martes, 29 de abril de 2014

Las federaciones químicas de CCOO y UGT se alían con el lobby que impulsa el fracking en España

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Enviado por Redacción el 24. Abril 2014

Medio ambiente
El pasado mes de enero los sindicatos CCOO y UGT desarrollaron unas jornadas conjuntas con la patronal petroquímica española, agrupada en torno al lobby Shale Gas España, en las que se abordaron las posibilidades de explotación de hidrocarburos mediante la técnica conocida como fracking (fractura hidraúlica) 

Las organizaciones participantes en esas jornadas firmaron una declaración conjunta denominada "Explorar para decidir", en la que se afirma que el desarrollo del fracking podría ser sumamente beneficioso “para la generación de empleo y valor añadido, inversiones producticas, ingresos fiscales y desarrollo de economías locales”, apostando por que el debate sobre esta técnica extractiva se aborde “con argumentos científicos y técnicos” 

José Luis Montesinos (1), secretario general de la Federación de Industrias Textil-Piel, Químicas y Afines (Fiteqa) de CCOO remarcó que la extracción de gas no convencional por medio de esta técnica tiene que ser abordado “a través de una regulación estatal y específica”, en la que, según él, prime la protección del medio ambiente, sea transparente y esté garantizada por el sector público, todo ello mediante un “diálogo social” ya que en el rechazo al fracking subyacen razonables preocupaciones, aunque ha subrayado que es necesario “explorar para conocer y conocer para decidir”.

El representante de UGT, Antonio Deusa, apuntó por su parte que “la búsqueda de la eficiencia y el ahorro energético es uno de los objetivos de las compañías” en el actual contexto de crisis.

Los representantes del lobby petroquímico manifestaron por su parte que esta industria de extracción de gas por medios no convencionales puede ser fundamental para su sector, para la industria en general y para la economía española, considerando que podría ser la llave de la recuperación industrial del estado.

Es innegable que para las empresas del sector esta técnica es sumamente rentable, ya que se trata de una forma extractiva con muy bajo coste económico y una alta rentabilidad económica, pese a que el impacto medioambiental puede ser desastroso. Con la generalización del fracking la industria petroquímica conseguiría acceder a grandes depósitos de hidrocarburos atrapados en las fisuras de determinados tipos de roca sedimentaria, obteniendo además toda una serie de subproductos de la explotación, como etileno, de amplio uso en la industria química.

La declaración conjunta de sindicatos y patronal química aboga por el uso de incentivos económicos locales para eliminar la oposición de las poblaciones afectadas por la práctica delfracking, una oposición que creen no se dirige contra la técnica en sí, sino contra la presencia de hidrocarburos y productos químicos.

La alineación de las federaciones de industrias químicas de los sindicatos CCOO y UGT con los intereses del lobby del fracking español no ha sentado nada bien en otras federaciones de estos sindicatos, ya que CCOO y UGT de Cantabria se han posicionado radicalmente en contra del documento suscrito. En el caso de CCOO de Cantabria se ha recordado que el último congreso de esta federación aprobó por mayoría absoluta una resolución en la que se instaba a la prohibición de esta técnica, prohibición que fue aprobada por el Parlamento de Cantabria el 15 de abril de 2013, aunque actualmente está suspendida por un recurso de inconstitucionalidad presentado por el gobierno central.

¿En qué consiste el fracking o fractura hidraúlica?

El fracking es una técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertos tipos de rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente pizarras o margas, cuya poca permeabilidad impide el movimiento del gas a zonas de más fácil extracción. Para ello es necesario realizar cientos de pozos ocupando amplias áreas (la separación entre ellos ronda entre 0,6 a 2 km) e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico para disolver las rocas y poder extraerlo. Entre los productos que se inyectan en el subsuelo a alta presión están documentadas al menos 260 sustancias químicas presentes en alrededor de 197 productos, y algunos de ellos se sabe que son tóxicos, cancerígenos o mutagénicos. Estos productos permanecen en el subsuelo pudiendo entrar en contacto con acuíferos subterráneos, provocando indefectiblemente su contaminación.

Otro efecto perverso de esta técnica es la ingente cantidad de agua dulce que se emplea en cada una de las perforaciones, ya que cada uno de los pozos necesita inyectar en torno a 19 millones de litros de agua para romper las pizarras o margas que contienen el gas natural, una cantidad de agua suficiente para garantizar el suministro de mil personas durante todo un año. Teniendo en cuenta que es necesario practicar cientos de perforaciones para hacer rentable un yacimiento el consumo de agua dulce se convierte en un auténtico despilfarro de un elemento vital para la vida. El agua empleada además queda contaminada, ya que, como hemos visto, se inyecta en combinación con productos químicos altamente tóxicos, por lo que es un recurso irrecuperable.

¿Qué peligros tiene para la salud y el medio ambiente?

Durante la perforación se produce un alto riesgo de explosión, riesgo de escapes de gas y de escapes de ácido sulfhídrico (muy tóxico en bajas concentraciones), así como derrumbes de la formación sobre la tubería. Entre las sustancias disueltas a partir de la fracturación rocosa, donde está el gas y durante el proceso de fractura, se encuentran metales pesados, hidrocarburos y elementos naturales radiactivos.

Contaminación de acuíferos. Posibilidades de que una de las fracturas inducidas alcance un acuífero, contaminando el agua con los fluidos de la fracturación y con el propio gas de la formación que se pretende extraer. Cada perforación, necesita unos 200,000 m3 de agua para la fracturación hidráulica. Teniendo en cuenta que los aditivos químicos suelen suponer entorno a un 2% del total de agua introducida, esto supone que en cada pozo se inyectan 4,000 toneladas de productos químicos altamente contaminantes, estos retornan a la superficie (sólo un 15-80% de los mismos) teniendo que ser depurados, si bien no se detallan técnicas reales de depuración y cantidad de fluido que pudiera ser retornados una vez depurados.

Contaminación del aire. Muchos de estos aditivos son volátiles pasando a la atmósfera directamente. Por otro lado para el acondicionamiento e inyección en la red de suministro, una cantidad de este gas, en mayor o menor grado dependiendo de la calidad de la explotación, pasará a la atmósfera por escapes y acondicionamiento del mismo. El gas no convencional extraído está formado por metano en su gran parte. Este es un gas de efecto invernadero mucho más potente en la atmósfera, que el propio CO2, en concreto, 23 veces más potente que los gases que se generan en su combustión.

Terremotos. Se ha constatado un significativo aumento de la sismicidad coincidiendo con los periodos de fracturación hidráulica. De singular peligrosidad en las cercanías de centrales hidroeléctricas, nucleares, centros logísticos de almacenamiento de combustibles, refinerías, oleoductos, etc.

Ocupación del terreno. Se suelen perforar de 1.5 a 3.5 plataformas por km2, con una ocupación de 2 hectáreas por cada una, lo que supone un gran impacto paisajístico. El periodo de ocupación de cada uno de estos pozos es dependiendo de la riqueza energética interna del subsuelo variable entre 5 y 7 años.

Especulación económica. La presión de los lobbies energéticos estadounidenses para vender el producto de su experiencia e investigación tras años de ensayos y errores es determinante en la extensión de esta técnica. Se hace creer a los países donde aún no se practica esta peligrosa técnica en los ricos potenciales de gas que albergan sus subsuelos con la única finalidad de vender técnica y equipos.
  • (1) José Luis Montesinos Moreno ha sido imputado por la jueza Alaya en el caso de los ERE fraudulentos, como "responsable de la inclusión" en las pólizas de algunos de los miembros de este sindicato, citando como ejemplo el caso de Rosario Esteban Ruiz, viuda de José Manuel Cuesta Sánchez, vinculado a Fiteqa-CCOO, quien se benefició de una póliza suscrita con Fortia Vida en la que el tomador y responsable del pago sería Vitalia. La inclusión de estas personas vinculadas a los sindicatos se produciría porque las organizaciones sindicales se convirtieron para Vitalia en una "importante fuente de información sobre empresas en crisis que pudieran estar interesadas en procesos de reestructuración de plantilla y a cambio recibirían dinero de esta consultora, bajo la justificación de toma de datos de los trabajadores o incluso cálculos (actuariales) de contraste".
  • La magistrada señala que de las últimas investigaciones "se desprende que se formalizaron pólizas a miembros de los sindicatos en las que figuraba como tomador la propia mediadora Vitalia, quien asumiría el pago de las primas como contraprestación a la ayuda e influencia de los sindicatos en la elección de la consultora para actuar en los procesos de reestructuración laboral".