martes, 28 de febrero de 2017

¿Existe el Síndrome de Sensibilidad Química? Un juez cree que sí

El fallo judicial abre una puerta a los enfermos afectados por esta patología considerada rara para reclamar el reconocimiento de su situación

XELO GIMENO 28 FEB 2017
En la imagen, Rubén F.B., afectado por el síndrome de Sensibilidad Química.  
Un fontanero de Castellón de 47 años, Rubén F. B., ha conseguido que una juez le reconozca por primera vez en España, la incapacidad permanente y la gran invalidez por el Síndrome de Sensibilidad química, electrosensibilidad y Fibromialgia que padece. Es la primera sentencia en España que reconoce la incapacidad y la dependencia de un tercero para el día a día, explica Yolanda Bermejo, abogada que ha llevado el caso.

La salud de este castellonense empezó a deteriorarse hace 9 años encadenando las bajas laborales hasta el punto de abandonar su empresa. Después de visitar a varios médicos y otros especialistas se le diagnosticó Síndrome de Fatiga Crónica, Fibromialgia, Sensibilidad Química Múltiple, hipersensibilidad electromagnética, entre otras múltiples intolerancias y escasa respuesta terapéutica.

El siguiente paso fue llevar el caso a los tribunales. Yolanda Bermejo, responsable del departamento laboral del despacho Domingo Monforte, reconoce que han sido 4 años de pleitos que finalizan en un éxito para los pacientes de esta clase de enfermedades emergentes. La Sensibilidad Química Múltiple está incluida por el Ministerio de Sanidad español en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) desde 2014. “No solo se le da a este enfermo el 100% de la prestación sino que además se añade un complemento de ayuda de tercera persona para que viva con un mínimo decoro y se cubran las necesidades básicas de la vida diaria, porque esta persona no puede trabajar en nada” detalla la abogada.

Hasta el momento, la ciencia ha negado que este conjunto de síntomas puedan ser reconocidos como una enfermedad. "Hasta la fecha, las pruebas científicas no apoyan la existencia de una relación entre estos síntomas y la exposición a campos electromagnéticos”, asegura la OMS, que apunta a “la ansiedad relacionada con la presencia de nuevas tecnologías”. Todas las entidades científicas coinciden en este aspecto. El último informe, de febrero de 2015, proviene del Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI), puesto en marcha hace una década por la Comisión Europea para contar con un asesoramiento de expertos en temas muy complejos. El organismo revisó 700 estudios científicos sobre el tema, sin encontrar efectos en la salud con los actuales límites legales.
“No solo se le da a este enfermo el 100% de la prestación sino que además se añade un complemento de ayuda de tercera persona para que viva con un mínimo decoro y se cubran las necesidades básicas"

Sin embargo, el mundo es tóxico para el cuerpo de este enfermo, en el sentido más literal de la palabra. Cualquier producto químico ambiental, en la ropa, en la comida, en el agua, un perfume, incluso una simple hoja de papel o la tinta de un bolígrafo le provoca una reacción agresiva. Además, sufre sensibilidad electromagnética y Fibromialgia. Estar cerca de un electrodoméstico o de un teléfono móvil le genera desde dolor generalizado del cuerpo a diarrea, pérdida de memoria, pitidos y zumbidos, visión borrosa, escozor de ojos, quemazón en garganta y tubo digestivo, fatiga física y mental. Una larga lista de más de 20 síntomas que se combinan en cada crisis.

Este paciente ha tenido que trasladarse a una casa aislada en el interior de la provincia de Castellón sin luz eléctrica, el suministro procede de placa solar. En el viaje le ha acompañado su esposa y sus hijos. La mujer describe el día a día: “no puede llevar ropa, en casa va en pantalón corto, si sale tenemos un traje especial sin rastro de producto químico. Conectamos la energía un rato para que los niños hagan los deberes y utilizamos linternas o velas que no emiten olor cuando oscurece”. La limpieza diaria se hace con vinagre y bicarbonato, el aseo personal con jabón natural ecológico y se cocina todo al vapor. “Lo peor es que te encuentras solo, la familia, los amigos piensan que te has vuelto loco, no te creen, la gente no entiende esta enfermedad. A veces él me dice ¿qué es peor estar muerto o perder la vida?. Muerto no sufres”, concluye la mujer.

José Domingo Monforte valora la sentencia en positivo —“es una gran satisfacción”, asegura— porque se va a beneficiar más gente con esta decisión judicial. El abogado explica que estos casos son muy frustrantes porque “vives la penosidad del paciente y no obtienes el reconocimiento por parte del juzgado debido a que influye la posición de la Seguridad Social, que sigue dando la espalda a este tipo de enfermos”. "Lo agradable es que los abogados pueden cambiar el curso de las cosas y que también hay jueces valientes", añade.

Demostrar el grado de dependencia de esta persona ha sido lo más complicado de este juicio y reconoce el papel de Yolanda Bermejo:“ha sabido trasmitir al juez la situación diaria de este hombre, como dijo Quevedo, una comida que nunca acaba”.

Un médico alerta que los intereses económicos minimizan la electrohipersensibilidad

Barcelona, 27 feb (EFE).- El coordinador de la Unidad de Fatiga Crónica del Hospital Clínic de Barcelona, Joaquim Fernández-Solà, denuncia que existen "muchos intereses económicos" que minimizan la trascendencia en la salud de los teléfonos móviles y los wifis en las personas con síndrome de hipersensibilidad electromagnética.

En una entrevista con Efe, el doctor Joaquim Fernández-Solà ha opinado que la Electrohipersensibilidad (EHS), que se englobaría en los Síndromes de Sensibilización Central (SSC), necesitará "años" para ser contemplada como enfermedad por las autoridades sanitarias nacionales y mundiales.

"Ya sucedió con el tabaco y el alcohol. Llevamos generaciones sabiendo que hacen daño a la salud", y ahora pasa algo similar con la electrohipersensibilidad a las radiaciones electromagnéticas, ha reflexionado.

"Se calcula que una de cada mil personas puede tener problemas serios por ser sensibles a las radiaciones electromagnéticas", ha valorado el especialista, que ha atendido, junto con su equipo del Clínic a entre 4.000 y 5.000 personas de toda España en los últimos diez años.

Fernández-Solà ha advertido que "las solicitudes de consulta se incrementan, es un proceso al alza", de este trastorno orgánico, no psicológico, de origen neurológico y que tiende a la cronicidad.

El médico, que también es miembro del Comité de Expertos para la Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), ha opinado que "existen muchos intereses económicos" para que este tipo de enfermedades no sean reconocidas.

Si se contemplaran como enfermedades, "se deberían cambiar muchos hábitos" que ya están plenamente establecidos, como el uso del móvil en la vida cotidiana y la instalación de redes inalámbricas (wifi) en muchos espacios comunitarios, incluidos medios de transporte colectivo.

"La tecnificación de la sociedad interesa y comprobar si es bueno o malo para la salud, no preocupa, a pesar de que las personas que padecen este tipo de síndromes sufren dolores de cabeza, trastornos del sueño, desconcentración, fatiga, piel roja e inestabilidad, entre otros síntomas", ha asegurado el médico.

Según su experiencia, un tercio de pacientes diagnosticados inicialmente con Síndrome Químico Múltiple (SQM), y dos tercios transcurridos los cinco años, presentan electrohipersensibilidad en diversos grados.

El debate entre si estas enfermedades existen o son de tipo psicológico no tiene base, según Fernández-Solà, que asegura que "no hay ninguna duda: el diagnóstico es clínico y empeora cuando hay más exposición" a los productos químicos o a los campos electromagnéticos.

"Es un problema de salud pública, de enfermedades emergentes", ha razonado el experto, que lamenta que muchos pacientes deben acudir a Barnaclínic u otros centros privados ya que pocos servicios públicos cuentan con especialistas para atender este tipo de dolencias.

El gobierno catalán aprobó el pasado año una resolución con los criterios para la declaración de idoneidad de las unidades de expertos para la atención a las personas afectadas por el Síndrome de sensibilización central (SSC).

En este síndrome se agrupan un conjunto de enfermedades, entre ellas la fibromialgia (FM), el síndrome de fatiga crónica (SFC) y la sensibilidad química múltiple (SQM), pero no se incluye la electrosensibilidad.

sábado, 25 de febrero de 2017

Los campos electromagnéticos y sus efectos para la salud

LAURA RABANAQUE 24/02/2017
La catedrática María Jesús Azanza, experta en Magnetobiología, a su llegada ayer al ciclo Aula 
Montpellier. - FABIÁN SIMÓN
La exposición a campos electromagnéticos no es un fenómeno nuevo. El sol o el núcleo terrestre son fuentes naturales de este tipo de ondas de energía. Sin embargo, la exposición ambiental ha aumentado de forma continuada a medida que la creciente demanda de electricidad, el avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos sociales han generado más y más fuentes artificiales de campos electromagnéticos. Todos estamos expuestos a ellos, tanto en el hogar como en el trabajo, desde los que producen la generación y transmisión de electricidad, los electrodomésticos y los equipos industriales, a los producidos por las telecomunicaciones y la difusión de radio y televisión.

A medida que estas fuentes se han hecho más presentes en nuestra vida cotidiana, la preocupación de la sociedad sobre sus efectos para la salud ha ido en aumento. Pero, ¿qué efectos tienen realmente sobre el organismo? ¿Qué dice la ciencia al respecto? ¿Existe relación con el incremento de los casos de cáncer?

Para dar respuesta a muchas de estas incógnitas, el ciclo Aula Montpellier contó ayer con la presencia de la catedrática de Biología y Magnetobiología de la Universidad de Zaragoza, María Jesús Azanza, que impartió la ponencia Efectos biológicos de los campos electromagnéticos.

Según Azanza, los campos electromagnéticos están presentes de manera natural en el mundo que nos rodea. Los campos electromagnéticos de frecuencia variable con el tiempo, como los que emite el Sol, se propagan en forma de ondas y es su frecuencia lo que define la energía que transportan los fotones y su posible efecto en los organismos vivos. Por esa razón, desde el punto de vista de los posibles efectos biológicos, se clasifica el espectro en los rangos de radiación no ionizante y radiación ionizante.

Para Azanza, “el problema de las radiaciones ionizantes es que al ser una frecuencia muy elevada, la energía de los fotones es muy grande y puede producir alteraciones graves al incidir en nuestro ADN, como mutaciones y cáncer”. Prueba de ello son los efectos de la exposición prolongada a la luz solar y la necesidad de utilizar protección para evitar el cáncer de piel.

A lo largo de la última década han surgido nuevas dudas sobre los efectos para la salud por el incremento de fuentes artificiales de campos electromagnéticos. En el rango de frecuencias extremadamente bajas se sitúan las redes de alta tensión, los equipos eléctricos y electrónicos o los transformadores. En el de alta frecuencia se encuentran los microondas, ondas de radio, televisiones o los radares de control de velocidad.

Según la experta, “por lo general, los equipos de uso cotidiano están conveniente blindados y los efectos se pueden producir por exposiciones prolongadas”. No obstante, se han llevado a cabo investigaciones científicas que demuestran la relación entre la cada vez mayor presencia de campos electromagnéticos con el aumento de casos de cáncer en la sociedad. Por ello, “se recomienda mantenerse a distancia de cualquier fuente de campos electromagnéticos”, advirtió la ponente.

ESTUDIOS SOBRE EL CÁNCER

En el año 2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó los campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja como posibles factores cancerígenos. Esto hizo que se pusieran en marcha proyectos de investigación para definir los mecanismos de acción y poder evitar efectos nocivos para la población.

El Ministerio de Sanidad creó un Grupo de Sanidad del que María Jesús Azanza formó parte entre el 2001 y el 2005. En el año 2002 se publicó en la web del Ministerio el documento Campos electromagnéticos y Salud pública. A nivel internacional el proyecto más importante realizado hasta la fecha fue el proyecto Reflex que demostró efectos nocivos en el ADN bajo exposición a los campos típicos de la telefonía móvil.

En el año 2005, varios miembros del grupo de expertos del Ministerio de Sanidad, entre los que se encontraba la catedrática zaragozana, participaron en un proyecto europeo sobre los Efectos biológicos de las radiofrecuencias. En este caso se estudió el rango utilizado en radares para el control de velocidad, los inhibidores de radiofrecuencia frente a posibles actos terroristas y la radiofrecuencia de la radiodifusión y televisión.

María Jesús Azanza aclaró que en este tipo de estudios de investigación básica se expone las células a la presencia del campo durante tiempos de exposición “que no se dan en la vida real” y es necesario “forzar la exposición” para estudiar los mecanismos que podrían dispararse para afectar a un aumento en el número de células.

“Nuestros resultados sobre células cancerosas mostraron un incremento del 42 al 44% en el número de células tras 24 horas de exposición continuada. El efecto era debido a la activación de las proteínas antiapoptóticas, es decir, moléculas que bloquean el proceso de activación de muerte celular programada genéticamente (apoptosis) con el consiguiente aumento de células vivas. En cambio, no observamos efectos genotóxicos, es decir, daños en el ADN”, indicó la especialista.

Según Azanza, desde el caso del Colegio García Quintana de Valladolid, en el que a finales del 2001 y principios del 2002 llegaron a coincidir tres casos de leucemia y un linfoma en niños de 3 a 6 años, dos de ellos compañeros de la misma clase, ha aumentado la relación entre campos electromagnéticos y el cáncer, y se han producido cambios tecnológicos, en particular en la extensión y envergadura de las antenas de telefonía móvil.

“Muchos ayuntamientos están vigilando desde entonces la localización de antenas de telefonía móvil en relación a la situación de centros de enseñanza en la que los niños y jóvenes permanecen muchas horas a lo largo del día. La misma cautela se está llevando a cabo en relación con la residencias de anciano”, aseguró la ponente.

jueves, 16 de febrero de 2017

Así De Jodida Es La Vida De Una Persona Con Alergia Al Wifi

ESCRITO POR Alejandro Tovar 7 febrero, 2017

“El wifi para mí es cosa del pasado. Igual que el teléfono inalámbrico, el WhatsApp o el móvil en general. Tampoco puedo pisar un gimnasio, una biblioteca o cualquier edificio público. Ni coger autobuses urbanos o de largo recorrido, ni trenes”. Hasta hace unos meses, Rocío, una enfermera de 45 años, no daba importancia a unos síntomas que, poco a poco, se iban manifestando con más intensidad. “No es que fuera adicta a la tecnología pero, como todo el mundo, estaba permanentemente colgada al teléfono y todo el día metida en Internet. Y sí, notaba dolores musculares, sofocos, cefaleas e insomnio, pero no sabía qué era lo que lo causaba”, dice.

Al tiempo, cuando sus dolencias se recrudecieron y tras consultar a varios médicos, cayó en la cuenta de que su cuerpo había desarrollado una electrosensibilidad que, supuestamente, la hacía enfermar al exponerse a campos electromagnéticos. Rocío ha desarrollado intolerancia al wifi y a muchos otros sistemas wireless y campos electromagnéticos con los que todos convivimos, una dolencia que afecta cada día a más personas y en torno a la que existe una gran controversia en el seno de la comunidad científica, además de esconder, según asociaciones de afectados, muchos intereses económicos de grupos empresariales de telecomunicaciones.
Rocío trabajaba en un hospital de Madrid, aunque desde hace casi un año cuida de su padre en la casa familiar de León. Explica que sus síntomas fueron en aumento y, cuando le impidieron desarrollar una vida normal, comenzó a preocuparse de verdad: “Esta es una dolencia muy desconocida; todos damos la tecnología por sentada y jamás llegamos a pensar que puede afectarnos hasta estos extremos”. Minerva Palomar, presidenta de la asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud conoce bien el caso de Rocío. Lo conoce y lo comprende, porque ella también es afectada.  “Nuestra asociación ha mantenido contacto con más de 3.500 personas que, en diferentes grados, también manifiestan sensibilidad a los campos electromagnéticos. Dolores de cabeza, confusión mental, insomnio, desmayos, mareos, taquicardias, arritmias, hormigueos, etc. Los síntomas son muchos y todos afectan al desarrollo de cualquier rutina”, comenta.

Basta con detenerse un momento para caer en la cuenta de que nuestra exposición a estas frecuencias es enorme. Telefonía móvil, bluetooth,etc. todo hoy está conectado por ondas. Y no solo eso: los teléfonos inalámbricos de las casas, los vigilabebés e, incluso, algunos electrodomésticos. No obstante, esta patología no está reconocida y ha generado una enorme polémica en el ámbito sanitario y científico. “No existe un consenso sobre si el nivel de exposición permitido hoy es de verdad perjudicial para la salud”, explica Minerva, y añade: “Mientras los investigadores expertos en bioelectromagnetismo sí alertan de los riesgos de esta exposición, otros afirman que no hay ningún problema”.

¿Intereses económicos quizás? Minerva entiende que “sería razonable” pensar que las industrias que han apostado por este tipo de tecnologías quieren, por encima de todo, rentabilizar sus inversiones millonarias. Aunque lo cierto es que ni la Organización Mundial de la Salud ni el comité de expertos de la Unión Europea está de su lado, y aseguran que todos estos efectos adversos “no están comprobados”. La OMS, no obstante, sí calificó a la radiación de los móviles como posible agente cancerígeno en 2011 y, por otro lado, organismos como la Agencia Europea de Medio Ambiente (dependiente de la UE), también empiezan a marcar como objeto de estudio estas tecnologías.
A los electrosensibles se les tacha habitualmente de enemigos de la tecnología y el desarrollo, vinculando sus dolencias a problemas psicológicos. Rocío, que no ha puesto problemas a ser citada con su nombre real, responde exponiendo su caso: “Yo padecía los síntomas antes de saber que este problema existía, y esa es la mejor contestación. Yo acudí al médico cuando empecé a no poder más, y ninguna psicosis previa hizo que mis dolencias aumentasen”.

Pero, ¿existen realmente alternativas? Más allá de lo que está en manos de los afectados, como renunciar al uso del móvil o conectarse a Internet recurriendo al cable, sí hay una tecnología sustitutiva. “Se llama LiFi y sirve para lo mismo que el wifi aunque se apoya en la luz y no en los campos electromagnéticos para compartir y descodificar la información”, explica Minerva. En la actualidad, tan solo un centro hospitalario francés ha apostado por implementarlo.

Rocío teme su vuelta al trabajo: “Mi cuadro se ha recrudecido en muy poco tiempo y, aunque antes sí tenía dolores, no eran tan severos como ahora. Por eso no quiero imaginar cómo va a ser mi reincorporación al trabajo”. Rocío quiere llevar una vida laboral como el resto de personas y espera no tener que seguir los pasos de Rosa C.T., la funcionaria de la Generalitat de Cataluña que solicitó una invalidez permanente por no poder desarrollar su trabajo en la oficina. Su caso está ahora visto para sentencia en el Juzgado de lo Social número 1 de Lleida.
“Convivo con una impotencia increíble por las limitaciones que provoca en las actividades de mi vida diaria y la falta de apoyo del entorno personal, social e institucional”, se lamenta Rocío, con la que contactamos a las diez de la noche por ser el único momento en el que se encuentra en casa y, por tanto, nos puede atender desde su tradicional teléfono fijo. “Conozco a otra afectada que prefiere ocultar sus dolores y tratar de convivir con ellos antes de hacer partícipe a su entorno por miedo al rechazo, y eso no se puede consentir”. Decidimos dejar de hablar porque, aunque el teléfono desde el que habla no es un móvil, dice que el campo electromagnético ya comienza a afectarle tras 20 minutos de conversación.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Europa da un ultimátum a España por los niveles de contaminación de Madrid y Barcelona

  • La Comisión Europea da un plazo de dos meses para que se deje de incumplir la normativa y sobrepasar los niveles de dióxido de nitrógeno
  • De lo contrario, el Ejecutivo comunitario podría continuar con el expediente que abrió en 2015 e incluso llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE
  • Los datos remitidos por España en relación al periodo 2010-2014 apuntan a que los límites han sido "sobrepasados continuamente", concluye
Europa Press / eldiario.es 15/02/2017
Contaminación en Madrid EFE  
La Comisión Europea ha enviado este miércoles un ultimátum a España para que tome medidas en el plazo de dos meses para resolver el problema del "incumplimiento constante" de los límites de contaminación atmosférica correspondientes al dióxido de nitrógeno (NO2) en Madrid, Barcelona y el área del Llobregat (Cataluña).

Los datos remitidos por España al Ejecutivo comunitario en relación al periodo 2010-2014 apuntan que los límites de emisiones de NO2 han sido "sobrepasados continuamente" en las tres zonas, según han explicado a Europa Press fuentes comunitarias.

La advertencia de la Comisión Europea tiene la forma de un dictamen motivado y es la segunda fase de un expediente que abrió en 2015 contra Barcelona y Madrid, con el que podría continuar e incluso llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea si el Gobierno no responde a las exigencias de Bruselas en el plazo de dos meses.

Dictámenes a otros países europeos

Pese a las mejoras señaladas por el Gobierno y a los planes adoptados, añaden las fuentes, el Ejecutivo comunitario ha concluido que las medidas emprendidas "no han logrado reducir a lo mínimo posible" el periodo de incumplimiento "continuo y persistente".

Por ello, Bruselas reclama a las autoridades nacionales medidas para "garantizar una buena calidad del aire y proteger la salud pública", habida cuenta de que la contaminación por NO2 –gas que proviene mayoritariamente del tráfico rodado– es un riesgo sanitario "grave".

Además del ultimátum a España, el Ejecutivo comunitario también ha dirigido dictámenes motivados similares a otros cuatro Estados miembros: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. En el caso alemán, la preocupación de Bruselas se centra en la contaminación por NO2 en 28 aglomeraciones, incluidas zonas de Berlín, Múnich, Hamburgo y Colonia.

En Francia el problema aparece en 19 lugares, entre ellos París, Marsella y Lyon, mientras que en Reino Unido la contaminación preocupa en 16 zonas de Londres, Birmingham y otros, y en Italia afecta a doce puntos, incluidos Roma, Milán y Turín.

Las normas de la Unión Europea establecen límites en la calidad del aire y obliga a los países a tomar medidas para no exponer a los ciudadanos a registros de contaminación que superen esos umbrales, por ejemplo con acciones para reducir el volumen de tráfico o incentivos para cambiar a vehículos eléctricos o combustibles menos nocivos. 

Cerco al gas cancerígeno que invade casas de media España

La UE obliga al Gobierno a eliminar el radón en viviendas y lugares de trabajo tras 30 años de alertas científicas ignoradas

SONIA VIZOSO Santiago de Compostela 14 FEB 2017
El investigador Alberto Ruano muestra un bote utilizado para medir la presencia de radón. 
OSCAR CORRA
Las mujeres de la provincia de Ourense encabezan una triste y misteriosa estadística: son las españolas más golpeadas por el cáncer de pulmón. “Eso no puede ser por el tabaco, la culpa es del radón”, afirma, rotundo, desde su despacho de la Facultad de Medicina de Santiago el investigador Alberto Ruano, que lleva tiempo siguiéndole la pista a este gas radiactivo, imperceptible, que emana del subsuelo de buena parte de la Península y que se concentra en viviendas y lugares de trabajo, sobre todo en sótanos y plantas bajas. La Unión Europea reconoce que esa exposición constante al radón supone un importante riesgo para la salud y, tras 30 años de alertas científicas, obligará a partir del año que viene al Gobierno español a tomar medidas.

Es en los subsuelos graníticos donde más radón se genera porque sus rocas son ricas en uranio, el elemento origen de este gas. Las zonas de mayor riesgo en España son Galicia –con las provincias de Ourense y Pontevedra a la cabeza-, un área importante de Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid y ciertas zonas de Castilla La-Mancha, según el Consejo de Seguridad Nuclear. Lo que hace este elemento es emitir partículas alfa, muy energéticas, que impactan de forma continua contra el epitelio pulmonar y multiplican el riesgo de sufrir cáncer, incluso en mayor medida que el humo ambiental del tabaco, incide Ruano.

Este profesor de Medicina Preventiva dirige junto a Xoán Miguel Barros el Laboratorio de Radón de Galicia, que acaba de publicar el mapa más preciso hasta el momento de los puntos críticos del territorio gallego, basado en 3.000 mediciones. “La práctica totalidad de Galicia es una zona de riesgo y hay áreas en las que casi todos los lugares de trabajo tienen esta consideración”, advierte Ruano.

La Unión Europea aprobó en 2013 una directiva (2013/59/Euratom) que entrará en vigor el año que viene y que por primera vez obliga a los gobiernos a realizar mediciones en lugares de trabajo ubicados en áreas de riesgo y mitigar la concentración de radón en los que se registre un mínimo de 300 becquerelios por metro cúbico, la unidad de medida utilizada con este gas y que equivale a la desintegración atómica que se produce en un segundo. Los países miembros deberán además introducir requisitos específicos en los códigos de edificación que eviten la entrada de este gas en los inmuebles de nueva construcción y “fomentarán” su reducción en las casas ya existentes.

Los expertos del Laboratorio de Radón de Galicia se felicitan de que por fin se exija a la Administración que proteja a los ciudadanos de este agente cancerígeno pero consideran “insuficiente” el “nivel de acción” marcado por la UE (300 becquerelios por metro cúbico), teniendo en cuenta que en Estados Unidos es de 148 becquerelios y que la Organización Mundial de la Salud fija en 100 la frontera del peligro. En este centro universitario de investigación recuerdan mediciones en viviendas gallegas en las que se detectaron hasta 3.000 y 4.000 becquerelios.

El Ministerio de Sanidad ha creado un grupo de trabajo para redactar un plan estatal de actuación contra el radón “en viviendas, edificios públicos y lugares de trabajo”. El Ministerio de Fomento tramitará a lo largo de 2017 un decreto para introducir en el Código Técnico para la Edificación “exigencias reglamentarias relativas a la protección frente al gas radón en edificios residenciales”. Los cambios, sostienen fuentes oficiales de este departamento, incluirán requisitos para las obras que haya que realizar en inmuebles construidos donde se supere el nivel de referencia que el Gobierno español determine, que no podrá ser mayor que los 300 becquerelios fijados por la directiva europea.

Borja Frutos, arquitecto del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, cree que la nueva normativa contra el radón, un contaminante “olvidado”, ayudará “a mejorar notablemente la calidad del aire” de los espacios cerrados sin ser “traumática”, añade, porque el sector de la construcción “está bien preparado”. “El radón es un desconocido incluso para muchos médicos en España”, lamenta Ruano. “Y las autoridades españolas hasta ahora han mirado para otro lado”.

La peligrosidad de este agresor invisible se descubrió en 1985, cuando Stanley Watras, empleado de una central nuclear de Pennsylvania, hizo saltar las alarmas del complejo con una insólita radiación en el cuerpo que no había adquirido en su puesto de trabajo sino en su hogar. En EEUU se tomaron medidas contra el radón solo tres años después de aquel incidente y en Reino Unido los niveles de este gas influyen hasta en el precio de una casa. El modelo a seguir, indican los expertos, es Irlanda, donde se realizaron entre 2000 y 2005 decenas de miles de mediciones para conocer al detalle su incidencia en todo el país. Tres empresarios irlandeses fueron condenados en 2010 a penas de cárcel, señalan desde el Laboratorio de Radón de Galicia, por no controlar el radón en sus centros de trabajo.
 

J. Álvarez: “De las enfermedades psiquiátricas sabemos lo mismo que hace cien años: casi nada”

Por Miguel Jara 13 de febrero de 2017

Javier Álvarez es psiquiatra, jubilado hace poco. Durante casi 40 años ha trabajado en el Hospital de León donde se ha desempeñado como jefe de servicio. Siempre ha sido muy crítico con la psiquiatría convencional y ahora que tiene más tiempo tras su jubilación impulsa el movimiento Nueva psiquiatría que trata de desmedicalizar y humanizar esta disciplina médica.

Javier Álvarez.  
¿Cual cree que el “estado de la psiquiatría” en la actualidad?

-En mi opinión es catastrófico. Y ello por diferentes motivos pero sobre todo porque desde hace treinta años se ha generalizado como sistema diagnóstico el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

Entre otras graves consecuencias, el DSM ha llevado a que nada menos que el 50% de la población USA cumpla criterios para ser diagnosticada de un trastorno mental.

Que el DSM ha resultado ser un verdadero desastre no lo digo yo, lo dice el National Institute of Mental Health (NIMH), la Oficina Federal encargada de velar por la Salud Mental en Estados Unidos. Esta institución, refiriéndose a la quinta edición del DSM, concluye literalmente:
“su principal debilidad es su falta de validez”.

Y a partir de su publicación en 2013 el NIMH ha retirado todo apoyo económico a investigaciones basadas en diagnósticos DSM.

-Debido a ese estado los procesos de medicalización de la vida son especialmente agudos en ese ámbito y los pacientes son tratados con potentes psicofármacos cuya efectividad esté cada vez más en duda y su peligrosidad mejor documentada. ¿Es así?

De 106 trastornos mentales, que contemplaba el DSM-1, hemos pasado a más de 350 en el actual DSM-5. Ahora cualquier variante de comportamiento puede ser etiquetada de trastorno mental.

El DSM 5, por ejemplo, incluye como trastorno psiquiátrico -da casi vergüenza escribirlo- el Trastorno por Atracones, o sea: levantase por la noche, engullir ocho o diez albóndigas semicongeladas y volver para la cama molesto y arrepentido por haberse dejado llevar por la gula… ¡eso es una enfermedad mental!

Evidentemente es la industria farmacéutica la más interesada en esta psiquiatrización masiva de la sociedad occidental para así poder vender más y más psicofármacos.

A tal fin le interesa difundir la creencia de que los trastornos mentales son de naturaleza bioquímica y que su tratamiento debe ser por tanto a base de psicofármacos. No es extraño, pues, que lleven cuarenta años bombardeándonos con la idea de que se ha avanzado enormemente en el conocimiento de las causas biológicas de estos trastornos, lo cual es lisa y llanamente falso.

Es cierto que las neurociencias, sobre todo en sus aspectos técnicos, han avanzado notablemente en los últimos decenios pero a nivel de causas y mecanismos fisiológicos de las enfermedades psiquiátricas seguimos sabiendo hoy lo mismo que hace cien años: prácticamente nada.

De hecho, no disponemos todavía de un solo marcador biológico mínimamente específico o fiable para ninguna enfermedad mental.

-Ese grupo de medicamentos no son fáciles de dejar ¿cómo recomienda desmedicalizarse de los psicofármacos?

Es un tema muy complejo pues, en la misma línea de lo que decíamos anteriormente, a los psiquiatras se les ha ido inculcando la creencia de que en un gran número de trastornos psiquiátricos el tratamiento farmacológico debe ser de por vida.

Entonces resulta muy difícil dejar una medicación en contra del criterio de tu psiquiatra y de tu familia y de todo tu entorno pues comienzas un proceso en el que te sientes abandonado y recriminado por todos.

Es decir, tomar esa decisión es ya muy a menudo una fuente de culpa y de depresión. Por tanto, en mi opinión la personas que desean ir quitándose los psicofármacos deben hacérselo saber a su entorno, incluido su psiquiatra y han de intentar conseguir la colaboración de ese entorno.

Si aun así han de hacer ese proceso sin apoyo de nadie mi recomendación fundamental es que la retirada de los psicofármacos la hagan de manera muy lenta para evitar el posible efecto rebote que pueden interpretarse como que está sufriendo una recaída.

-Tras observar cómo funciona hoy la psiquiatría entran serias dudas de si su actuar es científico ¿hasta qué punto hay falta de Ciencia en la psiquiatría actual?

La psiquiatría no es, ni puede hoy por hoy, pretender ser una ciencia. Ni tampoco lo es el resto de la Medicina. La Medicina hace muy bien en servirse y apoyarse todo lo más que pueda en los avances y en los nuevos conocimientos científicos. Pero no podemos olvidar los principios que son fundamentales y de sentido común: el médico no trata una enfermedad, sino una persona que aqueja una enfermedad.

Me explico: hay millones de personas en las que a diario están ocurriendo procesos que reúnen todos los requisitos de la definición de enfermedad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, sin embargo, esas personas jamás se han sentido enfermas y en consecuencia jamás han ido al médico: ¿a esos sujetos hay que considerarlos enfermos o no?

La clave de este dilema radica en que el concepto enfermedad humana tiene que implicar que los síntomas de ese proceso sean lo suficientemente intensos como para producir lo que el médico y filósofo Pedro Laín Entralgo denominó “un modo de vida aflictivo”, es decir, un sufrimiento lo suficientemente intenso como para que ese sujeto busque soluciones y pida ayuda.

Por tanto, el médico no trata enfermedades sino que trata personas que aquejan y sufren una posible enfermedad. Y el trato interpersonal va siempre más allá de lo puramente científico.

Este principio, que es válido para especialidades médicas con un fuerte componente científico, lo es mucho más para la psiquiatría donde las bases físicas o químicas o genéticas o biológicas en general son prácticamente inexistentes.

-Usted y las personas que forman la Asociación Nuevapsiquiatría están trabajando por otro modelo, ¿cuáles son sus objetivos?

El objetivo primordial es luchar contra el actual modelo de asistencia psiquiátrica por considerar que en conjunto está siendo más perjudicial que beneficioso.

Nuestra herramienta principal de trabajo, aparte de dar a conocer y difundir el proyecto, es la creación de grupos estables y concatenados en los que las personas que sufren las consecuencias del actual modelo psiquiátrico, ya sean usuarios o familiares o profesionales, adquieran un conocimiento y un empoderamiento que les capacite para exigir planteamientos y actuaciones psiquiátricas más humanas, más horizontales y, en definitiva, más resolutivas que las que se les están dando hasta ahora.

Cuando se haya alcanzado una masa crítica suficiente de personas así responsabilizadas el sistema no tendrá más remedio que cambiar y plegarse a la demanda de esa conciencia colectiva.

-¿Cuál sería el enfoque correcto de las enfermedades mentales, porque entiendo que enfermedades hay -no tantas ni con la prevalencia que dice la industria- pero las hay?

A mi modo de ver el enfoque correcto de las enfermedades mentales ha de tener como punto de partida la afirmación que hizo Thomas Insel en su discurso de despedida como presidente del NIMH:
“Pongo fin a estos trece años de presidencia con dos profundas convicciones respecto a por dónde han de venir las soluciones de la psiquiatría: en primer lugar, los tratamientos de que disponemos actualmente se pueden aplicar de manera mucho más correcta y, de ese modo, salvar muchas vidas con tan sólo cerrar el hueco existente entre lo que sabemos y lo que practicamos.
En segundo lugar, debemos ser humildes y conscientes de que no sabemos lo suficiente y que la psiquiatría está todavía en pañales”.

Con tan sólo aplicar estas dos recomendaciones, que en definitiva es una sola, ya se lograría una mejoría muy notable en la asistencia psiquiátrica.

-Existe un concepto que usted ha trabajado y que sé que le fascina denominado hiperia, ¿puede contarnos en qué consiste y cuál es la importancia para la psiquiatría o al menos para el modelo que usted propugna?

La hiperia es una hipótesis bastante atrevida en la que a partir de una serie de razonamientos bastante elaborados propongo que una serie de vivencias psíquicas que aparecen en nuestra mente de manera repentina y ajena a nuestra voluntad, y que hasta el presente son consideradas o síntomas de epilepsia o síntomas de trastornos psiquiátricos, deben ser concebidas como expresión de una función fisiológica de nuestro cerebro.

Es decir, la hiperia sería la función cognitiva que nos da acceso a vivencias clarividentes y telepáticas. Como ve se trata de un planteamiento muy osado cuya aceptación por parte de la comunidad científica es poco menos que imposible.

Impulsado por Herriaren Eskubidea, declaran Durango libre de sustancias perjudiciales para personas con Enfermedades de Sensibilización Central

Publicado el14/02/2017 Mugalari


La junta de portavoces del Ayuntamiento de Durango ha consensuado una declaración institucional sobre las Enfermedades de Sensibilización Central: sensibilidad química múltiple, hipersensibilidad electromagnética, fatiga crónica y fibromialgia, entre otras posibles. En la villa se conoce un caso, el de Eva María Hazas, como dio a conocer por primera vez MUGALARI.INFO (18 de enero de 2017) cuando el partido político Herriaren Eskubidea -impulsor de la declaración leída hoy- comenzó a trabajar en un plan de ayuda a su persona, como a otras que padezcan este síndrome y en extensión a toda la ciudadanía.
A partir de hoy, según se desprende del documento firmado por Herriaren Eskubidea, PNV, EH Bildu, PSE-EE y PP el Ayuntamiento de Durango se compromete a dar los pasos necesarios “para realizar la transición” a uso de sustancias no perjudiciales para la salud ni medio ambiente. El texto prevé ayudas para las personas afectadas por este síndrome y señala a cambios en los servicios de limpieza y cuidado de jardines, edificios y espacios públicos relativo a limpieza, pero no cita en su conclusión actuaciones concretas a llevar a cabo en materia de ondas electromagnéticas, que según el documento son perjudiciales. La Corporación ha consensuado hacer uso único de “productos que puedan ser utilizados aquellos que no provoquen reacciones adversas en las personas afectadas de SQM”, caso de Hazas y otras personas que puedan no haber sido diagnosticadas.

· Durango, espacio seguro · El Consistorio se compromete, además, a realizar el trabajo necesario en las diferentes comisiones para consensuar las acciones concretas que sean necesarias para lograr que Durango sea un espacio seguro para todas las personas, que pueda garantizar la salud de toda su ciudadanía. Además, prevé establecer “un plan o línea de ayudas a las personas afectadas por estas enfermedades para poder adecuar su entorno (vivienda)”.

La concejala de Herriaren Eskubidea y portavoz de hoy de la formación morada, Julia Perera, ha reconocido y agradecido al resto de fuerzas políticas el trabajo en equipo. A continuación ha abogado por un estilo de vida saludable y estos cambios en el Ayuntamiento lo posibilitan para todas las personas y además posibilita que “las personas afectadas lleven una vida lo más normalizada posible y que vea garantizados sus derechos”, ha enfatizado junto al resto de portavoces Aitziber Irigoras (PNV), Eider Uribe (EH Bildu), Pili Ríos (PSE-EE) y Fran Garate (PP).

Declaración institucional íntegra leída hoy por Julia Perera, Aitziber Irigoras, Eider Uribe, Pili Ríos y Fran Garate:


La duranguesa Eva María Hazas es colaboradora de Mugalari.info, periódico en el que dio a conocer su caso y ha escrito ya en dos ocasiones. Puedes leerlas a continuación:


Hay personas de Durango que se han sensibilizando ante mi
situación y la de los enfermos de SSC y están elaborando
planes de información y acción conjunta dentro de nuestro
municipio, que espero se empiecen a poner en marcha desde
nuestro ayuntamiento y otros organismo públicos en un futuro
cercano

“¿Cómo podemos ayudar a prevenir la Sensibilidad química múltiple
(SQM) y la electrohipersensibilidad o sensibilidad electromagnética
(EHS)? ¿Qué podemos hacer?”

Los químicos agrícolas son arrastrados por la lluvia hasta el Mar Menor

Publicado por Germán Portillo el 13 de febrero de 2017

En la agricultura se utilizan grandes cantidades de químicos para acelerar el proceso de crecimiento de las plantas, optimizar la cosecha evitando plagas, malas hierbas, etc. Para todas estas actividades se vierten químicos sobre los cultivos. Estos químicos caen al suelo y éste lo absorbe. Lo que muchos no se imaginan, es que estos químicos nitrogenados acaban contaminando las aguas subterráneas de las que nos abastecemos.

Los episodios de lluvias más fuertes, como los que hemos tenido en estos meses, arrastran mayores cantidades de estos químicos que son perjudiciales para la salud humana. Estos químicos son arrastrados al Mar Menor. ¿Qué se puede hacer para evitar el arrastre hasta la laguna?

Químicos prohibidos por la Unión Europea

Los químicos que se vierten en la agricultura son los plaguicidas, herbicidas, fertilizantes orgánicos o aditivos de aviación. Todos estos químicos son muy tóxico para la salud humana y han sido prohibidos por la Unión Europea. En este caso, por las fuertes lluvias que los han arrastrado hasta el Mar Menor, se han visto obligados a pedir un control en origen de su uso para poder evitar la llegada de estos contaminantes al Mar Menor.

Se ha realizado un estudio sobre la presencia y distribución espacial y estacional de plaguicidas en los sedimentos marinos superficiales del Mar Menor en los años 2009 y 2010 y la influencia de fuertes lluvias. Los han realizado los investigadores del Centro Oceanográfico de Murcia, Ruben Moreno-González y Víctor Manuel León. Además, este estudio se ha publicado en Environmental Science and Pollution Research en enero de 2017.
Este estudio pone grandes esfuerzos en poder conocer el origen de estos plaguicidas y predecir su circulación en situaciones de lluvia. Tras un análisis de la procedencia de los plaguicidas que llegan a la laguna, se concluye que la mayoría de estos plaguicidas entran por la famosa rambla de El Albujón, tras episodios de fuertes lluvias.

¿Qué químicos se vierten exactamente al Mar Menor?

El estudio ha realizado un análisis detallado de todos estos químicos que se utilizan en la agricultura, pero que acaban en el Mar Menor por el arrastre de las lluvias. Entre las sustancias que se han analizado, se han encontrado altos niveles de terbutilazina, clorpirifos y tributilfosfato.

La terbutilazina es un herbicida para el control de malas hierbas, incluido en la lista negra de ISTAS de sustancias con importantes daños para la salud y al medio ambiente, por ser cancerígena, tóxica para la reproducción, disruptor endocrino, sensibilizante, neurotóxico y bioacumulativa. En el análisis se descubrió que la terbutilazina supera el estándar de calidad ambiental del clorpirifos. Esto es un insecticida organofosforado usado en la agricultura muy tóxico tanto para la salud humana como para organismos acuáticos, e incluido también en la lista negra de ISTAS, además de prohibido por biocida por la UE.

Este herbicida es arrastrado por los episodios de lluvias y llega al Mar Menor a través del canal de drenaje de las Salinas de San Pedro, por las desembocaduras de las ramblas de El Albujón, Miranda y La Maraña y por la playa de la Hita.

El otro químico detectado que llega al Mar Menor es el tributilfosfato. Se trata de un aditivo utilizado en motores de aviación y también se usa como disolvente. Está prohibido por ISTAS por ser neurotóxico. Además se encuentra en evaluación por riesgos para la salud. Entra en el Mar Menor por su uso en actividades industriales, de aviación o militares.

¿Cómo evitamos que lleguen estos contaminantes al Mar Menor?

Para poder evitar que los contaminantes lleguen al Mar Menor, se tiene que controlar desde su origen. Se tiene que controlar las concentraciones de estas sustancias y, sobre todo, el efecto combinado que hacen entre ellas. Es decir, la suma de estos químicos, contaminan más juntos, que cada uno de ellos por separado. Esto es lo que se le llama sinergia.

Las entradas más destacadas de estos contaminantes a la laguna son por la escorrentía superficial de los episodios de lluvias, por las aguas subterráneas por filtración y por deposición atmosférica.

Para destruir esta amenaza, se debe de prohibir el uso de clorpirifos y terbutilazina y otros plaguicidas en carrizales del Mar Menor y del Campo de Cartagena mediante un marco legislativo.

martes, 14 de febrero de 2017

Canada, Ministerio de salud crea grupo de trabajo sobre la salud ambiental

Ontario Ministry of Health and Long-Term Care  
Grupo de Trabajo sobre Salud Ambiental

Muchas personas en Ontario viven con condiciones desencadenadas por factores ambientales que son difíciles de diagnosticar y tratar.

Estas condiciones pueden incluir:

Las sensibilidades ambientales/sensibilidad química múltiple;
Encefalomielitis miálgica /síndrome de fatiga crónica; y
La fibromialgia.

Las personas diagnosticadas con este tipo de afecciones se enfrentan a desafíos en sus experiencias como pacientes, desde el diagnóstico hasta el tratamiento a vivir con las consecuencias a largo plazo. Las personas también sufren de estigmatización en el ámbito clínico, el lugar de trabajo y otros aspectos de su vida como resultado de una falta general de conocimiento de estas condiciones complejas.

El Ministerio de Salud y Cuidados a Largo Plazo (MOHLTC) ha anunciado la creación de un Grupo de Trabajo de Salud Ambiental para proporcionar recomendaciones y consejos a:
  • informar a posibles directrices y políticas de apoyo a los pacientes con enfermedades desencadenadas por factores ambientales;
  • aumentar el conocimiento de las condiciones de salud provocados por factores ambientales proveedores públicos y el cuidado de la salud;
  • identificar las lagunas en la evidencia, la transferencia de conocimientos y la atención a las personas afectadas por estas condiciones; e
  • identificar las acciones centradas en el paciente para mejorar los resultados de salud de los pacientes afectados.
El grupo de trabajo se compone de 15 miembros nombrados por el Ministro de Salud y Cuidados a Largo Plazo, de los cuales 1/3 son pacientes o cuidadores. El Grupo de Trabajo tiene un plazo de hasta tres años a partir de 2016 y termina en 2019. Los miembros del grupo de trabajo son los siguientes:
  • Howard Hu (Presidente), Decano de la Escuela de Dalla Lana de Salud Pública, Universidad de Toronto
  • Neil Stuart (Vicepresidente), asesor de atención médica
  • Bill Manson, Director Senior de Gestión del Rendimiento, Toronto central Red de Integración Local de Salud
  • Cornelia Baines, Profesora Emérita, Dalla Lana Facultad de Salud Pública de la Universidad de Toronto
  • Denise Reyes, vicepresidente, miálgica Asociación de Encefalomielitis Ontario
  • Dona Bowers, médico, centro de salud comunitario Somerset West
  • Izzat Jiwani, el investigador / política social de salud canadiense e internacional, persona con experiencia vivida
  • Joanne Plaxton, Director de la equidad en salud Rama, Ontario Ministerio de Salud y Cuidados a Largo Plazo
  • John Molot, personal médico y medicina / enlace jurídico, Clínica de Salud Ambiental, College Hospital de la Mujer
  • Julie Schroeder, Normas Development Branch, Ontario Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático
  • Maureen MacQuarrie, ex abogado, asesor de política, voluntario, persona con experiencia vivida
  • Mike Ford, estudios cívicos y ambientales educador, consultor, médico, persona con experiencia vivida
  • Nancy Sikich, Director de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, Salud Calidad Ontario
  • Sharron Ellis, persona con experiencia vivida
  • Varda Burstyn, escritor de la salud ambiental de políticas, abogado experto, persona con experiencia vivida
Apoyo de la Secretaría del Grupo de Tareas es proporcionada por el MOHLTC. Las actualizaciones regulares serán proporcionados a las partes interesadas.

Para obtener más información o para recibir actualizaciones regulares póngase en contacto con TFEH@ontario.ca.

Para más información

Llame ServiceOntario, INFORMACIÓN DE Internet en:

1-866-532-3161 (sin cargo)
En Toronto, (416) 314-5518
TTY 1-800-387-5559.
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Horario de atención: lunes a viernes, de 8:30 am - 5:00 pm