viernes, 7 de abril de 2017

"El acceso a la información ambiental es fundamental"

Anna Font insta a los ayuntamientos a compartir con la mayor antelación posible y mediante canales inclusivos la previsión de tratamientos fitosanitarios
Anna Font, en los jardines de Palau Robert, en Barcelona.  
LUIS BENAVIDES / BARCELONA JUEVES, 6 DE ABRIL DEL 2017 

El uso de tratamientos químicos para mantener los espacios públicos se debe informar con ocho días de antelación. El objetivo es reducir los riesgos de exposición a la ciudadanía y especialmente de los grupos vulnerables. Anna Font, psicóloga y especialista en Sensibilidad Química Múltiple y pesticidas, explica porqué esta información es tan importante.

–¿Cómo hay que comunicar esta información?

–Según el Llibre Blanc sobre Control de Plagues en Espais Verds, que amplia la infomación del Real Decreto de productos fitosanitarios del 2012, mediante carteles situados en lugares bien visibles y sobre un soporte estable, avisos a comunidades de vecinos, asociaciones u organismos, por medios electrónicos...

–¿Y según su experiencia, se hace así?

–No siempre. En algunas poblaciones ni siquiera se colocan carteles. Otras informan mediante la prensa o radio local, o bien a través de noticias en la web municipal, aunque a veces lo hacen mientras están teniendo lugar los tratamientos, o tras la finalización de los mismos, lo que no permite tomar suficientes medidas de precaución. Algunos ayuntamientos disponen de un listado interno de personas vulnerables y sensibles a avisar antes de las aplicaciones. Y hay varias administraciones pioneras que han habilitado una sección específica en la web o blog municipal con los avisos fitosanitarios.

–¿Qué datos ofrecen y qué utilidad tienen?

–Las fechas previstas de tratamiento, lugar, tipo de producto (insecticida, fungicida, herbicida), nombre, recomendaciones. En la web del Ayuntamiento de Barcelona las previsiones aparecen agrupadas por distritos y se indica la fecha de actualización de los datos.

–El Ayuntamiento de Barcelona informa en su web desde el 2014.

–Sí, y junto con Sabadell, es un gran referente para otras administraciones. De momento, en Catalunya ya hay 14 ayuntamientos, repartidos en 6 comarcas, con un apartado específico de información fitosanitaria en la página web municipal. En Barcelona ciudad, además del ayuntamiento, ahora también informa la Diputación -que gestiona 5 recintos en la ciudad, aunque sólo 3 con vegetación-, el Palau Robert -el primer jardín de la Generalitat en informar- y el Área Metropolitana -que gestiona 47 parques en 29 poblaciones. Esto es algo insólito. No ocurre en otras ciudades.

–¿Qué supone disponer de toda esta información?

–Esta información es de mucha utilidad para las personas con enfermedades que se agravan al exponerse a contaminantes ambientales y a productos químicos, como el asma, la sensibilidad química múltiple, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica o electrohipersensibilidad, y para cualquier persona que quiera cuidar su salud.

–Para estas enfermedades relacionadas con sustancias nocivas presentes en el ambiente, ¿qué ventajas supone la reciente erradicación del glifosato en muchas poblaciones como Barcelona?

–Además de las mejoras para el medio ambiente, supone una reducción drástrica de la exposición a esta sustancia, pero no sólo para este colectivo, sino para toda la población, y también para los perros, ya que dejan de tratarse aceras, parques, jardines y alcorques, entre otros.

–Aunque el glifosato ya no se utiliza en Barcelona, sigue estando autorizado.

–Así es, pero autorizado no es sinónimo de inocuo.

–Supongo que la publicación en páginas web municipales es perfecto porque permite informarse sin necesidad de estar ‘in situ’.

–Exactamente. Estas páginas permiten conocer con antelación desde cualquier lugar qué, donde, cuándo y con qué se va a tratar, y poder tomar medidas de precaución, minimizar exposiciones y mantener un mejor estado de salud ciudadana.

–¿Se puede pedir más?

–Sí, claro. Tras las reivindicaciones de entidades ecologistas y de enfermos ambientales, cada vez más pueblos y ciudades se declaran libres de glifosato, pero todavía quedan muchos que lo utilizan en todo el ámbito municipal. Sería ideal gozar de un estado máximo de protección de la salud para toda la población en materia de pesticidas urbanos, utilizar técnicas de jardinería más adecuadas al entorno, optar por estrategias insecticidas y fungicidas inocuas, y disponer de canales de información inclusivos para personas con discapacidad intelectual o visual, electrohipersensiblilidad, edad avanzada, desconocimiento de la lengua u otras limitaciones.

–¿Cómo pueden ampliar la información los lectores interesados en esta materia?

–El acceso a la información medioambiental es fundamental, un derecho de la ciudadanía, y cualquiera puede ejercerlo solicitando los datos deseados a su ayuntamiento o a cualquier administración.

Páginas de información de la ciudad realizadas con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona.

GLIFOSATO: desgarradora carta antes de morir de una científica de la EPA “sí, causa cáncer”

Por Graciela Vizcay Gomez

La carta de la científica de la EPA Marion Copley, que falleció víctima de cáncer, fue descubierta en los documentos no sellados originalmente por el Tribunal del Distrito Norte de California, USA, en la “Acción Civil N° 16-MD-02741-VC Monsanto Company", sobre responsabilidad por el herbicida RoundUp”. La carta la dió a conocer el grupo anti-GMO ‘US Right to Know (USRTK), y fué publicado en el sitio Glyphosate.news.

En la carta, Copley le pide al científico Jess Rowland, llamado el “topo de Monsanto” dentro de la EPA, que “deje mentir sobre los peligros del RoundUp (Glifosato).


Marion Copley, una científica de la EPA con 30 años de carrera, con numerosos premios en su haber, escribió una carta a Rowland en marzo de 2013, dos años antes de que el debate público sobre la carcinogenicidad del glifosato comience en serio. La Dra. Copley fue toxicóloga principal en la División de Efectos de la Salud de la EPA y trabajó estrechamente con Rowland. Diagnosticada con cáncer terminal, tuvo que retirarse por razones de salud y falleció en enero de 2014. Antes de su muerte, expresó sus serias preocupaciones a Rowland sobre el manejo del glifosato por parte de EPA. Desafortunadamente, la Dra Copley murió un año después y antes de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC-OMS), el año siguiente, llegara a la misma conclusión sobre el herbicida: el glifosato es un carcinógeno.

La declaración moribunda de la Dr. Copley comienza nombrando no menos de catorce efectos del glifosato conocidos por la EPA, todos los cuales son mecanismos plausibles de acción que explican el aumento en el riesgo de linfoma.

-“Cualquiera de estos mecanismos por sí solos puede causar tumores, pero el glifosato causa todos ellos simultáneamente”. Copley señaló que el glifosato fue previamente clasificado por la EPA como un “POSIBLE carcinógeno humano”, y argumentó que, de acuerdo con los conocimientos de la EPA sobre el producto químico, la EPA debería re-clasificar el glifosato como “PROBABLE carcinógeno humano”.

En esta carta, Copley le pide a Jess Rowland que haga su trabajo y proteja al público en lugar de proteger los intereses de Monsanto, diciéndole : -“Por una vez en tu vida, escúchame y no hagas tu juego de connivencia política con la ciencia para favorecer a los registrantes. Por una vez haz lo correcto y no tomes decisiones basadas en cómo afecta a tu bono”. En dicha correspondencia, la toxicóloga cita pruebas de estudios en animales y escribe: “Es esencialmente cierto que el glifosato causa cáncer“.

Luego insiste en otro párrafo:

-“Jess, tú y yo hemos discutido muchas veces sobre el Comité de Revisión de la Evaluación de Cáncer de la EPA (CARC) . Usted discutió a menudo sobre temas fuera de su conocimiento, que es antiético. Su formación en 1971 en Nebraska, es muy anticuada, por lo tanto la ciencia CARC está a 10 años detrás de la literatura en los mecanismos”.

Y continúa diciendo: -”Los quelatos claramente interrumpen la señalización del calcio, una vía de señalización clave en todos los cellos y que media en la progresión del tumor. Se supone que Greg Ackerman es nuestro experto en mecanismos, pero nunca mencionó ninguno de estos conceptos en el CARC y cuando traté de discutirlo con él, me dejó fuera. ¿Greg está jugando tus juegos políticos también, es incompetente o tiene algún tipo de conflicto de intereses?”

Aquí hace referencia al científico Gregory Akerman, de la división Efectos en la Salud, Revisión sistemática y métodos de recopilación de datos, que sigue en funciones en la EPA.

También acusa a Rowland y a otra científica de la EPA, Anna Lowit , que todavía trabaja en la agencia, de involucrarse en tácticas de intimidación para obligar a los científicos y burócratas de la EPA a cambiar sus conclusiones a favor de Monsanto. -“Usted y Anna Lowit intimidaron al personal del Comité de Revisión de la Evaluación de Cáncer de la EPA (CARC) y cambiaron los reportes finales del Comité de Revisión de la Evaluación del Riesgo de la Agencia (HIARC) y del Comité de Ciencias y Política de Peligros (HASPOC) para favorecer a la industria”, dice Copley.

Esta táctica, por cierto, está alineada al 100% con la cultura corporativa profundamente malvada de Monsanto, que habitualmente se involucra en tácticas legales de intimidación a científicos y campañas de asesinato contra activistas anti-Monsanto.

Copley advierte y acusa que los científicos de la EPA son sobornados por Monsanto, diciendo: “Su colega de Nebraska recibió fondos de la industria, claramente tiene un conflicto de intereses. Simplemente prométeme que no dejará nunca a Anna (Lowit) en el comité del CARC, sus decisiones no tienen sentido racional. Si alguien en OPP está aceptando sobornos, es ella”.

Lo que es grave, es que esta científica a la que hace referencia la científica en su carta: Lowit, que además de trabajar en la EPA como asesora senior en la Oficina de Programas de Plaguicidas, es la Co-presidente del Comité Asesor Científico sobre Métodos Toxicológicos Alternativos (ICCVAM). La tarea de este organismo es:

“Establecer, siempre que sea factible, directrices, recomendaciones y reglamentos que promuevan la aceptación reglamentaria de pruebas toxicológicas nuevas o revisadas científicamente válidas que protejan la salud humana y animal y el medio ambiente, reduciendo, refinando o reemplazando ensayos con animales y garantizando la seguridad humana y la inocuidad de los productos. Eficacia”.

Es un comité permanente del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS), en el marco del Centro Interagencial Nacional de Evaluación de Métodos Toxicológicos Alternativos (NICEATM) del Programa Nacional de Toxicología. El ICCVAM está compuesto por representantes de 16 agencias federales de regulación y de investigación de los Estados Unidos que requieren, usan, generan o difunden información toxicológica y de pruebas de seguridad.

No solo existe un conflicto de intereses de parte de Lowit, también un trabajo fino dentro de los entes reguladores, a favor de Monsanto, una real mercenaria, cínica y sin respeto alguno por la salud de los seres humanos y del ambiente.

Los abogados de los demandantes se negaron a decir cómo obtuvieron la carta, que tiene fecha 4 de marzo de 2013. La fecha de la carta viene después de que Copley dejó la EPA en 2012 y poco antes de morir de cáncer de mama a los 66 años, en enero de 2014.

Ella acusa a Rowland de haber “intimidado al personal” para cambiar los informes para favorecer a la industria, y escribe que la investigación sobre el glifosato, el ingrediente clave del Roundup de Monsanto, muestra que el pesticida debe ser clasificado como “probable carcinógeno humano”.

Marion Copley firma con una súplica para la humanidad, sabiendo que ella está acercándose a la muerte, pero que quiere ayudar a liberar a la humanidad del producto químico tóxico “holocausto” que está siendo impulsado por Monsanto y una EPA criminal.

En otros párrafos de la carta, la científica sigue diciendo:

-“Desde que dejé la Agencia con cáncer, he estudiado extensamente el proceso del tumor y tengo algunos comentarios del mecanismo que pueden ser muy valiosos para el CARC basado en mis décadas de experiencia en patología:

*El glifosato fue originalmente diseñado como un “agente quelante” y creo firmemente que es el proceso idéntico involucrado en su formación de tumores, lo cual está altamente apoyado por la literatura.

*Los quelatos inhiben la apoptosis, el proceso mediante el cual nuestros cuerpos matan a las células tumorales

*Los quelatos son disruptores endocrinos, involucrados en la tumorigénesis

*El glifosato induce proliferación de linfocitos

*El glifosato induce la formación de radicales libres

*Los quelatos o secuestrantes, inhiben las enzimas de eliminación de radicales libres que requieren Zn, Mn o Cu para la actividad (es decir, SOD) superóxido dismutasa (antioxidante)

*Quelata el zinc, necesario para la función del sistema inmunológico

*El glifosato es genotóxico, un mecanismo clave contra el cáncer, (coincide con el Dr Robert Bellé)


-El quelato inhibe las enzimas de reparación del ADN que requieren cofactores metálicos

– Los quelatos unen Ca, Zn, Mg, etc. para hacer los alimentos deficientes de estos nutrientes esenciales

-Quelata el calcio necesario para la enzima calcineurina, para una correcta respuesta inmune

-Los quelatos a menudo dañan los riñones o el páncreas, como el glifosato, es un mecanismo para la formación de tumores

-La lesión del riñón / páncreas puede conducir a cambios en la química clínica para favorecer el crecimiento tumoral

– El glifosato mata las bacterias en el intestino y en el sistema gastrointestinal donde reside el 80% del sistema inmune

-Los quelatos suprimen el sistema inmune haciendo el cuerpo susceptible a los tumores

* Las células sanguíneas están más expuestas a quelantes, si cualquier estudio muestra proliferación de linfocitos, entonces es confirmatorio que el glifosato es un carcinógeno.

“Tengo cáncer y no quiero que estos problemas serios en MED pasen sin tratamiento antes de ir a mi tumba. He cumplido con mi deber.”

Firma : Marion Copley 4 de marzo de 2013

Rowland dirigió el trabajo de científicos que evaluaron los efectos en la salud humana de la exposición a plaguicidas como el glifosato y presidió el Comité de Revisión de la Evaluación del Cáncer (CARC) de la EPA que determinó que el glifosato “no es probable que sea cancerígeno para los seres humanos”.

Rowland dejó la EPA en 2016, poco después de que una copia del informe del CARC fuese filtrada y citada por Monsanto como evidencia de que la clasificación del IARC era defectuosa.

La EPA ha pasado los últimos años evaluando el perfil de seguridad sanitaria y ambiental del glifosato a medida que la controversia mundial sobre el producto químico ha aumentado. La agencia había planeado terminar su evaluación del riesgo de glifosato en 2015. Luego dijo que se completaría en 2016; Luego dijo que estaría terminado en el primer trimestre de 2017. Ahora la agencia dice que espera tenerla terminada a finales del tercer trimestre de 2017. Sigue dilatando un resultado, que ya es difícil de ignorar : El glifosato produce cáncer y lo saben desde hace años, pero lo ocultaron. 

La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) y la European Food Safety Authority (EFSA) también son culpables, insistiendo que “no es cancerígeno”, porque analizan el glifosato solo, sin los coadyuvantes de las formulaciones del RoundUp, tal como lo advirtió el Dr Rober Bellé hace dos décadas. Eso es ECOCIDIO.-

Zero Biocidas
Imágen: MomsAcrossAmérica

“Qué sentido tiene dañar a toda la infancia? Nada debería prevalecer sobre la salud”, José F. Caselles

JOSÉ CLEMENTE RUBIO GARCÍA
Foto: JESÚS MOLINA

Las Jornadas “UNA EDUCACIÓN PARA EL SIGLO XXI – Miradas desde las Ciencias y las Artes” organizadas, entre otros, por la Asociación de Personas Jubiladas y Pensionistas – La Intersindical y con la colaboración de numerosos Ayuntamientos y diferentes entidades, han organizado un total de 78 actividades y, de las cuales, 17 se han desarrollado en la comarca del Noroeste/Río Mula.

Una de ellas ha sido la denominada: “LA WIFI ES UN PELIGRO PARA NUESTRO ALUMNADO: POR UNA ESCUELA SALUDABLE CON INTERNET POR CABLE”, pronunciada por el Doctor D. José F. Caselles . Es profesor titular de la Facultad de Educación de la UMU, miembro del Equipo coordinador de la Plataforma Estatal contra la Contaminación Electromagnética (PECCEM) y miembro de la PECCEM-RM. Es electrohipersensible (EHS) y socio de la Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS).

Muy amablemente acepta nuestra propuesta de entrevistarlo y contesta a nuestras preguntas:

¿Qué es la contaminación electromagnética?

Nos referiremos a los campos electromagnéticos (CEM) artificiales. Pueden enfermar y matar a personas y demás seres vivos (animales y plantas). Escapa a los sentidos. Atraviesa paredes. Es caro y difícil protegerse. Peor cuanto más cerca de la fuente. Puede ser ionizante o no ionizante, pulsante o continua. Algunas fuentes radiantes: antenas de telefonía, radares, satélites, repetidores, radioenlaces, líneas de alta tensión, transformadores, contadores telegestionados… Muchas las escogemos libremente, abusando de ellas frecuentemente: móviles, teléfonos fijos inalámbricos, Wifi, Bluetooth, GPS, microondas, radiodespertadores, juegos y videojuegos con mandos inalámbricos, monitores de bebé, cocinas de inducción, mandos a distancia, auriculares inalámbricos, sistemas de seguridad, pizarras digitales inalámbricas, wearables…

¿Cómo afecta a la salud?

Mayoritariamente, la investigación científica sobre radiación electromagnética advierte de sus peligros. Suelen ser informes y declaraciones independientes, desligadas de la industria y libre de conflicto de intereses. Destacan: ICEMS, Interphone, REFLEX, Céfalo, Declaración Médica de Friburgo, Comité Ruso para la Protección de la Radiación no Ionizante, Comité canadiense de Salud, Declaración de Bruselas, Llamamiento científico a ONU y OMS, Programa Nacional de Toxicología (EEUU)…

Igualmente destacan pronunciamientos institucionales aconsejando aplicar el Principio de Precaución, la protección infanto-juvenil, reconocer la electrohipersensibilidad, controlar los grupos de presión, educar a la población, retirar la wifi de centros educativos… Destacan: Agencia Europea de Medio Ambiente, Parlamento Europeo, y la Resolución 1815 (2011) del Consejo de Europa.

La OMS clasificó esta radiación no ionizante en el grupo 2B (posible carcinógeno humano). Pero numerosos especialistas exigen clasificarla como 2A (probable carcinógeno), incluso como grupo 1 (carcinógeno conocido).

No olvidamos uno de los grupos científicos más reconocidos: Bioinitiative. Su informe 2012 evidenció: cambios en actividad eléctrica cerebral y presión sanguínea, descenso de melatonina (glándula pineal), síndrome de fatiga crónica, afección del sistema inmunológico, tumores cerebrales (gliomas), cáncer infantil (leucemia), problemas cardíacos, riesgo en barrera hematoencefálica, efectos genotóxicos, daños en ADN (rotura de enlaces simples y dobles), aumento de peligrosidad en toxinas químicas, abortos, depresiones, insomnio, dolores de cabeza, cáncer (mama, oído, parótida), esterilidad, autismo, irritabilidad, alzheimer, proteínas de estrés en células… Otros estudios señalan daños en la piel, descompensación del calcio en células, agrupamiento de glóbulos en sangre, linfoma de Hodgkin, TDAH, alteración de procesos educativos…

Pueden consultarse estos informes en la Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (www.peccem.org), así como: http://cemyelectrosensibilidad.blogspot

¿Qué es la electrohipersensibilidad (EHS)?

Considerada enfermedad “centinela” y quienes la padecen “canarios de las minas”, advierte de que algo grave está pasando. Igualmente denominados “nuevos leprosos”, al tornarse imposible su vida social (no contagian nada). Causada por la exposición a la radiación artificial, se vuelve crónica y aditiva. Resultado de una terrible violencia estructural fundamentada en leyes injustas sostenidas desde la complicidad política e industrial, donde la protección de la salud y la opinión ciudadana (Convenio Aarhus) no cuentan. Según zona, se calcula afecta entre 1 y 10% de población. Su origen no es psicosomático ni resultado del efecto nocebo. Se conocen ya biomarcadores. Forma parte del Síndrome de Sensibilización Central. Algunos síntomas de EHS: dolor cabeza, sensación quemazón, dificultad concentración, dolor músculos y articulaciones, pérdida memoria, confusión mental, insomnio, palpitaciones, arritmias, mareos, náuseas, irritabilidad, hormigueos, hiperactividad, alteración reflejos, depresión, ansiedad, confusión y desorientación espacial/temporal, fatiga, debilidad/flojera, aceleración o disminución ritmo cardíaco, dolores pecho, temblores, espasmos musculares, dolores piernas y pies…

En España existe la Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS) (www.electrosensiblesderechosalud.org)

¿Es la infancia especialmente vulnerable a la radiación?

Sí. Sus órganos en desarrollo, la fragilidad de su barrera hematoencefálica, su menor grosor craneal…, la hace muy vulnerable. En los fetos, la situación se agrava, especialmente si es niña, pues durante sus 100 primeros días de formación, sus óvulos en desarrollo son especialmente sensibles a la radiación, pudiendo dañarse genéticamente, con consecuencias fatales para las futuras generaciones.

¿Realmente es peligrosa la wifi para nuestros escolares?

Sí. Generalmente la wifi funciona a 2.4 GHz (la frecuencia del microondas), y suele emitir densidades de potencia superiores a 20.000 μW/m2. Bioinitiative 2012 recomendó que la infancia no estuviera expuesta a más de 6 μW/m2. El daño sería terrible tras 12.000 horas de exposición que suponen los 10 años de enseñanza obligatoria. La situación se agrava al introducir la wifi también en Infantil. Las autoridades saben que es un verdadero atentado contra la salud, pero lo consienten y promueven. Las aseguradoras no asumen los daños por radiación. Se puede acceder a Internet con cero radiación utilizando cable o fibra óptica, ¿qué sentido tiene dañar a toda la infancia? Nada debería prevalecer sobre la salud.

La escuela podría convertirse en una cantera de EHS (por efecto acumulativo de radiación) y ocasionar graves daños biológicos. Pero ya directamente se manifiestan alteraciones psicopedagógicas, según informes clínicos: pensamiento perturbado, hiperactividad, falta de concentración, ansiedad, irritabilidad, desorientación, distracción, trastorno del sueño, dolores de cabeza…

¿Cómo “defendernos”?

Reducir todo lo posible la radiación en cualquier ámbito. Adoptar usos responsables (recuperar el teléfono de cable frente al inalámbrico, reducir wifi y conectar cable o fibra, reducir al máximo el uso del móvil y su carga de información…). Concienciar del problema. Proteger grupos sensibles. Exigir leyes proteccionistas. Comprometerse con movimientos reivindicativos (PECCEM, EQSDS, PECCEM-RM)…