“Un estudio demostró que el aire sucio
constituye una enorme carga económica, social y de salud, que pesa
sobre los países pobres y que le cuesta el mundo en general, miles
de millones en días de trabajo perdidos y en los llamados “costos
de bienestar”."
ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED /
AGENCIAS
FECHA DE PUBLICACIÓN: 17/10/2016
En un amplio estudio sobre los costos
económicos de la contaminación, se determinó que en 2013 (que es
año el que se ha tomado en cuenta para hacer las mediciones por ser
la últimas cifras oficiales disponibles), China perdió casi el 10%
de su PIB, la India el 7,69% y Sri Lanka y Camboya aproximadamente un
8%, por causas directas e indirectas de la polución del aire.
Pero los países ricos también están
perdiendo decenas de miles de millones cada año, a causa de los días
de trabajo perdidos y los costos de bienestar (como las muertes
prematuras y las enfermedades relacionadas con la polución, por
ejemplo). Se encontró que el aire contaminado le costó al Reino
Unido 7,3 mil, a los EEUU 45 mil y a Alemania 15 mil millones de
euros ese año.
Si bien Zimbawe, Malawi y la República
Centroafricana se encontraban entre los menos contaminados del mundo,
Liberia es la nación que ha tenido los costos perdidos por razones
laborales más bajos entre los países africanos, que se estiman en
unos 22 millones de euros anuales.
Uruguay con algo más de 3,5 millones
de habitantes perdió solo un 0,03% de su PIB, con un costo de 15
millones, pero Islandia que cuenta con una población de menos de
400.000 personas y poca industria, emergió como el país más limpio
del mundo en general, ya que solo debió invertir unos 2.8 millones
de euros, para paliar las consecuencias de la polución
ambiental.
Sobre la base de datos del Instituto
para la Métrica y Evaluación Sanitaria, el estudio calcula que la
contaminación del aire mata actualmente y de forma prematura a 5,5
millones de personas al año, lo que significa una enorme pérdida de
vidas que se malogran por las pésimas condiciones de salud que
implica la polución.
De hecho, la contaminación del aire es la
cuarta causa de muertes prematuras en todo el mundo, después del
tabaquismo, la desnutrición y la obesidad y se sabe, que además
incide sobre la aparición de cánceres de pulmón y enfermedades
cardiorrespiratorias. La polución ambiental causa más de 6 veces el
número de muertes que la malaria.
Sin incluir los costos del tratamiento
de enfermedades relacionadas con la contaminación, solo en 2013 las
muertes prematuras le costaron a la economía mundial una cifra
superior a los 220 millones de euros en días de trabajo
perdidos.
Pero dicho índice se elevó de manera
alarmante cuando se calcularon los costos de bienestar, que se basan
en lo que la gente estaba dispuesta a pagar para evitar morir a causa
de la contaminación del aire, en los sitios donde habitan o
trabajan.
La magnitud del problema es realmente desalentadora, ya
que no están incluidos los costos de prevención y la realidad es
que los pobres son más propensos a vivir en áreas contaminadas y
son menos capaces de acceder a la asistencia sanitaria.
En 2013, aproximadamente el 93% de las
muertes producidas por enfermedades que podrían curarse en otros
lugares, se pueden atribuir en gran medida a la contaminación del
aire, pero la incidencia fue mayor en ciertos países, donde el 90%
de la población estaba expuesta a niveles peligrosos de
contaminación del aire y no contaban prácticamente con ninguna
ninguna solución ni prevención.
Entre las causas de dicha contaminación
se encuentra el aumento masivo del número de automóviles circulando
en todo el mundo, pero sobretodo el hecho de que en los países en
desarrollo se sigue dependiendo de la quema de combustibles sólidos,
como el carbón, el estiércol y el coque en sus hogares para cocinar
y para calefacción.
La contaminación del aire no sólo es un
riesgo para la salud en general, sino que se transforma en un lastre
para el desarrollo, al causar enfermedades y producir muertes
prematuras, que no solo reducen la calidad de vida de sus habitantes,
sino que provocan una pérdida de mano de obra productiva y
disminuyen el nivel de los ingresos en los países más afectados.
Aparte de la enorme magnitud de los
costos, los impactos desproporcionados en los segmentos más pobres
de la población hacen que la contaminación del aire resulte una
amenaza directa para la prosperidad e incluso para la inclusión y la
igualdad.
Mientras que los decesos directamente relacionados con
la contaminación afectan principalmente a niños pequeños y
ancianos, las muertes prematuras de hombres y mujeres en edad de
trabajar, también dan lugar a la pérdida de activos y suelen tener
mayor incidencia entre las mujeres, que además reciben en general
ingresos menores.
Entre las conclusiones más importantes y
alarmantes del estudio, destaca la advertencia de que la
contaminación del aire es un problema que amenaza al bienestar
humano básico, provoca daños al capital natural y físico y
restringe el crecimiento económico en todos los países, afectando
de forma significativa a los menos desarrollados y ampliando la
brecha entre naciones ricas y pobres.
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