras digitales conectadas al wifi, facilitando el uso inalámbrico de tablets y móviles como herramienta escolar cotidiana para los niños en lugar de realizar esa implantación por medio de cableado, medio totalmente inocuo para la salud.
Una llamada de alerta nos llega de Cataluña: el Consejo Escolar Catalán, en la edición del Congreso del Móvil de Barcelona de este año, mostró su aprobación al uso del móvil como herramienta básica del aula. Y lo hizo en la presentación del programa mEducation y mSchools de este congreso, organizado por la Fundación MWCB en la que participan el ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y la GMSA: la asociación mundial de la Industria de las Telecomunicaciones.

La vacuna contra la gripe contiene 25.000 veces más mercurio que lo permitido en el agua potable

Recientes pruebas de laboratorio realizadas en el Natural News Forense Food Lab, descubrieron que las vacunas contra la gripe estacional, que se venden en prácticamente todo el mundo en estos días, incluso para los bebés pequeños, las mujeres embarazadas y los ancianos, contienen escandalosamente altos niveles de mercurio neurotóxico. No se encontraron frascos de vacuna contra la gripe de ningún lote producido por el gigante farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) que no contengan un mínimo de 51 partes por millón de mercurio, o 25.000 veces el máximo legal para el agua potable establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

Este sorprendente descubrimiento fue hecho con la más avanzada tecnología de la espectrometría de masa con una precisión increíble, llenando el vacío dejado por los organismos reguladores de la nación que no han podido llevar a cabo este tipo de pruebas de seguridad de ellos mismos. Millones de personas son inyectados con vacunas contra la gripe cada año, y la mayoría de ellos no tienen idea de que uno de los metales más tóxicos conocidos por el hombre está siendo implantado directamente en el tejido muscular disminuido.

“El mercurio es una de las sustancias más tóxicas conocidas por la humanidad”, explicó el Dr. David Brownstein, un médico familiar certificada y especialista en medicina holística, en su blog. “Durante más de veinte años, he estado probando que casi todos los pacientes que vienen en mi oficina padecen de la contaminación por metales pesados. He encontrado que más del 80% de mis pacientes, tanto sanos como enfermos, tienen la toxicidad por el mercurio”.

Las mujeres embarazadas, niños pequeños y ancianos en la línea para las inyecciones con mercurio

La presentación de este tipo de datos concreto, lo que contradice la posición oficial del gobierno sobre las vacunas, ha provocado muchos ataques venenosos de los pro-vacunas enojados que insisten en que el mercurio es completamente seguro. Esto sea porque dicen, que el mercurio ya no se añade a las vacunas, una mentira detestable que continúa perjudicando a los más vulnerables entre nosotros, incluyendo a los niños inocentes.

Usted puede ver por sí mismo en el encarte oficial fármaco para FluLaval, la vacuna contra la gripe evaluadas por Natural News, que la vacuna en efecto, contiene mercurio. La siguiente cita es tomada directamente de RxList.comel llamado “índice de drogas en Internet”, demostrando que las vacunas contra la gripe contienen mercurio agregado en forma de timerosal:

“El timerosal, un derivado del mercurio, se añade como conservante. Cada dosis de 0,5 ml contiene 50 mcg [microgramos] timerosal ([menos] 25 mcg de mercurio). Cada dosis de 0.5 ml también puede contener cantidades residuales de ovoalbúmina ([menos que o igual a] 0,3 mcg), formaldehído ([menos de o igual a] 25 mcg), y desoxicolato de sodio ([menos de] 50 mcg)”

Y sin embargo, aun con todos estos contaminantes añadidos, las mujeres embarazadas, los ancianos y niños son empujados para ser vacunados todos los años por las autoridades sanitarias. No importa que cada uno de estos ingredientes es una neurotoxina conocida, por no mencionar el hecho de que el formaldehído es una causa conocida de cáncer – continúan animando a las pesonas a obtener sus vacunas contra la gripe, ya que el gobierno dice que son buenas para usted!

El doble estándar de mercurio sigue asolando la salud pública

La ironía de todo esto es que ahora el gobierno admite que el mercurio es tóxico, por lo menos cuando se trata de otras fuentes. El gobierno de Obama, como se informó recientemente, está en una cruzada para cerrar todas las centrales de carbón, utilizando la excusa de que estallan grandes cantidades de mercurio a la atmósfera. Y las advertencias oficiales gubernamentales dicen a las mujeres embarazadas deben evitar el mercurio de las conservas de atún.

Pero ¿qué pasa con el mercurio que todavía se utiliza en las vacunas y empastes dentales? ¿Por qué es la exposición al mercurio de estas fuentes completamente segura, de acuerdo con el gobierno, pero el mercurio en los alimentos y las chimeneas se debe evitar?

Lea aquí el original de NaturalNews