viernes, 10 de noviembre de 2017

La OMS seriamente cuestionada durante el proceso de elaboración de su próximo informe sobre radiofrecuencias

Por Carlos Alvarez Berlana

El Proyecto CEM de la OMS y la ICNIRP criticados por la comunidad científica por sus conflictos de interés y por su planteamiento de negación de efectos biológicos no térmicos y consecuencia de la exposición crónica y a largo plazo de la población mundial

Científicos del Grupo BioInitiative y del ECERI han pedido a la OMS que incluya a investigadores que no sean de la ICNIRP en la elaboración de la próxima monografía del Proyecto CEM

Nuevas investigaciones siguen alertando frente a los peligros de la creciente exposición electromagnética

Mientras en el Parlamento Europeo está en proceso una propuesta de resolución para impulsar las redes inalámbricas 5G que incluirán nuevas frecuencias del espectro electromagnético ante las que están alertando expertos científicos por los nuevos peligros para la salud que implicará; el Proyecto CEM –campos electromagnéticos- de la OMS –EMF Project- ultima un documento sobre criterios de salud ambiental envuelto en la polémica desde sus comienzos. La monografía de la OMS sobre radiofrecuencias ha sido criticada tanto por la composición del staff como por los criterios metodológicos del informe. En 2014 el Proyecto CEM presentaba un borrador abierto a consulta en el que no se identificaba a los autores, no se ofrecía los capítulos esenciales ni bibliografía completa, a pesar de que de manera anticipada descartaba toda evidencia de efectos no térmicos para la salud humana. La consulta pública fue considerada por algunos investigadores como farsa pues iba destinada a corroborar la incompleta información ofrecida y no a incorporar nuevas investigaciones.

El Proyecto CEM –campos electromagnéticos- de la OMS –EMF Project- surge en 1996 con el objetivo prioritario farsa de lograr una armonización de las normas de seguridad en cuanto a los límites de emisión de campos electromagnéticos de radiofrecuencia. Aunque países como Rusia y China rechazaron los nuevos baremos, naciones como Polonia y la república Checa aumentaron sus límites a instancias del Proyecto CEM de la OMS. El primer presidente, Michael Repacholi, fue a la vez presidente de la ICNIRP –Comisión internacional para la protección de la radiación no ionizante-, fundada por la IRPA en 1992, y que sigue los postulados y los límites propuestos por el IEEE -Instituto de ingeniería eléctrica y electrónica de los Estados Unidos-. La ICNIRP, que es una institución privada bajo el estatus de Organización No Gubernamental, surge en el ámbito de la industria nuclear, cuyos miembros son por designación interna y de la IRPA y cuyas fuentes de financiación son desconocidas. La ICNIRP ha mantenido una posición de negación de riesgos duramente criticada por excluir múltiples investigaciones científicas que demuestran alteraciones biológicas por debajo de los límites de intensidad de sus recomendaciones. Los Estados Unidos, Canadá y la mayoría de países de la UE como Alemania, Inglaterra o Francia siguen en su normativa los límites marcados por la ICNIRP y apoyados por la OMS. El Proyecto CEM de la OMS en cuanto a planteamientos e investigadores adscritos es indistinguible de la ICNIRP, y la ICNIRP ha sido reiteradamente acusada de seguir las tesis más favorables a la industria de las telecomunicaciones. En la actualidad los seis miembros del grupo principal del Proyecto CEM de la OMS incluida su presidenta pertenecen también a la ICNIRP. Si repasamos los conflictos de interés en el seno de la ICNIRP, nos encontramos con que prácticamente todos sus expertos científicos tiene vínculos con empresas de telecomunicaciones. Mirando los curriculums públicos, pues en muchos casos sus declaraciones de interés ante la ICNIRP omiten información sustancial, este grupo de expertos integrado en su mayor parte por ingenieros, por encima de epidemiólogos o biólogos, trabaja para fundaciones creadas o financiadas por empresas de telecomunicaciones, asesora directamente a asociaciones de ingeniería por el desarrollo tecnológico, tiene investigaciones financiadas por entidades de las empresas de telefonía como la GSM association, la Mobil manufacturer forum o participadas por empresas de telefonía como la MTHR -UK´s Mobile telecommunication and health research program-, o forma parte de fundaciones o programas por la seguridad radiológica de origen público pero financiadas al 50% por fondos privados de la industria como la Fondation santé et radiofréquences de Francia o la Fundación sanidad y radiofrecuencias de Suiza.

En Enero de este año, asociaciones europeas de electrosensibles y en contra de la contaminación electromagnética -entre las que estaban EQSDS y la PECCEM de España- expresaron su adhesión a la carta enviada por el Grupo de trabajo BioInitiative a la OMS pidiendo un panel de expertos equitativo que no estuviera copado por miembros de la ICNIRP afín a la industria de cara a la próxima publicación de la monografía sobre CEM por parte de esta organización. En Marzo, Oleg Grigoriev, presidente de la RNCNIRP –Comisión nacional rusa de protección radiológica- enviaba una carta a María Neira –directora de Salud pública y medioambiente de la OMS y Emilie Van Deventer –directora del Proyecto CEM de la OMS- solicitando un grupo de trabajo de la OMS sobre radiofrecuencias equilibrado en el que estén representados los científicos que corroboran efectos no térmicos, como condición para alcanzar un conclusión creíble. Ese mismo mes, el ECERI -Instituto europeo para la investigación del cáncer y el medioambiente- con sede en Bruselas informa de su reunión con María Neira con la finalidad de que la organización mundial incluya los efectos no térmicos de los campos electromagnéticos en la salud en el documento que se está realizando. En esa reunión, la responsable de la OMS María Neira se mostró abierta a recibir información científica, pero rechazó que se vaya a cambiar la composición del grupo básico de elaboración de la monografía, en el que cinco de los seis miembros pertenecen a la ICNIRP, y se negó a mantener más reuniones. En la actualidad las aportaciones públicas están cerradas y los capítulos 1, 3 y 14 sobre evaluación de riesgos siguen sin estar disponibles para consulta.

En 2006, tras diez años al frente del Proyecto CEM y después de saberse que había estado recibiendo financiación irregular procedente del Mobile Manufactures Forum –MMF- a través de un hospital en Adelaida, Michael Repacholi abandona la OMS. Pocos meses después de dejar el cargo testificaba como perito de la industria ante el consejo designado por el Estado de Connecticut a favor de los trazados de líneas de alta tensión propuestos por la Connecticut Light Power y la United Iluminated Company. Repacholi, que durante su mandato había invitado a las industrias de telecomunicaciones y militar a las reuniones del Proyecto CEM, posteriormente ha participado en actos promocionales de la industria como los realizados por la Association GSM e Hydro Québec. En la actualidad sigue siendo presidente emérito de la ICNIRP. Al frente del Proyecto CEM le sucede Emilie Van Deventer, doctorada en ingeniería eléctrica por la Universidad de Michigan, que entre 1992 al 2000 fue profesora adjunta de ingeniería informática en una cátedra financiada por Bell Canada y Nortel en la Universidad de Toronto. Van Deventer, miembro del IEEE, es contratada en el 2000 para el Proyecto CEM a pesar de no tener conocimientos previos en medicina, biología o epidemiología y haber estado sus investigaciones financiadas por el CRSNG –Consejo de investigación de ciencias naturales e ingeniería de Canadá-, CITO –Communications & Information Technology Ontario- y Nortel. Emilie Van Deventer ha publicado diversos artículos científicos, en su mayoría junto a Michael Repacholi, negando los riesgos para la salud de la radiación de la telefonía móvil. En un artículo científico de 2006, también junto a Michael Repacholi, Van Deventer se posiciona en contra de la aplicación del Principio de Precaución en relación a los riesgos de los Campos electromagnéticos de las tecnologías inalámbricas. Entre las instituciones colaboradoras del Proyecto CEM de la OMS está el ejército de los Estados Unidos, que por medio de la AFORS –Air Force Office of Research Scientif- participa en investigaciones destinadas a descartar los riesgos de las microondas. En este caso los intereses de las compañías de telefonía representados en el Proyecto CEM de la OMS coinciden con los del ejercito de los Estados Unidos en una política para implantar límites permisivos que posibiliten la utilización de radares más potentes y diversos equipos electrónicos militares en todo el mundo.

En 2015 más de 200 científicos expertos en bioelectromagnetismo realizaron un llamamiento a los dirigentes de la ONU y de la OMS alertando sobre el problema para la salud que va a suponer el aumento de campos electromagnéticos de las nuevas tecnologías inalámbricas. En 2011 la IARC clasificó los campos electromagnéticos de radiofrecuencia –emitidos por móviles, wifis y otros dispositivos inteligentes- como categoría 2B o posiblemente cancerígeno. Algunos científicos como Lennart Hardell solicitaron una clasificación más estricta como categoría 1 o demostrado agente cancerígeno. Desde el año 95 en el que Henry Lai demostró un aumento de daños en el ADN consecuencia de la exposición a campos electromagnéticos de microondas las evidencias en cuanto a procesos biológicos, estudios de laboratorio y epidemiológicos respecto de la radiofrecuencia como causante de cáncer se han ido multiplicando. En 2016 el National Toxicology Program –NTP- de los Estados Unidos publicó un avance del estudio encargado por la Food and Drug Administration –FDA- en el que encontraba un aumento de cáncer cerebral y de corazón en ratas expuestas a radiofrecuencia de telefonía. Paralelamente al incremento de la contaminación electromagnética hemos asistido a un aumento de enfermedades como las neurodegenerativas y trastornos de la conducta infantil que diversos autores e informes consideran que están relacionadas con los campos electromagnéticos artificiales. Sin embargo, a pesar de toda esta información científica y de los llamamientos institucionales, científicos y ciudadanos el Proyecto CEM de la OMS prepara una monografía en la cual sólo se considerarán los efectos asociados al calentamiento de los tejidos y descartará cualquier riesgo a largo plazo consecuencia de la exposición crónica a radiofrecuencias a la que está sometida actualmente la población mundial.

Carlos Alvarez Berlana

Homenaje a la vecina de Pinto Ángela Jaen, primera víctima de la electrosensibilidad

Esther A. Muñoz Martes, 7 de noviembre de 2017

POR EL QUINTO ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Ángela Jaén se quitó la vida en 2012 “debido a la electrosensibilidad provocada por la instalación de antenas de telefonía móvil en su edificio” de la calle Joan Miró.
Cartel anunciador del homenaje a Ángela Jaen.
El sábado 2 de diciembre a las 12.00 horas en la Plaza del Ayuntamiento se celebrará un homenaje por “la injusta muerte” de Ángela Jaén, vecina de Pinto y  primera “víctima de la contaminación electronagnética” en España que se quitó la vida en 2012 “debido a la electrosensibilidad provocada por la instalación de antenas de telefonía móvil en su edificio” de la calle Joan Miró. El organizador del homenaje es Ángel Martín, hijo de Ángela y vicepresidente de la Asociación de Electrosensibles por el Derecho a la Salud.

“El sufrimiento e incomprensión de mi madre fue aberrante y creemos que es importante que su muerte no se quede en el olvido”, declara Ángel, “convocamos a todos los pinteños a dedicarle un merecido homenaje a una vecina que no consiguió ninguna medalla en ningún campeonato deportivo, pero sin duda merece el reconocimiento del resto de sus vecinos”.

Durante todos estos años Ángel siempre ha denunciado “el abandono” que ha sentido por parte del Ayuntamiento de Pinto “por no pedir perdón público en nombre de la administración por la inanición y la desidia a la que mis padres estuvieron sometidos”.

“Mi madre se quitó la vida por una enfermedad entonces desconocida, hoy ya no”, dice el hijo de Ángela. En España ya existen sentencias que otorgan “incapacidad por electrosensibilidad”, además la Consejería de Sanidad imparte cursos a médicos contra la electrosensibilidad.

martes, 7 de noviembre de 2017

El impacto oculto en nuestra salud, de las comunicaciones inalámbricas

2 noviembre, 2017 RDN
¿Imagina que llegas a casa después del trabajo para descubrir una nueva torre de antenas de microondas en el borde de tu patio trasero? ¿Cómo responderías?

Si hubieras tenido una recepción de teléfono móvil inexistente durante años (o si fueras un entusiasta de la tecnología en cuanto a descargas más rápidas), ¡entonces podrías encontrar una razón para celebrar!

Podrías responder como un ciudadano ambivalente sin poder de decisión: “Realmente me pregunto sobre esas cosas, pero de todas maneras no puedo hacer nada al respecto”.

Usted puede estar en el creciente grupo de tomadores de acción empoderados. Ya sea que haya experimentado la enfermedad por radiación de microondas atribuible a la exposición o que haya leído libros y artículos sobre el tema que resuenan con su propia verdad.

Fuera de la vista no es igual de desagradable

Ahora olvida las antenas en el patio trasero. Más bien, ese mismo día que llegaste a casa del trabajo, las compañías de telecomunicaciones habían erigido una antena de microondas a 300 metros de tu residencia. Pagaron a alguien por el alquiler para ubicarlo en un lugar sigiloso, el campanario de una iglesia, detrás de la fachada de una tienda o en una torre de agua escondida detrás de un parque. O podría haber estado ubicado completamente visible, decir al lado de una carretera. Ya estamos viendo tantas de estas torres que ni las registramos. Nuestra sensibilidad innata a menudo las ha anestesiado de la misma manera que podemos adormecernos ante la catástrofe o la violencia a través de una dieta constante de noticias de Hollywood y TV.

Telcos busca irradiar una gran área (cobertura) y aumentar la velocidad de datos porque:

Múltiples frecuencias de onda emitidas (una variedad de frecuencias de microondas generadas y enviadas a través del éter por las antenas) – por ejemplo, la banda de 700 MHz (0.7 GHz) es altamente penetrante (incluso a través de edificios) y por lo tanto es especialmente efectiva en combinación con la Banda de 2600MHz (2,6 GHz) que tiene una velocidad de datos alta (PENETRACIÓN + HIGH DATA = TELCO FELICES y clientes felices). Tenga en cuenta que estas frecuencias se utilizan para cocinar carne. El horno de microondas que dejó en el área de recuperación del vertedero la otra semana funciona a 2.45 GHz.

Aumentando el ‘volumen’ o la densidad de potencia de microondas en el conjunto de antenas, de la misma manera que subimos el volumen de nuestro estéreo. Este es el mismo “elemento invisible” emitido por su dispositivo móvil y WiFi. En el ejemplo anterior, cuando la torre de la antena estaba en el borde de su patio trasero (digamos a 100 metros de su dormitorio), probablemente se quejaría: “¡No en mi patio trasero!” Cuando se encuentra a 300 metros de distancia y fuera de la vista ¡No hay forma de quejarse ya que ni siquiera lo sabe! Incluso si está ubicado al costado de una carretera, es posible que no considere tomar medidas, como la forma distorsionada de información que se transmite al público (más sobre esto, más adelante).

La distancia es una consideración importante según la Ley del Cuadrado Inverso para la distancia desde la fuente (de radiación de microondas) – Intensidad α 1 / distancia.²

Si la antena estaba a 100 metros de distancia y luego se movió a 300 metros, la intensidad será 1 / 9º que a 100 metros. Sin embargo, ¿qué pasaría si la compañía de telecomunicaciones subiera el ‘volumen’ de la antena a 300 metros para ser 90 veces más alta que las antenas a 100 metros? La intensidad sería entonces = 1/9 x 90 = 10 veces mayor a 300 metros que a 100 metros. La mayoría de nosotros no pasamos las tardes buscando datos sobre los niveles de emisión de la antena local.

La ley del cuadrado inverso se aplica de manera similar a los dispositivos. Hace muchos años tenía un módem Telstra inalámbrico que se encontraba debajo de un sofá. Disfruté acostarme por la noche sobre él para leer, pero no era una acción inteligente. Me preguntaba por qué mi sueño fue tan caótico durante esa fase. Me correlacioné para mostrar que el ritual previo a la cama de un libro en el sofá era el problema. Desde entonces he cableado mi Internet.
  • Transforme la salud de su cerebro simplemente estirándose con los brazos extendidos y poniendo el teléfono en “altavoz” en lugar de presionarlo contra su oído y literalmente “cocinar” partes de su cerebro.
Trabajando con trayectoria y ubicación estratégica: hay una estrategia de superposición para eliminar “puntos negros”. Un elemento que puede ayudar (y obstaculizar) a esta estrategia es la trayectoria. Si en el ejemplo anterior, la torre a 100 metros de su dormitorio está a 50 metros de altura en la Figura 1 (tenga en cuenta que este es solo un software indicativo) y vive en un piso décimo, entonces podría estar en la línea de fuego directa. Si estuviera en una casa en la planta baja, la densidad de potencia (o niveles de exposición) no sería tan alta. Sin embargo, considere los “lóbulos laterales” que son los lóbulos diagonales de alta intensidad que dependen del diseño / tipo de antena. Existe el mito de que estás ‘protegido’ directamente debajo de una matriz de antenas. Debido a los lóbulos laterales, este no es el caso, aunque estás menos expuesto que si estuvieras directamente frente a él.

Tasas de bajada de datos más rápidas POR FAVOR MR TELCO

Las empresas de telecomunicaciones sugieren que el mercado está solicitando tasas de datos más rápidas y “erradicación” de los puntos negros móviles. La sugerencia es que queremos cobertura de alta velocidad en todas partes.

Las empresas de telecomunicaciones nos dicen que el público exige tasas más rápidas en sus dispositivos y es por eso que necesitan construir más torres y aumentar la densidad de potencia. ¿Desea descargar diez videos simultáneamente en lugar de solo uno? Somos un público desinformado con mentes manipuladas por relaciones públicas y publicidad. Se nos informa sobre los beneficios de un mundo inalámbrico, como las comunicaciones convenientes, la mejora en la eficiencia del trabajo y los dispositivos de seguridad.

La ley de la polaridad sostiene que siempre que hay beneficios, encontramos deficiencias. No oímos que en 2009 más de 300,000 suecos indicaron que se ven perjudicados por la radiación electromagnética. No se nos presentan las historias de miles de australianos que experimentan ansiedad, dolores de cabeza, confusión mental e incluso palpitaciones del corazón, perdidos en un sistema médico no receptivo, obsoleto y a menudo burlón. No estamos informados de las industrias de aceite de serpiente que han surgido para ‘servir’ a los desesperados.

Actualmente ‘nosotros’ como individuos, no estamos exigiendo descargas más rápidas. Hay una entidad colectiva que influye y puede hacernos difícil crear un espacio para ‘ver’. Enciendo mi teléfono por alrededor de 10-20 minutos por día. No todos pueden hacer esto, y es posible que tenga un estilo de vida laboral que requiera más conectividad en el futuro. ¿Por qué no experimentar? El acto de experimentar es un acto de cuestionar el status quo. ¿Cuan bajo Puedes llegar?

¿Estoy siendo sacudido por microondas?

Para aquellos que se han estado sintiendo ‘mal’ sin razón aparente, con dolores de cabeza, ansiedad, un ‘nerviosismo’ general e irritación, insomnio y tal vez síntomas más extremos como hormigueo en las extremidades, niebla mental y palpitaciones, la respuesta puede ser SÍ . La exposición a la radiación de microondas no es el único contribuyente, sin embargo, es uno de los múltiples factores ambientales.

En Playing God, los efectos biológicos y espirituales de la radiación electromagnética, presento una paleta exhaustiva para alguien que busca el siguiente nivel de conciencia. Durante un tiempo, ayude a los clientes que habían quedado desconcertados por la incapacidad de médicos y profesionales alternativos para diagnosticar y proporcionar un camino hacia la salud. Muchos habían estado en la búsqueda de las causas de sus problemas de salud durante años y estaban absolutamente desesperados.

Comenzaría por verificar con el cliente:

¿Cómo van las cosas en tu vida? ¿Hay contracciones emocionales que contribuyen a la respuesta de estrés celular? No hay espacio para ‘sanar’ si las células están abrumadas por el estrés. Por lo general, muchos de nosotros hemos sobreexcitado los sistemas nerviosos y las células, literalmente, nunca descansan. Tengo algunas herramientas para trabajar con trauma retenido y, por lo tanto, creo espacios para la recuperación. Es poco probable que alguien con una salud óptima (física / emocional / espiritual) experimente síntomas de enfermedad por microondas a medida que sus células se liberan para desintoxicarse.

¿Has experimentado una infección zoonótica reciente? ¿Ha tenido picaduras recientes de garrapatas o mosquitos? ¿Vives cerca de los animales? Pollos? Un perro como mascota? ¿Ratas en la casa? Muchas personas sin saberlo tienen infecciones bacterianas zoonóticas, como las infecciones tipo Lyme (y muchas más). Los profesionales médicos son particularmente débiles en el área de las “nuevas” infecciones bacterianas, no solo débiles sino también carentes de interés (sobre todo, hay algunas excepciones). Los síntomas de la sobreexposición aumentan significativamente cuando el cliente está plagado de infecciones. Sin abordar las infecciones zoonóticas, el progreso será limitado.

Cuéntame sobre tu situación de vida? Muchos tenían un módem WiFi corriendo toda la noche a solo dos metros de su cama. Otros clientes dejaron su dispositivo móvil funcionando en su mesita de luz, durante la noche (como lo hice hace muchos años). Trabajaríamos para reducir la carga de radiación con estrategias simples. A veces, la sensibilidad química múltiple entraría en escena y lo solucionaríamos. De vez en cuando, ofrecía consejos sobre alternativas de blindaje contra la radiación, aunque siempre como última opción. Mi experiencia con aquellos que venden las llamadas “soluciones” fue que muchos eran “vendedores” en lugar de expertos técnicamente.

¿Cómo te ves a ti mismo como un tomador de acción empoderado? Somos aquellos de nosotros a quienes nuestras vidas han sido redirigidas por problemas de salud, los que a menudo se convierten en agentes de cambio. ¿Cómo puedes compartir tu nueva conciencia? ¿Podría hablar con los maestros y los padres en la escuela primaria de su hijo o en su centro médico local? ¿Puedes solicitar al consejo que NO suba la potencia de la torre suburbana? ¡Puede divertirse en casa pero de 8:00 p.m. a 8:00 a.m. se apaga!

Conclusión

A medida que lee estas palabras, está expuesto a niveles de radiación de microondas de fondo, de decenas de miles y, en algunos casos, millones de veces más que si hubiera estado leyendo esto hace dos décadas. Muchos de ustedes están completamente sanos a nivel físico, emocional y espiritual y no son perturbados por estas energías de radiación, y esto puede continuar siendo así. Algunos de ustedes ahora están considerando que su ansiedad “persistente” de bajo nivel y el insomnio puede estar relacionado con la exposición a microondas como uno de múltiples factores.

Les presenté a los que toman las medidas la perspectiva de la exposición a la radiación de microondas como basada en el hogar, en la comunidad y nacional / global. La torre de antena no tiene que estar visible o ‘En mi patio trasero’ para afectar la salud de su familia. Eso (o ellos, múltiples torres = niveles de radiación apilados) podría estar a un kilómetro de distancia y con efectos igualmente significativos.

La radiación de microondas ahora utilizada para la comunicación inalámbrica proviene de fuentes militares. Nunca fue diseñada para la exposición 24/7. El ejército de EE. UU. Entendió los usos potencialmente devastadores de las microondas, incluida la agitación de las masas y la perturbación mental. A menos que excavemos profundamente (y para mí fue la experiencia de un deterioro de la salud que se correlaciona con una mayor exposición) podríamos quedar atrapados por los “beneficios” presentados por los medios. 

Ocasionalmente, reconozcamos las deficiencias de la revolución inalámbrica y compartamos esto con nuestro círculo de influencia. Con el desembolso de la hiperpotente 5G a la vuelta de la esquina en 2020, como dicen en las películas, “todavía no se ha visto nada”.

Artículo completo (en inglés)

¿Cuantos miles de productos químicos se fabrican sin pasar pruebas de seguridad?

  • La Comisión Lancet afirma que más de la mitad de las 5.000 nuevas substancias que se fabrican a gran escala “no han sido objeto de exámenes de seguridad o toxicidad”
Solo los países más avanzados garantizan los controles de seguridad en nuevos productos
químicos (Stringer / Reuters)  
JOAQUIM ELCACHO
20/10/2017 10:58 | Actualizado a 20/10/2017

La contaminación del aire, el agua y el suelo provoca cada año 9 millones de muertes prematuras en el conjunto del planeta, según recuerda el informe de la Comisión Lancet sobre Contaminación y Salud publicado en un monográfico la revista médica The Lancet publicado este mes de octubre. Ver más información y datos referidos a España en La Vanguardia, Big Vang.

Junto a los problemas derivados de la contaminación del aire, uno de los apartados destacados en este nuevo informe de la Comisión Lancet es la existencia y persistencia de los productos químicos sintetizados en las últimas décadas. Los autores de este estudio recuerdan que desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, los seres humanos hemos creado en laboratorios (sintetizado) “más de 140.000 nuevas substancias químicas y plaguicidas”.
La contaminación del agua continua afectando a los recursos de buena parte del
planeta (LeoPatrizi / Getty)  
De este total, existen unas 5.000 substancias que se siguen produciendo a escala industrial, con una dispersión en el entorno y una exposición humana casi universal.

Pese a ello, indica la Comisión, “menos de la mitad de estos productos químicos con un volumen de producción elevado han sido objeto de algún examen de su seguridad o toxicidad, y tan solo en la última década ha pasado a ser obligatoria la evaluación rigurosa previa a la comercialización de nuevas sustancias químicas en tan solo unos pocos países de ingresos altos”.

La consecuencia de ello es que las sustancias químicas y los plaguicidas cuyos efectos sobre la salud humana y el entorno no han sido nunca examinados han causado repetidos episodios de enfermedad, muerte y degradación del medio ambiente, indican textualmente los autores de este informe científico.


 is the largest environmental cause of disease and premature death in the world today 

Además de problemas ambientales y sanitarios conocidos como la contaminación por plomo, asbesto DDT, PCB) y clorofluorocarburos, la Comisión Lancet advierte que en las últimas dos o tres décadas se han introducido en los mercados mundiales substancias químicas de síntesis que, “como sus predecesores, han sido objeto de una escasa evaluación previa a la comercialización; y amenazan con repetir estos hechos”.

Exposición clara del problema

El resumen ejecutivo de este informe, publicado en versión en castellano, es enormemente elocuente:

“Entre ellos se encuentran sustancias tóxicas para el desarrollo neurológico, alteradores endocrinos, herbicidas químicos, nuevos insecticidas, residuos farmacéuticos y nanomateriales. Los datos probatorios existentes respecto a la capacidad de estos contaminantes químicos emergentes de causar un daño en la salud humana y en el entorno, se están haciendo cada vez más evidentes”.

“Estos productos químicos emergentes son motivo de gran preocupación, y dicha preocupación se acrecienta con el desplazamiento cada vez mayor de la producción de sustancias químicas a los países de ingresos bajos y medianos en los que la protección de la salud pública y del medio ambiente es con frecuencia escasa”.

Prevención

El informe de la Comisión Lancet reclama medidas y acciones políticas para evitar los daños de la contaminación a escala global

El nuevo informe de la Comisión Lancet ha sido elaborado no solo para recopilar datos sobre el impacto social, económico y ambiental de la contaminación, en sus diferentes modalidades, sino sobretodo para proponer políticas que hagan frente de forma decidida a este tipo de problemas. Uno de los elementos básicos de este informe es que la lucha contra la contaminación no solo es una exigencia moral y una necesidad social sino también una solución que puede comportar beneficios económicos para el conjunto de la humanidad.

Resumen ejecutivo del informe de la Comisión Lancet sobre Contaminación y Salud, versión en castellano

No es un bulo: el móvil emite ondas perjudiciales

Médicos, ingenieros, biólogos y físicos han firmado la Declaración Internacional de Madrid para que las autoridades regulen las emisiones de los móviles, redes wifi y otros dispositivos.

Manuel Núñez

Existen evidencias de que las microondas utilizadas por la telefonía móvil y las redes wifi, y otros tipos de contaminación electromagnética, producen efectos perturbadores sobre el organismo humano.

Esta es la conclusión de los expertos españoles que firmaron a finales de septiembre la Declaración Científica Internacional de Madrid, que insta a las autoridades sanitarias a mejorar las medidas legales para proteger la salud pública frente a las radiaciones electromagnéticas.

La declaración pide aplicar la Resolución 1815 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, votada por España, pero nunca realmente adoptada, para reducir los límites de exposición electromagnética en la población sin afectar a la cobertura de telecomunicaciones.

Los especialistas, reunidos en la Real Academia Nacional de Medicina, denunciaron que las radiaciones de antenas y teléfonos móviles e inalámbricos, redes wifi, monitores para bebés, así como los campos electromagnéticos de muy baja frecuencia (ELF-EMF) creados por instalaciones eléctricas, producen un “indiscutible impacto sobre la salud pública”. Por ello es imprescindible y urgente realizar cambios en la legislación e informar sobre los riesgos a la opinión pública.

Efectos sobre la salud del móvil y redes wifi

La doctora Elizabeth Kelley, directora de la comunidad científica Emfscientist.org, promotora de un llamamiento realizado por 240 científicos a la ONU y la OMS, señaló que "miles de estudios documentan que los dispositivos inalámbricos están relacionados con estrés celular, aumento de radicales libres, cambios en el sistema reproductivo, daños en la memoria y el aprendizaje, trastornos neurológicos, daños genéticos y cáncer”.

Olle Johansson, médico en el Instituto Karolinska (Suecia), unos de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, que concede los Premio Nobel de Medicina, habló del efecto pernicioso de las radiaciones electromagnéticas sobre la glándula pineal, relacionada con el control de los relojes biológicos. El sueño se altera y, a medio y largo plazo, contribuye a desarrollar trastornos severos como diabetes tipo II, alzhéimer, parkinson y cáncer, según el catedrático en fisiología Darío Acuña.

Los daños se acumulan

Emilio Mayayo, catedrático de anatomía patológica, destacó que los efectos de la contaminación electromagnética son acumulativos y que existe una gran variedad de respuestas individuales. Los síntomas pueden ir desde las dificultades respiratorias a los dolores de cabeza o musculares, sensación de debilidad, eccemas o alteraciones neurológicas.

En este sentido, Raúl de la Rosa, técnico en riesgos laborales, resaltó las dificultades de las personas electrosensibles para acceder a lugares públicos e inclusive a sus propias viviendas, ya que requieren de espacios libres de radiaciones o “espacios blancos”.

En la jornada, organizada por la Fundación Europea de Bioelectromagnetismo, presidida por el doctor José Luis Bardasano, intervinieron otros expertos como el ingeniero José Manuel Amaya, que llamó la atención sobre la necesidad de humanizar el desarrollo tecnológico para “no generar más problemas de los que resuelve”, o el físico y biólogo Juan Álvarez-Ude, que describió con detalle cómo los campos magnéticos alteran las moléculas que intervienen en los procesos fisiológicos.

Es necesario reducir la potencia de antenas y móviles

A la luz de todos los problemas causados por las radiaciones electromagnéticas, los firmantes de la Declaración Internacional de Madrid exigen a las autoridades sanitarias que se establezcan unos niveles máximos de exposición en interiores a 0,1 µW/cm2, límite que disminuiría gradualmente hasta 0,01 µW/cm2. Este límite está muy por debajo del permitido por la actual legislación.

En cuanto a las emisiones de antenas de telefonía, se recomienda aplicar el principio de precaución ALARA, “tan bajo como sea razonablemente posible”.

Solicitan asimismo que se cumplan el resto de puntos de la Resolución 1815, como los que se refieren a la necesidad de proteger a los niños, a los jóvenes en edad reproductiva y a las personas electrosensibles.

En este sentido, la conferencia internacional sobre la tecnología inalámbrica en las escuelas, celebrada en Reikiavik el pasado mes de febrero, hizo un llamamiento para que se evite el uso de móvil y las redes wifi en los centros educativos, estableciendo como norma el acceso a internet por cable.

El abogado Alberto Arrate explicó en su conferencia que “no se entendería que España haya votado y apoyado esta resolución del Consejo de Europa y que no la aplicara”. El ingeniero en telecomunicaciones y sociólogo Pedro Costa, Premio Nacional de Medioambiente, concretó que “técnicamente es posible la reducción de los niveles de exposición”, pero que la industria ha preferido camuflar las antenas ante la preocupación ciudadana.

La Declaración de Madrid se encuentra en la misma línea que el reciente llamamiento realizado por más de 180 científicos a la Unión Europea para que se establezca una moratoria en el despliegue de las redes 5G, que significarán una multiplicación en la potencia de las emisiones de microondas.

Referencias

lunes, 16 de octubre de 2017

Sensibilidad electromagnética: tan desconocida como incapacitante

MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO Lunes 16.10.2017

La sensibilidad electromagnética es un trastorno tan incapacitante como desconocido, a pesar de que cada vez son más las personas que la padecen. Los afectados se sienten muy enfermos cuando viven o están cerca de campos electromagnéticos procedentes, por ejemplo, de redes wifi o teléfonos móviles.
El físico alemán Hans-Peter Schlenvoigt prepara una cámara en vacio para un experimento electromagnético.
2008 EFE/Jan-Peter Kasper
La sensibilidad electromagnética puede provocar fibromialgia, fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga crónica, insomnio, o alteración de la concentración.

Este trastorno, cuyos signos aún no han sido definidos como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuenta sin embargo con una resolución europea, la 1815, que se hace eco del tema.

En esta resolución se recomienda a los estados miembros del Consejo de Europa que tomen medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por las telefonías móviles y en particular a la exposición en niños y jóvenes.

También pide la resolución que se preste especial atención a las personas “electrosensibles” que sufren de un síndrome de intolerancia a los campos electromagnéticos y que se introduzcan medidas especiales para protegerlos, incluida la creación de zonas libres de onda no cubiertas por la red inalámbrica.

La sensibilidad electromagnética tiene ya tratamiento de discapacidad en Suecia, y en Austria han establecido directrices para su tratamiento, mientras que Francia prohibió hace unos años redes de wifi en las guarderías.
En España, los tribunales ya han dictado alguna que otra sentencia concediendo la incapacidad permanente por este trastorno.

EFEsalud ha entrevistado a dos médicos y dos mujeres que padecen esta sensibilidad electromagnética. Estos son sus testimonios:

Sensibilidad electromagnética: mujeres, niños y mayores

Para Joaquim Fernández Solá, médico del Hospital Clinic de Barcelona y experto en el diagnóstico de enfermedades de Sensibilización Central, como la electrohipersensibilidad o la sensibilidad química múltiple, se trata de un trastorno que se produce esencialmente por una disfunción del cerebro, y afecta más a mujeres, niños y adolescentes, personas mayores o pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer.

La sensibilidad electromagnéica es un trastorno, esto quiere decir, explica, que se presenta como un conjunto de síntomas y signos aún no definidos como una enfermedad por la Organización Mundial de la salud (OMS) , “pero que en términos prácticos es equivalente”.

“Hay personas que son más sensibles que otras cuando se exponen o están cerca de campos electromagnéticos normales, como a los que nos enfrentamos todos en nuestro día a día, y no estoy hablando de altas frecuencias”.

Estas personas más sensibles desarrollan síntomas que pueden ser muy diversos.

Según este especialista los más frecuentes son los irritativos cutáneos, enrojecimiento, sequedad de mucosas, irritación nasal, ocular, faringe, disnea, náuseas.
También se dan síntomas neurológicos: dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, alteración de la concentración, fatiga, “y es muy frecuente esta sensación de fatiga cuando se exponen a campos electromagnéticos que no les deja continuar una actividad”.

“Estos síntomas suelen ser identificables, aunque ninguno de ellos es específico, es decir tener dolor de cabeza no es específico de esta dolencia”.

“Pero cuando hay una clara correlación porque se desarrollan a la exposición de estos campos y mejoran cuando los evitan y aparece ante diferentes fuentes de emisión electromagnética, por ejemplo cuando usan el móvil o están cerca de un microondas, o mucho rato ante una pantalla, es decir cuando tienes una exposición cotidiana y aparecen síntomas y duran más de tres meses porque es un hecho crónico, estos se denomina electrosensibilidad”.

Según el experto se definen por criterios clínicos: “El criterio de definición es clínico y no tenemos problemas ni errores, siempre y cuando analicemos también que el paciente no tenga otras enfermedades que lo justifiquen”.

Por ejemplo un paciente psiquiátrico, obsesivo con este aspecto y con otras cosas, como lavarse las manos o no pisar las rayas de las baldosas, “se tiene que analizar como diagnóstico diferencial para descartar otras enfermedades que justifiquen este fenómeno”.

Disfunción del cerebro

EFE/David Ebener  
De acuerdo con Fernández Solá, este trastorno se produce esencialmente por una disfunción del cerebro: el cerebro amplifica una respuesta y la hace anormal, es decir todos recibimos estímulos del entorno, también estímulos electromagnéticos y los integramos y los reconocemos, por ejemplo un ruido.

“Pero cuando la fuente se percibe ampliada, por ejemplo como cien veces más, el cerebro detecta una explosión de sensibilidad, es decir es como si tuviera un exceso no tolerable de estímulo y esto se puede detectar con pruebas parecidas al electroencefalograma, pero mucho más sensibles” .

Se pueden hacer también resonancias funcionales que detectan como el cerebro da una respuesta más amplificada y da connotaciones incluso de alerta, como una respuesta de estrés, y mucho más intenso.

El problema para estas personas es que los wifis, inalámbricos o redes de telefonía móvil han crecido exponencialmente en los últimos años, “y esto hace que sea intolerable para ellos”.
Hay un término que se llama abdicación, es decir que el cuerpo no es capaz de asumir la intensidad, es la falta de tolerancia a estímulos que les resultan excesivos y no todo el mundo responde igual.

Base genética

Aquí, añade este experto, estamos hablando de personas mas sensibles: ”existe el concepto de persona hipersensible, son personas que genéticamente tiene predisposición a tener una respuesta amplificada, esto está en la biología de todas las enfermedades, hay quien no tolera el gluten, o el sol, ruidos ..”

Hay, afirma, una base genética y aproximadamente lo padece una de cada mil personas de la población en general.

“Y también sabemos que hay grupos de población que son más sensibles, por ejemplo las mujeres, porque los estrógenos, que tienen más las mujeres que los varones, sensibilizan más el cerebro a este tipo de estímulos y a otros, como los químicos”.
Los niños también son aproximadamente un 40% más sensibles que los adultos hasta la adolescencia, y la tercera edad o pacientes con enfermedades crónicas, como cáncer, también.

Por lo tanto, refiere Fernández Solá, sabemos que hay unos factores de predisposición, sabemos que nuestra sociedad ha estado inmersa en un proceso exponencial de exposición que nadie ha demostrado que sea seguro, esto es muy importante, porque se ha roto el principio de precaución, y esto lo dice la Comisión Europea.

Tenemos un problema

“Lo que pasa es que estamos en una sociedad en la que no interesa esto y probablemente no hemos llegado al punto crítico, es decir la cantidad de beneficios que genera el uso de esta tecnología, supera en mucho los perjuicios; es como en el tabaco, hasta que no muere mucha gente no se hace nada, y aquí vamos a tardar más, porque evidentemente estamos hablando de la industria que está en el top de la economía mundial, y claro tenemos un problema”.

“Soy un médico de hospital general de medicina interna, que como otros médicos somos sensibles a las enfermedades emergentes, hay que atender a la paciente que viene aunque no es fácil porque los sistemas sanitarios no atienden específicamente estas enfermedades”.

Explica Fernández Solá que en Cataluña hay desde junio unidades de sensibilización central y se ha puesto en marcha un programa de la Generalitat de sensibilización central que engloba la sensibilidad electromagnética, la química, la fatiga crónica, la fibromialgia.

También señala que hay un aumento exponencial.

EFE/Andreu Dalmau
Los pacientes con sensibilidad eletromagnética, explica, interpretan ellos mismos lo que les pasa, porque se dan cuenta que cuando no están, por ejemplo, delante de una antena telefónica están mejor, y además son pacientes que su vida se altera mucho.

“No es una enfermedad banal, es una enfermedad que altera la calidad de vida , y no les permite a a veces ni trabajar”.

Recuerda este experto que que ya hay sentencias de incapacidad laboral aquí en España.

Señala además que el problema que tenemos “es que estamos aumentando por ejemplo del 4G al 5G en telefonía y esto supone cuadriplicar la exposición, es decir estamos aumentando esto sin tener una garantía de que no afecta a la salud, al contrario, diría que tenemos la evidencia de que si afecta”.

“No se trata de ir contra el progreso y el desarrollo, en absoluto, se trata de racionalizarlo, igual que pasa con la contaminación ambiental o los alimentos que comemos, por lo tanto es un tema que necesita más información, discusión y un planteamiento serio, porque sino estamos incrementando una exposición que ya se ha demostrado es nociva y esta afectando a mucha gente”.

Sensibilidad electromagnética: Minerva Palomar

Minerva Palomar tiene 48 años y fue la primera persona que logró que un tribunal le concediera en 2011 la incapacidad permanente, debido a su sensibilidad electromagnética.
Minerva trabajaba en la Universidad Complutense de auxiliar de servicios. Cuando tenía 26 años comenzó todo:“de un día para otro me encuentro conque apenas tengo fuerzas para caminar, me duele todo mucho, con un estado de malestar general muy alto, de confusión mental….”.

Este cuadro le llevó, como a otros muchos que padecen electrosensibilidad, a peregrinar de médico en médico, hasta que pasados tres años le diagnosticaron fibromialgia, “y aunque tengo fibromilagia no me terminé de convencer hasta que llegó el diagnostico del síndrome de fatiga crónica, porque claro yo estaba que no me tenia en pie”.

“Hoy en día hay un mayor conocimiento y las personas que empiezan a padecerlo tienen más fácil que le den un buen diagnostico, lo cual te ayuda mucho, pero en mi época era más difícil y ello implicaba que no te daban la baja, y lo pasas muy mal porque hay que hacer frente a la vida con una salud que no tienes.”

“Por suerte yo tenía un trabajo con muchas garantías, y fui tirando y tirando pero con un problema de dolencia crónica que me dificultaba mucho llevar una vida normal, no era capaz de asumir cuestiones tan básicas como mantener un horario de trabajo y cumplir con el mismo. Pasé largas temporadas que estuve en cama y no era capaz de levantarme para hacer nada, ni la comida”.


Vídeo: Pilar González Moreno

Minerva recuerda como el reumatólogo que le venía tratando desde hacía años le dijo que acababa de asistir a un congreso en Alemania en el que se trató el tema de la electrosensibilidad y que su cuadro clínico encajaba.

“Al salir de la consulta pensé: pero este señor qué me esta diciendo, que vienen los marcianos por la noche y me abducen, que una cosa sin materia me puede afectar a mi salud, esto es una tontería, y durante todo un año lo obvie, olvidé esa información”

“Pero seguía enferma, y de manera objetiva y objetivada con mediciones constates comprobé años después que sí que me estaba afectando de una manera importante y que vivía en una casa que tenía a 50 metros una antena de telefonía móvil, y en el trabajo teníamos al lado nuestro un aparato muy antiguo que generaba un campo magnético brutal”

Posteriormente le dieron también el diagnóstico de sensibilidad química.
“Hoy sigo teniendo todos los problemas de salud que tengo, pero no estoy tirada en una cama y me puedo mover y la diferencia es muy importante, porque alejarse de fuentes químicas y electromagnéticas te mejora”.

El reconocimiento que merecen

Minerva es presidenta de la Asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud, que hoy cuenta con más de un centenar de asociados. Lleva unos tres años funcionando y está integrada en la coordinadora europea contra la contaminación electromagnética.

Entre los principales objetivos de la asociación está que las personas afectadas tengan “el reconocimiento que merecen porque este es un problema de salud que está activado por un factor medioambiental y además implica una discapacidad”.

Explica Minerva que otro problema importante es que las personas con este problema no pueden tener un nivel optimo de salud si viven en un piso rodeados de distintos campos electromagnéticos.“Hay mucha gente en situación muy limite, que están muy enfermos”. Ella misma hace un año se tuvo que marchar de su vivienda.

“Reivindicamos espacios libres de contaminación electromagnética. Actualmente en España no se cuestiona el tema y cada vez nos quedan menos espacios donde podemos estar sin enfermar”.

Hay afectados que no tienen recursos para tener una vivienda adecuada y “estamos intentando que haya algún refugio libre de cualquier campo magnético a donde puedan ir a recuperarse y desde ahí reconducir su vida y su situación”.

Sensibilidad electromagnética: Pilar Aleza

Pilar Aleza es profesora de inglés en un Instituto de la localidad valenciana de Silla. Tiene 52 años y en las navidades 2012 empezó a sentirse muy mal:” No podía ni caminar, yo que soy una persona muy activa que voy andando a todas partes y no tengo ni coche”.

“Me di cuenta de que cuando salía de la sala de profesores, donde cuatro años atrás habían instalado un wifi muy potente, de tipo industrial, que en el pasado había dado cobertura a todos los barracones del instituto, no podía ni caminar ni casi hablar, y perdía la memoria”.

Pilar Aleza  
Luego estaba también el dolor de cabeza que “no quiero volver a vivir más y, como va sucediendo poco a poco, cuando te quieres dar cuenta ya estás fatal. Tenía unas migrañas espantosas. Y un día entrando por la puerta de la sala de profesores me di cuenta y me dije “es aquí”.

De ahí pasó a notar rápidamente los móviles: ”Me hacían un daño tremendo. Ahora estoy mucho mejor, pero entonces todos los móviles me hacían daño. Sabía casi en qué bolso y mochila había uno encendido, era un espanto, era como si te estuvieran dando descargas eléctricas por todas partes”.

Pilar consiguió la firma de todos sus compañeros para que desconectaran el wifi, y menos mal que lo apagaron porque “sino no hubiera podido seguir viviendo, te lo digo así porque es verdad. Eso me salvó la vida”.
“Cuando te das cuenta de lo que está sucediendo, no lo quieres aceptar, porque te preguntas como voy a vivir si aquí todo el mundo lleva móviles y hay wifis en todas partes”.

(El Instituto en el que imparte sus clases sigue teniendo acceso a internet, pero por cable)

Que no sea verdad

“Hay gente que piensa que te lo inventas, pero tú no quieres que te pase, y yo al principio me decía “por favor que me levante mañana por la mañana y esto no sea verdad”, pero te levantabas al día siguiente y seguía siendo cierto y te seguía pasando”.

Entonces se puso a investigar y vio que en España había “muchos desconocimiento y prejuicios” sobre el tema y descubrió que un Catedrático de Oncología de la Universidad París- Descartes, llamado Dominique Belpomne, y su equipo habían publicado estudios y desarrollado un diagnóstico “basado en biomarcadores en sangre y técnicas de imagen médica del cerebro”.

“Estaba muy enferma, y sin poder casi andar, decidí irme a la capital gala a ver a este médico, porque no podía ser solo mi palabra contra el mundo y necesitaba que alguien certificara lo que me estaba pasando”.
Y dio positivo en las pruebas y logró el certificado médico, que fue “muy importante, porque era la prueba de que lo que me estaba pasando era verdad”.

Luego encontró en España médicos que se ocuparon de su dolencia.

Que quitaran el wifi de la sala de profesores le permitió seguir con su vida laboral y el siguiente capítulo fue conseguir que sus alumnos apagaran el móvil en clase: “Tengo 170 alumnos, con lo cual imagínate lo que es lograr que lo apaguen todos en un día, es dificilísimo, porque siempre hay alguien a quien se le olvida…”.

“Y si estoy una hora en clase con alguien que se ha dejado el móvil encendido y luego otra media hora igual eso significa que voy a tener la cabeza inflamada y esa noche no voy a estar bien”.

Y cualquier programa en los medios “que nos desacredita o fomenta el prejuicio” resulta muy negativo para ella porque eso significa que el alumno puede pensar que lo que le pasa a su profesora no es real y decida no apagar el móvil, y “eso atenta contra mi salud”.
Congreso Mundial de Móviles en China 2017. EFE/Toni Albir  
“Hay muchos científicos prestigiosos que llevan años diciendo que hay que formar a los médicos para que traten la sensibilidad electromagnética. Tenemos mucha gente detrás de nosotros diciendo que tenemos razón, que hay que defender nuestros derechos , que hay que cuidarnos”.

Pilar procura ahora estar siempre alejada de las fuentes electromagnéticas “porque sino no puedo vivir. En casa me llega el wifi de los vecinos y tengo que ver qué soluciones hay para poder mitigar eso”.

“Igual -reflexiona- el que me ve desde fuera y no lo sabe puede pensar que llevo una vida bastante normal, pero es una vida en la que te tienes que crear tu territorio, en la que has perdido el espacio público y privado, porque hay que mirar siempre el sitio al que vas”.

“Por ejemplo subir a un autobús no es nada fácil, o ir al cine, vas cuando no hay nadie, un lunes a las 4 de al tarde. No entro en un restaurante o un bar, porque donde hay personas hay móviles, y los móviles y el wifi me hacen mucho daño. Me hacen perder la capacidad de hablar y tener problemas cognitivos importantes”.

También ha tenido que dejar de ir a ciertas playas y parques :”Todo se está llenando de puntos wifi, por lo que cada vez es más difícil encontrar lugares al aire libre donde recuperarse”.

Pese a todo, se considera “afortunada porque mi familia me cree y me apoya, y tengo personas muy queridas y leales a mi lado que han sufrido conmigo y nunca han dudado de que lo que me pasa es cierto”.

Principio de precaución

Para Ceferino Maestu, médico y director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, es fundamental que los poderes públicos apliquen el principio de precaución ante una evidencia que va en aumento.

“En todos los congresos internacionales, los científicos nos encontramos divididos en este campo, no es que sean discrepancias, es que es tan complejo el mundo de la exposición al campo electromagnético que muchos estudios no se pueden replicar o se hacen con metodologías diferentes que no se pueden comparar”.

“Pero sí existe una sospecha creciente de que los campos electromagnéticos artificiales afectan de una manera u otra a los organismos y ante esto defendemos que los poderes públicos tomen una medida de precaución”.

Maestu preside la Sociedad Española de Síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC) y explica que hay personas que acuden a verlos con una sintomatología específica que tiene que ver con la exposición a campos electromagnéticos.
“Con lo cual hay muchos científicos que suponen y que suponemos que existe una respuesta a esta exposición, es una respuesta de hipersensibilidad , y vemos que su sistema nerviosos central responde de forma alterada a esta exposición y eso da lugar a un perfil de una nueva patología”.

Reconoce Maestu que no hay estadísticas ni se sabe el número de personas afectadas por sensibilidad electromagnética, pero insiste en que notan que cada vez hay mayor cantidad de gente que comienza a tener problemas “con las emisiones de los teléfonos móviles de los wifis, de los inalámbricos, las antenas”.

En su opinión, hay multitud de elementos radiantes que ahora mismo están en nuestro medio y “que de alguna manera están alterando las condiciones normales en las que se produce la progresión metabólica o endocrina en nuestro organismo, y esto se está comprobando constantemente”.

En su laboratorio estudian el crecimiento de tejidos, y cómo afecta a determinado tipo de células normales o cancerígenas, o a organismos vivos como ratones o por ejemplo, caracoles, que también utilizan como modelo experimental.
El artista letonio Voldemars Johansons mira su obra “Aero Torrents en 2008.EFE/Bernd Thissen  
Estos modelos “nos indican que hay una respuesta de los diferentes tipos de organismos y cultivos celulares ante la presencia de un campo electromagnético”.

Pero algunas veces, explica, “no todo tiene que ser en sentido negativo, también pueden mejorar determinadas condiciones de respuesta celular”.

Así, y según Maestu, en los cultivos celulares de determinadas células, por ejemplo de los condrocitos que se presentan en el tejido cartilaginoso y “que son los que forman la articulación de procesos inflamatorios de los dedos, como la artritis, hay mejora con la exposición a campos electromagnéticos, y se frena el deterioro”.

Hay que tener en cuenta, señala este médico, que todo nuestro organismo esta relacionado con el campo electromagnético, y que todas nuestras células mantienen una comunicación a partir de este campo con el medio, y que las emisiones exteriores “pueden y van a modificar la condiciones normales de funcionamiento”.

Concluye Maestu que los procesos evolutivos son muy largos y para evolucionar, las especies biológicas han tardado miles de años y en ese tiempo han estado sometidos a diferentes procesos ambientales a los que se han adaptado peor en este nuevo proceso ambiental “y no sabemos cuántos años tardaremos en adaptarnos, cuanto tendrá que pasar y cuántos problemas aparecerán por el camino”.

“No hay experiencia previa, porque todas las fuentes de radiación a las que estamos sometiendo a la población no están lo suficientemente comprobadas desde el punto de vista biológico”, añade.