miércoles, 7 de octubre de 2015

España se consolida como bastión de los transgénicos tras prohibir la mayoría de la UE su cultivo

  • Hasta 19 estados han enviado las restricciones legales a la Comisión para que informen a los dueños de las patentes de semillas modificadas genéticamente
  • "Es más un brindis al sol porque gran parte del maíz modificado que se cultiva en Europa se planta en España", analiza el bioquímico José Miguel Mulet
  • Es una "señal evidente de que estos cultivos y las empresas que los comercializan no son bienvenidos", dice la organización Amigos de la Tierra
Raúl Rejón 06/10/2015
Una plantación de maíz.  
La mayoría de los países de la Unión Europea ha decidido no permitir el cultivo de plantas transgénicas en sus territorios. España no es uno de ellos. 19 –de 28– estados han dado a conocer a la Comisión esta restricción antes del límite legal que expiró el 3 de octubre. El Gobierno español no ha remitido ninguna comunicación oficial por lo que la siembra del maíz modificado genéticamente (OMG) sigue vigente.

"Es más un brindis al sol sin mucha trascendencia práctica", analiza el profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet, ya que "la mayoría de lo que se planta en Europa se planta en España por motivos de la plaga del taladro". Y aquí la situación seguirá como hasta ahora. Acompañan a España en el club de territorios pro-transgénicos Portugal, República Checa, Eslovaquia, Irlanda y Rumanía –que sí cultivan este maíz– además de otros como Finlandia o Estonia –con clima poco propicio para este producto–. Para la directora de la organización Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, la batería de peticiones para prohibir los OMG "constituye toda una avalancha. Nunca ha habido una señal tan evidente de que los cultivos y alimentos transgénicos y las empresas que los comercializan no son bienvenidos".

El uso de plantas con genes manipulados en el laboratorio es defendida por diversos científicos con respecto a la seguridad de su composición bioquímica (la estructura del maíz) pero ha generado polémica porque su cultivo implica la utilización de de agrotóxicos contra las plagas considerados dañinos para la salud (como el glifosato). También existe una oposición por las grandes extensiones de tierra dedicadas al monocultivo de variedades transgénicas solo al alcance de grandes agricultores (en detrimento de productores locales).

Las decisiones de estos países deben ser enviadas ahora, según la legislación europea, a las empresas dueñas de las patentes de semillas modificadas, como Montsanto o Pioneer, que tienen reconocido el derecho de recurrir estas prohibiciones. Actualmente, la única variedad permitida para cultivar en la Unión Europea es el llamado maíz GM. Entre los países que han optado por no admitir esta planta en sus campos están Francia, Países Bajos, Grecia, Polonia, Italia, Lituania, Austria, Croacia, Chipre, Letonia, Dinamarca, Bulgaria, Hungría, Eslovenia, Luxemburgo y Malta. Alemania también ha solicitado la restricción aunque permitirá la investigación. En Suecia no hay una posición a favor o en contra general sino que cada uso de OMG se evalúa individualmente.

¿Qué países de la Unión Europea prohíben los transgénicos?

Fuente: Comisión Europea | Gráfico: Belén Picazo

Se da la circunstancia de que en Gran Bretaña, los gobiernos de Escocia y Gales han decidido no permitir el maíz transgénico mientras que en Inglaterra sí se cultivará. De igual manera, en Bélgica, la zona francófona de Valonia ha prohibido los OMG pero no así la flamenca –el creador de la primera planta transgénica fue el belga flamenco Marc van Montagu–. De esta manera, se crearán zonas geográficas anexas que tendrán cultivos de una variedad y de la otra. "No es fácil pero es posible mantener un territorio sin transgénicos aunque los colindantes sí tengan", analiza Blanca Ruibal de Amigos de la Tierra. "En realidad es una situación que ya tenemos ahora con países que de facto no han dejado plantar los OMG", como Francia respecto a España. Ruibal recuerda que mantener dos líneas de producción de cereal (una modificada y la otra no) es "evidentemente más costoso" para el sector.

Lista de variedades pendientes

Para esta organización, la directiva europea acelerará la autorización administrativa de más variedades de organismos modificados genéticamente ya que los países que se han mostrado contrarios tendrán la vía de escape de impedir la siembra en sus territorios. Hay una lista de "nuevos transgénicos pendientes" de recibir el visto bueno de la Unión Europea, advierten. Hasta ahora, los estados debían recurrir a una "moratoria" para impedir que los agricultores sembraran estas semillas que habían sido legalizadas a escala europea.

La "realidad es que se rompe un consenso en Europa", protesta Mulet. El investigador recuerda que "a día de hoy, la Unión Europea solo permite el cultivo de un tipo de maíz pero sí se pueden importar hasta más de 50 variedades [son 58] de OMG entre maíz, algodón, soja y colza. Yo me doy cuenta de que a los consumidores les da un poco igual. De hecho existe una menor presión por parte de los ecologistas en contra de estos productos y ahora salen los políticos con estas...".

No coinciden en Amigos de la Tierra que, ante el puzzle del maíz modificado en Europa, analizan que "esta nueva situación está pidiendo a gritos una normativa de etiquetado que permita a las personas consumidoras saber si lo que comen tiene o no transgénicos"

Rechazo histórico a los cultivos transgénicos en la Unión Europea

Por Medios CC/CL - 06/10/2015

España cada vez más al margen

Greenpeace | El Salmón contracorriente |5 de octubre de 2015

Ante el rechazo histórico que se ha producido a los cultivos transgénicos en la UE bajo la nueva legislación comunitaria, Greenpeace ha celebrado este momento y ha animado a las comunidades autónomas españolas a que hagan lo mismo, solicitando la prohibición de transgénicos en sus territorios, hasta que no se rechacen por completo también en toda España.
Greenpeace España  
Greenpeace anima también a que los partidos políticos contemplen la prohibición total de los cultivos transgénicos en sus programas electorales, de cara a las próximas elecciones generales.Y es que mientras la desconfianza respecto los OMG (Organismos Modificados Genéticamente) en la UE crece y al menos 15 países quieren prohibirlos, España sigue cada vez más al margen de esta corriente.

Hasta el momento, once países de la UE (Austria, Croacia, Francia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, los Países Bajos, Polonia, Alemania y Chipre) y cuatro administraciones regionales (Valonia, Bélgica y Escocia, Gales e Irlanda del Norte, en el Reino Unido) han notificado formalmente a la Comisión su intención de prohibir los cultivos transgénicos bajo las nuevas normas de la UE [1]. Las declaraciones de los gobiernos a los medios de comunicación apuntan a que también lo harán otros cuatro países (Bulgaria, Dinamarca, Italia y Eslovenia) y otras tres administraciones regionales [2].

Esto eleva el número total de países que ya han declarado su intención de poner en marcha la prohibición de los cultivos transgénicos a 15 – más cuatro regiones – que representan el 65% de la población de la UE y el 66,2% de su superficie agrícola. Se espera que otros países y regiones sigan su ejemplo a medida que la fecha límite se acerca.

Las prohibiciones hasta ahora notificadas no se aplican sólo al único transgénico actualmente aprobado para cultivo en la UE, el maíz insecticida de Monsanto, conocido como MON810, sino también a los siete cultivos transgénicos a la espera de aprobación por parte de la Comisión [3]. Todos son maíces transgénicos [4].

“Al menos la mitad de los gobiernos de la UE están rechazando el impulso de la Comisión para que se aprueben nuevos cultivos transgénicos. Estos países no confían en las evaluaciones de riesgo de la UE y actúan para proteger su agricultura y alimentación. Sólo la Comisión puede restaurar la confianza en el sistema de la UE y puede hacerlo pulsando el botón de pausa para las nuevas solicitudes de autorización de cultivos transgénicos o bien reformando con urgencia las evaluaciones de riesgo y el sistema de autorización”, ha afirmado Franziska Achterberg, directora de Política Alimentaria de la UE de Greenpeace.

En julio de 2014, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que la Comisión no debe forzar la autorización de cultivos transgénicos cuando existe en su contra una mayoría de países de la UE [5]. La Comisión está aún por entregar una propuesta legislativa que permita que esto se haga efectivo. Por otro lado, tampoco se puso en marcha un sistema más estricto de evaluación de riesgos de los transgénicos, tal y como fue solicitado por los ministros de medio ambiente de la UE en 2008. Las evaluaciones de riesgos actuales llevadas a cabo por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) también ignoran las normas de la UE en vigor desde 2001 (Directiva 2001/18) por las que se exigen estudios más profundos e independientes sobre los riesgos de los cultivos transgénicos.

EL NÚMERO DE PAÍSES QUE PONEN EN MARCHA SU PROHIBICIÓN REPRESENTAN EL 65% DE LA POBLACIÓN DE LA UE

Ante este escenario España es el único Estado miembro que permite el cultivo de transgénicos a una escala importante (unas 132.000 ha 2014 según las estimaciones del MAGRAMA y unas 83.000 ha según la información de las CCAA) lo que le aleja cada vez más de la tendencia dominante en la UE en esta materia. Sin embargo, comunidades autónomas como el País Vasco, Asturias, Islas Canarias, Islas Baleares y Galicia aprobaron en el pasado resoluciones para prohibir el cultivo de transgénicos y otras, como Cantabria y Castilla y León (la primera productora de maíz de España), siguen sin sembrar este tipo de maíz.

“De cara a las próximas elecciones generales, animamos también a que los partidos políticos incluyan la prohibición de cultivos transgénicos y una apuesta decidida por la agricultura ecológica en sus programas electorales”, ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. Por otra parte ha recordado que“los Estados miembros que permitan el cultivo de transgénicos están obligados a poner en marcha medidas que impidan la contaminación genética transfronteriza” ha concluido.

Notas

[1] Bajo la Directiva (UE) 2015/412, los gobiernos pueden pedir a las empresas de biotecnología cuyos cultivos transgénicos ya han sido autorizados para el cultivo en la UE, o que están pendientes de autorización, que no los comercialicen en sus territorios. Las empresas – Dow, Monsanto, Syngenta y Pioneer – pueden aceptar o rechazar estas cláusulas de exención, sin tener que justificar su respuesta. Los gobiernos también pueden legislar para prohibir individualmente o en grupo cultivos transgénicos aprobados en la UE. Aquí se puede consultar las solicitudes a la Comisión para que se prohíba los cultivos transgénicos en los Estados miembros y regiones.

[2] Bulgaria, Dinamarca, Italia, Eslovenia, Escocia, Gales e Irlanda del Norte anunciaron su intención de enviar la notificación de las prohibiciones nacionales a la Comisión.

[3] Dinamarca ha solicitado solo la prohibición del MON810 y otros tres cultivos transgénicos pendientes de autorización

[4] Las autorizaciones pendientes incluyen el maíz insecticida transgénico de Pioneer, conocido como 1507, cuya aprobación tuvo la oposición de 19 de los 28 países de la UE en febrero de 2014.

[5] Juncker dijo: “no me gustaría que la Comisión tomase una decisión cuando una mayoría de Estados miembros no la ha animado a que lo haga”. Orientaciones políticas para la próxima Comisión Europea (julio de 2014)