viernes, 7 de septiembre de 2012

Roundup, es mas tóxico para el ADN humano que la mayoría de los venenos conocidos

Por manzana

Un nuevo estudio publicado en la revista Archivos de Toxicología muestra una vez más que no hay nivel seguro ante la exposición al herbicida Roundup de Monsanto (glifosato), preparado para ser utilizado en los organismos modificados genéticamente (OGM).

Según los nuevos hallazgos, Roundup, del que se rocían decenas de miles de toneladas al año en todo el mundo, sigue siendo tóxico para el ADN humano incluso si se diluye a un simple 0,02 por ciento , es decir un 99,8 más de lo que se hace cuando se utiliza normalmente para su uso en los cultivos transgénicos.

Numerosos estudios advirtieron ya el hecho de que Roundup provoca daños en el ADN, por no citar alteraciones endocrinas y cáncer. Pero este nuevo estudio, que procede la Universidad Médica de Viena, es el primero en mostrar que la toxicidad de Roundup se mantiene incluso a niveles muy diluidos, lo cual entra en contradicción con lo que dicen los gigantes de la Agricultura Industrial sobre la supuesta seguridad de Roundup.

“Las comparaciones con los resultados de estudios anteriores sobre los linfocitos y células de los órganos internos indican que las células epiteliales son más susceptibles a los efectos citotóxicos del herbicida, provocando daños en el ADN”, escriben los científicos en el resumen de su estudio.

“Desde que descubrimos los efectos genotóxicos (que dañan el ADN) por una exposición a concentraciones 450 veces por debajo de las utilizadas normalmente en la agricultura, nuestros resultados indican que su inhalación puede provocar daños en el ADN de las personas expuestas”.

Pero no solamente el ingrediente glifosato de Roundup es extremadamente tóxico, sino que aumenta su toxicidad por la presencia de otros aditivos en su formulación. La polioxietileneamina, por ejemplo, un agente tensoactivo que facilita la absorción del glifosato por las células, encontrándose que aumenta de manera significativa la toxicidad sinérgica de Roundup en los seres humanos.


Pese a las afirmaciones de Monsanto en sentido contrario, Roundup muestra con claridad su toxicidad y que no debiera ser utilizado en agricultura. De acuerdo con datos recompilados por GreenMedInfo.com, Roundup está vinculado con el linfoma no-Hodgkin, desequilibrio hormonal en los niños, daño en el ADN, bajos niveles de testosterona, alteraciones endocrinas, cáncer de hígado, meningitis, infertilidad, cáncer de piel,, daño en los riñones y mas.

Para el medio, Roundup es una amenaza constante, para el aire y el agua, sobre todos para las aguas subterráneas y potables, ya que los estudios han demostrado que no se biodegrada después de ser aplicado en los cultivos.

El pasado otoño, el Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs) publicó datos que mostraban que el aire y el agua estaban altamente contaminados con glifosato.


Investigación completa para descargar: Archives of Toxicology

Científicos confirman la presencia en la leche de tóxicos nocivos para la salud

  • Es resultado de los compuestos en el agua, suelo y aire «por lo que es imposible evitar su llegada a los alimentos»
Los investigadores del Grupo de Investigación en Medio Ambiente y Salud y del Servicio de Toxicología Clínica y Analítica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), han publicado un artículo científico en la revista internacional Chemosphere en el que confirman el nivel de exposición de la población a contaminantes tóxicos nocivos a través del consumo de leche.

Dicho artículo, titulado en español «Residuos de bifenilos policlorados y pesticidas organoclorados en leches convencionales y ecológicas comercializadas en Canarias: niveles y relevancia para los consumidores», ha evaluado el nivel de exposición de la población española, y en especial la canaria, a contaminantes químicos de alta persistencia ambiental y de «conocidos efectos tóxicos», como los pesticidas organoclorados y los bifenilos policlorados. Así, se ha establecido que el grupo de los pesticidas organoclorados, derivados de la actividad agrícola pasada y actualmente prohibidos, siguen aún presentes inalterados en el medio ambiente debido a su masiva aplicación entre los años 1950-1970, según ha informado la ULPGC mediante nota de prensa.

Éstos, se introducen en la cadena alimentaria y «tienden a acumularse» en alimentos grasos, especialmente aquellos de origen animal como la leche, donde los científicos han detectando más de 20 pesticidas organoclorados que pueden producir alteraciones en el sistema endocrino, además de poseer características carcinogénicas y obesogénicas.

Por otro lado, se ha evaluado la presencia de contaminantes del grupo de los bifenilos policlorados, de origen industrial, «ampliamente» fabricados y empleados en el «mundo desarrollado». Este tipo de contaminantes, pese a que están prohibidos desde hace unos 30 años, debido a sus características de estabilidad se han mantenido inalterados en el medio ambiente, por lo que también se incorporan a la cadena alimentaria acumulándose especialmente en alimentos grasos de origen animal. Por su parte, este grupo ha sido calificado por los científicos como de «especial relevancia» porque algunos de ellos poseen características tóxicas similares a las dioxinas, lo que les hace ser mutagénicos, carcinogénicos, teratogénicos y obesogénicos.

Efectos nocivos para la salud

El estudio ha mostrado su preocupación ante las posibles consecuencias que el elevado consumo de estos contaminantes puede producir a la población, ya que los compuestos presentes en la leche se han relacionado con la actividad carcinogénica, induciendo en determinados tipos de cáncer, con la creación de malformaciones y por facilitar la inducción de obesidad, además de otras enfermedades.

Los investigadores han señalado que la conclusión más preocupante del estudio es que el aporte máximo total de compuestos similares a las dioxinas puede alcanzarse en la población canaria sólo a través de la ingesta de los bifenilos policlorados similares a las dioxinas presentes en la leche. Asimismo, han concretado que el efecto de los tóxicos se agrava debido al alto consumo de leche de los isleños y a la existencia de determinadas marcas de leche que presentan niveles «muy elevados de estos contaminantes tóxicos persistentes.

La producción ecológica, también evaluada

Una de las principales novedades de este trabajo ha radicado en el hecho de que se hayan incluido, junto con las comerciales convencionales, leches de producción ecológica, obteniendo resultados que demuestran que ambas presentan residuos de estos contaminantes. Sin embargo, el estudio ha recalcado el hecho de que las leches convencionales presentan mayores niveles de pesticidas organoclorados que las ecológicas, y que las leches ecológicas presentan mayores niveles de bifenilos policlorados que las convencionales.

Por último, los científicos han concretado que este resultado es consecuencia de la ubicuidad de tales compuestos, presentes en el agua, el suelo y el aire, entre otros, «por lo que es imposible evitar su llegada a los alimentos».