sábado, 29 de abril de 2017

Alrededor de 21.000 canarios sufren sensibilidad química múltiple

JESSICA MORENO 29/04/2017
Carmen de la Rosa, presidenta de la Asociación de Sensibilidad Química. DA 
Desde el año 2014 se reconoce, por parte del Gobierno español, la sensibilidad química múltiple como una enfermedad. Se calcula que esta dolencia puede afectar a hasta 21.000 personas en Canarias, de las cuales entre 4.000 y 8.000 residen en Tenerife, según los índices de afección estipulados. Lo cierto es que, pese a la incidencia, el problema radica en que muchos de los afectados desconoce padecer esta patología y tampoco la tienen diagnosticada. Hace un año, afectados por esta enfermedad crearon la Asociación de Sensibilidad Química Múltiple, con el fin de visibilizar sus problemas y buscar soluciones para paliar, en la medida de lo posible, sus efectos, que son notados, especialmente, entre las mujeres.

Se trata de una dolencia ambiental crónica irreversible causada por la exposición y posterior sensibilización a sustancias químicas sintéticas que se encuentran presentes de forma cotidiana. La enfermedad afecta, sobre todo, al sistema nervioso central y a otros órganos. Entre los síntomas que aparecen se hallan problemas gastrointestinales, respiratorios, cardiacos, cutáneos y neurológicos, tras la exposición a estos químicos, tanto en espacios públicos como en sitios privados como el trabajo o el propio hogar. Así lo explicó a este medio Carmen de la Rosa, presidenta de la asociación, quien, además, impartió ayer una jornada sobre la patología. En la charla también participaron, analizando esta problemática, el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital de La Candelaria, Pedro Laynez, y el arquitecto técnico Alejandro López.

De la Rosa señaló que uno de los principales problemas es que aún es difícil el diagnóstico de la enfermedad, por lo que, desde este colectivo, se reclama más formación para los profesionales, al igual que la implantación de un protocolo específico de atención, que incluye que a estas personas se les reserve un espacio en recintos sanitarios libre de estos tóxicos. Además, la asociación solicita áreas públicas libres de estos productos químicos, que se pueden encontrar, por ejemplo, en las fragancias o en los materiales utilizados, y que se destinen más fondos a la investigación para avanzar en su conocimiento. La presidenta del colectivo insistió en que esta dolencia está provocada por la elevada contaminación que se encuentra en el ambiente. “Cada persona tiene en su cuerpo hasta 700 productos tóxicos”, recalcó, a la par que señaló que hay quien desarrolla esta sensibilidad, mientras que otras personas pueden presentar otras patologías, como el cáncer.