lunes, 7 de febrero de 2011

Revelaciones de Wikileaks sobre el Gobierno de España y los transgénicos

7/Enero/2011
Ecotocias.com

Agricultores, ecologistas y consumidores exigen a Rosa Aguilar que la política española sobre transgénicos deje de estar dictada por las multinacionales y que se prohíba su sultivo. Wikileaks demuestra la alianza de determinados miembros del Gobierno de España con EEUU para favorecer a la industria de los transgénicos y para presionar a la UE.

A raíz de la información publicada hoy en El País, basada en datos de Wikileaks que evidencian una estrategia conjunta a favor de los trangénicos de los gobiernos de España y EEUU, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, COAG, Plataforma Rural y CECU exigen que la política española sobre organismos modificados genéticamente (OMG) deje de estar controlada por Marino, Rosa Aguilar, que adopte las medidas oportunas, tome inmediatamente cartas en el asunto exigiendo responsabilidades a quienes, escandalosamente, han trabajado para favorecer los intereses de las grandes multinacionales biotecnológicas en detrimento de los del conjunto de la sociedad, de la salud pública y del medio ambiente.

Desde hace más de una década el Gobierno de España ha defendido prácticamente en solitario el cultivo de transgénicos en la UE, y es el único país que ha tolerado su cultivo a gran escala (según datos del propio ministerio, se cultivan entorno a 70.000 hectáreas de un maíz modificado genéticamente de Monsanto). Y lo ha hecho sin cumplir con las normas europeas y españolas de transparencia, sin seguir los productos a través de la cadena alimentaria, sin obligar a etiquetar los alimentos transgénicos y sin realizar seguimiento alguno de los campos cultivados con estas peligrosas semillas. Los datos hechos públicos ahora explican por qué se ha permitido que campeen las multinacionales y una moratoria inmediata a su cultivo en España. Las organizaciones de agricultores, ecologistas y consumidores exigen a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y a sus anchas las multinacionales del sector, a pesar de los innumerables casos de contaminación genética y los daños sociales y económicos que estos cultivos han ocasionado.

Por ello es de vital importancia que la nueva ministra cambie inmediatamente la posición del Gobierno de España y que la primera medida sea prohibir el cultivo de maíz transgénico de Monsanto MON 810 para la próxima campaña de siembra, tal y como llevan haciendo desde hace años los gobiernos de hasta diez países de la UE (entre ellos Francia, Austria o Alemania) debido a las evidencias científicas sobre sus impactos en el medio ambiente, la imposibilidad de convivencia de la agricultura transgénica con la convencional y ecológica y las incertidumbres sobre sus efectos sobre la salud a largo plazo.

La prohibición del cultivo de transgénicos por parte del Ejecutivo español es imprescindible para poder defender los intereses de nuestro medio ambiente, nuestra agricultura y la salud pública, para que éstos no sigan en manos de la industria de los transgénicos, de los intereses de EE UU y de quienes, desde las instituciones españolas, los han apoyado abiertamente, tal y como ha quedado demostrado en los cables de Wikileaks.

Fuente: http://nuestronombre.es/altea/2011/01/07/revelaciones-de-wikileaks-sobre-el-gobierno-de-espana-y-los-transgenicos/

“Los vertidos incontrolados son comunes en España a pesar de la ley”

El problema de los residuos en España es preocupante. Vertidos incontrolados en la práctica totalidad del territorio, balsas químicas como las del accidente en Hungría que pueden romperse en cualquier momento, las peores cifras de reciclaje de Europa… Son algunos de los datos que ofrece Isabel Herráez, vicepresidenta de la Asociación Vertidos Cero y Profesora Titular de la Universidad Autónoma de Madrid. Los consumidores no son conscientes de esta situación y de sus graves consecuencias para la salud, el medio ambiente y la economía, según esta experta, que apela a la aplicación de la ley y a la concienciación ciudadana.

Su asociación se denomina Vertidos Cero. ¿Es posible lograr este objetivo?

Sí, con la ayuda de todos, ciudadanos, empresas y administraciones. Cualquier actividad genera residuos, pero deben ser los menos posibles y no tienen por qué acabar vertidos y afectar al medio. La tecnología y el sentido común lo hacen posible.

¿Cuál es la situación de los vertidos en España?

A pesar de la extensa legislación, es común la presencia de todo tipo de vertidos incontrolados en la práctica totalidad del territorio. La sociedad no ha interiorizado que esta actividad redunda en nuestra contra, tanto en el ámbito económico como de calidad de vida.

¿Cómo afecta a los ciudadanos y al medio ambiente?

Mucho más de lo que el ciudadano es consciente, ya que pueden influir de forma directa sobre su salud. La producción de residuos que acaban vertidos es creciente y genera problemas muy próximos, como ocupación y contaminación de suelos, cada vez más cercanos a zonas habitadas, emisiones que derivan en alergias e intolerancias crecientes, intoxicaciones masivas, pérdida de calidad de vida, etc. En el plano ambiental, afecta a todos los seres vivos, que pueden sufrir enfermedades y la muerte. En el ámbito económico, subsanar muchos de los problemas originados supone un coste mayor una vez desarrollados.

¿Se pueden evitar estos vertidos?

Cada día se avanza hacia medidas preventivas, pero la realidad todavía es muy desgarradora. Se antepone la facilidad de verter sin tratar o de manera ilegal antes que costear un sistema de tratamiento o de prevención.

¿Cuántos vertederos incontrolados hay en España?

La Memoria de la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo para el año 2008 censa un total de 2.987 vertederos ilegales. Antes del 16 de julio de 2009, debían haberse clausurado los vertederos que incumplieran el Real Decreto 1481/2001.

¿Por qué no se ha acabado con ellos?

Esto debería contestarlo la Administración, aunque es muy posible que sea un problema presupuestario, porque supone un elevado coste.

¿Qué tipos de vertidos son los más problemáticos?

Los asociados a actividades industriales, debido al elevado volumen producido y a su peligrosidad. Podríamos fijarnos en el polo químico de Huelva y las balsas de fosfoyesos con óxidos de uranio, o las industrias extractivas de aluminio, similares al caso de Hungría, que tienen balsas de lodos con un futuro muy incierto y peligroso.

¿Podría pasar en España un accidente como el de Hungría?

La información sobre la cantidad de este tipo de residuos y el número de balsas de almacenamiento en España no es fiable. La referencia más actual es el Plan Integral de Residuos PNIR (2007-2015), con datos de 2002. En él se indica que las infraestructuras disponibles para el tratamiento de este tipo de residuos son, al menos en algunos casos, insuficientes.

¿Cuántas balsas podría haber?

El PNIR indica que en 2002 había 988 balsas y presas y que al año se generan unas 2.059.792 toneladas de este tipo de residuos. Estos datos son preocupantes, ya que en 1998 hubo un incidente por la rotura de la presa de contención de la balsa de decantación de la mina de pirita en Aznalcóllar (Sevilla), con el agravante de estar en las cercanías del Parque Nacional de Doñana.

¿Cómo se podría evitar otra nueva catástrofe como la de Hungría o Aznalcóllar?

Mediante el cumplimiento estricto de la Directiva 2006/21/CE. Para ello, la implicación de las autoridades encargadas de inspeccionar las instalaciones y de evaluar de forma exhaustiva los riesgos en las instalaciones futuras es imprescindible. También hace falta una unificación legislativa y la cooperación de todos, no solo para la gestión de los vertidos y residuos, sino para la monitorización y recuperación del medio natural tras el cese de las operaciones.

¿Por qué se permiten estas balsas cuando son tan peligrosas?

En teoría, las balsas deben ser instalaciones utilizadas solo para almacenar a corto plazo residuos, que deben ser después gestionados conforme al principio de jerarquía (en orden de prioridad, prevención, reutilización, valorización, reciclaje y eliminación). Estas instalaciones deben garantizar una correcta impermeabilización y una ubicación adecuada. Muchas de las escombreras pueden recuperarse e integrarse en el paisaje, mediante técnicas edafo-paisajísticas de actuación

¿Qué cantidad de vertidos hay en España?

Hablar de cifras es un problema en sí mismo porque hay una gran incertidumbre. Es uno de los motivos que originaron nuestra asociación. Hemos presentado en la Banca Cívica un proyecto de investigación para el control de vertidos en España, tanto los controlados como los incontrolados.

¿Los vertederos controlados cumplen todas las garantías como aseguran sus responsables?

Los nuevos vertederos deben cumplir el Real Decreto 1481/2001, pero los
anteriores a 2001 no cuentan con ninguna seguridad. Cuando se detectan problemas, suelen derivarse de una incorrecta gestión y mantenimiento. Otro problema es que, debido a la escasez de suelo, en ocasiones su emplazamiento no es el más adecuado.

¿Cuál es el papel de los consumidores respecto a los vertidos?

El consumidor es fundamental: es el productor del residuo y, por tanto, su responsable. Pero la información a los consumidores respecto de sus obligaciones con los residuos generados en su domicilio es escasa.

¿Qué información deben recibir?

Los consumidores deben estar informados de sus deberes y obligaciones para la correcta gestión de residuos y conocer con exactitud qué implica adquirir un producto. Esto podría suponer un cambio en los productores, ya que deberían ofrecer artículos con menor impacto ambiental para seguir en el mercado. Si los ciudadanos conocieran el sistema de gestión de residuos sólidos urbanos de su ciudad, serían conscientes de su valor real y se darían cuenta de que está en sus manos abaratar sus costes. Éste sería el caso de una correcta separación selectiva de residuos urbanos en origen: materia orgánica, papel y cartón, resto (metales, plásticos, etc) e incluir el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para los envases.

¿Cuántos residuos urbanos generan los consumidores?

Su cantidad aumenta de manera constante y más del 60% se destinan a vertedero. España es el país de Europa que menos recicla. Todo ello supone un mayor consumo de materias primas, muchas de ellas importadas, ocupación de más suelo, mayores inversiones en infraestructuras públicas y generación de residuos/vertidos derivados (lixiviados y gases de efecto invernadero) que es necesario tratar. Todo ello tiene un alto impacto medioambiental y económico. Un residuo que el ciudadano no deposita de forma adecuada acabará como un vertido, además del sobrecoste de tratamiento que supone, y que pagamos todos.

¿Qué pueden hacer los consumidores para hacer frente a este problema?

El mejor residuo es el que no se genera. Por ello, lo más importante es minimizar, optar por productos que supongan el mínimo posible de residuos y evitar el sobreenvasado. Cuando el producto pasa a ser residuo, hay que depositarlo en un contenedor de reciclaje en función de sus características y, si es necesario (tóxicos, aparatos eléctricos y electrónicos, voluminosos, etc.) llevarlo a un punto limpio. Hay que interesar al ciudadano por cómo le afectan los vertidos y qué rol desempeña en cuanto a su prevención, minimización y eliminación. Pese a vivir en una era mediática, las noticias sobre vertidos no tienen un calado fuerte y general.

Cuando se detecta una marea negra, la noticia salta a las portadas de todos los medios.

En realidad, son los medios de comunicación quienes las hacen populares. Hay innumerables desastres de igual o mayor efecto que las mareas negras o las roturas de balsas de lodos, pero que pasan desapercibidos. Además, tras el primer impacto mediático, el interés decae y muchas líneas de investigación abiertas se olvidan, sobre todo las referentes a prevención, que es la clave para evitarlos. Cuando un evento de este tipo tiene lugar, el ecosistema afectado no podrá recuperarse al 100%. La frase “revertir el escenario a su estado anterior” es una utopía, a pesar de figurar en el ordenamiento jurídico.

¿Se ha mejorado algo desde el vertido del Prestige?

El Prestige ha servido para aprender lecciones, cuestionar el funcionamiento y respuesta de la Administración y replantear la organización jurídico-administrativa. En el plano científico, ha servido para abrir más líneas de investigación en descontaminación, procesos de tratamiento de contaminantes, estudios de fauna, flora, etc.

Se espera que en 2011 se apruebe la Ley de Residuos. ¿Mejorará esta cuestión?

Antes hay que conocer el texto definitivo. En los borradores preliminares hay ciertos cambios interesantes, como la segregación de la materia orgánica, que de llevarse a cabo de forma adecuada supondrá una importante mejora y la solución de muchos problemas en el vertedero. La separación en cinco fracciones (papel, metal, vidrio, plástico y materia orgánica) supondrá una mayor claridad en la separación de plásticos y metales y un aumento en la recogida de materiales.

Su asociación ha creado una etiqueta, el “distintivo vertidos cero”. ¿Cuál es su objetivo?

Es una seña de identidad para las actividades que han logrado una disminución efectiva y cuantificable de sus vertidos y como elemento de decisión para los ciudadanos que valoran la protección medioambiental. La hemos presentado a diferentes entidades públicas y privadas y tres de ellas han iniciado el procedimiento para su obtención en diferentes sectores. Esperamos que en los próximos meses se conozca más. En este sentido, lanzo una invitación a las entidades y a los ciudadanos para asociarse a Vertidos Cero y desarrollar este proyecto, que camina poco a poco pero con la idea de ser un referente en la prevención, minimizació

ALEX FERNÁNDEZ MUERZA - http://www.consumer.es/

Fuente: http://nuestronombre.es/altea/2011/01/30/%e2%80%9clos-vertidos-incontrolados-son-comunes-en-espana-a-pesar-de-la-ley%e2%80%9d/

Las dioxinas no nos abandonan

Los alemanes prefieren la carne de cerdo. Comen más de 70 kilos por persona y año. Se calcula que la producción porcina anual de las granjas alemanas es de unos 7,5 millones de toneladas, 1,6 de los cuales se exportan. Por eso ha sido tan grande el trastorno del cierre de 4.700 granjas después de que en animales de una granja de la Baja Sajonia se encontrasen dioxinas procedentes del pienso de una marca difundida por todo el país. Pérdidas millonarias y erosión de la confianza, lo que tal vez sea aún peor.

Hace 40 años, nadie se ocupaba de las dioxinas. Saltaron a la palestra cuando se hallaron en el humo de las primitivas incineradoras de basura de entonces y al descubrirse que podían tener efectos cancerígenos. En 1976, el accidente de Seveso, cerca de Milán, las consagró como el buque insignia de la toxicidad química. Como todo, es un tema de concentración. Los volcanes o los incendios forestales emiten dioxinas, como cualquier combustión orgánica. Pero pocas. El problema es que aparecen asociadas a los universalmente difundidos plaguicidas organoclorados y a combustiones tan igualmente generalizadas como las del petróleo, el gas o el carbón.

Se acumulan en las grasas. Ese es el problema. El agua o el viento se las llevan, como cualquier otro contaminante, pero si entran en un animal quedan retenidas en sus tejidos lipídicos. Y si otro animal se come a ese animal contaminado, las hereda de golpe. Ese es el problema de las granjas alemanas: los cerdos comían pienso hecho de grasas de matadero contaminadas con dioxinas. Si no cortas la cadena, no hay nada que hacer. Al contrario: se van concentrando más y más.

Quemamos combustibles fósiles y residuos, fabricamos plaguicidas. Es difícil evitar que las dioxinas se vayan concentrando. Las concentraciones son todavía bajas, pero el camino iniciado es peligroso. Con una agricultura menos dependiente de los agroquímicos, una economía menos dependiente del petróleo y una dieta menos dependiente de la carne iríamos mejor. La insostenibilidad es también eso: no poder o no quererse privar de lo que, seguro, nos perjudica.

 El Periódico.com

Fuente: http://nuestronombre.es/altea/2011/01/30/las-dioxinas-no-nos-abandonan/