BARCELONA 3 JUL, 2018
Los médicos de Familia del grupo de
Patologías Ambientales de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar
y Comunitaria (CAMFiC) han actualizado sus conocimientos sobre cómo
los contaminantes químicos y electromagnéticos, tanto naturales
como artificiales, pueden afectar a la salud de las personas, y qué
medidas se pueden tomar para reducir este impacto.
La doctora María del Carmen Ruiz,
especializada en patología ambiental y coordinadora del grupo de
Patología Ambiental de la CAMFiC, explica que “desde la
década de 1980, el crecimiento exponencial de la tecnología
wireless ha generado un aumento de 1.000 millones de veces el campo
electromagnético natural de la tierra, generando un efecto cóctel
electroquímico. Sustancias que penetran en el organismo a través de
la alimentación, el aire que respiramos, y todo lo que ponemos en la
piel”.
Varios los estudios relacionan estos
agentes con una serie de enfermedades como la sensibilización
central, neurodegenerativas, autoinmunes, endocrinas,
cardiovasculares, metabólicas, cáncer, asma, TDAH, autismo y
esterilidad, entre otras. En 2013, la Agencia Internacional para la
Investigación en Cáncer (IARC) y la Organización Mundial de la
Salud (OMS), alertaron que el 95 por ciento de los casos de cáncer,
70 por ciento de los accidentes cardiovasculares, el 80 por ciento de
las enfermedades coronarias, el 90 por ciento de las patologías
neurodegenerativas y el 80 por ciento de la diabetes mellitus tipo II
son provocados por agentes tóxicos contaminantes.
Enfermedades crónicas multisistémicas
En este sentido, la doctora Padma
Solanas, del Centro de Medicina Biológica en Barcelona apunta que se
está observando “una creciente prevalencia de las enfermedades
crónicas multisistémicas, que también son más precoces, como la
sensibilidad química múltiple, el síndrome de fatiga crónica, la
fibromialgia o electrohipersensibilidad o enfermedades
cardiovasculares, síndromes metabólicos, enfermedades
neurodegenerativas y autoinmunes, cáncer y alergias”.
Respecto a lo más significativo, María
del Carmen Ruiz, indica que “los factores medioambientales
debilitan, desencadenan o agravan los mecanismos fisiopatológicos”.
Para su solución, esta facultativa resalta dar “un cambio en las
prioridades desde la actual Medicina enfocada a tratar los síntomas,
hacia una Medicina dirigida a tratar las causas, poniendo el foco en
la prevención, precaución y mejora en la detección precoz y en el
diagnóstico de estas enfermedades crónicas y medioambientales. Y
aquí es fundamental el papel del médico de Familia, como puerta de
entrada a sistema de salud”.