martes, 30 de abril de 2013

La mayoría de los países de la UE apoya la prohibición parcial de los plaguicidas tóxicos para las abejas

Ahora, la Comisión Europea debe actuar e imponer la prohibición

Reportaje - abril 29, 2013

Una clara mayoría de los países de la UE [1] han apoyado la propuesta de la Comisión Europea para prohibir temporalmente tres plaguicidas que se ha demostrado científicamente que son perjudiciales para las abejas. Estos plaguicidas son el imidacloprid y la clotianidina, producidos por la empresa química Bayer, y el tiametoxam, producido por Syngenta.
"La votación de hoy deja perfectamente claro que el apoyo científico, político y público a la prohibición es abrumador. Los países que se oponen a la prohibición han fracasado. Ahora, la Comisión debe sacar la única conclusión y detener de inmediato el uso de estos plaguicidas,como primer paso para proteger la producción de alimentos y los ecosistemas europeos. Cualquier retraso significaría ceder a la poderosa presión de Bayer y Syngenta", ha afirmado Marco Contiero, director de Política Agrícola de la UE de Greenpeace.

Estos tres plaguicidas son neonicotinoides, un tipo de insecticidas que recubren las semillas antes de la siembra, y que se pueden utilizar directamente en el suelo o ser pulverizados sobre las plantas.

En los informes científicos publicados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) a principios de este año afirmaban que los neonicotinoides plantean "riesgos agudos elevados"para las abejas. Estos informes desencadenaron la propuesta de la Comisión. Además, una amplia investigación científica, revisada por pares, ha vinculado incluso la exposición a dosis bajas de neonicotinoides con daños neurológicos y otros daños fisiológicos en las abejas, así como alteración del patrón de pecoreo y daño del sistema inmunológico [2]. La Agencia Europea de Medio Ambiente también publicó recientemente un informe alertando sobre las consecuencias de no actuar respecto a los plaguicidas que afectan a las abejas [3].


Haciendo caso omiso de la evidencia científica sobre la toxicidad de estos plaguicidas, empresas como Syngenta y Bayer han puesto en marcha una campaña pública y de presión política muy intensa con la intención de retrasar su prohibición [4]. Otros plaguicidas producidos por estas empresas también plantean una grave amenaza para las abejas y otros polinizadores.

Un informe reciente de Greenpeace, El declive de las abejas, identificó siete plaguicidas tóxicos para las abejas que son producidos por Syngenta, Bayer, BASF y otras empresas,cuatro de los cuales no son neonicotinoides. Greenpeace puso en marcha una campaña para eliminar estos plaguicidas del mercado como un primer y crucial paso para iniciar el abandono de la agricultura industrial en Europa.

Prohibiciones parciales de neonicotinoides ya están en marcha en Italia, Francia, Alemania y Eslovenia, sin impactos negativos significativos en la producción agrícola.

"El declive de las abejas es uno de los efectos más evidentes y visibles de un fallido modelo de agricultura industrial, que contamina nuestro medio ambiente y destruye los mejores aliados naturales de los agricultores, los polinizadores. Los responsables políticos europeos deberían alejar la financiación de la agricultura química intensiva y promover la agricultura ecológica", ha concluido Lus Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace.

Notas:

[1]. 189 votos a favor, 125 contra y 33 abstenciones.

Países a favor: Francia, Alemania, Holanda, España, Bulgaria, Bélgica, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Eslovenia y Suecia.

Países en contra: Reino Unido, Hungría, Austria, República Checa, Rumanía, Eslovaquia, Portugal e Italia.

Abstenciones: Irlanda, Grecia, Finlandia y Dinamarca

[2] Science: Neonicotinoid Pesticide Reduces Bumble Bee Colony Growth and Queen Production, A Common Pesticide Decreases Foraging Success and Survival in Honey Bees; Nature: Combined pesticide exposure severely affects individual- and colony-level traits in bees.

[3] Agencia Europea de Medio Ambiente, enero de 2013, Late lessons from early warnings: science, precaution, innovation II, Capítulo 16, Seed?dressing systemic insecticides and honeybees.

[4] Corporate Europe Observatory, Plaguicidas contra los polinizadores; Cartas privadas revelan la presión agresiva de Syngenta y Bayer contra las medidas de la UE para salvar a las abejas", 11 de abril de 2013.

Syngenta sigue poniendo en riesgo a las abejas con sus plaguicidas

Greenpeace asiste a la asamblea general que cada año celebra la empresa Syngenta en la ciudad de Basilea (Suiza). El objetivo es alertar a los accionistas sobre el papel de esta empresa en la disminución global de las poblaciones de abejas y pedir a los accionistas que desafíen al presidente de la Junta de Syngenta para detener la comercialización de estos productos tan dañinos. 

Activistas y apicultores se manifiestaron fuera de la asamblea de accionistas, mientras que representantes de Greenpeace y de la Coordinación Europea de Apicultura preguntaron a la junta de Syngenta sobre el riesgo al que se enfrenta la empresa en cuanto a su reputación y riesgos financieros a la vista de la probable prohibición de algunos de sus productos. Recordemos que el mes pasado, la Comisión Europea presentó una propuesta para prohibir tres plaguicidas muy tóxicos para las abejas y cuyas empresas fabricantes son Syngenta y Bayer.

A pesar de que estudios científicos revisados por pares afirman que varios factores llevan al descenso de la población de las abejas (cambio climático, enfermedades, parásitos, monocultivos, pérdida de hábitat y uso generalizado de plaguicidas), Syngenta sigue tratando de hacernos creer que las poblaciones de abejas se pueden recuperar si luchamos principalmente contra uno de los factores: el ácaro Varroa. Según Syngenta, “no hay una correlación directa entre el uso de los neonicotinoides y la mala salud de las abejas, y sin embargo sí hay una correlación entre las pérdidas de abejas y la presencia del ácaro Varroa”. 

El descenso de las poblaciones de las abejas es un tema complejo y todos los factores que contribuyen deben ser abordados.

¿Por cuánto tiempo seguirá negando el Sr. Martin Taylor, presidente de Syngenta, las evidencias científicas que muestran que el insecticida Tiametoxam, producido por su empresa, está relacionado con la disminución de abejas a nivel mundial? Así lo afirman estudios científicos y se está agotando el tiempo para las abejas.

Un primer paso crucial, en estos momentos, es la prohibición de los plaguicidas tóxicos para las abejas. El 15 de marzo, la mayoría de los países de la UE respaldaron una propuesta de la Comisión para prohibir tres plaguicidas neonicotinoides (incluyendo tiametoxam de Syngenta y la clotianidina y el imidacloprid de Bayer). En la votación no se logró alcanzar la mayoría cualificada necesaria, de manera que el 29 de abril los Estados miembros de la UE, a través de sus representantes permanentes, votarán por segunda vez esta propuesta en el Comité de Apelación. Si de nuevo, la votación no alcanzara la mayoría cualificada, la Comisión Europea tiene el poder de poner en marcha la prohibición.

La prohibición podría entrar en vigor en julio de 2013, una vez que la propuesta haya sido aceptada por los Estados miembros de la UE o puesta en marcha por la Comisión. La industria de los plaguicidas está orquestando una campaña de presión muy agresiva, para evitar la prohibición y proteger su beneficios a costa de las abejas y la polinización. Sin embargo, este comportamiento está en contra de los intereses a largo plazo de los accionistas de Syngenta y por supuesto, de todos los seres humanos, ya que nuestra producción de alimentos depende en gran medida de los servicios de polinización que proporcionan abejas y otros polinizadores.

Greenpeace pide a los Estados miembros de la UE que voten a favor del proyecto de la Comisión, que es un primer paso para hacer frente a los efectos nocivos de los plaguicidas en las abejas. Sin embargo, la Comisión también ha de aprobar planes de acción ambiciosos de ámbito europeo para prohibir todos los plaguicidas que son perjudiciales para las abejas y otros polinizadores vitales. La Comisión también debe cambiar la financiación destinada a la agricultura intensiva basada en productos químicos y promover la agricultura ecológica.

Mientras que las multinacionales agrícolas como Syngenta y Bayer sólo tienen interés en salvaguardar sus beneficios, sus plaguicidas ponen a las abejas y a otros polinizadores en grave peligro.Sin abejas y sin la polinización natural, la producción mundial de alimentos se vería seriamente dañada.

El último informe de Greenpeace, El declive de las abejas, identifica siete plaguicidas que deberían ser prohibidos por su efecto tóxico sobre las abejas. La lista incluye el imidacloprid y la clotianidina de Bayer, el tiametoxam de Syngenta, el fipronil de BASF y el clorpirifos, el cipermetrin y el deltametrin producidos por otras empresas.

La eliminación de estos productos tóxicos para las abejas es sólo el primer paso en la protección de las abejas y de la agricultura en Europa. La única solución a largo plazo es el abandono de la agricultura intensiva totalmente dependiente de productos químicos y caminar hacia las prácticas agrícolas ecológicas. Greenpeace.

El herbicida RoundUp vinculado con cáncer, Párkinson, autismo y infertilidad, según MIT

Se encuentran en los principales elementos de
la dieta como azúcar, maíz, soja y trigo, y el
impacto negativo en el cuerpo es insidioso,
generando cáncer, diabetes y autismo.  
Redacción - Un nuevo estudio presentado por investigadores de la universidad estadounidense, MIT relaciona el uso de RoundUp con graves problemas de salud como cáncer, enfermedad de Párkinson, infertilidad, y austimo. El estudio demuestra evidencias de que el glifosato, componente químico de este herbicida, se ha encontrado en los alimentos. RoundUp es fabricado por la empresa multinacional, Monsanto.

Científicos sostienen que las declaraciones oficiales de la firma Monsanto, que afirman que los productos herbicidas Roundup no son tóxicas para los humanos no corresponden a la realidad de los estudios. Pero el estudio de MIT (Massachusetts Institute of Technology) - reconocido como uno de los mejores universidades en los Estados Unidos, sino el mundo - dice exactamente lo contrario.

“El glifosato, es el ingrediente activo de Roundup, el herbicida más popular que se usa en todo el mundo. La industria afirma que es mínimamente tóxico para los humanos, pero aquí (el estudio) nos sostiene lo contrario”, destaca la investigación realizada por Anthony Samsel, científico consultor independiente, y Stephanie Seneff del Laboratorio de Inteligencia y Ciencias de la Computación de MIT, publicada el 18 de abril. (Descargar estudio)

Según el informe, el glifosato inhibe las enzimas citocromo P450 (CYP), las cuales “juegan un papel crucial en la biología, al desintoxicar xenobióticos”. De esta manera, se transforma en un componente altamente tóxico para los mamíferos.

Los residuos tóxicos del Glifosato del Roundup se encuentran en los principales alimentos de la dieta occidental, compuesta principalmente de azúcar, maíz, soja y trigo.

Al bloquear las enzimas, “el glifosato aumenta los efectos dañinos de los alimentos transmitidos por otros residuos químicos y toxinas ambientales”.

“El impacto negativo en el cuerpo es insidioso y se manifiesta poco a poco en el tiempo, con la inflamación que va dañando los sistemas celulares de todo el cuerpo”.

En el estudio se detalla cómo hace interferencia con las enzimas CYP y actúa sinérgicamente con la interrupción de la biosíntesis de aminoácidos aromáticos por las bacterias del intestino, así como el deterioro en el transporte de sulfato de suero.

“Las consecuencias son la mayoría de las enfermedades y condiciones asociadas con una dieta occidental, que incluyen trastornos gastrointestinales, obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, la depresión, el autismo, la infertilidad, el cáncer y la enfermedad de Alzheimer”.

La capacidad que tiene este producto a nivel de residuos en los alimentos, para inducir la enfermedad, “nos muestra que el glifosato es un 'ejemplo de libro' sobre la entropía semiótica exógena: la perturbación de la homeostasis por las toxinas ambientales", destacan los investigadores.

Otro estudio publicado recientemente, que se desarrolló junto con observar los efectos de los transgénicos, también producidos por Monsanto, demostró que los herbicidas por si solos, a largo plazo en roedores, mostraron disfunción hepática y renal y un riesgo mucho mayor de cáncer, con esperanza de vida más corta.

Monsanto es un promotor de los alimentos transgénicos, que son alimentos modificados al nivel genético, en la mayoria de los casos por empresas con fines de lucro. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recién cambió su posición sobre los alimentos transgénicos a una en favor de su legalización en el país, que es actualmente prohibido por la misma constitución que él promovió en 2008.