El Proyecto CEM de la OMS y la ICNIRP
criticados por la comunidad científica por sus conflictos de interés
y por su planteamiento de negación de efectos biológicos no
térmicos y consecuencia de la exposición crónica y a largo plazo
de la población mundial
Científicos del Grupo BioInitiative y
del ECERI han pedido a la OMS que incluya a investigadores que no
sean de la ICNIRP en la elaboración de la próxima monografía del
Proyecto CEM
Nuevas investigaciones siguen alertando
frente a los peligros de la creciente exposición electromagnética
Mientras en el Parlamento Europeo está
en proceso una propuesta de resolución para impulsar las redes
inalámbricas 5G que incluirán nuevas frecuencias del espectro
electromagnético ante las que están alertando expertos científicos
por los nuevos peligros para la salud que implicará; el Proyecto CEM
–campos electromagnéticos- de la OMS –EMF Project- ultima un
documento sobre criterios de salud ambiental envuelto en la polémica
desde sus comienzos. La monografía de la OMS sobre radiofrecuencias
ha sido criticada tanto por la composición del staff como por los
criterios metodológicos del informe. En 2014 el Proyecto CEM
presentaba un borrador abierto a consulta en el que no se
identificaba a los autores, no se ofrecía los capítulos esenciales
ni bibliografía completa, a pesar de que de manera anticipada
descartaba toda evidencia de efectos no térmicos para la salud
humana. La consulta pública fue considerada por algunos
investigadores como farsa pues iba destinada a corroborar la
incompleta información ofrecida y no a incorporar nuevas
investigaciones.
El Proyecto CEM –campos
electromagnéticos- de la OMS –EMF Project- surge en 1996 con el
objetivo prioritario farsa de lograr una armonización de las normas
de seguridad en cuanto a los límites de emisión de campos
electromagnéticos de radiofrecuencia. Aunque países como Rusia y
China rechazaron los nuevos baremos, naciones como Polonia y la
república Checa aumentaron sus límites a instancias del Proyecto
CEM de la OMS. El primer presidente, Michael Repacholi, fue a la vez
presidente de la ICNIRP –Comisión internacional para la protección
de la radiación no ionizante-, fundada por la IRPA en 1992, y que
sigue los postulados y los límites propuestos por el IEEE -Instituto
de ingeniería eléctrica y electrónica de los Estados Unidos-. La
ICNIRP, que es una institución privada bajo el estatus de
Organización No Gubernamental, surge en el ámbito de la industria
nuclear, cuyos miembros son por designación interna y de la IRPA y
cuyas fuentes de financiación son desconocidas. La ICNIRP ha
mantenido una posición de negación de riesgos duramente criticada
por excluir múltiples investigaciones científicas que demuestran
alteraciones biológicas por debajo de los límites de intensidad de
sus recomendaciones. Los Estados Unidos, Canadá y la mayoría de
países de la UE como Alemania, Inglaterra o Francia siguen en su
normativa los límites marcados por la ICNIRP y apoyados por la OMS.
El Proyecto CEM de la OMS en cuanto a planteamientos e investigadores
adscritos es indistinguible de la ICNIRP, y la ICNIRP ha sido
reiteradamente acusada de seguir las tesis más favorables a la
industria de las telecomunicaciones. En la actualidad los seis
miembros del grupo principal del Proyecto CEM de la OMS incluida su
presidenta pertenecen también a la ICNIRP. Si repasamos los
conflictos de interés en el seno de la ICNIRP, nos encontramos con
que prácticamente todos sus expertos científicos tiene vínculos
con empresas de telecomunicaciones. Mirando los curriculums públicos,
pues en muchos casos sus declaraciones de interés ante la ICNIRP
omiten información sustancial, este grupo de expertos integrado en
su mayor parte por ingenieros, por encima de epidemiólogos o
biólogos, trabaja para fundaciones creadas o financiadas por
empresas de telecomunicaciones, asesora directamente a asociaciones
de ingeniería por el desarrollo tecnológico, tiene investigaciones
financiadas por entidades de las empresas de telefonía como la GSM
association, la Mobil manufacturer forum o participadas por empresas
de telefonía como la MTHR -UK´s Mobile telecommunication and health
research program-, o forma parte de fundaciones o programas por la
seguridad radiológica de origen público pero financiadas al 50% por
fondos privados de la industria como la Fondation santé et
radiofréquences de Francia o la Fundación sanidad y
radiofrecuencias de Suiza.
En Enero de este año, asociaciones
europeas de electrosensibles y en contra de la contaminación
electromagnética -entre las que estaban EQSDS y la PECCEM de España-
expresaron su adhesión a la carta enviada por el Grupo de trabajo
BioInitiative a la OMS pidiendo un panel de expertos equitativo que
no estuviera copado por miembros de la ICNIRP afín a la industria de
cara a la próxima publicación de la monografía sobre CEM por parte
de esta organización. En Marzo, Oleg Grigoriev, presidente de la
RNCNIRP –Comisión nacional rusa de protección radiológica-
enviaba una carta a María Neira –directora de Salud pública y
medioambiente de la OMS y Emilie Van Deventer –directora del
Proyecto CEM de la OMS- solicitando un grupo de trabajo de la OMS
sobre radiofrecuencias equilibrado en el que estén representados los
científicos que corroboran efectos no térmicos, como condición
para alcanzar un conclusión creíble. Ese mismo mes, el ECERI
-Instituto europeo para la investigación del cáncer y el
medioambiente- con sede en Bruselas informa de su reunión con María
Neira con la finalidad de que la organización mundial incluya los
efectos no térmicos de los campos electromagnéticos en la salud en
el documento que se está realizando. En esa reunión, la responsable
de la OMS María Neira se mostró abierta a recibir información
científica, pero rechazó que se vaya a cambiar la composición del
grupo básico de elaboración de la monografía, en el que cinco de
los seis miembros pertenecen a la ICNIRP, y se negó a mantener más
reuniones. En la actualidad las aportaciones públicas están
cerradas y los capítulos 1, 3 y 14 sobre evaluación de riesgos
siguen sin estar disponibles para consulta.
En 2006, tras diez años al frente del
Proyecto CEM y después de saberse que había estado recibiendo
financiación irregular procedente del Mobile Manufactures Forum
–MMF- a través de un hospital en Adelaida, Michael Repacholi
abandona la OMS. Pocos meses después de dejar el cargo testificaba
como perito de la industria ante el consejo designado por el Estado
de Connecticut a favor de los trazados de líneas de alta tensión
propuestos por la Connecticut Light Power y la United Iluminated
Company. Repacholi, que durante su mandato había invitado a las
industrias de telecomunicaciones y militar a las reuniones del
Proyecto CEM, posteriormente ha participado en actos promocionales de
la industria como los realizados por la Association GSM e Hydro
Québec. En la actualidad sigue siendo presidente emérito de la
ICNIRP. Al frente del Proyecto CEM le sucede Emilie Van Deventer,
doctorada en ingeniería eléctrica por la Universidad de Michigan,
que entre 1992 al 2000 fue profesora adjunta de ingeniería
informática en una cátedra financiada por Bell Canada y Nortel en
la Universidad de Toronto. Van Deventer, miembro del IEEE, es
contratada en el 2000 para el Proyecto CEM a pesar de no tener
conocimientos previos en medicina, biología o epidemiología y haber
estado sus investigaciones financiadas por el CRSNG –Consejo de
investigación de ciencias naturales e ingeniería de Canadá-, CITO
–Communications & Information Technology Ontario- y Nortel.
Emilie Van Deventer ha publicado diversos artículos científicos, en
su mayoría junto a Michael Repacholi, negando los riesgos para la
salud de la radiación de la telefonía móvil. En un artículo
científico de 2006, también junto a Michael Repacholi, Van Deventer
se posiciona en contra de la aplicación del Principio de Precaución
en relación a los riesgos de los Campos electromagnéticos de las
tecnologías inalámbricas. Entre las instituciones colaboradoras del
Proyecto CEM de la OMS está el ejército de los Estados Unidos, que
por medio de la AFORS –Air Force Office of Research Scientif-
participa en investigaciones destinadas a descartar los riesgos de
las microondas. En este caso los intereses de las compañías de
telefonía representados en el Proyecto CEM de la OMS coinciden con
los del ejercito de los Estados Unidos en una política para
implantar límites permisivos que posibiliten la utilización de
radares más potentes y diversos equipos electrónicos militares en
todo el mundo.
En 2015 más de 200 científicos
expertos en bioelectromagnetismo realizaron un llamamiento a los
dirigentes de la ONU y de la OMS alertando sobre el problema para la
salud que va a suponer el aumento de campos electromagnéticos de las
nuevas tecnologías inalámbricas. En 2011 la IARC clasificó los
campos electromagnéticos de radiofrecuencia –emitidos por móviles,
wifis y otros dispositivos inteligentes- como categoría 2B o
posiblemente cancerígeno. Algunos científicos como Lennart Hardell
solicitaron una clasificación más estricta como categoría 1 o
demostrado agente cancerígeno. Desde el año 95 en el que Henry Lai
demostró un aumento de daños en el ADN consecuencia de la
exposición a campos electromagnéticos de microondas las evidencias
en cuanto a procesos biológicos, estudios de laboratorio y
epidemiológicos respecto de la radiofrecuencia como causante de
cáncer se han ido multiplicando. En 2016 el National Toxicology
Program –NTP- de los Estados Unidos publicó un avance del estudio
encargado por la Food and Drug Administration –FDA- en el que
encontraba un aumento de cáncer cerebral y de corazón en ratas
expuestas a radiofrecuencia de telefonía. Paralelamente al
incremento de la contaminación electromagnética hemos asistido a un
aumento de enfermedades como las neurodegenerativas y trastornos de
la conducta infantil que diversosautores einformes consideran que
están relacionadas con los campos electromagnéticos artificiales.
Sin embargo, a pesar de toda esta información científica y de los
llamamientos institucionales, científicos y ciudadanos el Proyecto
CEM de la OMS prepara una monografía en la cual sólo se
considerarán los efectos asociados al calentamiento de los tejidos y
descartará cualquier riesgo a largo plazo consecuencia de la
exposición crónica a radiofrecuencias a la que está sometida
actualmente la población mundial.
Ángela Jaén se quitó la vida en 2012
“debido a la electrosensibilidad provocada por la instalación de
antenas de telefonía móvil en su edificio” de la calle Joan Miró.
Cartel anunciador del homenaje a Ángela
Jaen.
El sábado 2 de diciembre a las 12.00
horas en la Plaza del Ayuntamiento se celebrará un homenaje por “la injusta muerte” de Ángela Jaén, vecina de Pinto y primera
“víctima de la contaminación electronagnética” en España que
se quitó la vida en 2012 “debido a la electrosensibilidad
provocada por la instalación de antenas de telefonía móvil en su
edificio” de la calle Joan Miró. El organizador del homenaje es
Ángel Martín, hijo de Ángela y vicepresidente de la Asociación de
Electrosensibles por el Derecho a la Salud.
“El sufrimiento e incomprensión de
mi madre fue aberrante y creemos que es importante que su muerte no
se quede en el olvido”, declara Ángel, “convocamos a todos los
pinteños a dedicarle un merecido homenaje a una vecina que no
consiguió ninguna medalla en ningún campeonato deportivo, pero sin
duda merece el reconocimiento del resto de sus vecinos”.
“Mi madre se quitó la vida por una
enfermedad entonces desconocida, hoy ya no”, dice el hijo de
Ángela. En España ya existen sentencias que otorgan “incapacidad
por electrosensibilidad”, además la Consejería de Sanidad imparte
cursos a médicos contra la electrosensibilidad.
¿Imagina que llegas a casa después
del trabajo para descubrir una nueva torre de antenas de microondas
en el borde de tu patio trasero? ¿Cómo responderías?
Si hubieras tenido una recepción de
teléfono móvil inexistente durante años (o si fueras un entusiasta
de la tecnología en cuanto a descargas más rápidas), ¡entonces
podrías encontrar una razón para celebrar! Podrías responder
como un ciudadano ambivalente sin poder de decisión: “Realmente me
pregunto sobre esas cosas, pero de todas maneras no puedo hacer nada
al respecto”.
Usted puede estar en el creciente grupo
de tomadores de acción empoderados. Ya sea que haya experimentado la
enfermedad por radiación de microondas atribuible a la exposición o
que haya leído libros y artículos sobre el tema que resuenan con su
propia verdad.
Fuera de la vista no es igual de
desagradable
Ahora olvida las antenas en el patio
trasero. Más bien, ese mismo día que llegaste a casa del trabajo,
las compañías de telecomunicaciones habían erigido una antena de microondas a 300 metros de tu residencia. Pagaron a alguien por el
alquiler para ubicarlo en un lugar sigiloso, el campanario de una
iglesia, detrás de la fachada de una tienda o en una torre de agua
escondida detrás de un parque. O podría haber estado ubicado
completamente visible, decir al lado de una carretera. Ya estamos
viendo tantas de estas torres que ni las registramos. Nuestra
sensibilidad innata a menudo las ha anestesiado de la misma manera
que podemos adormecernos ante la catástrofe o la violencia a través
de una dieta constante de noticias de Hollywood y TV.
Telcos busca irradiar una gran área
(cobertura) y aumentar la velocidad de datos porque:
Múltiples frecuencias de onda emitidas
(una variedad de frecuencias de microondas generadas y enviadas a
través del éter por las antenas) – por ejemplo, la banda de 700
MHz (0.7 GHz) es altamente penetrante (incluso a través de
edificios) y por lo tanto es especialmente efectiva en combinación
con la Banda de 2600MHz (2,6 GHz) que tiene una velocidad de datos
alta (PENETRACIÓN + HIGH DATA = TELCO FELICES y clientes felices).
Tenga en cuenta que estas frecuencias se utilizan para cocinar carne.
El horno de microondas que dejó en el área de recuperación del
vertedero la otra semana funciona a 2.45 GHz.
Aumentando el ‘volumen’ o la
densidad de potencia de microondas en el conjunto de antenas, de la
misma manera que subimos el volumen de nuestro estéreo. Este es el
mismo “elemento invisible” emitido por su dispositivo móvil y
WiFi. En el ejemplo anterior, cuando la torre de la antena estaba en
el borde de su patio trasero (digamos a 100 metros de su dormitorio),
probablemente se quejaría: “¡No en mi patio trasero!” Cuando se
encuentra a 300 metros de distancia y fuera de la vista ¡No hay
forma de quejarse ya que ni siquiera lo sabe! Incluso si está
ubicado al costado de una carretera, es posible que no considere
tomar medidas, como la forma distorsionada de información que se
transmite al público (más sobre esto, más adelante).
La distancia es una consideración
importante según la Ley del Cuadrado Inverso para la distancia desde
la fuente (de radiación de microondas) – Intensidad α 1 /
distancia.²
Si la antena estaba a 100 metros de
distancia y luego se movió a 300 metros, la intensidad será 1 / 9º
que a 100 metros. Sin embargo, ¿qué pasaría si la compañía de
telecomunicaciones subiera el ‘volumen’ de la antena a 300 metros
para ser 90 veces más alta que las antenas a 100 metros? La
intensidad sería entonces = 1/9 x 90 = 10 veces mayor a 300 metros
que a 100 metros. La mayoría de nosotros no pasamos las tardes
buscando datos sobre los niveles de emisión de la antena local.
La ley del cuadrado inverso se aplica
de manera similar a los dispositivos. Hace muchos años tenía un
módem Telstra inalámbrico que se encontraba debajo de un sofá.
Disfruté acostarme por la noche sobre él para leer, pero no era una
acción inteligente. Me preguntaba por qué mi sueño fue tan caótico
durante esa fase. Me correlacioné para mostrar que el ritual previo
a la cama de un libro en el sofá era el problema. Desde entonces he
cableado mi Internet.
Transforme la salud de su cerebro
simplemente estirándose con los brazos extendidos y poniendo el
teléfono en “altavoz” en lugar de presionarlo contra su oído y
literalmente “cocinar” partes de su cerebro.
Trabajando con trayectoria y ubicación
estratégica: hay una estrategia de superposición para eliminar
“puntos negros”. Un elemento que puede ayudar (y obstaculizar) a
esta estrategia es la trayectoria. Si en el ejemplo anterior, la
torre a 100 metros de su dormitorio está a 50 metros de altura en la
Figura 1 (tenga en cuenta que este es solo un software indicativo) y
vive en un piso décimo, entonces podría estar en la línea de fuego
directa. Si estuviera en una casa en la planta baja, la densidad de
potencia (o niveles de exposición) no sería tan alta. Sin embargo,
considere los “lóbulos laterales” que son los lóbulos
diagonales de alta intensidad que dependen del diseño / tipo de
antena. Existe el mito de que estás ‘protegido’ directamente
debajo de una matriz de antenas. Debido a los lóbulos laterales,
este no es el caso, aunque estás menos expuesto que si estuvieras
directamente frente a él.
Tasas de bajada de datos más rápidas
POR FAVOR MR TELCO
Las empresas de telecomunicaciones
sugieren que el mercado está solicitando tasas de datos más rápidas
y “erradicación” de los puntos negros móviles. La sugerencia es
que queremos cobertura de alta velocidad en todas partes.
Las empresas de telecomunicaciones nos
dicen que el público exige tasas más rápidas en sus dispositivos y
es por eso que necesitan construir más torres y aumentar la densidad
de potencia. ¿Desea descargar diez videos simultáneamente en lugar
de solo uno? Somos un público desinformado con mentes manipuladas
por relaciones públicas y publicidad. Se nos informa sobre los
beneficios de un mundo inalámbrico, como las comunicaciones
convenientes, la mejora en la eficiencia del trabajo y los
dispositivos de seguridad.
La ley de la polaridad sostiene que
siempre que hay beneficios, encontramos deficiencias. No oímos que
en 2009 más de 300,000 suecos indicaron que se ven perjudicados por
la radiación electromagnética. No se nos presentan las historias de
miles de australianos que experimentan ansiedad, dolores de cabeza,
confusión mental e incluso palpitaciones del corazón, perdidos en
un sistema médico no receptivo, obsoleto y a menudo burlón. No
estamos informados de las industrias de aceite de serpiente que han
surgido para ‘servir’ a los desesperados.
Actualmente ‘nosotros’ como
individuos, no estamos exigiendo descargas más rápidas. Hay una
entidad colectiva que influye y puede hacernos difícil crear un
espacio para ‘ver’. Enciendo mi teléfono por alrededor de 10-20
minutos por día. No todos pueden hacer esto, y es posible que tenga
un estilo de vida laboral que requiera más conectividad en el
futuro. ¿Por qué no experimentar? El acto de experimentar es un
acto de cuestionar el status quo. ¿Cuan bajo Puedes llegar?
¿Estoy siendo sacudido por microondas?
Para aquellos que se han estado
sintiendo ‘mal’ sin razón aparente, con dolores de cabeza,
ansiedad, un ‘nerviosismo’ general e irritación, insomnio y tal
vez síntomas más extremos como hormigueo en las extremidades,
niebla mental y palpitaciones, la respuesta puede ser SÍ . La
exposición a la radiación de microondas no es el único
contribuyente, sin embargo, es uno de los múltiples factores
ambientales.
En Playing God, los efectos biológicos
y espirituales de la radiación electromagnética, presento una
paleta exhaustiva para alguien que busca el siguiente nivel de
conciencia. Durante un tiempo, ayude a los clientes que habían
quedado desconcertados por la incapacidad de médicos y profesionales
alternativos para diagnosticar y proporcionar un camino hacia la
salud. Muchos habían estado en la búsqueda de las causas de sus
problemas de salud durante años y estaban absolutamente
desesperados.
Comenzaría por verificar con el
cliente:
¿Cómo van las cosas en tu vida? ¿Hay
contracciones emocionales que contribuyen a la respuesta de estrés
celular? No hay espacio para ‘sanar’ si las células están
abrumadas por el estrés. Por lo general, muchos de nosotros hemos
sobreexcitado los sistemas nerviosos y las células, literalmente,
nunca descansan. Tengo algunas herramientas para trabajar con trauma
retenido y, por lo tanto, creo espacios para la recuperación. Es
poco probable que alguien con una salud óptima (física / emocional
/ espiritual) experimente síntomas de enfermedad por microondas a
medida que sus células se liberan para desintoxicarse.
¿Has experimentado una infección
zoonótica reciente? ¿Ha tenido picaduras recientes de garrapatas o
mosquitos? ¿Vives cerca de los animales? Pollos? Un perro como
mascota? ¿Ratas en la casa? Muchas personas sin saberlo tienen
infecciones bacterianas zoonóticas, como las infecciones tipo Lyme
(y muchas más). Los profesionales médicos son particularmente
débiles en el área de las “nuevas” infecciones bacterianas, no
solo débiles sino también carentes de interés (sobre todo, hay
algunas excepciones). Los síntomas de la sobreexposición aumentan
significativamente cuando el cliente está plagado de infecciones.
Sin abordar las infecciones zoonóticas, el progreso será limitado.
Cuéntame sobre tu situación de vida?
Muchos tenían un módem WiFi corriendo toda la noche a solo dos
metros de su cama. Otros clientes dejaron su dispositivo móvil
funcionando en su mesita de luz, durante la noche (como lo hice hace
muchos años). Trabajaríamos para reducir la carga de radiación con
estrategias simples. A veces, la sensibilidad química múltiple
entraría en escena y lo solucionaríamos. De vez en cuando, ofrecía
consejos sobre alternativas de blindaje contra la radiación, aunque
siempre como última opción. Mi experiencia con aquellos que venden
las llamadas “soluciones” fue que muchos eran “vendedores” en
lugar de expertos técnicamente.
¿Cómo te ves a ti mismo como un
tomador de acción empoderado? Somos aquellos de nosotros a quienes
nuestras vidas han sido redirigidas por problemas de salud, los que a
menudo se convierten en agentes de cambio. ¿Cómo puedes compartir
tu nueva conciencia? ¿Podría hablar con los maestros y los padres
en la escuela primaria de su hijo o en su centro médico local?
¿Puedes solicitar al consejo que NO suba la potencia de la torre
suburbana? ¡Puede divertirse en casa pero de 8:00 p.m. a 8:00 a.m.
se apaga!
Conclusión
A medida que lee estas palabras, está
expuesto a niveles de radiación de microondas de fondo, de decenas
de miles y, en algunos casos, millones de veces más que si hubiera
estado leyendo esto hace dos décadas. Muchos de ustedes están
completamente sanos a nivel físico, emocional y espiritual y no son
perturbados por estas energías de radiación, y esto puede continuar
siendo así. Algunos de ustedes ahora están considerando que su
ansiedad “persistente” de bajo nivel y el insomnio puede estar
relacionado con la exposición a microondas como uno de múltiples
factores.
Les presenté a los que toman las
medidas la perspectiva de la exposición a la radiación de
microondas como basada en el hogar, en la comunidad y nacional /
global. La torre de antena no tiene que estar visible o ‘En mi
patio trasero’ para afectar la salud de su familia. Eso (o ellos,
múltiples torres = niveles de radiación apilados) podría estar a
un kilómetro de distancia y con efectos igualmente significativos.
La radiación de microondas ahora
utilizada para la comunicación inalámbrica proviene de fuentes
militares. Nunca fue diseñada para la exposición 24/7. El ejército
de EE. UU. Entendió los usos potencialmente devastadores de las
microondas, incluida la agitación de las masas y la perturbación
mental. A menos que excavemos profundamente (y para mí fue la
experiencia de un deterioro de la salud que se correlaciona con una
mayor exposición) podríamos quedar atrapados por los “beneficios”
presentados por los medios.
Ocasionalmente, reconozcamos las
deficiencias de la revolución inalámbrica y compartamos esto con
nuestro círculo de influencia. Con el desembolso de la hiperpotente
5G a la vuelta de la esquina en 2020, como dicen en las películas,
“todavía no se ha visto nada”.
La Comisión Lancet afirma que más
de la mitad de las 5.000 nuevas substancias que se fabrican a gran
escala “no han sido objeto de exámenes de seguridad o toxicidad”
Solo los países más avanzados
garantizan los controles de seguridad en nuevos productos
químicos
(Stringer / Reuters)
JOAQUIM ELCACHO
20/10/2017 10:58 | Actualizado a
20/10/2017
La contaminación del aire, el agua y
el suelo provoca cada año 9 millones de muertes prematuras en el
conjunto del planeta, según recuerda el informe de la Comisión
Lancet sobre Contaminación y Salud publicado en un monográfico la revista médica The Lancet publicado este mes de octubre. Ver más
información y datos referidos a España en La Vanguardia, Big Vang.
Junto a los problemas derivados de la
contaminación del aire, uno de los apartados destacados en este
nuevo informe de la Comisión Lancet es la existencia y persistencia
de los productos químicos sintetizados en las últimas décadas. Los
autores de este estudio recuerdan que desde mediados del siglo XX
hasta nuestros días, los seres humanos hemos creado en laboratorios
(sintetizado) “más de 140.000 nuevas substancias químicas y
plaguicidas”.
La contaminación del agua continua
afectando a los recursos de buena parte del
planeta (LeoPatrizi /
Getty)
De este total, existen unas 5.000
substancias que se siguen produciendo a escala industrial, con una
dispersión en el entorno y una exposición humana casi universal.
Pese a ello, indica la Comisión,
“menos de la mitad de estos productos químicos con un volumen de
producción elevado han sido objeto de algún examen de su seguridad
o toxicidad, y tan solo en la última década ha pasado a ser
obligatoria la evaluación rigurosa previa a la comercialización de
nuevas sustancias químicas en tan solo unos pocos países de
ingresos altos”.
La consecuencia de ello es que las
sustancias químicas y los plaguicidas cuyos efectos sobre la salud
humana y el entorno no han sido nunca examinados han causado
repetidos episodios de enfermedad, muerte y degradación del medio
ambiente, indican textualmente los autores de este informe
científico.
Además de problemas ambientales y
sanitarios conocidos como la contaminación por plomo, asbesto DDT,
PCB) y clorofluorocarburos, la Comisión Lancet advierte que en las
últimas dos o tres décadas se han introducido en los mercados
mundiales substancias químicas de síntesis que, “como sus
predecesores, han sido objeto de una escasa evaluación previa a la
comercialización; y amenazan con repetir estos hechos”.
Exposición clara del problema
El resumen ejecutivo de este informe,
publicado en versión en castellano, es enormemente elocuente:
“Entre ellos se encuentran sustancias
tóxicas para el desarrollo neurológico, alteradores endocrinos,
herbicidas químicos, nuevos insecticidas, residuos farmacéuticos y
nanomateriales. Los datos probatorios existentes respecto a la
capacidad de estos contaminantes químicos emergentes de causar un
daño en la salud humana y en el entorno, se están haciendo cada vez
más evidentes”.
“Estos productos químicos emergentes
son motivo de gran preocupación, y dicha preocupación se acrecienta
con el desplazamiento cada vez mayor de la producción de sustancias
químicas a los países de ingresos bajos y medianos en los que la
protección de la salud pública y del medio ambiente es con
frecuencia escasa”.
Prevención
El informe de la Comisión Lancet
reclama medidas y acciones políticas para evitar los daños de la
contaminación a escala global
El nuevo informe de la Comisión Lancet
ha sido elaborado no solo para recopilar datos sobre el impacto
social, económico y ambiental de la contaminación, en sus
diferentes modalidades, sino sobretodo para proponer políticas que
hagan frente de forma decidida a este tipo de problemas. Uno de los
elementos básicos de este informe es que la lucha contra la
contaminación no solo es una exigencia moral y una necesidad social
sino también una solución que puede comportar beneficios económicos
para el conjunto de la humanidad.
Resumen ejecutivo del informe de la
Comisión Lancet sobre Contaminación y Salud, versión en castellano
Médicos, ingenieros, biólogos y
físicos han firmado la Declaración Internacional de Madrid para que
las autoridades regulen las emisiones de los móviles, redes wifi y
otros dispositivos.
Manuel Núñez
Existen evidencias de que las
microondas utilizadas por la telefonía móvil y las redes wifi, y
otros tipos de contaminación electromagnética, producen efectos
perturbadores sobre el organismo humano.
Esta es la conclusión de los expertos
españoles que firmaron a finales de septiembre la Declaración
Científica Internacional de Madrid, que insta a las autoridades
sanitarias a mejorar las medidas legales para proteger la salud
pública frente a las radiaciones electromagnéticas.
La declaración pide aplicar la
Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa,
votada por España, pero nunca realmente adoptada, para reducir los
límites de exposición electromagnética en la población sin
afectar a la cobertura de telecomunicaciones.
Los especialistas, reunidos en la Real
Academia Nacional de Medicina, denunciaron que las radiaciones de
antenas y teléfonos móviles e inalámbricos, redes wifi, monitores
para bebés, así como los campos electromagnéticos de muy baja
frecuencia (ELF-EMF) creados por instalaciones eléctricas, producen
un “indiscutible impacto sobre la salud pública”. Por ello es
imprescindible y urgente realizar cambios en la legislación e
informar sobre los riesgos a la opinión pública.
Efectos sobre la salud del móvil y
redes wifi
La doctora Elizabeth Kelley, directora
de la comunidad científica Emfscientist.org, promotora de un
llamamiento realizado por 240 científicos a la ONU y la OMS, señaló
que "miles de estudios documentan que los dispositivos
inalámbricos están relacionados con estrés celular, aumento de
radicales libres, cambios en el sistema reproductivo, daños en la
memoria y el aprendizaje, trastornos neurológicos, daños genéticos
y cáncer”.
Olle Johansson, médico en el Instituto
Karolinska (Suecia), unos de los centros de investigación más
prestigiosos del mundo, que concede los Premio Nobel de Medicina,
habló del efecto pernicioso de las radiaciones electromagnéticas
sobre la glándula pineal, relacionada con el control de los relojes biológicos. El sueño se altera y, a medio y largo plazo, contribuye
a desarrollar trastornos severos como diabetes tipo II, alzhéimer,
parkinson y cáncer, según el catedrático en fisiología Darío
Acuña.
Los daños se acumulan
Emilio Mayayo, catedrático de anatomía
patológica, destacó que los efectos de la contaminación
electromagnética son acumulativos y que existe una gran variedad de
respuestas individuales. Los síntomas pueden ir desde las
dificultades respiratorias a los dolores de cabeza o musculares,
sensación de debilidad, eccemas o alteraciones neurológicas.
En este sentido, Raúl de la Rosa,
técnico en riesgos laborales, resaltó las dificultades de las
personas electrosensibles para acceder a lugares públicos e
inclusive a sus propias viviendas, ya que requieren de espacios
libres de radiaciones o “espacios blancos”.
En la jornada, organizada por la
Fundación Europea de Bioelectromagnetismo, presidida por el doctor
José Luis Bardasano, intervinieron otros expertos como el ingeniero
José Manuel Amaya, que llamó la atención sobre la necesidad de
humanizar el desarrollo tecnológico para “no generar más
problemas de los que resuelve”, o el físico y biólogo Juan
Álvarez-Ude, que describió con detalle cómo los campos magnéticos
alteran las moléculas que intervienen en los procesos fisiológicos.
Es necesario reducir la potencia de
antenas y móviles
A la luz de todos los problemas
causados por las radiaciones electromagnéticas, los firmantes de la
Declaración Internacional de Madrid exigen a las autoridades
sanitarias que se establezcan unos niveles máximos de exposición en
interiores a 0,1 µW/cm2, límite que disminuiría gradualmente hasta
0,01 µW/cm2. Este límite está muy por debajo del permitido por la
actual legislación.
En cuanto a las emisiones de antenas de
telefonía, se recomienda aplicar el principio de precaución ALARA,
“tan bajo como sea razonablemente posible”.
Solicitan asimismo que se cumplan el
resto de puntos de la Resolución 1815, como los que se refieren a la
necesidad de proteger a los niños, a los jóvenes en edad
reproductiva y a las personas electrosensibles.
En este sentido, la conferencia
internacional sobre la tecnología inalámbrica en las escuelas,
celebrada en Reikiavik el pasado mes de febrero, hizo un llamamiento
para que se evite el uso de móvil y las redes wifi en los centros
educativos, estableciendo como norma el acceso a internet por cable.
El abogado Alberto Arrate explicó en
su conferencia que “no se entendería que España haya votado y
apoyado esta resolución del Consejo de Europa y que no la aplicara”.
El ingeniero en telecomunicaciones y sociólogo Pedro Costa, Premio
Nacional de Medioambiente, concretó que “técnicamente es posible
la reducción de los niveles de exposición”, pero que la industria
ha preferido camuflar las antenas ante la preocupación ciudadana.
La Declaración de Madrid se encuentra
en la misma línea que el reciente llamamiento realizado por más de
180 científicos a la Unión Europea para que se establezca una
moratoria en el despliegue de las redes 5G, que significarán una
multiplicación en la potencia de las emisiones de microondas.
La sensibilidad electromagnética es un
trastorno tan incapacitante como desconocido, a pesar de que cada vez
son más las personas que la padecen. Los afectados se sienten muy
enfermos cuando viven o están cerca de campos electromagnéticos
procedentes, por ejemplo, de redes wifi o teléfonos móviles.
El físico alemán Hans-Peter Schlenvoigt prepara una cámara en vacio para un experimento electromagnético.
2008 EFE/Jan-Peter Kasper
La sensibilidad electromagnética puede
provocar fibromialgia, fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga
crónica, insomnio, o alteración de la concentración.
Este trastorno, cuyos signos aún no
han sido definidos como una enfermedad por la Organización Mundial
de la Salud (OMS), cuenta sin embargo con una resolución europea, la
1815, que se hace eco del tema.
En esta resolución se recomienda a los
estados miembros del Consejo de Europa que tomen medidas razonables
para reducir la exposición a los campos electromagnéticos,
especialmente a las radiofrecuencias emitidas por las telefonías
móviles y en particular a la exposición en niños y jóvenes.
También pide la resolución que se
preste especial atención a las personas “electrosensibles” que
sufren de un síndrome de intolerancia a los campos electromagnéticos
y que se introduzcan medidas especiales para protegerlos, incluida la
creación de zonas libres de onda no cubiertas por la red
inalámbrica.
La sensibilidad electromagnética tiene
ya tratamiento de discapacidad en Suecia, y en Austria han
establecido directrices para su tratamiento, mientras que Francia
prohibió hace unos años redes de wifi en las guarderías.
En España, los tribunales ya han
dictado alguna que otra sentencia concediendo la incapacidad
permanente por este trastorno.
EFEsalud ha entrevistado a dos médicos
y dos mujeres que padecen esta sensibilidad electromagnética. Estos
son sus testimonios:
Sensibilidad electromagnética:
mujeres, niños y mayores
Para Joaquim Fernández Solá, médico
del Hospital Clinic de Barcelona y experto en el diagnóstico de
enfermedades de Sensibilización Central, como la
electrohipersensibilidad o la sensibilidad química múltiple, se
trata de un trastorno que se produce esencialmente por una disfunción
del cerebro, y afecta más a mujeres, niños y adolescentes, personas
mayores o pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer.
La sensibilidad electromagnéica es un
trastorno, esto quiere decir, explica, que se presenta como un
conjunto de síntomas y signos aún no definidos como una enfermedad
por la Organización Mundial de la salud (OMS) , “pero que en
términos prácticos es equivalente”.
“Hay personas que son más sensibles
que otras cuando se exponen o están cerca de campos
electromagnéticos normales, como a los que nos enfrentamos todos en
nuestro día a día, y no estoy hablando de altas frecuencias”.
Estas personas más sensibles
desarrollan síntomas que pueden ser muy diversos.
Según este especialista los más
frecuentes son los irritativos cutáneos, enrojecimiento, sequedad de
mucosas, irritación nasal, ocular, faringe, disnea, náuseas.
También se dan síntomas neurológicos:
dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, alteración de la
concentración, fatiga, “y es muy frecuente esta sensación de
fatiga cuando se exponen a campos electromagnéticos que no les deja
continuar una actividad”.
“Estos síntomas suelen ser
identificables, aunque ninguno de ellos es específico, es decir
tener dolor de cabeza no es específico de esta dolencia”.
“Pero cuando hay una clara
correlación porque se desarrollan a la exposición de estos campos y
mejoran cuando los evitan y aparece ante diferentes fuentes de
emisión electromagnética, por ejemplo cuando usan el móvil o están
cerca de un microondas, o mucho rato ante una pantalla, es decir
cuando tienes una exposición cotidiana y aparecen síntomas y duran
más de tres meses porque es un hecho crónico, estos se denomina
electrosensibilidad”.
Según el experto se definen por
criterios clínicos: “El criterio de definición es clínico y no
tenemos problemas ni errores, siempre y cuando analicemos también
que el paciente no tenga otras enfermedades que lo justifiquen”.
Por ejemplo un paciente psiquiátrico,
obsesivo con este aspecto y con otras cosas, como lavarse las manos o
no pisar las rayas de las baldosas, “se tiene que analizar como
diagnóstico diferencial para descartar otras enfermedades que
justifiquen este fenómeno”.
Disfunción del cerebro
EFE/David Ebener
De acuerdo con Fernández Solá, este
trastorno se produce esencialmente por una disfunción del cerebro:
el cerebro amplifica una respuesta y la hace anormal, es decir todos
recibimos estímulos del entorno, también estímulos
electromagnéticos y los integramos y los reconocemos, por ejemplo un
ruido.
“Pero cuando la fuente se percibe
ampliada, por ejemplo como cien veces más, el cerebro detecta una
explosión de sensibilidad, es decir es como si tuviera un exceso no
tolerable de estímulo y esto se puede detectar con pruebas parecidas
al electroencefalograma, pero mucho más sensibles” .
Se pueden hacer también resonancias
funcionales que detectan como el cerebro da una respuesta más
amplificada y da connotaciones incluso de alerta, como una respuesta
de estrés, y mucho más intenso.
El problema para estas personas es que
los wifis, inalámbricos o redes de telefonía móvil han crecido
exponencialmente en los últimos años, “y esto hace que sea
intolerable para ellos”.
Hay un término que se llama
abdicación, es decir que el cuerpo no es capaz de asumir la
intensidad, es la falta de tolerancia a estímulos que les resultan
excesivos y no todo el mundo responde igual.
Base genética
Aquí, añade este experto, estamos
hablando de personas mas sensibles: ”existe el concepto de persona
hipersensible, son personas que genéticamente tiene predisposición
a tener una respuesta amplificada, esto está en la biología de
todas las enfermedades, hay quien no tolera el gluten, o el sol,
ruidos ..”
Hay, afirma, una base genética y
aproximadamente lo padece una de cada mil personas de la población
en general.
“Y también sabemos que hay grupos de
población que son más sensibles, por ejemplo las mujeres, porque
los estrógenos, que tienen más las mujeres que los varones,
sensibilizan más el cerebro a este tipo de estímulos y a otros,
como los químicos”.
Los niños también son aproximadamente
un 40% más sensibles que los adultos hasta la adolescencia, y la
tercera edad o pacientes con enfermedades crónicas, como cáncer,
también.
Por lo tanto, refiere Fernández Solá,
sabemos que hay unos factores de predisposición, sabemos que nuestra
sociedad ha estado inmersa en un proceso exponencial de exposición
que nadie ha demostrado que sea seguro, esto es muy importante,
porque se ha roto el principio de precaución, y esto lo dice la
Comisión Europea.
Tenemos un problema
“Lo que pasa es que estamos en una
sociedad en la que no interesa esto y probablemente no hemos llegado
al punto crítico, es decir la cantidad de beneficios que genera el
uso de esta tecnología, supera en mucho los perjuicios; es como en
el tabaco, hasta que no muere mucha gente no se hace nada, y aquí
vamos a tardar más, porque evidentemente estamos hablando de la
industria que está en el top de la economía mundial, y claro
tenemos un problema”.
“Soy un médico de hospital general
de medicina interna, que como otros médicos somos sensibles a las
enfermedades emergentes, hay que atender a la paciente que viene
aunque no es fácil porque los sistemas sanitarios no atienden
específicamente estas enfermedades”.
Explica Fernández Solá que en
Cataluña hay desde junio unidades de sensibilización central y se
ha puesto en marcha un programa de la Generalitat de sensibilización
central que engloba la sensibilidad electromagnética, la química,
la fatiga crónica, la fibromialgia.
También señala que hay un aumento
exponencial.
EFE/Andreu Dalmau
Los pacientes con sensibilidad
eletromagnética, explica, interpretan ellos mismos lo que les pasa,
porque se dan cuenta que cuando no están, por ejemplo, delante de
una antena telefónica están mejor, y además son pacientes que su
vida se altera mucho.
“No es una enfermedad banal, es una
enfermedad que altera la calidad de vida , y no les permite a a veces
ni trabajar”.
Recuerda este experto que que ya hay
sentencias de incapacidad laboral aquí en España.
Señala además que el problema que
tenemos “es que estamos aumentando por ejemplo del 4G al 5G en
telefonía y esto supone cuadriplicar la exposición, es decir
estamos aumentando esto sin tener una garantía de que no afecta a la
salud, al contrario, diría que tenemos la evidencia de que si
afecta”.
“No se trata de ir contra el progreso
y el desarrollo, en absoluto, se trata de racionalizarlo, igual que
pasa con la contaminación ambiental o los alimentos que comemos, por
lo tanto es un tema que necesita más información, discusión y un
planteamiento serio, porque sino estamos incrementando una exposición
que ya se ha demostrado es nociva y esta afectando a mucha gente”.
Sensibilidad electromagnética: Minerva
Palomar
Minerva Palomar tiene 48 años y fue la
primera persona que logró que un tribunal le concediera en 2011 la
incapacidad permanente, debido a su sensibilidad electromagnética.
Minerva trabajaba en la Universidad
Complutense de auxiliar de servicios. Cuando tenía 26 años comenzó
todo:“de un día para otro me encuentro conque apenas tengo fuerzas
para caminar, me duele todo mucho, con un estado de malestar general
muy alto, de confusión mental….”.
Este cuadro le llevó, como a otros
muchos que padecen electrosensibilidad, a peregrinar de médico en
médico, hasta que pasados tres años le diagnosticaron fibromialgia,
“y aunque tengo fibromilagia no me terminé de convencer hasta que
llegó el diagnostico del síndrome de fatiga crónica, porque claro
yo estaba que no me tenia en pie”.
“Hoy en día hay un mayor
conocimiento y las personas que empiezan a padecerlo tienen más
fácil que le den un buen diagnostico, lo cual te ayuda mucho, pero
en mi época era más difícil y ello implicaba que no te daban la
baja, y lo pasas muy mal porque hay que hacer frente a la vida con
una salud que no tienes.”
“Por suerte yo tenía un trabajo con
muchas garantías, y fui tirando y tirando pero con un problema de
dolencia crónica que me dificultaba mucho llevar una vida normal, no
era capaz de asumir cuestiones tan básicas como mantener un horario
de trabajo y cumplir con el mismo. Pasé largas temporadas que estuve
en cama y no era capaz de levantarme para hacer nada, ni la comida”.
Vídeo: Pilar González Moreno
Minerva recuerda como el reumatólogo
que le venía tratando desde hacía años le dijo que acababa de
asistir a un congreso en Alemania en el que se trató el tema de la
electrosensibilidad y que su cuadro clínico encajaba.
“Al salir de la consulta pensé: pero
este señor qué me esta diciendo, que vienen los marcianos por la
noche y me abducen, que una cosa sin materia me puede afectar a mi
salud, esto es una tontería, y durante todo un año lo obvie, olvidé
esa información”
“Pero seguía enferma, y de manera
objetiva y objetivada con mediciones constates comprobé años
después que sí que me estaba afectando de una manera importante y
que vivía en una casa que tenía a 50 metros una antena de telefonía
móvil, y en el trabajo teníamos al lado nuestro un aparato muy
antiguo que generaba un campo magnético brutal”
Posteriormente le dieron también el
diagnóstico de sensibilidad química.
“Hoy sigo teniendo todos los
problemas de salud que tengo, pero no estoy tirada en una cama y me
puedo mover y la diferencia es muy importante, porque alejarse de
fuentes químicas y electromagnéticas te mejora”.
El reconocimiento que merecen
Minerva es presidenta de la Asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud, que hoy
cuenta con más de un centenar de asociados. Lleva unos tres años
funcionando y está integrada en la coordinadora europea contra la
contaminación electromagnética.
Entre los principales objetivos de la
asociación está que las personas afectadas tengan “el
reconocimiento que merecen porque este es un problema de salud que
está activado por un factor medioambiental y además implica una
discapacidad”.
Explica Minerva que otro problema
importante es que las personas con este problema no pueden tener un
nivel optimo de salud si viven en un piso rodeados de distintos
campos electromagnéticos.“Hay mucha gente en situación muy
limite, que están muy enfermos”. Ella misma hace un año se tuvo
que marchar de su vivienda.
“Reivindicamos espacios libres de
contaminación electromagnética. Actualmente en España no se
cuestiona el tema y cada vez nos quedan menos espacios donde podemos
estar sin enfermar”.
Hay afectados que no tienen recursos
para tener una vivienda adecuada y “estamos intentando que haya
algún refugio libre de cualquier campo magnético a donde puedan ir
a recuperarse y desde ahí reconducir su vida y su situación”.
Sensibilidad electromagnética: Pilar
Aleza
Pilar Aleza es profesora de inglés en
un Instituto de la localidad valenciana de Silla. Tiene 52 años y en
las navidades 2012 empezó a sentirse muy mal:” No podía ni
caminar, yo que soy una persona muy activa que voy andando a todas
partes y no tengo ni coche”.
“Me di cuenta de que cuando salía de
la sala de profesores, donde cuatro años atrás habían instalado un
wifi muy potente, de tipo industrial, que en el pasado había dado
cobertura a todos los barracones del instituto, no podía ni caminar
ni casi hablar, y perdía la memoria”.
Pilar Aleza
Luego estaba también el dolor de
cabeza que “no quiero volver a vivir más y, como va sucediendo
poco a poco, cuando te quieres dar cuenta ya estás fatal. Tenía
unas migrañas espantosas. Y un día entrando por la puerta de la
sala de profesores me di cuenta y me dije “es aquí”.
De ahí pasó a notar rápidamente los
móviles: ”Me hacían un daño tremendo. Ahora estoy mucho mejor,
pero entonces todos los móviles me hacían daño. Sabía casi en qué
bolso y mochila había uno encendido, era un espanto, era como si te
estuvieran dando descargas eléctricas por todas partes”.
Pilar consiguió la firma de todos sus
compañeros para que desconectaran el wifi, y menos mal que lo
apagaron porque “sino no hubiera podido seguir viviendo, te lo digo
así porque es verdad. Eso me salvó la vida”.
“Cuando te das cuenta de lo que está
sucediendo, no lo quieres aceptar, porque te preguntas como voy a
vivir si aquí todo el mundo lleva móviles y hay wifis en todas
partes”.
(El Instituto en el que imparte sus
clases sigue teniendo acceso a internet, pero por cable)
Que no sea verdad
“Hay gente que piensa que te lo
inventas, pero tú no quieres que te pase, y yo al principio me decía
“por favor que me levante mañana por la mañana y esto no sea
verdad”, pero te levantabas al día siguiente y seguía siendo
cierto y te seguía pasando”.
Entonces se puso a investigar y vio que
en España había “muchos desconocimiento y prejuicios” sobre el
tema y descubrió que un Catedrático de Oncología de la Universidad
París- Descartes, llamado Dominique Belpomne, y su equipo habían
publicado estudios y desarrollado un diagnóstico “basado en
biomarcadores en sangre y técnicas de imagen médica del cerebro”.
“Estaba muy enferma, y sin poder casi
andar, decidí irme a la capital gala a ver a este médico, porque no
podía ser solo mi palabra contra el mundo y necesitaba que alguien
certificara lo que me estaba pasando”.
Y dio positivo en las pruebas y logró
el certificado médico, que fue “muy importante, porque era la
prueba de que lo que me estaba pasando era verdad”.
Luego encontró en España médicos que
se ocuparon de su dolencia.
Que quitaran el wifi de la sala de
profesores le permitió seguir con su vida laboral y el siguiente
capítulo fue conseguir que sus alumnos apagaran el móvil en clase:
“Tengo 170 alumnos, con lo cual imagínate lo que es lograr que lo
apaguen todos en un día, es dificilísimo, porque siempre hay
alguien a quien se le olvida…”.
“Y si estoy una hora en clase con
alguien que se ha dejado el móvil encendido y luego otra media hora
igual eso significa que voy a tener la cabeza inflamada y esa noche
no voy a estar bien”.
Y cualquier programa en los medios “que
nos desacredita o fomenta el prejuicio” resulta muy negativo para
ella porque eso significa que el alumno puede pensar que lo que le
pasa a su profesora no es real y decida no apagar el móvil, y “eso
atenta contra mi salud”.
Congreso Mundial de Móviles en China
2017. EFE/Toni Albir
“Hay muchos científicos prestigiosos
que llevan años diciendo que hay que formar a los médicos para que
traten la sensibilidad electromagnética. Tenemos mucha gente detrás
de nosotros diciendo que tenemos razón, que hay que defender
nuestros derechos , que hay que cuidarnos”.
Pilar procura ahora estar siempre
alejada de las fuentes electromagnéticas “porque sino no puedo
vivir. En casa me llega el wifi de los vecinos y tengo que ver qué
soluciones hay para poder mitigar eso”.
“Igual -reflexiona- el que me ve
desde fuera y no lo sabe puede pensar que llevo una vida bastante
normal, pero es una vida en la que te tienes que crear tu territorio,
en la que has perdido el espacio público y privado, porque hay que
mirar siempre el sitio al que vas”.
“Por ejemplo subir a un autobús no
es nada fácil, o ir al cine, vas cuando no hay nadie, un lunes a las
4 de al tarde. No entro en un restaurante o un bar, porque donde hay
personas hay móviles, y los móviles y el wifi me hacen mucho daño.
Me hacen perder la capacidad de hablar y tener problemas cognitivos
importantes”.
También ha tenido que dejar de ir a
ciertas playas y parques :”Todo se está llenando de puntos wifi,
por lo que cada vez es más difícil encontrar lugares al aire libre
donde recuperarse”.
Pese a todo, se considera “afortunada
porque mi familia me cree y me apoya, y tengo personas muy queridas y
leales a mi lado que han sufrido conmigo y nunca han dudado de que lo
que me pasa es cierto”.
Principio de precaución
Para Ceferino Maestu, médico y
director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de
Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, es
fundamental que los poderes públicos apliquen el principio de
precaución ante una evidencia que va en aumento.
“En todos los congresos
internacionales, los científicos nos encontramos divididos en este
campo, no es que sean discrepancias, es que es tan complejo el mundo
de la exposición al campo electromagnético que muchos estudios no
se pueden replicar o se hacen con metodologías diferentes que no se
pueden comparar”.
“Pero sí existe una sospecha
creciente de que los campos electromagnéticos artificiales afectan
de una manera u otra a los organismos y ante esto defendemos que los
poderes públicos tomen una medida de precaución”.
Maestu preside la Sociedad Española de
Síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC) y explica que hay personas
que acuden a verlos con una sintomatología específica que tiene que
ver con la exposición a campos electromagnéticos.
“Con lo cual hay muchos científicos
que suponen y que suponemos que existe una respuesta a esta
exposición, es una respuesta de hipersensibilidad , y vemos que su
sistema nerviosos central responde de forma alterada a esta
exposición y eso da lugar a un perfil de una nueva patología”.
Reconoce Maestu que no hay estadísticas
ni se sabe el número de personas afectadas por sensibilidad
electromagnética, pero insiste en que notan que cada vez hay mayor
cantidad de gente que comienza a tener problemas “con las emisiones
de los teléfonos móviles de los wifis, de los inalámbricos, las
antenas”.
En su opinión, hay multitud de
elementos radiantes que ahora mismo están en nuestro medio y “que
de alguna manera están alterando las condiciones normales en las que
se produce la progresión metabólica o endocrina en nuestro
organismo, y esto se está comprobando constantemente”.
En su laboratorio estudian el
crecimiento de tejidos, y cómo afecta a determinado tipo de células
normales o cancerígenas, o a organismos vivos como ratones o por
ejemplo, caracoles, que también utilizan como modelo experimental.
El artista letonio Voldemars Johansons
mira su obra “Aero Torrents en 2008.EFE/Bernd Thissen
Estos modelos “nos indican que hay
una respuesta de los diferentes tipos de organismos y cultivos
celulares ante la presencia de un campo electromagnético”.
Pero algunas veces, explica, “no todo
tiene que ser en sentido negativo, también pueden mejorar
determinadas condiciones de respuesta celular”.
Así, y según Maestu, en los cultivos
celulares de determinadas células, por ejemplo de los condrocitos
que se presentan en el tejido cartilaginoso y “que son los que
forman la articulación de procesos inflamatorios de los dedos, como
la artritis, hay mejora con la exposición a campos
electromagnéticos, y se frena el deterioro”.
Hay que tener en cuenta, señala este
médico, que todo nuestro organismo esta relacionado con el campo
electromagnético, y que todas nuestras células mantienen una
comunicación a partir de este campo con el medio, y que las
emisiones exteriores “pueden y van a modificar la condiciones
normales de funcionamiento”.
Concluye Maestu que los procesos
evolutivos son muy largos y para evolucionar, las especies biológicas
han tardado miles de años y en ese tiempo han estado sometidos a
diferentes procesos ambientales a los que se han adaptado peor en
este nuevo proceso ambiental “y no sabemos cuántos años
tardaremos en adaptarnos, cuanto tendrá que pasar y cuántos
problemas aparecerán por el camino”.
“No hay experiencia previa, porque
todas las fuentes de radiación a las que estamos sometiendo a la
población no están lo suficientemente comprobadas desde el punto de
vista biológico”, añade.