martes, 10 de noviembre de 2015

Sensibilidad Química Múltiple (SQM) - Primera parte

LUNES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2015

Criterios para definir la SQM. Dr. Jesús
Jurado-Palomo
El Dr. Jesús Jurado-Palomo, especialista en Alergología del Hospital General Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, nos explica en qué consiste la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y cuáles pueden ser sus síntomas.

La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) es un síndrome complejo que se presenta como un conjunto de síntomas vinculados con una amplia variedad de agentes y componentes que se encuentran en el medio ambiente, presentándose dichas reacciones con una exposición a niveles comúnmente tolerados por la mayoría de las personas (1).

Fue descrito por primera vez en 1950 habiéndose llegado a denominar bajo diferentes términos (2) como son: “Síndrome de hipersensibilidad química”, “Alergia universal”, “Sensibilidad alimentaria y química”, “Alergia cerebral”, “Enfermedad ambiental”, “Enfermedad del Siglo XX”, “Síndrome de Respuesta a las Sustancias Químicas”, o incluso “Enfermedad ecológica”, siendo el término “Sensibilidad Química Múltiple” (SQM) (del inglés: “Multiple Chemical Sensitivities”) acuñado por Cullen en 1987 (3,4).

Existe un Consenso Internacional (5) del año 1999 que sienta las bases de unos criterios para definir la SQM, como son:

  • a. Reproductibilidad de síntomas con la exposición química repetida.
  • b. Carácter crónico.
  • c. Niveles bajos (más bajos que los usuales o previamente tolerados) de exposición.
  • d. Mejoría o resolución de síntomas al eliminar los factores precipitantes.
  • e. Respuesta frente a múltiples sustancias sin relación en la estructura química.
  • f. Sintomatología que afecta a múltiples sistemas orgánicos.
¿Qué productos químicos se han descrito que puedan ocasionar la Sensibilidad Química Múltiple (6,7)?

No es bien conocida la etiología (causas) y patogenia de la SQM, siendo complejo la tarea de definir los agentes causales basándose en la información existente. La relación entre la exposición a sustancias químicas y la aparición de patologías a lo largo de la vida, constituye un problema complejo.

En una revisión (8) se estableció una clasificación de los compuestos químicos asociados a la SQM según las fuentes de exposición:
  • a. Contaminación exterior: plaguicidas, disolventes volátiles, vapores de pinturas y combustibles, productos de combustión, alquitranes, emanaciones de motores diésel y gasolina y aire de zonas industriales.
  • b. Contaminación aérea de interiores (ámbitos doméstico y laboral), especialmente en espacios cerrados: productos de combustión del gas y calentadores domésticos, esponjas sintéticas, plásticos, plaguicidas, perfumes, desodorantes, detergentes, productos de limpieza, desinfectantes, tinta de periódicos y otros materiales impresos, textiles, cortinas, alfombras y moquetas, olores de compuestos derivados del petróleo, maderas y alimentos cocinados.
  • c. Alimentos, aditivos y contaminantes alimentarios, como el maíz y azúcar de maíz, residuos de plaguicidas, fungicidas, colores artificiales, edulcorantes, conservantes alimentarios, ceras de protección y materiales de empaquetado.
  • d. Contaminantes del agua y aditivos ingeridos a través del agua de consumo humano.
  • e. Fármacos y productos de consumo habitual como Ácido Acetilsalicílico (A.A.S.), barbitúricos, sulfonamidas, diluyentes, saborizantes, conservantes, aceites minerales, lociones, laxantes, vitaminas sintéticas, cintas adhesivas, cosméticos, perfumes, champús, productos de higiene personal, adhesivos dentales, sales y aceites de baño, camas de agua, rotuladores de punta de fieltro, abrillantadores, pulidores, piscinas cloradas, contrastes radiológicos, lentes de contacto y componentes de plásticos liberados de material médico.
¿Cuáles son los síntomas de la Sensibilidad Química Múltiple?

Diferentes documentos han recogido una serie de síntomas de la SQM por aparatos y sistemas (6,9):

Neuromusculares:
  • Pérdida de conciencia
  • Tropezar/arrastrar los pies
  • Convulsiones
  • Sensación de falta de equilibrio
  • Visión doble
  • Hormigueo en los dedos / dedos de los pies
  • Espasmos musculares
  • Desmayo
  • Entumecimiento en los dedos de las manos / pies
  • Sensación de torpeza
  • Problemas para enfocar la vista
  • Frío o coloración azulada en uñas y dedos
  • Sensación incontrolable de sueño
Relacionados con la cabeza:
  • Infecciones en los senos nasales
  • Presión en la cabeza
  • Sensación de presión en la cara / en el cuero cabelludo
  • Sensación de aturdimiento
  • Pitidos en el oído
  • Dolor de cabeza
Musculo-esqueléticas:
  • Dolor muscular
  • Debilidad en las piernas y brazos
  • Rigidez general
  • Calambres en los dedos de los pies / piernas
  • Dolor en las articulaciones
Gastrointestinales:
  • Gases abdominales
  • Problemas para la digestión de alimentos
  • Diarrea
  • Dolor abdominal/ calambres
  • Hinchazón abdominal / hinchazón
  • Retención de gases
  • Estreñimiento
Cardiovasculares:
  • Palpitaciones
  • Latido irregular
  • Molestias en el pecho
Afectivos:
  • Tensión nerviosa
  • Llanto incontrolado
  • Irritabilidad
  • Depresión
  • Pensamientos de suicidio
  • Falta de motivación
  • Alteraciones del sueño
  • Nerviosismo
  • Furia repentina
  • Temblor de manos
Respiratorios:
  • Tos/ bronquitis
  • Asma o respiración sibilante
  • Goteo postnasal
  • Producción excesiva de moco
  • Dificultad para respirar
  • Irritación ocular, escozor
  • Susceptibilidad ante infecciones
  • Irritación en la Garganta / ronquera
Cognitivos:
  • Dificultades de memoria
  • Problemas de dicción
  • Tendencia a dar respuestas cortas
  • Problemas de cálculo numérico
  • Problemas de escritura
  • Dificultad de concentración
  • Dificultad para tomar decisiones
  • Dificultades en el habla
  • Ausencias
Otros síntomas:
  • Sensación de cansancio/letargo
  • Congestión nasal
  • Irritación/enrojecimiento en la piel
  • Nauseas
  • Reflujo ácido
  • Mareos / aturdimiento
  • Mucosidad en las vías respiratorias inferiores
  • Estornudos
  • Transpiración
  • Fiebre
  • Sensación de preocupación
Referencias bibliográficas:

1 Sears ME. The medical perspective on environmental sensitivities. Canadian Human Rights Commission, 2007. Disponible en: http://www.chrc-cdp.ca/research_program_recherche/esensitivities_hypersensibilitee/toc_tdm-en.asp Accessed December 2009.
2 Ordaz Castillo E, Marqués Marqués F. Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple sustancias químicas: Un problema ambiental emergente. Rev.Salud Ambient 2001;1:92-6.
3 Cullen MR. The worker with Multiple Chemical Sensitivities: an overview. In: Cullen M, ed. Workers with Multiple Chemical Sensitivities.Vol.4 Occupational Medicine: state of the art reviews. Philadelphia, PA: Hanley and Belfus, Inc, 1987: 655-62.
4 Cullen, MR. Multiple chemical sensitivities: summary and directions for future investigators. Occup Med. 1987;2:801-4
5 Multiple chemical sensitivity: a 1999 consensus. Arch Environ Helth. 1999; 54:147-9.
6 Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Gobierno de España. Documento de Consenso de Sensibilidad Química Múltiple, 2011. Disponible en URL: http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/SQM_documento_de_consenso_30nov2011.pdf 
7 Ortega Pérez, Arturo. Hipersensibilidad química múltiple: en búsqueda de la sistematización de su diagnóstico. Med Clin (Barc). 2007;129:94-5.
8 Ashford N, Heinzow B, Lütjen K, Marouli C, Mølhave L, Mönch B, Papadopoulos S, Rest K, Rosdahl D, Siskos P, Velonakis E. European report. Chemical Sensitivity in Selected European Countries: an Exploratory Study, 1994.
9 Conclusions and recommendations of a workshop on multiple chemical sensitivities (MCS). Regul Toxicol Pharmacol. 1996; 24:S188-S189.  

Artículo original escrito por:
Dr. Jesús Jurado-Palomo
Especialista en Alergología
y Experto Universitario en Genética Clínica
Servicio de Alergología
Hospital General Nuestra Señora del Prado
Talavera de la Reina (Toledo)
@JuradoPalomo

Un nuevo método detecta si la leche materna contiene parabenos y bisfenol A

Investigadores españoles han creado una herramienta que analiza si la leche materna contiene contaminantes químicos sintéticos como el bisfenol A y los parabenos. Los resultados de este trabajo, realizado en diez mujeres de Granada, confirman que estas sustancias son ubicuas, lo que podría deberse a la utilización diaria y masiva de productos de cuidado personal por parte de las madres.
Una madre amamanta a su bebé (FOTO: CREA
UGRdivulga | Sinc | Madrid | Actualizado el 05/11/2015

Científicos del departamento de Química Analítica de la Universidad de Granada (UGR) han desarrollado un nuevo método bioanalítico que permite averiguar, mediante una sencilla prueba, si la leche materna contiene parabenos y bisfenol A de manera inequívoca.

 La investigación, publicada en el Journal of Chromatography B, se llevó a cabo en una muestra formada por 10 madres que amamantaban a sus hijos de la provincia de Granada, que participaron de forma voluntaria en el estudio.

Los científicos analizaron la presencia en la leche de estas mujeres de cinco importantes contaminantes emergentes en leche humana: los parabenos metil, etil, propil y butilparabeno, y el bisfenol A, peligrosos productos químicos.

La metodología propuesta por los autores de este trabajo, que se aplicó a las muestras de leche procedentes de estas madres que daban el pecho a sus hijos, permite detectar cantidades de hasta 0.1-0.7 nanogramos del contaminante analizado en 1 mililitro de leche.

“Aunque desde un punto de vista estadístico el número de muestras analizadas en este trabajo es pequeño, es importante resaltar que prácticamente todas las muestras estaban contaminadas con alguno o varios de los compuestos estudiados. La herramienta que hemos desarrollado abre la puerta a estudios generales más amplios, en los que se aumentará el número de madres analizadas”, explican los autores principales de este trabajo, Rocío Rodríguez Gómez y Alberto Zafra Gómez.

Sustancias químicas sintéticas

En las últimas décadas, el desarrollo industrial ha provocado un enorme aumento de la exposición humana a numerosos xenobióticos capaces de causar efectos adversos en la salud. Esto es particularmente importante en el caso de una serie de sustancias químicas sintéticas, denominadas disruptores endocrinos químicos (EDCs), que interfieren con la función normal de las hormonas.

“Se trata de una amplia gama de productos químicos que podemos encontrar en los alimentos que consumimos habitualmente, y también en el aire y el agua que consumimos. Entre estos productos químicos sintéticos destacan el bisfenol A (BPA) o los parabenos (PBs)”, señala el investigador de la UGR.

El BPA es ampliamente utilizado en la fabricación de plásticos de policarbonato y resinas epoxi, y se encuentra en productos de consumo habitual: latas de conserva, envases de alimentos y aguas, conducciones de aguas potables, automóviles y aviones, biberones e incluso en materiales relacionados con la salud humana, como prótesis o composites dentales.

Por su lado, los PBs son compuestos químicos ampliamente utilizados como bactericidas y conservantes antimicrobianos, especialmente contra mohos y levaduras en los productos cosméticos, productos farmacéuticos, alimentos y bebidas. Individualmente o en combinación, los PBs se utilizan en más de 13.200 formulaciones en casi todos los tipos de cosméticos.

“En los últimos años se ha demostrado la capacidad de estas sustancias químicas para interferir en importantes funciones fisiológicas. Además, se ha demostrado que los PBs no se metabolizan en tejidos de cáncer de mama y se ha centrado la atención en su potencial naturaleza carcinógena y tóxica”, destaca Alberto Zafra.

Uso de productos de higiene personal

Las principales vías de exposición humana a estos compuestos son la vía dérmica de contacto, por ingestión directa o por inhalación. “El estudio de la exposición a los disruptores endocrinos químicos es especialmente importante en el caso de los lactantes alimentados con leche materna, que están en las primeras etapas de desarrollo y por lo tanto son más vulnerables y susceptibles a cambios en el sistema endocrino”, apunta el autor principal de este trabajo.

El estudio encontró BPA en el 80% de las 10 muestras analizadas, y en cinco de ellas se cuantificó en concentraciones que oscilan entre 0.6 a 2.1 nanogramos por mililitro.

En cuanto a los parabenos, se encontraron niveles semejantes en siete (70%) de las muestras (entre 1-2 ng/mL), a excepción de dos de ellas. La primera mostró concentraciones ligeramente más elevadas (1.3-5.4 ng/mL). La otra muestra contenía concentraciones aproximadamente 10 veces mayores que las demás.

“En general, nuestros resultados confirman la afirmación de que estas sustancias son ubicuas, lo que podría deberse a la utilización diaria y masiva de productos de cuidado personal por parte de las madres”, señala Alberto Zafra.

Un valioso fluido biológico

El investigador afirma que la leche materna “es un fluido biológico valioso que puede servir como indicador tanto de la exposición materna a diferentes tipos de sustancias químicas, en particular a los EDCs, ya que puede ser una vía principal de exposición para los lactantes alimentados con ella a los contaminantes exógenos”.

“El control de estas sustancias –continúa– puede informarnos sobre la incidencia y la aparición de enfermedades y otros efectos adversos que se están relacionando con este tipo de moléculas, como diferentes tipos de cáncer, cambios en la estructura y función del cerebro, alteraciones del comportamiento, desórdenes en el sistema reproductivo, metabolismo, e incluso del sistema inmunológico, tanto en la madre como en su hijo a medio o largo plazo”.

Referencia bibliográfica:

R. Rodríguez-Gómez, N. Dorival-García, A. Zafra-Gómez, F.J. Camino-Sánchez, O. Ballesteros, A. Navalón. New method for the determination of parabens and bisphenol A in human milk samples using ultrasound-assisted extraction and clean-up with dispersive sorbents prior to UHPLC–MS/MS analysis. Journal of Chromatography B. Volume 992, 15 June 2015, Pages 47–55. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1570023215002251