lunes, 30 de enero de 2012

PETICIÓN AL GOBIERNO ( 2012)

Excmo. Sr. D. Mariano Rajoy
Presidente del Gobierno
Palacio de la Moncloa
Madrid

Madrid, 28 de Enero 2012


Excmo. Sr. Excmo. Sr. D. Mariano Rajoy,

Queremos expresarle nuestra preocupación por la dejación de responsabilidades de las administraciones públicas en relación a la protección de los ciudadanos y del medio ambiente frente a los riesgos ocasionados por los contaminantes químicos.

Los estudios científicos realizados sobre la población y el medio ambiente en el territorio español muestran, entre otros hechos preocupantes, que:

El 100% de la población española presenta concentraciones corporales de compuestos orgánicos persistentes (COP), sustancias sintéticas de toxicidad demostrada. Un estudio sobre las concentraciones corporales de 19 COP en la población general catalana detectó p,p’–DDE (principal metabolito del DDT, prohibido éste hace 30 años) en el 100% de las 919 personas analizadas. El 73% de la población almacena 10 o más de estos 19 contaminantes analizados. Un estudio de 16 contaminantes tóxicos persistentes en placentas de mujeres del sudeste español detectó residuos en todas las placentas, con una media de 8 plaguicidas por placenta y detectando compuestos como el DDE, DDT, endosulfán y lindano en más del 50% de las muestras. En un estudio realizado a chicas embarazadas en Tenerife se detectaron alguno de los 7 PCB y 18 plaguicidas clorados estudiados en el 67% de las muestras de líquido amniótico.

⇒ Actualmente en España las enfermedades relacionadas con la exposición ambiental a sustancias químicas suponen una enorme carga social y humana. El cáncer, los problemas reproductivos (infertilidad, malformaciones, otras enfermedades reproductivas), las alteraciones hormonales (diabetes, problemas tiroideos), las enfermedades inmunológicas (dermatitis, alergias) y los problemas neurológicos (problemas de aprendizaje, hiperactividad, Alzheimer, Parkinson), entre otras enfermedades relacionadas con la exposición a sustancias tóxicas han alcanzado cifras sumamente preocupantes.

⇒ Según la OMS, más del 40% de la carga global de enfermedad atribuible a factores medioambientales recae sobre los niños de menos de cinco años de edad (¡que sólo constituyen el 10% de la población mundial!). Por otra parte, en torno al 65% de las enfermedades infantiles tiene su origen en la contaminación y degradación del medio ambiente. Las alergias, el asma y las enfermedades respiratorias relacionadas con la calidad del aire han aumentado en España. Los síntomas relacionados con el asma durante la infancia y la adolescencia afectan alrededor del 10% de esa franja de población en España. El 84% de la población respira aire que supera los índices de protección a la salud recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

1⇒ En España, un porcentaje importante (posiblemente más de la mitad) de los recién nacidos y de los niños pueden estar expuestos a concentraciones elevadas de mercurio, una sustancia potencialmente neurotóxica, según indican diversos estudios en población infantil española. Tal exposición prenatal está relacionada en buena parte con la ingesta de algunos tipos de pescado contaminado por parte de las gestantes. La contaminación de estos pescados se produciría principalmente por los vertidos de mercurio al mar o a los ríos y lagos por parte de actividades industriales, del ámbito sanitario y de la minería. La exposición prenatal a tóxicos está relacionada con el desarrollo de trastornos neuroconductuales en la niñez y podría tener relación con problemas neurológicos en la edad adulta.

⇒ La exposición laboral a sustancias tóxicas produce cada año en España decenas de miles de enfermedades respiratorias, de la piel, del sistema nervioso o cardiovasculares, entre otras enfermedades laborales (8.550 casos de EPOC, 6.840 casos de dermatitis, 5.130 casos de asma laboral cada año). También según estimaciones, la incidencia del cáncer laboral en España sería de 2.933 a 13.587 casos nuevos cada año y la mortalidad por cáncer laboral supondría un mínimo de 1.833 y un máximo de 8.214 trabajadores.

A pesar de la gravedad de la situación, en los últimos años se ha producido un abandono sistemático de las pocas iniciativas políticas para prevenir y controlar los riesgos para la salud pública, el medio ambiente y la salud de los trabajadores ocasionados por la exposición a sustancias químicas peligrosas.

Así, por ejemplo, el Plan Nacional de Aplicación (PNA) del Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes está prácticamente abandonado desde su aprobación en 2007. No se ha ejecutado prácticamente ninguna de sus líneas de actuación, que incluían la realización de inventarios, campañas de sensibilización, vigilancia de salud pública y ambiental, sustitución de las sustancias en uso, etc.

También están abandonadas otras actividades de extrema relevancia, como la elaboración del Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente, el inventario de dioxinas, el inventario de PCB, el control de sustancias prioritarias en aguas, etc., etc.

La realidad actual es que ninguna administración, ni central ni autonómica, cuenta con un diagnóstico general de la situación del riesgo químico que integre los diferentes campos de actuación (salud laboral, salud pública, medio ambiente, agricultura). Tampoco existen diagnósticos sectoriales del riesgo químico. Ninguna administración cuenta con una estrategia para prevenir el riesgo químico que defina objetivos y líneas de actuación concretas.

Por todo ello, la ausencia de políticas públicas vigorosas ante los riesgos químicos es escandalosa, e impropia de gobiernos que se reclaman defensores de la salud ambiental.

La situación es aún más compleja dada la inaceptable dispersión de competencias. El número de autoridades implicadas en la gestión del riesgo químico es deplorable; sólo a nivel central ocho Ministerios tienen competencias específicas en gestión y control del riesgo químico y existen centenares de Direcciones, Subdirecciones y servicios implicados. Cada administración tiene unas prioridades y criterios propios. La descoordinación vertical y horizontal son la norma. No existe ningún órgano ni red que coordine a los ministerios implicados en la gestión del riesgo.

2 químico. Todo esto conlleva un elevado grado de aislamiento y disgregación de las actuaciones y la ausencia de políticas integradoras.

Más que buscar una solución, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha frenado el intento de aunar las competencias a través de la creación de una Agencia de Sostenibilidad Química que se propuso en la anterior legislatura y que figuraba en el programa electoral del PSOE en las últimas elecciones generales. Nos encontramos de nuevo ante un abandono de los tímidos avances logrados hasta el momento en la gestión del riesgo químico en España.

A nivel autonómico la situación es la misma, como lamentablemente también lo es, en su ámbito de competencias, a nivel municipal.

Las Administraciones sólo desempeñan las más elementales y obligatorias tareas de los acuerdos y alineaciones vinculantes. Las propuestas de una gran cantidad de alineaciones internacionales no vinculantes, incluyendo la elaboración de planes, inventarios, monitorización de sustancias, etc., no se realizan. Apenas se hace, y de manera cuestionable, lo que es estrictamente obligatorio por ley. Aún así, se encuentran desbordadas para poder cumplir las tareas de vigilancia y control.

Esto no solo se refleja en el abandono de las actividades de prevención del riesgo químico a nivel estatal, sino en la falta de capacidad para contribuir a los debates sobre la gestión del riesgo químico a nivel europeo e internacional, y en especial en los foros claves para la elaboración de las políticas y normativas. De hecho, la Administración central ha dejado de ser el centro generador de iniciativas, programas y legislación, para convertirse en mero transmisor pasivo y burocrático de la normativa y programas elaborados en Europa. Pero las normas son papel mojado cuando no se cree en ellas, cuando detrás de ellas no hay valores ni responsabilidad política.

A pesar de la abrumadora falta de recursos humanos y económicos destinados a prevenir el riesgo químico, si existiera un impulso político, las administraciones podrían desarrollar una gran cantidad de actividades con proyección social que redundaría en un mayor conciencia cívica ambiental, en la dinamización de múltiples políticas públicas y privadas y, finalmente, en la reducción de la exposición humana y ambiental a contaminantes químicos.

La salud es un derecho fundamental que está siendo vulnerado. Está fracasando la protección de la salud humana y el medio ambiente frente a los graves efectos de la contaminación química.

La actual situación de crisis económica no sólo no es un argumento para abandonar la responsabilidad política de proteger la salud pública sino que ofrece una oportunidad histórica para impulsar políticas, programas, servicios y productos que protejan a la población y al medio ambiente del riesgo químico. Hay que atender al coste social y ambiental en términos de enfermedad, muertes, años de vida perdidos o limpieza ambiental que se puede reducir. También es necesario que la sociedad que resulte tras la crisis económica sea más sostenible y más humana.

3 Exigimos pues que el gobierno central y todas las administraciones públicas del estado abandonen su actual pasividad y negligencia ante la contaminación química y pasen a impulsar los cambios políticos, económicos y culturales que este grave problema exige. Solicitamos, igualmente, ser convocados próximamente a un diálogo crítico y fructífero para desarrollar las cuestiones y propuestas esbozadas en este escrito.

Atentamente,

Javier Benayas
Presidente de Científicos por el Medio Ambiente (CIMA)

Llorenç Serrano
Secretario Confederal de Medio Ambiente de CCOO

Mario Rodríguez
Director de Greenpeace

Fibroamigosunidos.com
Junto a las siguientes organizaciones:

Amigos de la Tierra

Asociación Afigranca

Asociación "ANTENA NO – GETXO”

Asociación ALAS DE MARIPOSA –SQM

Asociación de Afectad@s Químicos y Ambientales (AQUA)

Asociación de afectados de FM,SFC,SQM,otras enfermedades medioambientales y para la defensa de la salud y el medioambiente (ALTEA)

Asociación Estatal de Afectados por los Síndromes de Sensibilidad Química Múltiple, Fatiga Crónica, Fibromialgia y para la Defensa de la Salud Ambiental (ASQUIFYDE)

Asociación de Estudios Geobiológicos (GEA)

Asociación Iniciative Ningú més Danyat per Irradiació d'Antenes (INDIA)

Asociación Madrileña de Salud Pública

Asociacion Nacional de Afectados por Dimetilfumarato (ANDAFED)

Asociación para el cuidado de la vida en un planeta vivo (Plural-21)

Asociación para la atención de Enfermedades Ambientales de Andalucía

CENTRE D'ANÀLISI I PROGRAMES SANITARIS (CAPS)

CECU - Confederación de Consumidores y Usuarios

Centre d'Ecologia i Projectes Alternatius (CEPA)

Científicos por el Medio Ambiente (CiMA)

Comisiones Obreras

Comité Nacional para el Reconocimiento del Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple

Dempeus per la Salut Pública

Ecologistas en Acción

Federació d'Ecologistes de Catalunya (EdC)

Fibroamigosunios.com

Fundació per a la Prevenció de Residus i el Consum Responsable (FPRC)

Fundación Alborada

Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM)

Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES)

Fundación para la Salud Geoambiental

Fundación Vivo Sano

Grupo de Ornitología Balear (GOB)

Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)

Liga SFC (Síndrome de la Fatiga Crónica)

MERCURIADOS

Plataforma FM, SFC, SSQM Reivindicación de derechos Asociación nacional

Sociedad Española de Epidemiología

Sociedad Española de Ornitología (SEO)

Unión General de Trabajadores (UGT)

World Association for Cancer Research (WACR)

World Wildlife Foundation (WWF)

UNA PETICIÓN ENVIADA POR NUESTROS COMPAÑEROS Y QUE TODAS LAS ASOCIACIONES DEBEMOS DE SECUNDAR


Fuente: http://rebelion.foroactivo.org/t114-peticion-al-gobierno-2012#1289

domingo, 29 de enero de 2012

Una vida detras de la mascarilla Marifé Antuña

MARIFÉ VIVE EN GIJÓN, EN RUEDES, Y PADECE SENSIBILIDAD QUÍMICA

Marifé Antuña vive enfundada en una mascarilla porque sufre sensibilidad química ambiental, una enfermedad de la que solo se conocen dos casos en Asturias. Ella lucha para se reconozca su dolencia

29.01.12 - 02:43 - LAURA FONSECA |


Nada de perfumes, ni desodorantes o cremas en el cuerpo. Tampoco ropa que haya sido lavada con suavizante o que tan siquiera huela a detergente. Estos son algunos de los requisitos que el equipo de EL COMERCIO tuvo que cumplir para poder hablar en persona con Marifé Antuña Suárez, una de las dos asturianas diagnosticada con sensibilidad química ambiental, una extraña enfermedad que le hace ser alérgica a un sinfín de productos y sustancias presentes en el medio ambiente.



No puede usar perfumes ni desodorantes ni cremas, ni lavar su ropa con detergente
«Los médicos te miran con cara extraña y te dicen que todo es un invento que está en tu cabeza»

Esta gijonesa, que se ha visto obligada a dejar su trabajo como educadora infantil en la guardería que regenta con su hermana en el barrio de La Calzada, vive pegada a su máscarilla de neopreno. Es raro verla con la cara descubierta. Y no porque ella lo deseé. Marifé, de 50 años, casada y con dos hijas, nos recibe en su casa de Ruedes. Vive en una panera remodelada que acondicionó, en la medida de lo posible, a su dolencia. Lo primero que tuvo que hacer fue retirar todo el barniz que había en las paredes de madera «porque no podía ni respirar», cuenta. Ahora, está aislando otro de los espacios para evitar las ondas eléctricas que también le hacen daño. Hace dos años y medio 'huyó' con su familia a la zona rural, a un paraje con unas vistas envidiables, en busca de un entorno menos contaminado. Había vivido toda su vida en La Calzada, pero los constantes episodios de hipersensibilidad en su viejo apartamento del edificio La Estrella forzaron el cambio de residencia.

Marifé Antuña muestra, en la fotografía superior, los pocos productos de aseo que puede utilizar. Cada mascarilla «me cuesta 7,5 euros», dice. En el resto de imágenes se la puede ver en diferentes estancias de su casa de Ruedes. En la que aparece junto a uno de sus perros fue uno de los pocos momentos del reportaje en el que pudo retirarse la mascarillaJOAQUÍN PAÑEDA

18 años en ser diagnosticada

Marifé sufre fibromialgia y fatiga crónica y tiene reconocida una minusvalía por un problema lumbar. Pero esta vecina de Ruedes tardó casi dos décadas en saber que sus desmayos repentinos, sus dolores de cabeza, su cansancio permanente, sus taquicardias y posterior isquemia coronaria, su irritación en los ojos, sus alteraciones en el habla y un sinfín de trastornos más no eran un invento suyo, como le decían machaconamente los médicos, sino una patología con nombre y apellido: sensibilidad química ambiental. Se cree que en España hay 450.000 afectados. La cifra es estimativa, ya que no hay registros. En Asturias se cree que solo hay dos casos. Uno es el de Marifé.

Ser pocos les convierte «en raros» y también en incomprendidos. «Te miran con cara extraña y te dicen que todo está en tu cabeza», lamenta esta gijonesa a la que su dolencia no le impide intentar llevar una vida normalizada, como tampoco le fue obstáculo para haber tenido dos hijas (Nerea e Irene) y casarse con Patri. Todo eso es lo que le lleva y le ha llevado en todo este tiempo a no bajar la guardia y a convertirse en la presidenta de la Asociación de Vecinos de Ruedes. También forma parte del Consejo de Discapacidad de la Zona Rural y es una incansable activista desde su web fibroamigosunidos.com.

Cada mañana, Marifé se enfunda su mascarilla negra y sale al mundo. Se ha acostumbrado a que la miren de forma rara por la calle. «Es eso o quedar encerrada en casa». Sobre el síndrome que padece y que se conoce como 'enfermedad ambiental' o 'enfermedad ecológica', no se ponen de acuerdo ni los más expertos. 

Ha sido precisamente esa falta de consenso sobre qué origina este trastorno y cómo debe ser tratado lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a no incluirla aún en su listado de patologías.

«Un médico me llegó a decir que era una enfermedad inventada en Barcelona y que me dejara de monsergas», recuerda. Y fue precisamente allí, en la Ciudad Condal, donde esta mujer vio la luz. Fue el pasado mes de julio, cuando, tras años de deambular por reumatólogos, neurólogos, radiofísicos, psicólogos y psiquiatras, los facultativos del Hospital Clínic, donde hay una unidad de fatiga crónica, le dijeron que lo suyo era síndrome químico ambiental, un trastorno que hacía que su cuerpo reaccionara de forma negativa ante muchos componentes presentes en el ambiente. Porque para Marifé todo es peligroso: desde un simple champú a un plaguicida.

Limpiar con vinagre

El día a día es complicado. Hay jornadas en las que no puede cruzarse con nadie. Ni tan siquiera con su marido o sus hijas, que son muy cuidadosos con los productos químicos que utilizan. Su listado de prohibiciones va desde geles, perfumes y champús hasta productos de limpieza del hogar, detergentes y un larguísimo etcétera. Tampoco puede ingerir lácteos ni alimentos que lleven gluten. Tiene vetada la grasa animal y los refrescos con aditivos. Para limpiar, utiliza vinagre, y bicarbonato para lavar la ropa. Nada más.

En estos años de lucha, Marifé ha consultado y visto a muchos facultativos. Pocos saben cómo tratarla «porque desconocen el síndrome», se queja. En los últimos cinco años, esta gijonesa ha pasado por tres tribunales médicos. Todos le han denegado la petición de invalidez que le daría derecho a una pensión. «Una vez me llegaron a decir que no tenía nada, ni tan siquiera fibromialgia y fatiga crónica, dos enfermedades que me diagnosticaron hace más de 15 años. Me curaron de un plumazo. Obraron el milagro», dice con sorna.




Un protocolo para saber cómo tratarles

Austria y Alemania son los únicos países que reconocen la sensibilidad química ambiental, también conocida como sensibilidad química múltiple (SQM), como una enfermedad. España acaba de dar a conocer un protocolo, a través del Ministerio de Sanidad, en el que detalla cómo deben ser tratados estos enfermos una vez llegan al hospital donde impera un gran desconocimiento y los diagnósticos suelen ser casi siempre fallidos. Sanidad cree que este trastorno afecta del 0,2 al 4% de la población. Aunque las primeras referencias de la enfermedad aparecen en 1950 no fue hasta 1987 que se catalogó como SQM. En lo único que de momento se ponen de acuerdo los expertos (los pocos que hay en el mundo) es en que este mal puede afectar a cualquier persona y no sólo a quienes hayan estado expuestos a productos químicos.

viernes, 27 de enero de 2012

Electrosensibilidad: cuando la alergia surge por culpa de los móviles y de las redes inalámbricas

Electrosensibilidad: cuando la alergia surge por culpa de los móviles y de las redes inalámbricas

Los microondas generan unas ondas 
electromagnéticas que pueden producir en las 
personas más sensibles síntomas como mareos, 
náuseas, quemazones o picores. EFE

EFE-REPORTAJES).- Las ondas electromagnéticas están cada vez más presentes en las sociedades modernas. Provienen de hornos, microondas, teléfonos móviles, ordenadores, dispositivos inalámbricos, redes wifi y otros muchos aparatos que se usan cotidianamente, pese a que ya está demostrado que pueden provocar cierta alergia en algunas personas más sensibles. Mareos, golpes de calor, sensación de quemazón, picores, náuseas, palpitaciones y cefaleas son algunos de los síntomas de una patología que

         
La electrosensibilidad, también llamada hipersensibilidad electromagnética o alergia a las ondas electromagnéticas, es una enfermedad relativamente nueva que afecta a las personas más sensibles a esas ondas que emiten algunos aparatos en un radio amplio de distancia.

Según estudios recientes, esta dolencia afecta a una de cada mil personas, y en algunos países, como en Suecia, ya se considera un transtorno, mientras que en otros, los afectados aún luchan por que se les reconozca esta patología.

"El hecho de que afecte a una de cada mil personas indica que no es una enfermedad rara, es una enfermedad relativamente frecuente. Sin embargo, la OMS no ha declarado que la electrosensibilidad sea una enfermedad. En medicina hay cierta tendencia a no meterse en temas no consolidados, y este aún no lo está, a pesar de que ya hay muchas personas afectadas", ha explicado a Efe Joaquím Fernández Solá, médico consultor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.

Fernández es uno de los pocos médicos que diagnostican esta enfermedad en todo el mundo. Sus pacientes acuden a él con el fin de que encuentre una solución a su problema, sin embargo, no existen investigaciones sobre esta dolencia y detectarla resulta complicado.

"Lo primero que hacemos es un diagnóstico del caso, estudiamos los síntomas que presentan estas personas para saber si se trata de electrosensibilidad o de otro problema".

Irritabilidad, insomnio, mareos, dolor de cabeza, pérdida de memoria, sensación de quemazón, picores, náuseas y palpitaciones son algunos de los síntomas que presentan los pacientes que sufren esta patología, que va camino de convertirse en uno de los grandes males del siglo XXI.

Muchas de las personas que la sufren, se ven obligadas a alterar su rutina. Algunas tienen que protegerse con mantas de las ondas electromagnéticas y otras no pueden salir a la calle y viven encerradas como ermitaños. Hacen lo que pueden para prevenir esta alergia, aunque resulta algo complicado ya que están rodeadas de aparatos tecnológicos.

La antena de la casa de al lado, los móviles de la gente que pasea por la calle, los ordenadores en la oficina, el wifi de un autobús. Las ondas envuelven las sociedades del siglo XXI como una tela de araña de la que es difícil escapar.

"Lo principal es detectar de dónde proviene la emisión de ondas, si de un cable que va por la pared de detrás de la cama, o de la antena del vecino, o del wifi del trabajo... Y luego intentar evitar las fuentes de exposición en la medida de lo posible", subraya el especialista.

Las personas electrosensibles, explica, suelen ser "pacientes con sensibilidad química, que no toleran los olores, ni los cambios de temperatura, que son muy sensibles a los cambios ambientales".

Los síntomas generados por la hipersensibilidad son raramente diagnosticados. No hay demasiados estudios, existe un gran desconocimiento general en torno a este problema y ni tampoco existe ningún medicamento específico que acabe con ella.

Laura Serrano-Conde

Las tasas de paro en España en relación a la UE: ¿nadie se siente culpable? ¿nadie siente vergüenza?

Esta mañana se ha hecho pública la tasa de paro en España: se cierra el 2011 con una cifra récord que aumenta hasta las 5.273.600 personas. 577.000 personas perdieron su empleo el pasado año. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del año pasado, el paro representaba el 22,85% de la población activa. Y para mayor pesadumbre, según el Banco de España que es perito en dar malas noticias y malos consejos, no se volverá a crear empleo hasta la mitad del 2013. Hay que remontarse a 1995 para encontrar unas cifras similares. Entonces, la tasa de paro se encaramó hasta el 23,49%, si bien el número total de parados era menor ya que el peso demográfico de España era menor.

En Catalunya y para el conjunto del año, el paro creció en 88.700 personas, un 12,91% más que el año anterior y alcanza el 20,5% de la población activa. En el País Vasco las cifras son mejores (12,6% de paro), como también en Navarra (13,8%) y Cantabria (15,9%). En el otro otro lado de la horquilla, el paro azota el sur: Andalucía (31,2%), Canarias (30,9%) y Extremadura (28,5%). El hecho más desgarrador es que, en esta situación. un millón y medio de familias carecen de todo tipo de ingresos, y en el último trimestre se han añadido 150.000 más.

El PP parece decidido, pues, a seguir batiendo records, aunque sea a costa de dejar a familias enteras sin medios dignos de subsistencia, atentar contra la autoestima de las personas, desestabilizar en lo más profundo la vida cotidiana de la ciudadanía. Antes, en Europa, se juzgaba la inclinación más o menos socialdemócrata de los gobiernos por si anteponían el paro a a inflación, o viceversa. Después del
Tratado de Maastricht –y en especial con las últimas imposiciones neoliberales – parece que no haya en España políticas de creación de empleo (ni siquiera empresarios dignos de este nombre) y que desde el sector público se contribuye por distintos medios (todos ellos letales) a aumentar el número de parados: por todo lo que he podido leer y aprender de política económica, no sólo no se hace nada para reducir el paro, sino que de hecho, se fomenta. ¿Cómo pueden los responsables de velar por el “bien común” hacerse cómplices de la peor política económica para los seres humanos, y seguir mirándose al espejo?

Y cuando la condena no es al paro, sí lo es a la más absoluta precariedad: Después de las disminuciones de plantilla de funcionarios y “asimilados”, ayer jueves, la vicepresidenta Joana Ortega de UDC, informaba que el Govern de CiU reducirá este año un 15% del salario y de jornada laboral a los 7.103 interinos que trabajan en la Generalitat en ámbitos administrativos y técnicos para garantizar la “sostenibilidad” del sistema, a pesar de no haber llegado a ningún acuerdo con los sindicatos de la función pública.

Nuestro paro y nuestra precariedad nos ponen en la cola de la UE. Vean el último gráfico de Eurostat por lo que a tasas de desempleo se refiere, en este caso referidas a noviembre del año pasado, cuando para la eurozona, la tasa media de desempleo fue del 10,3%, y para el conjunto de la UE-27 en el 9,8%, prácticamente sin cambios en comparación con el mes anterior.

Eurostat calcula que 23.674.000 hombres y mujeres en la UE-27, de los cuales 16.372 millones se encontraban en la zona del euro, estaban desempleados en noviembre de 2011. En comparación con octubre de 2011, el número de desempleados aumentó en 55.000 en la UE-27 y en 45.000 en la zona del euro. En comparación con noviembre de 2010, el desempleo aumentó en 723.000 personas en la UE-27 y en 587.000 personas en la zona del euro.

Entre los Estados miembros, las tasas de desempleo más bajas se registraron en Austria (4,0%), Luxemburgo y los Países Bajos (ambos 4,9%), y la más alta en España (22,9%), Grecia (18,8% en septiembre de 2011) y Lituania (15,3 % en el tercer trimestre de 2011). En comparación con hace un año, la tasa de desempleo disminuyó en catorce Estados miembros y aumentó en trece. Los mayores descensos se registraron en Estonia (del 16,1% al 11,3% entre el tercer trimestre de 2010 y 2011), Letonia (18,2% a 14,8% en tre el mismo periodo) y Lituania (18,3% a 15,3% también entre el mismo periodo). Los mayores incrementos se registraron en Grecia (13,3% a 18,8% entre septiembre 2010 y septiembre de 2011), Chipre (6,0% a 9,1%) y España (20,4% a 22,9%).

Entre noviembre de 2010 y noviembre de 2011, la tasa de desempleo para los hombres aumentó de 9,8% a 10,0% en la zona del euro y del 9,5% al 9,7% en la UE27. La tasa de paro de las mujeres aumentó del 10,3% al 10,7% en la zona del euro y del 9,7% al 10,0% en la UE27.

La vergüenza más grande, el fracaso más estrepitoso: En noviembre de 2011, 5.579.000 personas jóvenes (menores de 25 años) estaban desempleadas en la UE-27, de las cuales 3,4 millones se encontraban en la zona del euro. En comparación con noviembre de 2010, el desempleo juvenil aumentó en 335.000 en la UE-27 y en 207 000 en la zona del euro. En noviembre de 2011, la tasa de desempleo juvenil fue del 22,3% en la UE27 y del 21,7% en la zona del euro. En noviembre de 2010 fue 21,0% y 20,6%, respectivamente. Las tasas más bajas se registraron en Alemania (8,1%), Austria (8,3%) y los Países Bajos (8,6%), y la más alta en España (49,6%) en la que uno de cada dos jóvenes no encuentra trabajo, Grecia (46,6% en septiembre de 2011) y Eslovaquia (35,1%).

En noviembre de 2011, la tasa de desempleo fue del 8,6% en los EE.UU. y de un 4,5% en Japón. Y éste es el gráfico de la vergüenza para los responsables de la política económica en España – del que no puede eludir tampoco su responsabilidad los grandes empresarios españoles.


LOS PAJAROS DE LA MINA NOS ESTAN AVISANDO, ¿LOS ESCUCHAS?

Posted on 26 enero, 2012


Antiguamente, en las minas se empleaban canarios, seres muy sensibles, para detectar y prevenir la existencia de gases tóxicos que podían ser imperceptibles para el ser humano y que ponían en riesgo la vida de los trabajadores en las galerías. A estos ángeles de la guarda se les llamaba cariñosamente los pájaros de las minas.

El cuerpo humano reacciona ante cualquier químico pernicioso y, es un hecho que en el mundo desarrollado en el que hoy vivimos estamos rodeados de estos dañinos elementos bajo los cuales, todos somos susceptibles de padecer enfermedades fruto del aluvión de tóxicos que nos invaden en nuestro entorno y ambiente. Sin embargo, existen personas que, desgraciadamente para ellas, son más sensibles que el resto ante los múltiples venenos que nos rodean en nuestro mundo desarrollado y ya están sufriendo en sus vidas las terribles consecuencias de ello. Por supuesto, la mafia que nos gobierna y mueve los hilos de la industria médica, prácticamente ignora a estas víctimas para que la mayoría no sepamos lo que está sucediendo, los mantiene semi aislados silenciosa y taimadamente en un concepto que resulta extraño y poco entendible para la gran mayoría denominado Sensibilidad química múltiple. En DESPERTARES, preferimos llamarlo por su nombre propio: ENVENAMIENTO QUÍMICO DEL SER HUMANO.

Estas personas están siendo el timbre rojo de alarma, nuestros ángeles de la guarda que nos están avisando del peligro que nos acecha a todos, ellos son los actuales pájaros de las minas a los que deberíamos prestar gran atención urgentemente.

¿LOS ESCUCHAS?

Dedicado a Pilar Remiro y todos los que están en su misma situación.

Pilar somos todos, todos somos uno.

DESPERTARES

Mensaje redactado por Pilar Remiro, voz por Chary Romero, para todos nosotros:

Sensibilidad química Múltiple- IV feria Alimentación y Salud from La Caja de Pandora on http://vimeo.com"Vimeo.
Ilustración de Víctor López


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domingo, 22 de enero de 2012

Enfermedades de la civilización

Unas jornadas sobre alimentación y salud despiertan una gran expectación de público. La doctora Dorleta Martínez alerta de la proliferación de enfermedades derivadas de la mala alimentación actual

22.01.12 -02:26 - KEPA OLIDEN | ARRASATE.

Enfermedades de la civilización
Una muy nutrida asistencia de público abarrota el 
salón de actos de Kulturate, para seguir la charla 
que la doctora Dorleta Martínez impartió sobre la 
salud de los huesos, a través de la alimentación 
natural OLIDEN
Cuando Hipócrates (460-377 a.C.) aconsejaba aquello de «que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina», los pesticidas, químicos, aditivos, metales pesados, fármacos y transgénicos no estaban en el menú. Y la dieta en tiempos del médico más importante de la antigüedad poco tenía que ver con la alimentación actual «rica en grasas artificiales y desnaturalizadas, con exceso de proteínas cárnicas, de azúcares y de alimentos muy refinados y manipulados y carentes de nutrientes vitales».

A principios del siglo XX prácticamente no había casos de cáncer, y mucho menos en niños

La alimentación actual está acortando la esperanza media de vida con salud en Occidente

La doctora Dorleta Martínez (Arrasate, 1963) no es nada complaciente con los 'beneficios' reportados por la industrialización agroalimentaria que siguió a la II Guerra Mundial. Esta revolución multiplicó el número de alimentos disponibles en la dieta hasta límites nunca antes conocidos. Pero el peaje de este progreso tecnoalimentario se ha traducido, según la doctora Martínez, en la proliferación de «muchos tipos de cáncer, obesidad, osteoporosis, artritis, trastornos cardiovasculares, esclerosis múltiple, fibromialgia, alzheimer...». Son las denominadas 'enfermedades de la civilización', producto, en opinión de la doctora Martínez, de la alimentación moderna, de la polución ambiental y marina... entre otros factores.

Hematóloga

La doctora Dorleta Martínez es hematóloga de formación y especialista en transplantes de médula ósea. Atesora 20 años de experiencia en el tratamiento de tumores hematológicos, leucemias y linfomas principalmente. Unas dolencias cuya incidencia «se ha disparado en los últimas décadas». La doctora Martínez aseveraba que «a principios del siglo XX prácticamente no había casos, y mucho menos infantiles». De hecho, los médicos más veteranos «apenas han conocido casos de estas características» añadía.

La generalizada creencia de que antiguamente muchos casos oncológicos no se diagnosticaban correctamente, o que la longevidad se ha incrementado gracias a la abundancia alimentaria, no sirven de consuelo. De hecho, Dorleta Martínez argumentaba que la expectativa de vida con salud en los países desarrollados «cada vez es más corta; ahora ronda los 30 años de media, edad a partir de la cual empiezan a proliferar cada vez más enfermedades como diabetes, hipertensión, esclerosis...»

En la actualidad la alimentación «ha dejado de ser la base para lograr un buen estado de salud y bienestar». 

Los alimentos de calidad, frescos, sanos y naturales nos aportan vitalidad y energía, además de proporcionarnos los nutrientes que necesitamos. Estos alimentos poseedores de un notable poder preventivo y curativo han desaparecido de la dieta, y han sido reemplazados por otros desnaturalizados y refinados cuyo impacto sobre la salud parece incuestionable.

Preguntado sobre una hipotética dieta que favoreciera el cáncer, el especialista canadiense en cáncer y alimentación Richard Béliveau contestaba que no hace falta buscar mucho: la actual dieta occidental es perfecta para ello. Y el doctor Béliveau «sólo se refiere al consumo de alimentos refinados, sin ahondar en los aspectos relativos a pesticidas, aditivos, metales pesados, hormonas, antibióticos...» explicaba Dorleta Martínez.

Refinados

Los refinados a que aludía el doctor Béliveau constituyen una muestra de la desnaturalización de los alimentos iniciada en los años 40-50 del siglo XX a requerimiento de la industrial agroalimentaria. Por ejemplo, en el caso de los cereales, la doctora Martínez explicaba que el refinado de harinas y arroces es fruto de las necesidades de conservación y logística de la industria. «Son totalmente desprovistos de minerales y vitaminas para su mejor conservación». La consecuencia es que, perdido todo su contenido nutritivo, su consumo sólo aporta calorías. Las vitaminas y minerales de los que carece nos los quita del organismo durante la digestión, con la pérdida consiguiente». Con el azúcar ocurre algo parecido: «su ingesta nos roba vitaminas y minerales».

Sobre la negativa incidencia de los refinados cree la doctora Martínez que un «mendigo indio seguramente tendrá menos déficits nutricionales que un occidental alimentado a base de hamburguesas, cereales refinados, azúcar...»

El inquietante panorama pintado por esta doctora se extiende asimismo al exceso de productos de origen animal, como la carne roja y los lácteos, con sus abundantes grasas saturadas.

En la concurridísima conferencia impartida sobre la osteoporosis, un fenómeno «reciente y prácticamente desconocido en muchas culturas», la doctora Martínez cargó contra los lácteos argumentando que las personas que consumen grandes cantidades de ellos «suelen tener más problemas debido a la deficiencia de calcio».

A su juicio, el «exceso de proteínas en la dieta, productoras ácidos, sí puede ser una de las principales causas de osteoporosis.

La carne, el pescado y otros productos animales ricos en proteínas hacen que el organismo deba procesar muchas moléculas de ácido, que deben ser neutralizadas por el calcio de los huesos, que luego se elimina por la orina».

La lista negra de la alimentación perjudicial para la salud vendría a completarse con el consumo de aceites refinados, grasas hidrogenadas y ácidos grasos trans, «presentes en margarinas, bollería industrial...» especificaba.

Y a esta dieta tan poco saludable se le añaden otros riesgos, como son el procesamiento moderno de alimentos: envasados, enlatados, precocinados, rápidos... que contienen «gran cantidad de aditivos y tienen un valor nutricional mínimo o nulo».

Además de sobre los pesticidas y abonos químicos, la doctora Martínez hacía hincapié en unos aditivos que abarcan a los edulcorantes, sabores artificiales, conservante... cuya peligrosidad está fuera de cuestión.

Algunos de ellos «pueden afectar al sistema inmune e incluso se ha relacionado con el cáncer, como es el caso de aspartamo, un edulcorante presente en todos los chicles, golosinas y refrescos sin azúcar».

Metales pesados presentes en el pescado, fármacos y hormonas en el ganado y transgénicos complican aún más los esfuerzos de cualquier consumidor consciente que procure alimentarse de forma saludable y natural.

« La historia de los cosméticos

Listado de sustancias y conservadores tóxicos para nuestro cuerpo (1)

Según la legislación española (Real Decreto 1599/1997), un producto cosmético es “toda sustancia o preparado destinado a ser puesto en contacto con las diversas partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y mucosas bucales con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto y/o corregir los olores corporales y/o protegerlos y mantenerlos en buen estado”. Esta misma ley prohíbe que estos productos contengan sustancias clasificadas como cancerígenas, mutágenas o tóxicas.

El problema está en que hay algunas sustancias que no están dentro de esta clasificación si se utilizan en cantidades muy pequeñas. Pero teniendo en cuenta que podemos utilizar una media de siete productos de cosmética al día, la cantidad de sustancias químicas que metemos en nuestro cuerpo es acumulativa.

Por eso mismo tenemos que tener en cuenta que la mayoría de productos que utilizamos para nuestra higiene y belleza contienen sustancias perjudiciales para nuestra salud. Por este motivo he decidido recopilar los principales ingredientes que deberíamos eliminar de nuestros productos, y sobre todo, de los de nuestros hijos. Al ser un listado bastante extenso (aunque parezca increíble), he decidido dividirlo en dos post, el primero dedicado sobre todo a los cosméticos de los más pequeños, por ser los más sensibles a cualquier efecto externo.

La Food and Drug Administration (FDA) obliga por ley que todos los productos vengan acompañados por un listado de sus ingredientes con los nombres escritos en forma latina y sus cantidades estarán detalladas en orden descendiente, es decir, las sustancias más utilizadas irán primero y las que menos en último lugar.

Aceites minerales

Se utilizan para mejorar las texturas de cremas, champús, desodorantes, aceites para bebés, dentífricos… y son altamente cancerígenos. Tapan los poros y por lo tanto, bloquean la respiración de las células, además de secar la epidermis. Esto provoca que nuestras defensas se resientan. Se afirma que impiden la eliminación de toxinas, lo que provoca la aparición de irritaciones, acné y envejecimiento prematuro de la piel.

En el listado de ingredientes de los cosméticos podrás reconocerlos como aceite mineral, paraffinum, paraffinum liquidum o petroleum.

Ftalatos

No es la primera vez que hablo de ellos. Son sustancias utilizadas como disolventes y suavizantes en cremas, esmaltes, perfumes, lacas o desodorantes. Además, han sido prohibidos por el Parlamento Europeo en juguetes para menores de 3 años. Pueden provocar daños en los sistemas reproductor y endocrino y provocan un aumento en las posibilidades de padecer asma o cáncer.

Comprueba que los cosméticos de tu bebé no tienen dietilhexiloftalato (DEHP), dibutilftalato (DBP), butilbenzilftalato (BBP), diisononilftalato (DINP), diisodeciloftalato (DIDP) o dinoctilftalato (DNOP).

Ingredientes artificiales o sintéticos

Los podrás encontrar en champús, pastas de dientes, jabones, limpiadores faciales, mascarillas… y son sustancias que colaboran en la eliminación del factor protector natural de la piel, lo que nos vuelve más vulnerables a irritaciones o alergias.

En los productos de cosmética los encontrarás como PEG (abreviatura de glicol polietileno) o en cualquier palabra acabada en eth (steareth, ceteareth o sodium laureth sulfate).

Fragancias artificiales

He leído que son sustancias bioacumulativas y que pueden provocar trastornos en los sistemas reproductor y endocrino y alergias o dolores de cabeza. Los podrás diferenciar dentro del listado como acetil hexametil, bromocinnamal o tonalide.

Talco

¡Atención con esta sustancia en los productos para tu bebé!, además de en tu maquillaje. También es utilizado como lubricante en los condones. Se ha investigado mucho sobre su relación con la aparición de cáncer genital femenino. Además, tapa los poros de la piel, impidiendo su respiración normal.

Fuente fotografíahttp://www.sxc.hu


Tras enumerar algunas de las sustancias químicas más encontradas en los productos de cosmética de nuestros pequeños, aquí os dejo la segunda parte. Quiero dejar claro que aunque haya dividido la lista en dos, tenemos que prestar mucha atención a lo que compramos porque los productos pueden tener sustancias tanto de una lista como de la otra.

He encontrado por Internet una lista de posibles disruptores endocrinos muy útil para imprimir y llevarla cada vez que se haga la compra. A mi parecer hay algunas sustancias que faltan y que he citado en mi propia lista.

Aquí os dejo la continuación de mi anterior post:

Fenol y Fenil

Muy utilizados en medicamentos como desinfectantes y en la cosmética como conservantes, pueden afectar al sistema nervioso, al corazón, al hígado, al riñón o a la piel. No es la primera vez que me lo dicen, pero al parecer los enjuagues bucales siempre contienen estas sustancias y son totalmente desaconsejables. Los podrás distinguir como nitropheno, phenolphthalein, chlorophenol o phenylenediamine sulfate.

Colorantes

Utilizados en un gran número de cremas, tintes y maquillajes, se ha demostrado que son altamente cancerígenos en animales y que pueden alterar las moléculas de ADN. Sus denominaciones más comunes incluyen las sílabas anilinanilid (por ejemplo, el acetanilid) o por otras fórmulas más sencillas como HC (HC Orange 3), Acid (Acid red 73) o Pigment (Pigment Green 7).

Liberadores de formaldehído

El formaldehído era utilizado como conservante pero en la actualidad está prohibido utilizarlo. El problema es que hay sustancias que no se pueden considerar formaldehído, pero que lo liberan. Sus consecuencias son básicamente cancerígenas por inhalación.

Atención a los ingredientes que se acompañan de la palabra urea (diazolidinil urea, imidazolidinil urea o poliximetileno urea) y los que van acompañados de las letras DM delante del nombre del conservante químico (DM hidantoina).

Aluminio

Utilizado en cremas, pintalabios o desodorantes, sus posibles efectos perjudiciales son muy similares a los de los parabenes (sobre todo los relacionados con la posibilidad de estar relacionados con el cáncer de mama).

Mercurio

Su utilización está permitida si es en cantidades menores al 0,007% a pesar de que sea altamente tóxico. Pero ¿y si utilizas a diario varios cosméticos que contengan mercurio? Los podrás encontrar como Tiosalicilato de etilmercurio.

Antioxidantes sintéticos

El butilhidroxitolueno o BHT (también puede aparecer como E-321) es  un antioxidante sintético que, aunque no sea un agente mutágeno, es capaz de modificar la acción de ciertas sustancias que pueden provocar cáncer.

Solventes

Es muy normal encontrarlos dentro de los ingredientes de tintes, cremas, exfoliantes o colonias y sin que esté demostrado, se piensa que tienen una relación con la aparición de cáncer.

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