viernes, 21 de octubre de 2016

La contaminación del aire ataca a la fertilidad humana

Una revisión de varios estudios constata que la polución atmosférica disminuye la calidad del esperma e incrementa el riesgo de abortos

Barcelona 8 OCT 2016 -
La contaminación del aire amenaza la perpetuación de la especie. O al menos, la dificulta en gran medida. Más allá de las enfermedades respiratorias o de los tumores de pulmón, cuya vinculación con la mala calidad del aire es de sobra conocida y admitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un grupo de investigadores han constatado que la polución atmosférica también afecta a la fertilidad, tanto femenina como masculina. Médicos del hospital del Mar de Barcelona y de su centro de investigación (IMIM) han hecho dos revisiones de la literatura científica para estudiar el impacto de la exposición a contaminantes sobre la tasa de infertilidad humana y han concluido que la polución del aire reduce la fertilidad e incrementa el riesgo de abortos.

El estudio, encargado por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva y publicado en la revista Fertility and Sterility, alerta de los efectos medioambientales sobre la fertilidad. "En mujeres fértiles, la contaminación reduce la tasa de fertilidad y aumenta el riesgo de aborto y, de la misma manera, en mujeres que recurren a técnicas de fecundación in vitro, el impacto de los contaminantes del aire reduce el número de nacimientos y provoca más abortos", apunta el doctor Miguel Ángel Checa, responsable del estudio y jefe de la sección de reproducción humana del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital del Mar.

En la primera revisión, Checa y su equipo estudiaron el impacto sobre la fertilidad masculina y femenina a través del análisis de varios elementos contaminantes: las partículas finas (PM, en sus siglas en inglés), el dióxido de nitrógeno, el dióxido de sulfuro y el monóxido de carbono. Según el facultativo, la investigación corrobora que las partículas finas —están suspendidas en el aire en estado líquido y sólido y, al inhalarse, pasan a los bronquios (pueden provocar cáncer) y al torrente sanguíneo— generan que, en reproducción asistida, "haya menos recién nacidos vivos y más abortos". Un estudio poblacional de Barcelona encontró relación entre los niveles elevados de PM y la reducción de tasas de embarazo, un resultado similar al encontrado en sendas investigaciones en EE UU y la República Checa.

El dióxido de nitrógeno, por su parte, también "aumenta el riesgo de abortos en reproducción espontánea y fecundación in vitro cuando las pacientes se exponen a altas concentraciones de este gas". El dióxido de sulfuro y el monóxido de carbono, todos procedentes de la combustión de combustibles fósiles, también favorecen el aumento de la tasa de abortos. "En síntesis se reduce el número de recién nacidos vivos en fecundación in vitro, bajan las tasa de implantación embrionaria y aumentan los abortos", concluye Checa.

El dióxido de sulfuro y el monóxido de carbono
 favorecen el aumento de la tasa de abortos

En la segunda revisión, la investigación se centró en la calidad del esperma tras evaluar la exposición a los mismos parámetros de contaminación. "Hemos revisado 17 estudios en los que pacientes sometidos a estos niveles de contaminación tienen afectaciones en los espermatozoides, en cuanto al número, a movilidad y su deformidad", indica el médico, que también dirige el grupo de investigación del IMIM. Si la imagen icónica del espermatozoide se caracteriza por una larga cola y una cabeza ovalada, los investigadores han encontrado que, al exponer estas células a la contaminación atmosférica, acaban con cabezas deformes menos fertilizantes, por ejemplo. Además, estudios más específicos encontraron que el ADN de estos espermatozoides está fragmentado. "Si se rompen las cadenas de ADN, cuando se une al ovocito, estas cadenas de los dos no se empalman bien", apostilla Checa.

La contaminación del aire afecta tanto a la fertilidad masculina como femenina aunque, matiza el médico, "globalmente, el factor corrector de la edad, influye porque, si es joven, el óvulo es capaz de reparar a un espermatozoide".

En cualquier caso, esta constatación del impacto de la contaminación sobre la fertilidad humana servirá para los nuevos estudios que se están poniendo en marcha a nivel europeo y, en concreto, en el IMIM. Los investigadores participan en el proyecto europeo ESCAPE (European Study of Cohorts for Air Pollution Effects), que quiere establecer los efectos a largo plazo de la contaminación sobre la salud. El proyecto mide, casi calle a calle, la polución que hay en varias ciudades europeas. 

Barcelona, por ejemplo, tiene los niveles más altos de dióxido de nitrógeno y partículas finas. "Esto nos ayudará para las investigaciones que tenemos en marcha, como la que mide qué ocurre en la ciudad de Barcelona con mujeres sometidas a fecundación in vitro o la que evalúa la calidad del semen de pacientes que estamos tratando", apunta Checa.

Contaminación del aire cuesta miles de millones de euros

“Un estudio demostró que el aire sucio constituye una enorme carga económica, social y de salud, que pesa sobre los países pobres y que le cuesta el mundo en general, miles de millones en días de trabajo perdidos y en los llamados “costos de bienestar”."

ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS
FECHA DE PUBLICACIÓN: 17/10/2016

Cifras millonarias

En un amplio estudio sobre los costos económicos de la contaminación, se determinó que en 2013 (que es año el que se ha tomado en cuenta para hacer las mediciones por ser la últimas cifras oficiales disponibles), China perdió casi el 10% de su PIB, la India el 7,69% y Sri Lanka y Camboya aproximadamente un 8%, por causas directas e indirectas de la polución del aire.

Pero los países ricos también están perdiendo decenas de miles de millones cada año, a causa de los días de trabajo perdidos y los costos de bienestar (como las muertes prematuras y las enfermedades relacionadas con la polución, por ejemplo). Se encontró que el aire contaminado le costó al Reino Unido 7,3 mil, a los EEUU 45 mil y a Alemania 15 mil millones de euros ese año.
Si bien Zimbawe, Malawi y la República Centroafricana se encontraban entre los menos contaminados del mundo, Liberia es la nación que ha tenido los costos perdidos por razones laborales más bajos entre los países africanos, que se estiman en unos 22 millones de euros anuales.

Uruguay con algo más de 3,5 millones de habitantes perdió solo un 0,03% de su PIB, con un costo de 15 millones, pero Islandia que cuenta con una población de menos de 400.000 personas y poca industria, emergió como el país más limpio del mundo en general, ya que solo debió invertir unos 2.8 millones de euros, para paliar las consecuencias de la polución ambiental.
Muertes prematuras

Sobre la base de datos del Instituto para la Métrica y Evaluación Sanitaria, el estudio calcula que la contaminación del aire mata actualmente y de forma prematura a 5,5 millones de personas al año, lo que significa una enorme pérdida de vidas que se malogran por las pésimas condiciones de salud que implica la polución.
De hecho, la contaminación del aire es la cuarta causa de muertes prematuras en todo el mundo, después del tabaquismo, la desnutrición y la obesidad y se sabe, que además incide sobre la aparición de cánceres de pulmón y enfermedades cardiorrespiratorias. La polución ambiental causa más de 6 veces el número de muertes que la malaria.

Sin incluir los costos del tratamiento de enfermedades relacionadas con la contaminación, solo en 2013 las muertes prematuras le costaron a la economía mundial una cifra superior a los 220 millones de euros en días de trabajo perdidos.
Costos de bienestar

Pero dicho índice se elevó de manera alarmante cuando se calcularon los costos de bienestar, que se basan en lo que la gente estaba dispuesta a pagar para evitar morir a causa de la contaminación del aire, en los sitios donde habitan o trabajan.
La magnitud del problema es realmente desalentadora, ya que no están incluidos los costos de prevención y la realidad es que los pobres son más propensos a vivir en áreas contaminadas y son menos capaces de acceder a la asistencia sanitaria.

En 2013, aproximadamente el 93% de las muertes producidas por enfermedades que podrían curarse en otros lugares, se pueden atribuir en gran medida a la contaminación del aire, pero la incidencia fue mayor en ciertos países, donde el 90% de la población estaba expuesta a niveles peligrosos de contaminación del aire y no contaban prácticamente con ninguna ninguna solución ni prevención.
Causas y consecuencias

Entre las causas de dicha contaminación se encuentra el aumento masivo del número de automóviles circulando en todo el mundo, pero sobretodo el hecho de que en los países en desarrollo se sigue dependiendo de la quema de combustibles sólidos, como el carbón, el estiércol y el coque en sus hogares para cocinar y para calefacción.
La contaminación del aire no sólo es un riesgo para la salud en general, sino que se transforma en un lastre para el desarrollo, al causar enfermedades y producir muertes prematuras, que no solo reducen la calidad de vida de sus habitantes, sino que provocan una pérdida de mano de obra productiva y disminuyen el nivel de los ingresos en los países más afectados.

Aparte de la enorme magnitud de los costos, los impactos desproporcionados en los segmentos más pobres de la población hacen que la contaminación del aire resulte una amenaza directa para la prosperidad e incluso para la inclusión y la igualdad.
Mientras que los decesos directamente relacionados con la contaminación afectan principalmente a niños pequeños y ancianos, las muertes prematuras de hombres y mujeres en edad de trabajar, también dan lugar a la pérdida de activos y suelen tener mayor incidencia entre las mujeres, que además reciben en general ingresos menores. 

Entre las conclusiones más importantes y alarmantes del estudio, destaca la advertencia de que la contaminación del aire es un problema que amenaza al bienestar humano básico, provoca daños al capital natural y físico y restringe el crecimiento económico en todos los países, afectando de forma significativa a los menos desarrollados y ampliando la brecha entre naciones ricas y pobres.