lunes, 20 de febrero de 2012

I JORNADA SOBRE ENCEFALOMIELITIS MIALGICA (SD DE FATIGA CRONICA) EN ARAVACA (MADRID)









 

Aficiones con riesgo de cáncer

El bricolaje, el modelismo o la pintura incrementan casi tres veces el riesgo de padecer cáncer de pulmón

P.TOIMIL / SANTIAGO
Día 15/02/2012
Aficiones con riesgo de cáncer
Aficiones en principio triviales como el bricolaje, el modelismo o la pintura pueden llegar a incrementar el riesgo de padecer cáncer de pulmón en un futuro. Así lo aseguran investigadores de la USC en un estudio en el que afirman que el riesgo se multiplica por tres debido a una exposición continuada a disolventes orgánicos, barnices, polvo de madera o colas, todas ellas substancias cancerígenas cuando el tiempo de exposición es duradero.

El estudio, el primero publicado en este ámbito, se realizó con 990 individuos, 442 con cáncer pulmonar y 548 sin él, ingresados en el Hospital Clínico Universitario de Santiago y en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. La muestra certificó que las personas que todavía no padecían esta enfermedad la acababan desarrollando al entrar en contacto con este tipo de productos tóxicos sin ningún tipo de precaución previa.

Aun así, y aunque los datos sean categóricos, el profesor Alberto Ruano aseguró ayer a ABC que «no hay que ser alarmantes», pues la principal causa del cáncer de pulmón «sigue siendo el tabaco». De hecho, para Ruano, fumar y practicar alguna de estas actividades, incrementa el riego cancerígeno, sobre todo en las labores que conlleven la utilización del barnizado.

Por ello, el profesor recomendó que todas aquellas personas aficionadas a estos trabajos utilicen las medidas de higiene necesarias para no contraer la enfermedad. En este sentido, utilizar una mascarilla en el lugar del trabajo o una buena ventilación son claves para disminuir los índices cancerígenos de los productos tóxicos.

De entre las actividades en riesgo, el estudio no revela la cantidad de individuos afectados en los diferentes campos analizados, y no contempla otro de los trabajos peligrosos: la carpintería.

El estudio, financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias, confirma los resultados observados en un trabajo anterior de menor muestra publicados en la revista «Epidemiology» —una de las más prestigiosas en este ámbito y en la que también se incluyó este último— en 2002, datos que en su momento formaban parte de la tesis doctoral del profesor Ruano y Juan Miguel Barros Dios, quien firma el artículo.

Nuestro reloj biológico altera la inmunidad a infecciones

BBC Salud

Viernes, 17 de febrero de 2012

La hora del día parece ser un factor importante en nuestro riesgo de adquirir una infección, revela un estudio en Estados Unidos.

Reloj
La hora del día tiene un impacto en el riesgo 
de adquirir una infección.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale descubrieron cómo una proteína del sistema inmune resulta afectada por los cambios químicos que ocurren en nuestro organismo a lo largo del día.

El hallazgo, publicado en la revista Immunity, demuestra que una infección es menos o más severa dependiendo de la hora del día.

Estos resultados, afirman los expertos, pueden tener un impacto en el futuro en la forma como se administran los medicamentos.

Las plantas, animales e incluso las bacterias experimentan una rutina que cambia cada 24 horas, el llamado ritmo circadiano.

Cuando el organismo se desajusta del ritmo de su medio ambiente, por ejemplo cuando se cruzan los husos horarios en los viajes de largo trayecto, ocurre el llamado jet lag.

Se sabe ya que el sistema inmune presenta variaciones a lo largo del día. Pero ahora la nueva investigación parece haber encontrado cómo ocurren estas variaciones y cuáles son sus efectos.

Detección de patógenos

Para que el sistema inmune pueda atacar una infección necesita primero detectar al patógeno invasor.

Los investigadores de Yale estaban analizando una de las proteínas involucradas en este proceso de detección, el receptor de tipo Toll 9 (TLR9).

Parece que las perturbaciones en el reloj circadiano influyen en nuestra susceptibilidad a los patógenos. Y esto podría tener implicaciones importantes para la prevención y tratamiento de enfermedades."
Dr. Erol Fikrig

Este receptor puede identificar el ADN de las bacterias y virus.

En experimentos con ratones, los científicos descubrieron que la cantidad de TLR9 producida y la forma como funciona están controlados por el reloj biológico del organismo y este proceso varía a lo largo del día.

Encontraron que cuando inmunizaron a los ratones en el momento de máxima actividad del TLR9, mejoró la respuesta de su sistema inmune.

Según los investigadores, se sabe que los humanos que desarrollan sepsis, una infección letal en la sangre, tienden a estar en mayor riesgo de muerte entre las 02:00 y 06:00 de la mañana.

En el experimento con ratones la severidad de la sepsis dependió del momento del día en que la infección comenzó, y esto coincidió con cambios en la actividad del TLR9.

Tal como explica el profesor Erol Fikrig, quien dirigió la investigación, descubrieron "un vínculo molecular directo entre los ritmos circadianos y el sistema inmune".

Y esto, agrega, "podría tener implicaciones importantes para la prevención y tratamiento de enfermedades".

"Parece que las perturbaciones en el reloj circadiano influyen en nuestra susceptibilidad a los patógenos" expresa el científico.

Por su parte, el doctor Akhilesh Reddy, quien está investigando en la Universidad de Cambridge los ritmos circadianos, señala que se sabe desde hace tiempo que la hora tiene un impacto en el sistema inmune, pero este estudio es una de las primeras incursiones en las razones de porqué ocurre esto.

Las implicaciones para el cuidado de la salud son importantes ya que este hallazgo podría significar que los fármacos deben suministrarse a determinada hora del día para que puedan ser más efectivas.

O también podrían diseñarse fármacos que estén dirigidos al reloj biológico para colocar al sistema inmune en su fase más activa.

Según el doctor Reddy, las compañías farmacéuticas ya están estudiando este proceso y ahora se está analizando el suministro de fármacos a distintas horas del día.

Según el científico, "en unos 10 años podríamos comenzar a ver el impacto de nuestro reloj biológico en la medicina".

Un cementerio tóxico al aire libre

Más de 2.500 toneladas de productos contaminantes se esparcen en Santa Coloma de Cervelló en los solares de una empresa abandonada que cerró en 2007

JARA LALIENA Santa Coloma de Cervelló 13 FEB 2012 – 00:46 CET
Centenares de bidones abandonados en la empresa Massó i Carol. / MARCEL·LÍ SÀENZ

“Si estos bidones explotan un día, no nos dará tiempo ni a respirar”. “Es una vergüenza que tengamos esto aquí y nadie lo sepa”. Los vecinos de Santa Coloma de Cervelló (Baix Llobregat, Barcelona) llevan años clamando por el peligro que corren desde 2007, cuando cerró una empresa de productos químicos y abandonó a su suerte centenares de bidones y contenedores con toda clase de productos contaminantes. Son más de 2.500 toneladas expuestas al aire libre y sin ninguna vigilancia que los vecinos consideran una bomba de relojería.

Los vecinos temen por su seguridad y creen que esos bidones suponen, además, una amenaza para el medio ambiente, pero hasta ahora no han logrado que se retiren. El almacén contaminante tiene su origen en la empresa Massó i Carol, dedicada desde 1993 a la fabricación de sustancias empleadas como base para la elaboración de cosméticos y detergentes. En 2005 empezó su declive y dos años más tarde abandonó sus almacenes, cesó oficialmente en la actividad y se trasladó a Barbastro (Huesca) para iniciar una nueva etapa gracias a las ayudas del Gobierno aragonés.

Con el traslado, sin embargo, se desentendió de la limpieza de los residuos de la planta de Santa Coloma de Cervelló, donde viven unas 8.000 personas. El Ayuntamiento, gobernado por una coalición independiente, vendió el terreno a la promotora inmobiliaria Llave de oro, que dispone de licencia municipal de obras para construir oficinas, pero la crisis de inmobiliaria aparcó el proyecto. Mientras tanto, los vecinos llevan años quejándose de las molestias y problemas que les causan los residuos abandonados. Y, sobre todo, del peligro que corren.

La empresa contaminante está en concurso con 40.000 euros de deuda

Y es que las 2.500 toneladas de residuos están expuestas al aire libre, en una zona sin ningún tipo de restricción de paso, cercana a los acuíferos del río Llobregat, a la línea de los Ferrocarriles de la Generalitat, a los campos de cultivo, a una escuela y a decenas de viviendas. Con el paso del tiempo, además, la exposición al aire libre de los bidones y contenedores ha producido emanaciones, espumas, fugas y malos olores que cada vez se hacen más molestos. “Poco a poco vamos consiguiendo que los niños no se acerquen tanto a la zona, pero, a menudo, vemos como alguno corretea por allí como si nada. Es muy peligroso”, advierte Sergio, un vecino.

El problema se visualizó en 2009, cuando la Agencia Catalana del Agua (ACA) hizo un análisis de las aguas del Llobregat y descubrió que en algunos pozos se almacenaba agua contaminada que podría proceder de la planta de residuos de Massó i Carol. Eso desembocó en el encargo de un estudio del subsuelo, que nunca se llegó a realizar, por lo que jamás se ha aclarado si la zona estaba contaminada. Poco después, la Agencia Catalana de Residuos detectó la ilegalidad de la situación, multó a los propietarios y les instó a asumir sus obligaciones.

La Agencia Catalana de Residuos (ACR) abrió numerosos expedientes sancionadores a Massó i Carol, pero la empresa ignoró los avisos. Ante la desobediencia reiterada el caso pasó a manos de la Fiscalía de Medio Ambiente y acabó en los juzgados de Sant Boi de Llobregat. Según Margarita González Benítez, catedrática de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), militante del PSC y vecina de Santa Coloma de Cervelló, ya se han celebrado dos juicios contra la empresa y se está a la espera de la ejecución de sentencia.

Margarita González, con el apoyo de la agrupación local del PSC, presentó el pasado mes de noviembre un inventario a la ACR, detallando los productos almacenados en la finca de Massó i Carol, muchos de ellos tóxicos y nocivos, tanto para el medio ambiente como para la población. Fenol, fermol y tricloruro de fósforo son algunos de los residuos que están almacenados y que, si se inhalan o consumen, pueden resultar nocivos y, en algunos casos, pueden tener efectos cancerígenos. Otros, como el amoniaco y el ácido acético, pueden producir quemaduras, en algunos casos graves, y dificultad al respirar.

El PSC lleva el caso al Parlament y el Ayuntamiento dice que plantará árboles

“En verano, con el calor, nos escuece la garganta. Es insoportable”, explica Lourdes, una vecina de la zona que vive a escasos metros de la fábrica abandonada. Otros compuestos, como la naftalina, son inflamables y explosivos y pueden contaminar las aguas. “Si los bidones explotan, no nos dará tiempo ni a respirar. Hay gasolina incluso”, advierte la vecina.

Ante esta crítica situación, los vecinos de Santa Coloma de Cervelló, junto con el apoyo del grupo socialista, pusieron en marcha una plataforma de protesta para solucionar la situación que, según ellos, “ninguna Administración quiere afrontar”.

El caso ha acabado en el Parlament, después de la petición del grupo socialista para que se realizara de manera inmediata un estudio del terreno, se trasladasen los bidones y se analizaran las aguas subterráneas. 

La respuesta del Gobierno de la Generalitat fue “muy genérica”, según la diputada del PSC Eva Granados, sin que se aportaran soluciones al problema. La empresa Massó i Carol se encuentra actualmente en concurso de acreedores, con 40,000 euros de deudas. El Ayuntamiento de Santa Coloma de Cervelló, por su parte, ha decidido que, con motivo del Dia del Arbre, plantará 3 árboles y 100 plantas aromáticas, con el fin de “disimular el olor y las molestias de los residuos”. Eva Granados decidió presentar una nueva propuesta de resolución sobre el tema que está pendiente de fecha para su tramitación.