EL ECONOMISTA.ES 18/11/2016
Suecia siempre se ha vanagloriado de
ser uno de los países que más recicla del mundo, de hecho, un acto
tan cotidiano como es tirar la basura cuesta dinero, mientras que
reciclar es totalmente gratis. Pues bien, Suecia quiere llevar su
ecologismo y cuidado del planeta más allá, y está dispuesta a
plantarle cara al exagerado consumismo que existe en la sociedad
actual. Quiere acabar con el usar y tirar.
La constante concienciación de sus
ciudadanos les ha llevado a ser capaces de reciclar cerca del 99% de
sus desechos, pero no contentos con esto, el actual Gobierno -una
coalición entre el Partido Socialdemócrata y el Partido Verde- ha
propuesto bajar los impuestos de los servicios de reparación de
objetos como frigoríficos, bicicletas o lavadoras para evitar la
generación constante de residuos y tal vez así, de paso, impulsar
la economía del país.
El impuesto para este tipo de
reparaciones estaba situado en el 25%, y bajará hasta el 12%. Así,
zapatos, pantalones, bicicletas y un largo etcétera de productos
tendrá a buen seguro una segunda oportunidad.
Además de la reducción del IVA, los
suecos podrán desgravarse sobre el IRPF la mitad de la mano de obra
pagada para reparar electrodomésticos como neveras, hornos,
lavaplatos y lavadoras, lo que, según destaca The Guardian, podría
reducir el coste de las reparaciones hasta en un 87%.
Según señalo Per Bolund, ministro de
Mercados Financieros y de Defensa del Consumidor y uno de los seis
integrantes del Partido Verde en el gabinete, a la BBC, la "medida
podría bajar sustancialmente el costo y de esa manera convertir la
reparación de bienes en una práctica racionalmente económica".
Bolund ha sido uno de los principales
promotores de los nuevos incentivos. Calcula que la reducción al IVA
bajará los costes de una reparación de 400 coronas suecas hasta
unas 50, suficiente como para estimular la industria de la reparación
en Suecia.
Suecia, un gran gestor de residuos
Suecia ya mantiene el 99% de su basura
doméstica fuera de los vertederos a través del reciclaje o la
incineración. El programa de conversión de residuos en energía del
país convierte más de la mitad de la basura de Suecia en
electricidad.
De hecho, la práctica es tan eficiente
que el país ha podido importar residuos de países como el Reino
Unido, Noruega o Italia. Desde los años 90, las emisiones anuales de
Suecia han disminuido más del 20%.
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