martes, 9 de agosto de 2011

La prima de riesgo



Publicado por Miguel Jara el 9 de agosto de 2011
Se habla estos días de unas primas que casi nadie querría en su sano juicio tener en su familia, las primas de riesgo, pero es que nos han robado el lenguaje y nos hacen la agenda informativa según el interés de los mercados. Yo no tenía ni idea de qué era esto de las arriesgadas primas hasta que hace unos días me vi obligado a enterarme. Resulta que existen una empresas privadas que se dedican a valorar a los países como las agencias reguladoras de fármacos hacen con el mercado de medicamentos. Son las agencias de rating. Pero claro, lo mismo que las agencias medicamentosas, como la estadounidense FDA o la europea tienen sus conflictos de intereses con las industrias a las que deben vigilar las agencias de ratingtambién los poseen. Total que quienes deciden si un país vale o no vale y suplantan la soberanía popular son empresas ligadas a los poderes financieros y los mercados. Y estos días a cuento de si sube o baja la prima de riesgo nos tienen subyugados con su lenguaje efímero de resultados antidemocráticos.
Según ATTAC y las mesas de convergencia el aumento en la prima de riesgo que encarece la financiación de la deuda pública española, y de otros países europeos, es exclusivamente el resultado de operaciones especulativas y que no responde a la situación objetiva de la economía española. Una gran parte de esas operaciones especulativas se llevan a cabo con dinero prestado a bajísimo interés por el Banco Central Europeo a los bancos privados con el fin de que éstos financien a las empresas y consumidores.Y todas ellas gracias a la falta de control y regulación de los mercados que consienten las autoridades europeas y nacionales.
Esas operaciones proporcionan una gran rentabilidad a estos bancos y a los fondos que las llevan a cabo pero suponen un coste elevadísimo para nuestra economía. Y que éste recae sobre las clases trabajadoras. Esta especulación financiera es la causante de la crisis y la que hace que, en lugar de poder salir de ella, las economías europeas se encuentren cada vez más cerca del desastre.
Es un imperativo ético acabar con estas operaciones especulativas que destrozan riqueza y condenan a los pueblos a sufrir daños innecesarios y para acabar con el problema de la deuda que originalmente ha provocado la crisis generada por la banca internacional no es suficiente con que el Banco Central Europeo realice compras de deuda de vez en cuando, como viene haciendo, sino tomar otras medidas de mayor calado pero hoy día absolutamente imprescindibles como:
a) Establecer tasas disuasorias sobre esas transacciones financieras.
b) Auditar la deuda de los diferentes estados para rechazar el pago de la que se considere odiosa o ilegítima, reformar el mercado europeo de deuda para evitar la presencia de especuladores y poner en marcha un mecanismo permanente de financiación de los estados en las mismas condiciones en que se financió a los bancos que provocaron la crisis.
c) Y, si fuese necesario, imponer controles de capital para impedir que los especulativos pongan en peligro el proyecto europeo, la estabilidad económica y el bienestar social.
Es necesaria la puesta en marcha inmediata de este tipo de medidas. La ciudadanía debe movilizarse contra la complicidad de los gobiernos ante los especuladores financieros y abrir un debate ciudadano, plural y democrático sobre las nuevas maneras en que Europa puede liberarse de la tiranía de los mercados y del terrorismo financiero.

Fuente: http://www.migueljara.com/2011/08/09/la-prima-de-riesgo/