jueves, 2 de febrero de 2017

Los dos tipos de cáncer más detectados en España se relacionan con la exposición a contaminantes hormonales

Figura 2.18 del Estado de la ciencia sobre disruptores endocrinos (OMS y PNUMA)  
2 febrero, 2017

Los dos tipos de cáncer con mayor incidencia en España son el cáncer de mama en mujeres y el de próstata en hombres, ambos relacionados con la exposición a disruptores endocrinos. Sin embargo, este hecho ni se nombra en el reciente informe de la Sociedad Española de Oncología Médica.

El informe “Las cifras del cáncer2017“, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), afirma que el número de nuevos casos de cáncer detectados (la llamada “incidencia”) aumenta de forma constante desde hace 20 años. De hecho, se alcanzan las previsiones estimadas para 2020, con casi 250.000 nuevos cánceres detectados al año (148.827 en varones y 98.944 en mujeres).

Según la SEOM, las causas del cáncer son el crecimiento de la población, la mejora de las técnicas de detección precoz y el aumento de la esperanza de vida. También cita que “alrededor de 1/3 de las muertes por cáncer son debidas a “causas evitables“, como el tabaco (responsable de hasta un 33% de los tumores a nivel global), las infecciones, el alcohol y la obesidad“.

¿Y qué ocurre con la exposición cotidiana a tóxicos?

El desarrollo de tumores se debe a una multitud de factores entre los que se encuentran los anteriores, sin duda.

Pero no se deben obviar los resultados del informe Estado de la Ciencia de los Disruptores Endocrinos, de la Organización Mundial de la Salud y el Programa sobre Medio Ambiente de Naciones Unidas, que determinan que “Las tasas globales de cánceres endocrinos (cáncer de mama, endometrio, ovario, próstata, testicular y tiroides) han aumentado en los últimos 40-50 años“.

La población se expone a diario a tóxicos: respira los humos procedentes de automóviles o industrias cercanas a sus domicilios, ingiere residuos de plaguicidas y aditivos alimentarios tóxicos junto a los alimentos y se extiende sobre la piel cremas, jabones y productos cosméticos que contienen disruptores endocrinos, sospechosos de generar cánceres en órganos relacionados con las hormonas.

Ejemplo nº1: el cáncer de mama

No parece casualidad que los dos tipos de cáncer más diagnosticados, el de próstata en hombres y el de mama en mujeres, estén directamente relacionados con la exposición a disruptores endocrinos. Numerosos estudios científicos alertan al respecto aunque no han recibido mucha atención por parte de los medios ni mucho menos de las autoridades.

La siguiente figura, del informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, muestra que el cáncer de mama es el tumor más frecuentemente diagnosticados en las mujeres españolas:
Un estudio realizado en España por el investigador Nicolás Olea, Director del Departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada, concluye que existe una fuerte asociación entre la cantidad de disruptores endocrinos en el cuerpo y el riesgo a desarrollar cáncer de mama.

El aspecto más novedoso de este estudio es que analiza el efecto combinado que tiene un conjunto de contaminantes hormonales del suero corporal, lo que destaca la importancia de evaluar mezclas de xenoestrógenos, en lugar de compuestos por separado al estudiar cánceres relacionados con hormonas.

El informe de la OMS y PNUMA antes citado realiza un repaso a las evidencias científicas sobre la relación entre disruptores y el cáncer de mama (página 126).

Ejemplo nº2: cáncer de próstata

En hombres, el tipo de cáncer con mayor incidencia en España en 2015 fue el de próstata, con 33.370 nuevos casos detectados, como muestra la figura del informe de la SEOM:
De hecho, este tipo de cáncer está creciendo de forma dramática y continua en numerosos países europeos lo que según el informe Estado de la Ciencia del PNUMA no puede explicarse sólo por una mejor detección precoz. Los estudios sobre población migrante y gemelos muestran que influyen de forma importante los factores ambientales como la dieta y la exposición química, en particular a pesticidas como el clorpirifós, el plaguicida más habitual en los alimentos españoles y presente como residuos en 20 tipos de alimentos diferentes. También se relaciona con la exposición a otros contaminantes, como el arsénico.

La exposición contaminantes hormonales que simulan funciones de estrógenos (xenoestrógenos) en la etapa prenatal del bebé puede alterar profundamente el desarrollo de la próstata, haciéndola más sensible a desarrollar cáncer en la vida adulta.

A pesar de estar demostrado científicamente que la exposición a contaminantes hormonales se relaciona con el desarrollo de los dos cánceres con mayor incidencia en España, las autoridades no llevan a cabo ninguna medida de prevención de la exposición, que “se produce por debajo de los límites legales seguros.

Pero el incremento de este tipo de enfermedades, unido a la realidad de que no existen cantidades seguras para los disruptores endocrinos y a la falta de investigación del efecto cóctel, deja a la población en una situación desprotegida.