Por Charo San Román Herranz, 12
Septiembre, 2017
El PNUMA
indicó que no hay cura para el envenenamiento por mercurio, una
enfermedad que puede causar daños neurológicos y de salud
irreversibles. Tampoco hay un nivel seguro de exposición al
componente químico.
Lamentablemente, no parece que los
medios de comunicación españoles hayan considerado noticiable un
hecho de enorme relevancia a nivel planetario, pues trata, nada más
y nada menos, que de intentar librar en lo posible del tóxico
mercurio, a todos los seres vivos que resistimos, o malvivimos, en la
casa común, como denomina el Papa Francisco al Planeta Tierra. Y,
dada la larga vida del mercurio. tanto dentro como fuera de los seres
vivos, para proteger también a nuestros descendientes, a quienes, si
no ponemos remedio, legaremos un Planeta esquilmado y convertido en
un vertedero hostil a la vida.
Y digo resistimos, porque los
innumerables tóxicos con los que estamos envenenando el mundo que
conocemos, están poniendo en grave riesgo la biodiversidad.
Porque cada día desaparecen especies
de animales y/o plantas como consecuencia de la insaciable codicia de
quienes rigen los destinos del Planeta, que destruyen masas arbóreas,
envenenan los campos con agroquímicos, destruyen especies animales y
vegetales que no le son rentables pero que sí son imprescindibles
para el equilibrio de los ecosistemas, vierten residuos contaminantes
a los ríos y mares, contaminan el aire necesario para la vida, …
Porque otras muchas especies están en
riesgo de extinción
Porque una buena parte de la humanidad
está enferma, e intenta sobrellevar su pésima calidad de vida con
fármacos, con los que pretende tapar los síntomas de los daños que
producen los tóxicos, y que, en muchos casos, fármacos y tóxicos
llevan la marca del mismo fabricante.
Porque los tóxicos, que son
acumulativos y persistentes, no sólo producen daños por sí mismos,
sino que reaccionan entre ellos, potencian sus efectos, y causan
daños incalculables, incontrolables e irreparables en el organismo,
y a largo plazo, o no tan largo, alteran el genoma humano que
heredará la prole generación tras generación.
Y porque además de los cientos de
miles de sustancias químicas que inundan nuestra vida cotidiana,
existen elementos naturales también tóxicos, a la cabeza de los
cuáles se encuentra el mercurio, considerado desde tiempo inmemorial
por la comunidad científica como el elemento no radiactivo, más
tóxico del Planeta, no obstante lo cual, tiene un sinfín de usos
industriales, incluso sanitarios.
Pero las autoridades españolas
prefieren ignorar, incluso negar su toxicidad e intentar “matar al
mensajero”, priorizando, como siempre, los intereses económicos
antes que la salud de la población, causando un sufrimiento
indescriptible y evitable a millones de personas intoxicadas,
arruinándonos la salud y la vida, además de al erario público, con
fármacos tan potentes como inútiles, innecesarios y peligrosos.
Cuando nuestro cuerpo no aguanta más tóxico, nos envían al
Psiquiatra, que, tampoco sabe hacer algo positivo por nosotros, salvo
reintoxicarnos con psicofármacos que no necesitamos.
Así es que,
tras un torturante recorrido de años, incluso de décadas por
dependencias pseudosanitarias, convertidos en auténticas farmacias
ambulantes que ya no somos rentables a la gran farmaindustria, nos
excluyen del sistema.
Aunque parezca exagerado, los
Hospitales españoles son auténticas antesalas de la muerte para las
personas que ya no soportan más fármacos que las dañan, ni la
atmósfera hospitalaria saturada de sustancias químicas que también
las dañan. Así es que, ante ese sombrío panorama, muchas personas
hipersensibles se suicidan o son suicidadas en el Hospital o recién
recibido el alta. Doy fe. Tras desintoxicarme en un país,
supuestamente tercermundista, y regresar a España viva, y en mejor
estado de salud que cuando me sacaron tres años antes, no sólo me
convertí en persona non grata, sino que tuve que soportar que me
trataran como escoria, que me enviaran de un Hospital a otro,
simplemente para quitarse el problema de en medio, y escuchar
lindezas como ésta: “tendrá usted que resignarse a morir como los
millones de personas para las que no existe tratamiento”. Su autor
era, nada menos que el Director Médico del Hospital “Príncipe de
Asturias” de Alcalá de Henares. No se me olvida el diálogo que
tuvimos, y supongo que a él tampoco, aunque él seguirá cobrando su
nómina, y yo seguiré arruinando mi economía para pagarme
tratamientos privados, por amor a la vida. Pero ¡¡¡sigo viva!!!
Efectivamente, las personas
desahuciadas en España porque el vademécum no recoge tratamientos
desintoxicantes y nutrientes sin los excipientes que nos dañan, se
cuentan por millones. Están desahuciadas las personas diagnosticadas
de enfermedades raras, que cada día son menos raras, y además,
estamos quienes sufrimos los Síndromes de Sensibilización Central,
que somos hipersensibles por estar hiperintoxicadas, y como el
concepto de intoxicación crónica les suena a chino, aunque los
tóxicos sean tan viejos como el mundo, millones de personas estamos
“descatalogadas” y excluidas del sistema.
¿Casualmente? la inmensa mayoría de
personas que conozco diagnosticadas de Fibromialgia, Fatiga Crónica,
Sensibilidad Química Múltiple y/o Electrosensibilidad, hemos tenido
alguna relación con el mercurio dental, además, obviamente, con el
resto de tóxicos ambientales. En demasiadas ocasiones, las amalgamas
se han reabsorbido e invadido todas nuestras células. Pero, a pesar
del consenso en toda la comunidad científica respecto a la
toxicidad, y muy especialmente neurotoxicidad, son muy escasas las
personas a las que se ha reconocido la incapacidad laboral
permanente. Y, por supuesto, jamás se aplica el principio de
precaución es un concepto que respalda la adopción de medidas
protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o
tecnologías crean un riesgo grave para la salud pública o el medio
ambiente, pero sin que se cuente todavía con una prueba científica
definitiva de tal riesgo.
Además de aplicar dicho principio,
deberían copiar de Japón, en donde hace años que se le reconoció
a un discapacitado su intoxicación por mercurio dentro del útero
materno. El Ministerio de Defensa, tiene un Instituto de Toxicología
que, por definición, hace determinaciones e tóxicos en muestras
biológicas. Llama la atención que entre otras, realiza
determinaciones de mercurio en leche materna. ¿por qué será?. Y
los Especialistas tienen prohibido solicitar pruebas toxicológicas
en cabello, pues, dado que los metales pesados, como el mercurio,
tienen un corto periodo de permanencia en la sangre y se depositan
rápidamente en los tejidos, el cabello es la muestra biológica que
mejor refleja las intoxicaciones crónicas, y como no saben ni
quieren hablar de intoxicaciones crónicas, las autoridades prefieren
que no se diagnostiquen.
Este Instituto de Toxicología de la
Defensa, cuando yo lo conocí en la primavera de 2012, incluía en su
web los resultados de un estudio sobre mercurio realizado en una
muestra importante de niños en edad escolar. Los datos reflejaban
unas tasas de mercurio muy por encima de otras poblaciones similares
en nuestro entorno. ¿Causas? En España se come mucho pescado. ¿Cómo
explicar que existan niños de corta edad que aún no han comido
pescado, pero acumulan en su organismo una concentración de mercurio
muy superior a la de su madre? Pregunta molesta, sin repuesta que no
ofenda el sentido común.
Lamentablemente, y a pesar de que en
España sobrevivimos y malvivimos en un auténtico caldo tóxico, la
Toxicología ocupa un lugar residual en los Planes de Estudio de
Medicina, y el escaso conocimiento toxicológico que se enseña,
mucho menos del que se conoce fuera de España, se aplica sólo a
determinar causas de muerte, pero no a buscar el origen de los
problemas de salud: Tampoco se estudia Biofísica ni Bioquímica que
ayudarían a conocer y comprender los innumerables procesos que se
desarrollan en el interior de nuestras células, y de los que
dependen la salud y la vida. Y así nos va.
Cada vez aparecen enfermedades graves y
degenerativas a edades más tempranas, pero a las autoridades
españolas no les interesa saber por qué. A los científicos que
atinadamente apuntan a las posibles causas, y alertan sobre la
preocupante situación de salud de la población española, las
autoridades no sólo no los escuchan sino que les recortan el
presupuesto para que no sigan investigando, y, si pueden hacerlo, los
reubican en lugares de trabajo donde molesten menos. Los Médicos de
los Servicios sanitarios, más interesados en la salud de sus
pacientes que en los beneficios que genera la enfermedad, no sólo
sufren las represalias de sus jefes sino el desprecio de muchos de
sus colegas.
Hace algún tiempo, El Dr. D. Juan José
Rodríguez Sendín, Presidente de la Organización Médica Colegial,
manifesaba en un programa de RNE: “No hay ninguno de los grandes problemas de salud que no tenga relación con la contaminación medioambiental”. Pero el programa se emitió sólo por Radio
Exterior de España. Parece que la información no era interesante
para los del interior, al igual que una entrevista a un Catedrático
de la Escuela de Ingeniería de Minas de Almadén, Pablo Higueras,
respecto al mercurio y que se emitió por Radio 5 de una a dos de la
madrugada el día 22/09/2011:
El mercurio es uno de los metales más
tóxicos que existen, Puede provocar diversas afecciones en el ser
humano y la vida silvestre”, sus vapores o los compuestos orgánicos
resultan muy tóxicos
el mercurio es una amenaza para la
salud humana y la vida silvestre puede terminar acumulándose en el
organismo. Afecta principalmente al sistema nervioso, aunque también
altera el sistema inmunológico; los sistemas genéticos y
enzimáticos; e induce un desarrollo anormal de los embriones.
Además de estas manifestaciones, “La
tribuna de Ciudad Real” publicaba también una entrevista con este
Catedrático el día seis de febrero pasado, que trataba sobre la
contaminación por mercurio en Almadenejos, pequeña localidad de la
comarca de Almadén donde se encuentra el mayor yacimiento de
mercurio del Planeta: Copio-pego: La zona (el Cerco de Almadenejos),
de unos 400 metros cuadrados, se encuentra en la actualidad cerrada,
sin acceso y rodeada por otra pequeña muralla. Pero hasta el pasado
mes de junio, Mayasa tenía cedido el cerco al pueblo, donde se usaba
para guardar el ganado. Cerdos, caballos e incluso vacas campaban a
sus anchas en el lugar, alimentándose de aquellos restos que
incluían mercurio que data del siglo XVIII y XIX, «época en la que
se llevó a cabo la construcción de la mayor parte de los hornos de
Almadenejos». Pablo Higueras, del Departamento de Ingeniería
Geológica y Minera de la Universidad de Castilla-La Mancha y que ha
participado en varias investigaciones, asegura que «Almadenejos,
desde el punto de vista minero, es una zona preciosa para estudiar lo
que ocurre cuando se deja mercurio 150 o 200 años en un mismo sitio
sin tocar». En 2003, la Universidad regional, con la financiación
del Ministerio de Ciencia y Tecnología, realizó los primeros
estudios medioambientales en la zona. Investigaciones que reflejan
que «existe concentración de mercurio en el suelo», aunque «los
niveles se encuentran por debajo de los máximos establecidos para
áreas pobladas». Aun así, ¿presenta un riesgo para la salud?
Quizás sí, contesta, «pero no puedo cuantificarlo». Higueras
insiste en que la población no debería preocuparse, aunque
considera que «algo se debería hacer», pues «a pesar de que está
cerrado y no entra nadie, sigue siendo un foco de contaminación de
mercurio desde hace años». ¿Los niveles son peligrosos para las
personas y el ganado?, se pregunta Higueras al tiempo que responde
que «si no se entra, no». Ahora, cuando han pasado ya se empiezan a
contar en siglos el tiempo que pasó desde que se abandonó la
actividad minera en Almadenejos, el municipio pone todas sus
esperanzas en los futuros estudios de fitorremediación que llevará
a cabo Minas de Almadén y Arrayanes S.A (MAYASA).
¿Caben más vaguedades y
contradicciones?. Pues aún hay más
Curiosamente, este Catedrático
codirigió, junto con un colega de la Universidad de Oviedo y avaló
con su firma, la tesis doctoral de Dª Alba Martínez Coronado quien
califica la zona como desastre medioambiental o la anomalía dentro
de la anomalía, (ver el apartado Conclusiones, pág. 189 de su
tesis) pues no sólo queda el mercurio puro al aire libre, procedente
de los hornos en los que se calentaba el cinabrio y liberaban gran
cantidad de mercurio que no se aprovechaba, sino que gran cantidad de
escombros de la mina se esparcieron por calles de la localidad y
carreteras aledañas.
Algunos tramos van en paralelo al río, de
donde, según los lugareños de más edad dicen que han desaparecido
plantas que conocieron en su infancia.
Y este mismo Catedrático. manifiesta
en una conferencia dictada en la UNAM, en Méjico, que los cangrejos
de río acumulan en su cuerpo, a pesar de su corta vida, una
concentración de mercurio de entre 17.000 y 23.000 nanogramos/gramo,
cuando, según sus palabras, el máximo es 0,5. pero que no hay que
preocuparse, porque los cangrejos sólo se consumen como tapas en los
bares. Parece que desconoce las costumbres culinarias de la zona.
Quien sienta interés puede buscar en internet el vídeo “el
mercurio en Almadén” que recoge la citada conferencia.
Estos hechos vienen siendo denunciados
reiterada e insistentemente Ecologistas en Acción pero con escaso
éxito, pues ni las autoridades ni los medios de comunicación están
dispuestos a escucharlos, y mucho menos a aplicar medidas que impidan
que el Cerco de Almadenejos siga emitiendo vapores tóxicos a la
atmósfera cuando la temperatura ambiente supera los 20º C, que en
el verano se puede duplicar ampliamente.
Esperemos que con la entrada en vigor
del Convenio de Minamata, firmado en 2013 por 128 países, entre
ellos España. la situación cambie a mejor, en favor de la vida, de
todos los seres vivos del Planeta. La ratificación de dicho Convenio
por un número superior a 50 países, requisito indispensable para su
entrada en vigor, no se ha producido hasta el mes de mayo pasado,
cuando, se superó ampliamente esa cifra, y se fijó la fecha de
entrada en vigor para el pasado 16 de agosto.
Aunque la UE lo ha ratificado, España
no lo ha hecho. ¿Por qué será? ¿Tendrá algo que ver la
contaminación existente en la comarca de Almadén, de donde salió
durante siglos una inmensa riqueza y al cesar la actividad minera
quedó solamente contaminación y pobreza, y como ésta no puede
exportarse regala generosamente contaminación al resto del Planeta?
¿Tendrá que ver con que a principios de siglo, la empresa
responsable, MAYASA, integrada en la SEPI, recibió dinero del FEDER
para remediar los daños causados en la comarca de Almadén con la
actividad minerometalúrgica, pero no llegó dinero a Almadenejos, ni
se ha vuelto a pedir más para adoptar las medidas que parece ser se
adoptaron en Almadén y consiguieron rebajar considerablemente las
tasas de contaminación que se registraban anteriormente? ¿Hasta
cuándo habrá que seguir exportando contaminación si la empresa
minera, MAYASA no sólo no tiene dinero para descontaminar sino que
declara pérdidas?.
¿Alguien puede comprender que en un
país en el que se retiraron de los centros sanitarios los
termómetros y demás aparatos de medición que contenían mercurio,
dada la peligrosidad que entraña, no sólo no se adopten medidas
preventivas, sino que se mantengan durante siglos 400 metros
cuadrados de terreno, literalmente regado con mercurio puro al aire
libre, o más de mil metros cuadrados de huertos regados con agua que
sale directamente de la mina, o que se sigan colocando empastes
dentales metálicos cuyo principal componente es el tóxico mercurio,
o que se sigan poniendo vacunas con Thiomersal, derivado mercurial
que se usa como conservante?
El PNUMA indicó que no hay cura para
el envenenamiento por mercurio, una enfermedad que puede causar daños
neurológicos y de salud irreversibles. Tampoco hay un nivel seguro
de exposición al componente químico.
PERO ESPAÑA SIGUE SIENDO DIFERENTE, Y
CADA VEZ A PEOR
Saludos y MUCHA SALUD SIN MERCURIO
Charo Paula
POR FAVOR, PUBLICADLO, ESTO NO ES SÓLO
UN DELITO AMBIENTAL, SINO UN GENOCIDIO POR EL QUE ALGÚN DÍA LA
HISTORIA JUZGARÁ A LOS RESPONSABLES. ASÍ SEA
Las autoridades noruegas pidieron
disculpas a los enfermos de Fibromialgia y Fatiga Crónica por
tratarlos como enfermos psiquiátricos. Esperemos que tras la entrada
en vigor del Convenio que reconoce la peligrosidad del mercurio,
alguien, alguna autoridad empiece a relacionar los distintos Síndromes
de Sensibilización con el potente neurotóxico que es el mercurio.
Es increíble que habiendo miles de personas afectadas que llevan o
han llevado amalgamas sigan diciendo que del mercurio no ha enfermado
ni muerto nadie, o que “el mercurio es una chuminá”.