Contaminación,
rechazo social y un recurso judicial de 5 Gobiernos Europeos resumen
su primer año de cultivo
La
Comisión Europea aprobó en marzo de este año el primer cultivo
transgénico en la Unión Europea después de 12 años, la patata
Amflora [1]. Tras su primera temporada de siembra, el balance no
podría ser más desastroso. Rechazada por la opinión pública y la
industria, gran parte de su cosecha se ha visto contaminada o
retenida. Su cultivo ha sido prohibido en Austria, Hungría y
Luxemburgo, y 5 Gobierno europeos han emprendido acciones judiciales
contra su aprobación.
Cultivada en 2010 en 267 hectáreas
repartidas por Suecia, Alemania y República Checa, los resultados de
esta cosecha no han sido precisamente positivos. Su cultivo en Suecia
se ha visto envuelto en un escándalo de contaminación por una
patata transgénica no autorizada, y por lo tanto ilegal, conocida
como Amadea [2]. Debido a esta contaminación, 16 de las 102
hectáreas cultivadas en Suecia tuvieron que ser destruidas.
No han
tenido mejor suerte las 15 hectáreas cultivadas en Alemania, que
fueron retenidas por orden de las autoridades regionales hasta poder
garantizar que estaban libres de contaminación por la patata
transgénica ilegal [3]. Hasta la fecha, están retenidas en un
almacén del Gobierno Federal a la espera de nueva orden.
La patata Amflora ha conseguido el
rechazo frontal de varios Gobiernos Europeos. Austria, Luxemburgo y
Hungría han prohibido su cultivo en su territorio [4] y junto a los
Gobiernos de Francia y Polonia han denunciado frente al Tribunal
Europeo de Justicia la aprobación de esta patata transgénica [5].
La industria europea del almidón
también ha rechazado esta patata, para evitar problemas de
contaminación y el rechazo de los consumidores. Existen patatas
convencionales disponibles en el mercado con el mismo contenido de
almidón, sin necesidad de modificación genética, lo que evidencia
lo innecesaria que es Amflora [6].
La aprobación de la patata transgénica
ha generado amplias protestas por toda Europa. Se han recogido más
de un millón de firmas en tan solo unos meses, en lo que supone la
primera “iniciativa ciudadana”, un principio recogido en el
Tratado de Lisboa de la Unión Europea (EU) desde diciembre de 2009,
en virtud del cual un millón de ciudadanos y ciudadanas europeas
tienen la posibilidad de pedir formalmente a la Comisión Europea que
adopte medidas legislativas para satisfacer sus demandas [7]. Se han
desarrollado también numerosas protestas, destacando las producidas
en España [8].
David Sánchez, responsable de
agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra afirmó: “El
balance del primer año de cultivo de Amflora ha sido claramente
desastroso, y debería servir para que la Comisión Europea y
Gobiernos como el español se replanteen su apuesta por los
transgénicos. Son innecesarios, no aportan ninguna ventaja, plantean
demasiados riesgos y su cultivo por unos pocos genera enormes
problemas para el resto de agricultores, la industria alimentaria y
los consumidores.”
Para más información: Teresa
Rodríguez, prensa de Amigos de la Tierra, 680 936 327 ó 913069900
David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos
de la Tierra, 913069921 ó 691471389
Para
más información: España
a la cabeza de los cultivos transgénicos. ¡BASTA YA!
Notas
[1] Riesgos ambientales y para la salud
de la patata Amflora La patata Amflora es propiedad del gigante
químico BASF. Modificada genéticamente para tener una mayor
cantidad de amilopectina para la producción de almidón en usos
industriales, fue aprobada pese a la mayoritaria oposición de los
Gobiernos europeos. Entre los pocos ministros que en su momento
apoyaron la aprobación se encontraba la anterior Ministra de Medio
Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. BASF llevaba
intentando aprobar este cultivo desde 1996 y había llegado incluso a
llevar a la Comisión Europea ante los tribunales por no aprobar su
producto [9]. Durante todos estos años, la patata transgénica ha
estado envuelta en una dura polémica por sus impactos ambientales y
riesgos sobre la salud.
El cultivo de Amflora genera graves
riesgos para la salud, la agricultura y el medio ambiente: Está
diseñada y aprobada para uso en la industria y en piensos animales,
pero también se permitió su presencia por contaminación de hasta
un 0,9% en los alimentos. La propia BASF advertía en la solicitud de
aprobación que “no se puede descartar que esta patata sea usada o
termine apareciendo en la alimentación [10]”. Falta información
básica sobre su seguridad para la salud. La EFSA reconoce que los
datos ofrecidos por BASF muestran muchas irregularidades, incluyendo
irregularidades toxicológicas que podrían tener implicaciones
serias en la seguridad alimentaria. La aprobación de Amflora podría
ser ilegal, ya que contiene un gen que la hace resistente a
determinados antibióticos. A pesar de que la Directiva europea que
regula los transgénicos estableció que los cultivos modificados
genéticamente que contuvieran genes de resistencia a antibióticos
deberían salir del mercado en 2004, la Agencia Europea de Seguridad
Alimentaria [EFSA en sus siglas en inglés] le dio el visto bueno. Y
no cambió de opinión pese a la advertencia de la Agencia Europea
del Medicamento o la Organización Mundial de la Salud, que
confirmaron la importancia para la medicina de los antibióticos a
los que Amflora es resistente [11]. La evaluación de riesgos
ambientales de Amflora no cumple los requisitos marcados por la
legislación europea. No se ha estudiado el impacto de la patata
transgénica sobre el medio ambiente, tan solo sobre la fauna
circundante. Se ha ignorado el riesgo de contaminación. La patata se
considera un cultivo de bajo riesgo en cuanto a contaminación por
polen, pero es un cultivo de alto riesgo de contaminación debido a
los tubérculos que quedan en el suelo tras la cosecha. Es
prácticamente imposible recoger la totalidad de la producción, con
lo que los tubérculos pueden crecer la temporada siguiente,
contaminando la siguiente cosecha [12].
[4] La
prohibición del Gobierno Húngaro fue hecha oficial el 18 de junio
de 2010. La
prohibición en Luxemburgo el 16 de junio de 2010. La
prohibición en Austria, el 28 de Abril de 2010.
[5]
“France
and Poland join challenge against Commission decision to authorise
antibiotic-resistance GM potato”.
Además, más
de 40 organizaciones sociales, incluyendo varios grupos de Amigos de
la Tierra, han llevado también a la Comisión Europea ante los
tribunales.
[8] Se
han producido numerosas protestas contra la aprobación de la patata
transgénica en Europa.
O frente
al Congreso de los Diputados en Madrid.
Una de las movilización más destacada se produjo en Madrid, con más
de 15,000 personas en una manifestación Por
una Agricultura y una Alimentación Libres de Transgénicos el 17 de
Abril de 2010.
[10] Solicitud para el evento
“Amylopectin Potato EH92-527-1” de acuerdo a la Regulación Nº
1829/2003, BASF Plant Sciences.