viernes, 31 de marzo de 2017

La causa de muchas de las enfermedades occidentales es la sobrecarga tóxica

Por Miguel Jara 30 de marzo de 2017

Una de los aspectos que destaca con cierta frecuencia la farmacéutica naturista Palmira Pozuelo, a la que entrevistamos en este blog, son los mecanismos del propio organismo para autocurarse. Hoy publico la segunda parte de dicha conversación que empieza por la pregunta: 

¿Cuales serían los principales mecanismos que tenemos para intentar superar la enfermedad?

Palmira Pozuelo.  
Pozuelo, está especializada en plantas medicinales y diplomada en alimentación y nutrición aplicada y en dermofarmacia y cosmetología, profesora de la Universidad María Cristina de El Escorial, contesta:

Los hipocráticos griegos hablaban de la “phisis” como la fuerza sanadora de la Naturaleza, la que hace que cuando nos hacemos un corte se pongan en marcha los mecanismos para sanar por sí misma esa herida o cuando tenemos una infección nuestro hipotálamo haga subir la temperatura corporal con la fiebre para destruir gérmenes.

Cuando enfermamos habría que facilitar la actuación de esa fuerza sanadora que tiene nuestro organismo y evitar obstaculizarla. Hipócrates insistía en la prevención de la enfermedad a través de una dieta adecuada, el ejercicio, el contacto con la naturaleza y los cuatro elementos.

Los principios hipocráticos, que aún en día juran los médicos al terminar sus estudios, hablan de: La naturaleza es la que cura; curar sin agredir; curar la causa y no los síntomas.

Cuando utilizamos un antiinflamatorio para calmar un dolor menstrual, articular o de cabeza, estamos realizando una agresión a la mucosa estomacal, intestinal y al funcionamiento renal y además no estamos tratando la causa sino que estamos suprimiendo un síntoma.

Por ello se ha de valorar la situación concreta en la que se han de utilizar y no olvidarse de tratar y buscar la causa del problema. Saber también que nuestro organismo está diseñado para la vida y que contiene y produce medicamentos que nos ayudan a reequilibrarnos: 

producimos corticoides (cortisol), analgésicos opioides (endorfinas), somníferos (melatonina), antiinflamatorios (prostaglandinas 1 y 3), antidepresivos (serotonina), entre otros muchos.

Algunas de las pautas de reequilibrio serían el descanso y la dieta, especialmente el ayuno o descanso digestivo, para que nuestro organismo se dedique a la restauración y reparación.

Al igual que descansamos uno o dos días a la semana, nuestros órganos digestivos y emuntorios (de eliminación) también necesitan este descanso, sería muy benéfico integrar el ayuno aunque corto en nuestras vidas: un día a la semana o semiayuno como por ejemplo no cenar o no desayunar o bien una dieta a base de caldos de verduras, frutas de la estación o licuados durante un día o en la noche, ya que la causa de muchas de las enfermedades occidentales es la sobrecarga tóxica.

-Luego está la botica que más usamos (o no), la cotidiana, la alimentación. Usted es especialista en nutrición ¿puede resumirnos cual sería la dieta ideal para mantenernos sanos y además prevenir enfermedades?

Otro principio de la medicina hipocrática es: “Que tu alimento sea tu único medicamento” y hago especial hincapié en lo de único, palabra que suele omitirse cuando se usa esta frase, es decir que lo que comemos cada día sea fuente de salud en lugar de enfermedad, como está ocurriendo hoy en día.

Según los últimos datos del estudio Global Burden of Disease (Coste mundial de la enfermedad), publicado en The Lancet, la dieta inadecuada es responsable del 21% de las muertes evitables y así una de cada cuatro personas que muere en el mundo lo hace debido a una dieta inadecuada, cuestión que sería prevenible con una buena educación nutricional aportada desde la infancia.

En España el número ascendería a 90.000 personas al año. Debido a la instauración de la producción industrial de alimentos se ha disparado el consumo de alimentos con alto contenido de grasas insanas (saturadas y refinadas) azúcares añadidos y sal. En el Estado español el 70% de nuestra alimentación es ya procesada.

Tenemos un muy buen referente en la dieta mediterránea, la cual ha demostrado prevenir enfermedades cardiovasculares, degenerativas y obesidad. El problema es que la mayoría de la gente piensa en nuestro país y otros del entorno mediterráneo, que sigue esta dieta, porque utiliza aceite de oliva, bebe vino tinto y come pescado de vez en cuando.

En realidad, se incumplen varias de sus premisas, voy a comentar las más importantes:

En la pirámide de la dieta mediterránea actualizada que además coincide con las recomendaciones de la Universidad de Harvard o plato Harvard, se recomienda consumir cereales enteros sin refinar y habitualmente la población suele comer arroz blanco, pasta refinada, bollería con harinas refinadas y pan blanco.

Otro incumplimiento es en relación a los productos de origen animal que hoy en día se consumen en exceso, por ejemplo la pirámide recomienda comer carne roja no más de dos veces a la semana y carne procesada (embutidos) una o menos de una vez a las semana. Las legumbres, verduras y frutas sin embargo se consumen en menores cantidades de las recomendadas y el azúcar que está en el vértice de la pirámide con la recomendación de consumo ocasional, se consume a diario y con profusión.

Concluyendo, daría algunas recomendaciones: comer alimentos visibles y no procesados (ir más al mercado que al supermercado), comer al menos la mitad de lo que comemos al día a base de alimentos frescos y vivos (frutas, hortalizas, ensaladas) comer los alimentos tal como los ofrece la naturaleza sin refinar ni procesar (semillas, alimentos integrales).

Comer alimentos limpios sin aditivos (para conservarlos) ni venenos, pesticidas, herbicidas y nitratos químicos (para cultivarlos). Evitar el azúcar y tomarlo en los alimentos que lo contienen de manera natural como frutas, pasas o dátiles. No comer más de un alimento animal al día, una opción saludable para nuestro organismo y para el planeta.

-Se habla últimamente de “superalimentos”, ¿son una moda, parte del marketing de las diferentes industrias alimentarias o existen como tales y cuales son los más interesantes y sus aplicaciones?

Cierto y siempre oímos hablar de alimentos y frutos con nombres exóticos que provienen de países lejanos y su publicidad varía por temporadas, pero alimentos con cualidades nutricionales excepcionales han existido siempre, aunque sí es interesante hoy en día conocer las propiedades de los nutrientes que contienen y sus aplicaciones.

Selecciono algunos superalimentos cercanos y de siempre: por ejemplo las bayas silvestres son muy ricas en antioxidantes y vitamina C, al final del verano nos las ofrece la naturaleza para afrontar la estación fría del invierno, así tenemos las moras, arándanos o los escaramujos.

Los frutos secos tradicionales sin calentar ni tostar: almendras, avellanas y nueces contienen antioxidantes, vitamina E y ácidos grasos esenciales además de ser fuente de proteínas de calidad y una muy buena alternativa a la carne.

Con siete almendras que comiésemos al día tendríamos todos los nutrientes necesarios, poseen además siete veces más calcio que la leche.

Especias como nuestro pimentón, rico en licopeno un potente antioxidante que ha demostrado ser protector frente a varios tipos de cáncer. Las frutas en su mayoría son en sí superalimentos, especialmente si son recogidas en su momento de madurez y cultivadas de manera orgánica, así su riqueza en nutrientes llega a ser mucho mayor (hasta un 60% mayor) especialmente por poderlas consumir muchas de ellas con la cáscara donde se encuentran grandes cantidades de vitaminas y antioxidantes.

Un ejemplo: hacen falta cuatro naranjas convencionales para conseguir la misma cantidad de vitamina C que contiene una naranja ecológica.

-Por sus explicaciones se nota que a usted le apasiona su profesión y que vive lo que explica, usted hace muchos de los remedios que promueve, aceites esenciales, tinturas o pomadas ¿tiene huerto propio? ¿A las personas que no lo tienen qué les aconseja?

Tengo un pequeño jardín medicinal y hasta hace muy poco he formado parte de un grupo de amigos que compartíamos un huerto ecológico.

Recojo las plantas medicinales que cultivo en mi pequeño jardín y en algunas terrazas de la casa, también recojo algunas plantas y frutos silvestres en lugares de confianza como los alrededores del huerto donde teníamos cultivadas plantas aromáticas y también crecían muchas plantas silvestres de uso medicinal (como malva, aciano, salvia, tomillo, romero, etc).

Para las personas que no tengan estas posibilidades, les animaría a que destinaran alguna parte de la casa, terraza o una parte del jardín a las plantas medicinales, especialmente las plantas aromáticas, ya que son fáciles de mantener y no requieren muchos cuidados ni tanta agua, es muy gratificante utilizarlas como aliño de la comida o en alguna infusión.

-¿Qué puede decirnos sobre las pruebas científicas de los alimentos ecológicos, hay muchos estudios sobre ello, son más nutritivos, mejores? Me consta que usted está en un grupo de consumo ecológico de El Escorial, donde vive y sabe de ello.

Es increíble que haya que estar continuamente demostrando que los alimentos cultivados con respeto a los ciclos de la naturaleza y a la tierra son mejores que aquellos que han sido cultivados con agrotóxicos, donde vemos a los trabajadores que los aplican embutidos en trajes tipo escafandras para que no les afecte su toxicidad y que cuyo único fin es la mayor producción y el beneficio económico, sin respeto a la Tierra, a sus aguas subterráneas a sus pequeños animales que la componen y la mantienen viva y sin respeto a la salud de los consumidores.

Hay muchos trabajos publicados, especialmente destaco toda la labor del Dr. Nicolás Olea (Hospital clínico de Granada) para dar a conocer la incidencia de los pesticidas en el desarrollo de cánceres hormonodependientes.

Según él, el origen de la mayoría de los cánceres es medioambiental y no genético y sus causas se deben a la presencia de tóxicos y pesticidas en alimentos y medio ambiente. También los trabajos y libros del bioquímico Albert Ronal Morales conocido por sus trabajos e investigaciones sobre frutoterapia, en su último trabajo Alimentación sana vs transgénicos, aditivos y nanotecnología, da a conocer el daño en el organismo humano y la alteración medioambiental de este tipo de agricultura insana.

Por mucho que científicos al servicio de estas empresas y lobbies agroquímicos quieran demostrar lo indemostrable para no dañar sectores de consumo, es lógico pensar que comer de manera más limpia es más sano que no hacerlo.

La población cada vez es más consciente de esto y el mercado verde va en aumento, siendo nuestro país el mayor productor de alimentos ecológicos de toda Europa y aunque en una gran parte se exportan, cada vez hay más demanda interna de estos productos.

En el pueblo en el que vivo, como mencionas, tenemos un grupo de consumo para pedir alimentos ecológicos a productores cercanos, una manera de acceder directamente y sin intermediarios abaratándose el coste de estos productos y sobre todo la garantía de comer alimentos más sanos y apoyar a personas que apuestan por la salud de las personas y la del planeta.

Hay ya cooperativas de consumo y grupos de consumo ecológicos en todas partes de modo que solo hay que ponerse en contacto con los más cercanos o bien organizar un nuevo grupo.

lunes, 27 de marzo de 2017

Lo que los “Papeles de Monsanto” revelan sobre el Roundup

Difusores de Glifosato a la venta al público. Charles Platiau
Ecologistas en Acción 26 marzo, 2017

29 Eurodiputados interpelan a la Comisión Europea tras la desclasificación de correspondencia interna que revela que Monsanto conocía que el glifosato daña el material genético.

La desclasificación de los llamados “Papeles Monsanto“, revelada por el periódico Le Monde, ha llevado a 29 Miembros del Parlamento Europeo a escribir una dura carta al Presidente Juncker el pasado viernes 24 de marzo de 2017.


Antecedentes

El 15 de marzo, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) decidió que las evidencias científicas sobre el glifosato no eran suficientes para clasificarlo como cancerígeno, mutágeno (es decir, capaz de dañar el material genético) o tóxico para la reproducción.

Unos meses antes, otra agencia europea, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, concluyó que el glifosato es improbable que plantee un riesgo carcinogénico a humanos (aunque, curiosamente, proponía reforzar el control de los residuos del herbicida en los alimentos). En este punto, conviene recordar que en España no se investiga ni evalúa la presencia de glifosato en los alimentos.

Papeles desclasificados

Casualidad (o no), sólo un día después de la decisión de la ECHA, la Justicia Federal de Estados Unidos desclasificó más de 250 páginas de correspondencia interna de Monsanto, que demuestra que ya en 1999tenía conocimiento del potencial mutagénico del glifosato, el ingrediente activo de su producto estrella, Roundup.

Los documentos internos de la multinacional fueron desclasificados como parte de una acción colectiva ante un tribunal federal de California, interpuesta por varios cientos de trabajadores agrícolas afectados por el linfoma no Hodgkin que, en base a un dictamen de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), atribuyen a un contacto prolongado con el herbicida de Monsanto.

Los Europarlamentarios firmantes de la carta denuncian que, según correos internos de 2012, Monsanto reescribió investigaciones que dio a firmar a ciertos académicos con la intención de ocultar los efectos genotóxicos del glifosato.

El negocio de Kier y Kirkland

Uno de los estudios utilizados para la reciente Evaluación de Renovación del glifosato es la revisión de estudios de genotoxicidad “Critical Reviews of Toxicology, 2013; 43 (4): 283 – 315.ASB2014 – 9587“, escrito conjuntamente por Kier y Kirkland, ambos citados en los “Papeles Monsanto“.

Kier es un ex-experto en Monsanto y consultor de toxicología. Los correos publicados muestran preocupación de Monsanto por el escaso nivel de credibilidad que tendría Kier dada su relación con la industria. Por esta razón, se buscaron otros coautores entre los genotoxicólogos de mayor credibilidad en Europa.

David Kirkland fue la primera opción. Un correo electrónico interno del 12 de julio de 2012 se refiere a la firma de un contrato entre Monsanto y David Kirkland.

Los eurodiputados, en su carta a Juncker, critican que la relación de Kier y Kirkland con Monsanto influye en que su investigación concluya que “no hay genotoxicidad in vivo y potencial de mutagenicidad del glifosato“.

Las demandas de los Europarlamentarios
  • 1. Tomar medidas urgentes para proteger a la salud pública y al medio ambiente frente al glifosato, en base al Reglamento 1107/2009.
  • 2. Que la ECHA y EFSA revisen la validez de los estudios de la industria del glifosato y analicen el impacto del estudio de Kier Y Kirkland de 2013 en la valoración de no carcinogeneidad del glifosato.
  • 3. Que no re renueve el permiso del glifosato en Europa hasta que se aclare el punto 2.
  • 4. Ayudas al sector agrícola para una transición hacia una agricultura libre de glifosato.
  • 5. Proponer una revisión de la legislación de pesticidas, basada únicamente en estudios científicos publicados y revisados, no en estudios de la industria fabricante.
  • 6. Crear una lista negra con las empresas que utilizan la mentira como herramienta habitual.
  • 7. Investigar si Monsanto ha falsificado deliberadamente los estudios del glifosato y de ser así, tomar medidas legales contra la empresa.

¿Qué puedes hacer tú?

Firma Iniciativa Europea contra el Glifosato, aquí:

Todos los métodos que utilizan las farmacéuticas para frenar la entrada de genéricos en el mercado

  • Los laboratorios piden nuevas patentes para un medicamento antiguo aplicando pequeños cambios, sacan genéricos propios o pagan a terceros para que no compitan
  • La Comisión de la Competencia planea estudiar el sector al sospechar que se dan estrategias dilatorias amparadas por la regulación
  • "El mercado de los fármacos es un monopolio donde los laboratorios marcan los precios", dice la directora de Salud por Derecho, Vanessa López 
Raúl Rejón 22/03/2017

La Comisión Nacional de la Competencia sospecha que los grandes laboratorios taponan la llegada de medicamentos genéricos, en principio, más baratos. Sus análisis preliminares apuntan a que se dan “comportamientos estratégicos que restringen o retrasan la entrada”, así que van a estudiar el mercado, según contó la semana pasada. ¿Por dónde empezar?

Diversos análisis han ilustrado cómo las farmacéuticas echan mano a toda una batería de recursos para dilatar la aparición de un genérico que tire de los precios –y sus beneficios– hacia abajo: la multiplicación de patentes para blindar un solo medicamento, los litigios prolongados con otras empresas, la creación de sus propios genéricos o el pago a fabricantes para que renuncien a fabricar están entre los más usados. Tácticas que han descrito desde la Comisión Europea hasta un reciente estudio aparecido en la revista de la Sociedad Norteamericana de Hematología.

Genéricos de marca

Las grandes marcas comerciales producen y venden genéricos. Y los venden a precios de genéricos haciéndose con una cuota extra del mercado: la franja que ocupan los medicamentos más económicos.

Desde luego, viendo el ranking de laboratorios del sector de genéricos en España en 2016, en la lista general aparecen dentro de los diez primeros en porcentaje de recetas nombres de gigantes como Pfizer, Novartis, Sanofi, Bayer o Glaxosmithkline.

El genérico que más se vende en España es el Adiro que comercializa la gran farmacéutica Bayer. Se trata de ácido acetil salicílico. Lo mismo que la Aspirina de Bayer aunque en menor concentración. Se usa para pacientes que han tenido un episodio cardíaco agudo.

Renovación de productos antiguos

Un laboratorio que está vendiendo cierto medicamento bajo patente modifica de alguna manera la molécula o la combina con otro principio o tratamiento para justificar una nueva patente que alargue su exclusividad. Reverdecen (evergreening) su principio activo. Así que incluso si algún competidor litiga contra la patente, el proceso se dilata.

En este sentido, un informe de la Comisión Europea explicaba ya en 2009 que las empresas registran un “gran número de patentes relacionadas con una única medicina” que, en ocasiones, llevaban a pleitos con compañías de genéricos. La CE contabilizaba 700 casos que terminaron con 200 acuerdos donde los grandes pagaban a los pequeños.

Pago por no competir

Las farmacéuticas pagan cantidades a las empresas de genéricos que podrían suponer una competencia si sacaran productos, una vez que la patente ha dejado de blindar el medicamento. De esta manera se retrasa la entrada en el mercado de otras variedades, en principio, más baratas que las de la firma comercial.

La patronal de las fabricantes de genéricos, AESEG, se queja de que “la igualdad de precios” que decretó el Gobierno en un decreto de 2011 y que impide superar un precio de referencia para los medicamentos con un mismo principio activo (ya sea comercial o genérico) ha menoscabado la razón de ser de la medicina genérica que se basa, precisamente, en la diferencia de precio (más baratos en su caso).

AESEG asegura que la cuota de mercado en España de estos principios libres de patente está en el 20%, frente al 25% general de Europa, y “un 40% en cuanto a unidades vendidas, muy lejos del 60% a nivel continental”. Los primeros de la lista son los laboratorios españoles Cinfa y Normon y el israelí Teva. Sin embargo, la asociación empresarial no ha contestado específicamente a lo que espera de la investigación de Competencia.

Igual línea ha tomado la patronal de los grandes laboratorios Farmaindustria que, de momento, no planea hacer comentarios. Esperan “a que la CNMC haga el estudio que ha anunciado”.

Precios y márgenes de beneficio

Sí ha aportado su análisis la directora de la organización Salud por Derecho, Vanessa López, quien no duda en calificar el plan de la Comisión de “muy importante” ya que “está diciendo que hay que revisar el sistema de precios y márgenes donde radica el problema del acceso a los medicamentos”. En su opinión, en el mercado de los fármacos “se da un monopolio donde los laboratorios marcan los precios. Tienen la sartén por el mango”.

López analiza que la legislación actual permite “extender ese monopolio” mediante la prolongación de las patentes. “Desde la ampliación mediante pequeñas modificaciones o combinaciones hasta los denominados certificados complementarios de protección”. Las patentes pueden durar 20 años, pero estos certificados permiten prorrogarlas cinco más “para intentar compensar todo el proceso de autorización sanitaria” que resta tiempo a la comercialización.

Otra disposición legal a favor de este sistema es la exclusividad de datos que ampara la Ley del Medicamento. Esto hace que los laboratorios no deban compartir los datos del proceso de creación de una molécula hasta diez años después de su autorización. Sin esos datos, no se puede crear un genérico puesto que los medicamentos sin patente deben demostrar una equivalencia con el original. “Esta disposición es propia de la Unión Europea”, recuerda Vanessa López.

La Comisión Europea explicó que “estos retrasos son importantes ya que el precio de los genéricos durante el primer año tras la pérdida de exclusividad fue, de media, un 25% más bajo que el de la marca comercial. A los dos años, estaba un 40% por debajo". Los precios de las marcas también caen después de que la entrada de genéricos.

Sin embargo, en su análisis, la CE reconoce la necesidad de las patentes para proteger la investigación que hacen los laboratorios aunque la directora de Salud por Derecho difiere en que “el blindaje desincentiva la investigación: ¿para qué voy a desarrollar otra medicina si puede exprimir económicamente esta?”

martes, 21 de marzo de 2017

La Agencia Europea de Medicamentos financiada por los fabricantes de fármacos

Por Miguel Jara

Las agencias reguladoras de medicamentos tienen conflictos de interés que, como hemos publicado en ocasiones, les llevan en demasiadas ocasiones a anteponer los intereses de las industrias a los de las personas. El llamado Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, conlleva el traslado de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de Londres a una ciudad de la UE por decidir. Lo interesante es que están publicándose algunos datos que abundan en lo que comento, la cooptación de dicha agencia.

Desde hace muchos años insisto en que el “guardián de los medicamentos” de los europeos y europeas, la EMA (y ocurre algo similar con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), tiene lazos con las diferentes industrias y laboratorios farmacéuticos tan estrechos que le impide hacer bien su trabajo: la aprobación rigurosa de fármacos y productos sanitarios y la farmacovigilancia de los mismos para evitar daños a las personas.

Uno de los principales problemas es que estas agencias no son independientes de las empresas, no están financiadas con dinero público sino que la mayor parte de lo que ingresan es en concepto de tasas que cobran por la revisión de la documentación que las diferentes compañías les presentan para que les aprueben sus productos.

El diario Cinco Días publica que la entidad encargada de supervisar los tratamientos en Europa se “autofinancia” con los 31.414.000 millones de euros que le llegan de los laboratorios farmacéuticos en concepto de solicitud de autorización de cada medicamento. En concreto, en el ejercicio de 2015, narra el diario económico
"tramitó 113 solicitudes de pre-autorización, a razón de una cuota de 278.000 euros por solicitud, según datos de un informe del Parlamento Europeo sobre el funcionamiento de las principales agencias de la UE”.

Desde su creación en 1995, la Agencia ha emitido más de 1.000 autorizaciones para la comercialización de productos farmacológicos, lo que ha obligado a gran parte de la industria farmacéutica y de productos veterinarios a contar con representación de alto nivel técnico en la capital británica o desplazar hasta allí a con gran frecuencia a sus expertos.

Pero ¿cuántos productos sanitarios ha retirado del mercado ese organismo europeo? Yo no conozco la cifra exacta pero, como se dice, podrían contarse con los dedos de una mano. Ya, ya sé que lo normal es que los medicamentos funcionen bien, que no den problemas como para retirarlos pero en los últimos años estamos asistiendo a escándalos sin que se tomen las medidas adecuadas.

Alicia Capilla, portavoz de la Asociación de
Afectadas por a Vacuna del Papiloma (AAVP)
en la sede de la EMA.
El claro conflicto de interés estructural de la Agencia puede explicar cosas como esta: 352 muertes por la vacuna del papiloma notificadas ante la Agencia Europea de Medicamentos y la entidad NO las investiga

Y no solo no hace su trabajo, investigar qué sucede con esa vacuna que el Gobierno de Japón dejó de recomendar hace ya cerca de cuatro años, sino que intenta proteger a sus fabricantes (que también son sus pagadores, claro).

Otro ejemplo es el método anticonceptivo Essure, de la compañía Bayer. Está causando graves daños en todo el mundo hasta el punto de que la agencia de productos médicos de Brasil lo ha retirado del mercado porque en dicho país hay 200 afectadas. En Estados Unidos hay miles de mujeres dañadas por ese aparatito metálico que se inserta en las Trompas de Falopio de las mujeres para esterilizarlas y su agencia, la FDA, no lo retira de la circulación.

Angélica del Valle y Elena Fernández,
coordinadoras de la Asociación de Afectadas
por Essure, en la sede de la AEMPS
En España, calculamos que hay unas 1.000 mujeres con posibles daños y la AEMPS, pese a que reconoce fallos en el sistema, asesorada por la agencia europea, no lo prohíbe.

Hay que contar de nuevo que la FDA tiene un sistema por el cual un laboratorio puede pagar una cantidad extra para que los funcionarios de dicha entidad pública aceleren la revisión de la documentación de un nuevo tratamiento.

Y podríamos poner muchos más ejemplos. Lo que parece claro es que no es buena idea que los órganos reguladores de productos estén financiados por quienes están destinados a ser regulados por esos órganos.

lunes, 13 de marzo de 2017

Disruptores endocrinos: nueva derrota de la Comisión Europea

Publicado: Lunes, 13 Marzo 2017 13:39 | Por: E. en Accion

La Comisión Europea vuelve a fracasar en su intento de dar luz verde a su peligrosa propuesta de definición de disruptores endocrinos.

Después de que su propuesta de definición de disruptor endocrino fuera rechazada el 21 de diciembre de 2016, la Comisión Europea sufre otro revés y no consigue alcanzar la mayoría cualificada necesaria para la aprobación de su propuesta en la votación del Comité de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (ScoPAFF), del 28 de febrero.

Francia, Dinamarca y Suecia se niegan a apoyar la propuesta.

Francia, Dinamarca y Suecia se han negado a apoyar la propuesta, expresando así su desacuerdo con unos criterios de identificación de disruptores endocrinos que consideran inaceptables ya que no protegen la salud ni el medio ambiente europeos. Otros estados miembro como Eslovaquia y Estonia también han mostrado su rechazo.

Desde Ecologistas en Acción lamentamos que España no haya rechazado hoy la propuesta de la Comisión a pesar de que hasta ahora se había mostrado muy crítica con ésta. Alemania, Italia, los Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia han mostrado su acuerdo, mientras Bélgica, Irlanda, Polonia y Reino Unido se han abstenido.

Al ver que no iba a conseguir la mayoría cualificada necesaria para apoyar su propuesta (apoyo del 55% de los estados que representen un 65% de la población), la Comisión ha decidido no someter la propuesta a votación.

La Comisión no ha aclarado sus próximos pasos, tras ver rechazada por cuarta vez su propuesta.

La actual propuesta dejaría la gran mayoría de sustancias sin identificar

El nivel de evidencia exigido para considerar una sustancia disruptora endocrina es excesiva y muy superior al establecido para otras sustancias tóxicas de nivel de preocupación similar,como cancerígenos, mutágenos o tóxicos para la reproducción (CMR).

Así, exige evidencia de la relación causal entre efectos adversos y modo de acción endocrina. Esto no se exige para clasificar CMR y dado que existe muy poca información sobre el modo de acción de los disruptores endocrinos, reducirá al mínimo el número de sustancias reguladas.

Los criterios no son coherentes con la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es la definición que se decidió que se utilizaría como base y que incluye las sustancias que se conoce y se presume que causan disrupción endocrina.

Tampoco es coherente con los criterios de clasificación de sustancias establecidos por la normativa europea, que incluyen categorías en función del nivel de evidencia científica sobre sus efectos negativos en animales y humanos. Limita la regulación a las sustancias con evidencia absoluta de disrupción endocrina en humanos.

Los criterios incluyen una exención a los plaguicidas que actúen alterando el sistema hormonal. En las últimas propuestas la Comisión ha incluido un nuevo apartado para evitar la regulación de los plaguicidas cuyo modo de acción sea precisamente la disrupción del sistema endocrino de las plagas a las que van dirigidas.

Los criterios propuestos no han sido evaluados: No se sabe qué sustancias se regularían de aprobarse estos criterios. Los Estados miembro deben decidir apoyar unos criterios que no conocen qué regularán y por tanto, qué consecuencias tendrán.

Puede verse el texto de la última propuesta de criterios aquí y comentarios detallados de Ecologistas en Acción aquí.

Antecedentes de la propuesta de contaminantes hormonales

La perturbación del sistema hormonal causada por los disruptores endocrinos se ha asociado con efectos adversos como cáncer en órganos relacionados con las hormonas, como mama, próstata o tiroides, diabetes, infertilidad y problemas en el desarrollo neurológico, entre otros.

La Comisión estaba legalmente obligadaa establecer unos criterios de definición que permitieran identificar estos tóxicos de los pesticidas y así poder regularlos, para finales de 2013.

Pero, presionada por la industria, no cumplió con su obligación y finalmente, en junio de 2016, obligada por na sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, presentó una propuesta de criterios a los Estados mienbro.
Mensaje de la coalición EDC Free a V. Andriukaitis, Comisario de Sanidad de la 
Comisión Europea tras presentar la propuesta, en junio de 2016.
La Comisión ha presentado ya 4 propuestas que han sido rechazadas por los representantes de los Estados miembro en el Comité de Paguicidas (PAFF).

Desde la coalición europea EDC Free, en la que participa Ecologistas en Acción, seguiremos trabajando para conseguir una definición de contaminante hormonal realmente protectora.

Seguimos recogiendo firmas contra la actual propuesta de la Comisión aquí

Médicos que piden frenar las prácticas corruptas de la industria farmacéutica

Por Miguel Jara 8 de marzo de 2016

Un grupo de reputados médicos, farmacéuticos y divulgadores científicos han difundido un manifiesto para pedir a los políticos que hagan algo para frenar las prácticas “oscuras” de Big Pharma, las grandes farmacéuticas. Se amplía así el abanico de profesionales de las ciencias de la vida que advierten en público sobre la corrupción de la industria farmacéutica y su impacto en la salud de la población.

En esta ocasión se trata del cardiólogo Aseem Malhotra; Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos de Gran Bretaña y médico personal de la reina durante 21 años; John Ashton, presidente del Faculty of Public Health; el psiquiatra J.S. Bamrah, presidente de la Asociación Británica de Médicos de Origen Indio y director médico del Manchester Academic Science Centre; la cardióloga Rita Redberg, editora de la prestigiosa revista médica JAMA Internal Medicine; y el profesor James McCormack, reputado farmacéutico y divulgador científico.

Estos profesionales aseguran que hay demasiados fármacos inútiles y, en muchas ocasiones peligrosos. Que la industria farmacéutica engaña a médicos y población enferma. Que el NHS, el sistema sanitario público británico, no hace nada para evitarlo. Y que hay que hacer una investigación pública completa sobre cómo se asegura la eficacia de los medicamentos por la citada sospecha de que algunos tratamientos actuales sean mucho menos efectivos de lo que pensábamos.

En definitiva, lo que llevamos años denunciando en estas páginas. Del manifiesto se desprende que el derecho a la información de la ciudadanía en temas relacionados con su salud es vejado de manera sistemática por las industrias. Existe una “epidemia de médicos y pacientes desinformados”.

El sobrediagnóstico y la sobremedicación, principales males de los sistemas sanitarios ocicdentales, está conduciendo a una epdiemia soterrada de muertes y graves daños provocados por medicamentos.

Lo que estos especialistas influyentes indican ahora es lo que el médico danés Peter C. Gøtzsche, a quien tuve la suerte de conocer en Madrid con motivo de la presentación de su libro Medicamentos que matan y crimen organizado. Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud, explica y documenta en ese trabajo.

Gotzsche ha trabajado en la industria farmacéutica y después se ha convertido en uno de los adalides de la llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBE), que ha degenerado en el marketing de Big Pharma para vender medicamentos ineficaces y mortales -como asintió cuando le hice esta observación-.

Según el danés, hoy en los países desarrollados -qué paradoja- el consumo de medicamentos con receta es la tercera causa de muerte tras las enfermedades del corazón y el cáncer. Sólo en USA mueren cada año 200.000 personas por los daños de los fármacos.

Gotzsche es quizá el autor que ha usado el apelativo más duro con la industria pues lo de “crimen organizado” va porque considera que en muchas ocasiones las actividades de laboratorios y lobbies son como las de la mafia y dedica buena parte de su libro a explicarlo.

No es ni mucho menos el único médico que ha publicado en esos términos. La psiquiatra y profesora de Psiquiatría del University College de Londres, Joanna Moncrieff, ofrece en castellano su trabajo Hablando claro: Una introducción a los psicofármacos.

En él cuestiona las enfermedades mentales “inventadas”, la eficacia y seguridad de los medicamentos para la psique y el modelo actual centrado en la enfermedad mental que carece, indica, de evidencias científicas.

Crítico con la psiquiatría hegemónica hoy es Allen Frances. ¿Somos todos ya enfermos mentales?, se pregunta en un libro con dicho título y advierte de las graves consecuencias de la progresiva medicalización de la normalidad.

Frances, que fue uno de los consultores del DSM, la llamada “biblia de la psiquiatría” por ser un manual de descripción de los trastornos mentales, recopila los excesos del diagnóstico psiquiátrico y los desafíos asociados con una vida “normal” considerados hoy “trastornos mentales” que requieren tratamiento médico.

El ámbito psiquiátrico está en crisis de identidad y otro autor destacado que aporta libro al debate es el periodista científico Robert Whitaker. En su Anatomía de una epidemia, retrata los medicamentos psiquiátricos, “el asombroso aumento de las enfermedades mentales” y la influencia de la industria farmacéutica en los sistemas de salud y en nuestras vidas.

Citaré por último en esta lista no exhaustiva de críticos de las irregularidades de las Big Pharma en el mundo anglosajón en los últimos años a Ben Goldacre, psiquiatra y colaborador habitual en grandes medios de comunicación.

En su libro Mala farma explica cómo las compañías farmacéuticas engañan a los médicos y perjudican a los pacientes. Mala farma desvela todas las malas prácticas relacionadas con la industria farmacéutica en especial relacionadas con los ensayos clínicos, en los que se basa, no lo olvidemos el marketing de los medicamentos.

Y escribo de nuevo marketing porque queda claro tras leerlo que es lo que es; poca Ciencia y mucha estrategia de venta.

Cada vez es más habitual escuchar a prestigiosos médicos y divulgadores científicos criticar a las farmacéuticas, las administraciones sanitarias y muchos de sus colegas por sobremedicar peligrosamente a la población.

Acusan sin tapujos a ese cartel de medicamentos de causar más muertes que los cárteles de las drogas ilegales. Pero su crítica sólo llega con cuentagotas a la arena política. Algo que, parece, está empezando también a cambiar. Al menos en Reino Unido.

Por las páginas del manifiesto de los médicos británicos críticos se suceden como ejmeplos pelotazos medicamentosos como las estatinas para el colesterol o el del Tamiflu.

El cardiólogo Malhotra es muy contundente en la conclusión de su manifiesto:
"El sistema está roto y no se va a arreglar poniendo más dinero. La codicia corporativa y el sistemático fracaso político ha dejado al sistema de salud de rodillas. Sin transparencia total ningún médico puede proveer lo que hemos prometido en la escuela médica y a lo que nos dedicamos en cuerpo y alma:
dar el mejor cuidado a nuestros pacientes.
Por el bien de nuestra salud y la sostenibilidad del sistema ha llegado la hora de emprender una verdadera acción colectiva frente a la cultura de la sobremedicación
La ciencia médica ha dado un giro hacia la oscuridad. Y la luz del sol será su único desinfectante”.

Confirmado por la ONU: los pesticidas matan 200 mil personas al año

La ONU nunca había hablado tan claro: "La agricultura orgánica es la única solución viable si queremos alimentar al mundo"

Por: PlayGround, jueves 9 de marzo de 2017

Los pesticidas son las únicas sustancias tóxicas que se liberan en el medioambiente de manera intencional para matar a seres vivos entre los que se incluyen malas hierbas, insectos, hongos y roedores. Pero también enferman a los humanos, según ha confirmado la Organización de las Naciones Unidas en un estudio que 200 mil personas al año mueren envenenadas por culpa de los pesticidas en todo el mundo.

La investigación se presentó ayer en el Consejo para los Derechos Humano afirma que los pesticidas “han tenido un impacto catastrófico en la salud humana y del medioambiente”. Y también reconoce que reconoce que el uso de pesticidas ha tenido una correlación con el incremento de la producción de alimentos.
Sin embargo, juzga este último argumento como insuficiente: “ese incremento de la producción no ha tenido éxito en eliminar el hambre del mundo” -dice el informe, y añade que- confiar en pesticidas tóxicos es una solución a corto plazo que debilita los derechos de conseguir una comida y una salud adecuada para las generaciones presentes y futuras”.

No son palabras que haya que tomar a la ligera y menos viendo las enfermedades que el empleo de pesticidas provocan. Entre las que la ONU enumera se cuentan el cáncer, el Alzheimer, el Parkinson, trastornos hormonales, defectos de nacimiento, infertilidad y daños neurológicos. “En algunos países, el envenenamiento que provocan los pesticidas agravan las fatalidades que causan las enfermedades infecciosas”, asegura el informe.

El estudio ha culpado de “la gran magnitud de los daños infligidos por estos químicos” a “la negación sistemática alimentada por la industria agrícola y de los pesticidas”.
Según el informe, las personas quedan expuestas a niveles peligrosos de pesticidas en muy distintas formas, desde los granjeros que los aplican en sus plantas hasta los bebés que toman leche materna contaminada. “Muy pocas personas evitan la exposición a los pesticidas. Porque todos nos exponemos a ellos mediante la comida, el agua, el aire o teniendo contacto directo con ellos o con sus residuos”.

“Los pesticidas que se aplican en las plantaciones frecuentemente contaminan los ecosistemas que les rodean e incluso los que están a más distancia, con consecuencias ecológicas impredecibles. Además, la reducción de plagas rompen el complejo equilibrio entre las predadores y las presas en la cadena alimentaria”.
La investigación también considera que los pesticidas son una tecnología demasiado cara y poco eficaz. “Cuando hablamos de agricultura de subsistencia, confiar en los pesticidas se convierte en una carga económica para los granjeros: las mala hierbas y las plagas tienen la capacidad de desarrollar resistencia y eso requiere pesticidas cada vez más y más fuertes que los campesinos tendrán que comprar”.

La alternativa de la ONU es una melodía que no ha dejado de sonar en los últimos años: la agricultura orgánica: “Con las prácticas orgánicas, nos apoyamos en los procesos que practica el ecosistema y que aporta nutrientes a la tierra de manera natural, volviendo innecesarios a los fertilizantes sintéticos, que son muy caros”.

“Y si queremos alimentar el mundo, la atención a la biología y la materia orgánica de la tierra y el reciclaje natural de nutrientes, son las únicas maneras sostenibles y efectivas en términos económicos”.