sábado, 25 de diciembre de 2010

El conflicto de Foret desemboca en un rechazo unánime al cierre de la fábrica

I.G./ Huelva Actualizado 23.12.2010 - 01:00

Las mociones de PP, PSOE e IU relativas al cierre de Foret se fundieron en una declaración conjunta, a la que dio lectura el alcalde Pedro Rodríguez en el Pleno de ayer: el Ayuntamiento manifestó su rechazo al cese de actividad de la factoría, que conlleva la destrucción de más de 400 empleos, "un duro golpe para las familias y la economía onubense", subrayó el regidor. El Consistorio hizo oficial su apoyo a los trabajadores de la fábrica y exigió a la empresa el inicio inmediato de una negociación con la plantilla que evite el cierre previsto para el 31 de diciembre. Asimismo, entre otros emplazamientos, se insta a Foret a buscar alternativas que aseguren la adaptación industrial y medioambiental de la factoría para el mantenimiento de la actividad y de todos los puestos de trabajo.

Al término de esta declaración, trabajadores de Foret lanzaron sus protestas contra IU, achacando su situación a la política que defienden la coalición y la Mesa de la Ría. Hipertensión en el Salón de Plenos, que luego se extrapoló a la calle.

http://www.huelvainformacion.es/article/huelva/866308/conflicto/foret/desemboca/rechazo/unanime/cierre/la/fabrica.html

Concentración Huelva SQM, SFC, Fibromialgia y Electrosensibilidad- Huelva

17/Diciembre/2010

COMUNICADO DE AFECTADOS POR SQM, SFC, FM, EHS,. RAZONES POR LAS QUE ESTAMOS AQUÍ HOY.

- Nos echan de nuestros trabajos por estar enferm@s,

- No nos facilitan la incapacidad laboral temporal (bajas por enfermedad) para poder mantener nuestros puestos de trabajo.

- Nos deniegan la adaptación de los puestos de trabajo cuando ya tenemos la discapacidad.

- En los casos en los facultativos plantean la necesidad de una incapacidad permanente para aquellos afectados que a pesar de ello, con grandes dosis de paciencia, llegan a conseguirla: según las cifras más fiables el 90% de los que consiguen la incapacidad laboral permanente lo hacen por vía judicial. Ello no significa que la vía laboral sea una panacea, pues suele costar más dinero que un divorcio y no suele solucionarse con un sólo juicio. Habiendo sobrados ejemplos de compañeros que tras 8 o 10 juicios siguen sin incapacidad.

- A much@s pacientes a quienes tras un calvario se les ha concedido una incapacidad permanente, al cabo de pocos años se les revisan los expedientes y les son retiradas las pensiones, aún cuando las patologías siguen estando ahí, en muchos casos habiendo empeorado.

- Existen niños afectados que cuando lleguen a la edad adulta no habrán podido cotizar ni un solo día. ¿Qué será de ellos?

- Las personas que no tienen derecho a pensiones contributivas, es decir, personas que enfermaron en la niñez o adolescencia y que no han cotizado lo suficiente, tienen que vivir, en el mejor de los casos, con una pensión de 350 euros, haciendo frente a su enfermedad con ese mísero presupuesto.

- Los tratamientos, a pesar de existir, en nuestro país son prescritos de manera muy escasa, además de tardía, en relación con la progresión de la enfermedad. Con voluntad política de toda la sociedad, especialmente de administraciones y con la ayuda de sindicatos, muchos enfermos podrían recibir sus tratamientos a tiempo de frenar el progreso de su enfermedad, y de este modo podrían seguir trabajando.

- La investigación en nuestro país es mínima y sesgada. Reivindicamos la necesidad de presupuestos para seguir investigando con miras más amplias, con el fin de llegar a resultados más efectivos y situarnos al mismo nivel que otros países europeos.

- Se necesitan profesionales de la salud capacitados para diagnosticar, sobre todo de forma precoz, para evitar la destrucción de vidas a causa de estos síndromes, ya que la mayoría de enfermos desean seguir trabajando antes que convertirse en personas dependientes.

Escrito por altea
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http://nuestronombre.es/altea/2010/12/17/concentracion-huelva-sqm-sfc-fibromialgia-y-electrosensibilidad-huelva/#more-567

Estado de alarma y pérdida de salud

Publicado por Miguel Jara el 15 de diciembre de 2010

Juan Gérvas, médico general, fundador del Equipo CESCA y colaborador de este blog, me envía un nuevo artículo en el que reflexiona sobre la pérdida de salud en los estados de alarma (curiosa paradoja que el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, prolongue el estado de alarma para mantener el Estado del bienestar) como por lo visto es el nuestro:

La salud depende mucho de las circunstancias, de manera que se puede decir bien que “la geografía es el destino”. Por ejemplo, si uno nace en el Sahel la probabilidad de morir de hambre es mucho mayor que si uno nace en la Península Ibérica. También es cierto que “el momento es el destino”, y si uno nace hoy en España su perspectiva de vida estará disminuida por la crisis y las medidas adoptadas frente a la misma.

Llamamos “determinantes de salud” a todas esas circunstancias (educación, suministro de agua, vivienda digna, trabajo honrado, paz social, justa redistribución de la riqueza, crisis económica, sistema sanitario y demás) que son clave para la salud de poblaciones e individuos. Todo el que nace muere (Ley de Hierro de la Epidemiología). Pero el que nace siendo pobre muere antes de enfermedades evitables. Por ejemplo, en España, las personas de clase social baja mueren el triple que las de clase alta por enfermedades infecciosas, como tuberculosis. También en España, los suicidios son casi cuatro veces más frecuentes en la clase baja que en la clase alta.

La mala salud y la mayor mortalidad precoz de la clase baja es consecuencia de los determinantes de salud, de su menor grado educativo, de sus peores trabajos, de las malas condiciones de las viviendas, de su menor expectativa vital y laboral, de la falta de control de su propia vida, del mayor consumo de tabaco y de los menores servicios médicos recibidos. Por ejemplo, en España podrían morir todos los años 35.000 personas menos si todas las Comunidades Autónomas (CCAA) tuvieran el nivel de riqueza que las CCAA más ricas.

Está demostrado siempre y en todo lugar que “los cuidados médicos recibidos son inversamente proporcionales a los cuidados médicos necesitados” (Ley de Cuidados Inversos). Es decir, dicho al revés, recibe más cuidados médicos quien menos los necesita. Por ejemplo, la viuda pobre que vive sola recluida en su domicilio, con artrosis de cadera invalidante e insuficiencia cardíaca, recibe proporcionalmente muchos menos cuidados médicos que la mujer joven y sana con sus revisiones en el trabajo, sus visitas ginecológicas y sus consultas al médico ante males menores (todo ello innecesario). La Ley de Cuidados Inversos se cumple más intensamente donde el sistema sanitario se orienta más al mercado privado.

La crisis económica es una calamidad mundial provocada por la falta de control de la codicia de los especuladores y de los banqueros. Los políticos hicieron dejación de sus responsabilidades y dejaron “al mercado” cuestiones esenciales. Por ejemplo, en España la ministra de Vivienda (ahora del Ejército) negó la existencia de una “burbuja inmobiliaria” y el Presidente del Gobierno y el Ministro de Hacienda negaron “la crisis” hasta el final. Con ello agravaron las consecuencias de la misma.

Las medidas que toma contra la crisis económica el Gobierno de España y los gobiernos de las CCAA no van al control de los especuladores. Por ejemplo, no van a evitar o siquiera paliar la pérdida del hogar de 200.000 familias desahuciadas por impago de hipotecas; no van a paliar el hambre de los parados (y familiares) de larga duración, sino que se les quita el último subsidio que les quedaba. Por ello no es raro que Cáritas denuncie el aumento de la pobreza en España. Como está demostrado, la pobreza conlleva peor salud.

Exige reposo el tratamiento de muchas enfermedades, lesiones y procesos varios. Por ello el sistema sanitario tiene un complemento social que protege a quienes lo necesitan, y mediante la baja laboral se justifica la ausencia al trabajo y al tiempo se mantienen unos ingresos. La baja laboral es un derecho que sostenemos con las aportaciones de todos, un “hoy por ti, mañana por mí”. Este principio de solidaridad es básico en los sistemas sanitarios universales públicos (que tienen todos los países desarrollados del mundo, con la notable excepción de los EEUU).

En el Decreto-Ley del 3 de diciembre de 2010, se modifica radicalmente el concepto “baja laboral” (incapacidad laboral, en la jerga legal) para los controladores aéreos. Se hace constar que las horas perdidas por baja laboral no se computarán en el total de horas laborales anuales. Es decir, si usted ha tenido un hijo y ha faltado legalmente cuatro meses al trabajo, usted trabajará cuatro meses el doble de la jornada para “devolver” esas horas de la baja.

Quienes defienden este cambio radical con impacto futuro tremendo en la salud de los controladores aéreos, y por extensión en la salud de todos los trabajadores españoles (pues el precedente se empleará consecuentemente) demonizan a los controladores aéreos como “privilegiados” y demás. Pareciera que los controladores aéreos tuvieran un convenio ilegal y que los sucesivos Ministros de Fomento, Gobiernos y gestores de AENA fueran inocentes en la conservación de las condiciones del contrato y en la no formación de más controladores.

Los controladores aéreos no fueron luditas pues no hicieron sabotaje, ni rompieron los instrumentos de su trabajo ni crearon problemas de seguridad. Los controladores aéreos tuvieron un gesto de “desobediencia civil”, de quiebra consciente de la legalidad, de insumisión, de rechazo público, pacífico y notorio contra un Decreto-Ley que no puede obligar, por su ilegalidad. El Gobierno de España respondió resolviendo con las armas lo que no supo resolver con las palabras. Declaró el “Estado de Alarma” que restringe gravemente las libertades de todos los españoles. No deberían haber obedecido los militares ante semejante desafuero, pues no les cabrá el refugio en la franquista “obediencia debida” (cuando el caso se dirima en los tribunales españoles e internacionales).

El “Estado de Alarma” es un nuevo asalto de los mercados, una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, un desprecio a las consecuencias que la crisis tiene para la salud de los españoles y un despropósito a la protección que ofrece la baja laboral. Ante un Gobierno controlado por los especuladores, capaz de responder con armas a las discrepancias con trabajadores desarmados, cabe la desobediencia civil de quienes promovemos una sociedad solidaria contra las leyes y normas que combaten la crisis empobreciendo a la población (y disminuyendo su salud).

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