domingo, 18 de marzo de 2012

Entrevista a la autora de El mundo según Monsanto. “La soja transgénica lleva al hambre”

Posted on 15 març 2012

El PP es transgénico
Coincidiendo con la posición del gobierno del PP que sopesa levantar su veto a la norma europea que daría libertad para prohibir cultivos transgénicos en España se ha publicado en ecoportal esta entrevista a Marie-Monique Robin realizada por Manuel Alfieri, que reproducimos a continuación. Recomendamos, a quien no lo haya visto aún, el documental de la autora: El mundo según Monsanto.

Reconocida por sus investigaciones sobre el accionar de las multinacionales agrícolas, la periodista francesa asegura que “si en el mundo hay 1000 millones de personas que sufren hambre, es a causa de este modelo”. Está convencida de que el glifosato terminará prohibido. “¿Pero después de cuántos muertos y cuánta contaminación?”, se pregunta la autora de El mundo según Monsanto. Además, por qué denunció al director de Clarín Rural.

Marie-Monique Robin con Vandana Shiva
Marie-Monique Robin (51) es autora de numerosas investigaciones. Quizás, la más famosa de ellas sea El mundo según Monsanto, publicada en 2008 como libro y documental cinematográfico, traducida a 16 idiomas y difundida hasta en las regiones más recónditas de África. En ese trabajo, la periodista francesa reveló los entretelones del agronegocio y denunció a la corporación Monsanto, líder del mercado mundial de semillas transgénicas y agroquímicos, por ocultar y falsificar información relativa a los productos que comercializa. Robin dedicó un capítulo entero al caso de la Argentina, lo que la llevó a conocer diferentes provincias inundadas por el “oro verde” y constantemente fumigadas.

“Estoy segura de que dentro de algunos años el glifosato va a ser prohibido. ¿Pero después de cuántos muertos y de cuánta contaminación? Es una bomba sanitaria”, aseguró la autora, que recientemente publicó una nueva investigación sobre esta problemática: El veneno nuestro de cada día, donde se ocupa de los químicos que contaminan la cadena alimentaria. Durante la entrevista telefónica que mantuvo con Tiempo Argentino, Robin adelantó que en abril próximo se espera que el libro llegue a nuestro país.

¿Cuándo y cómo comenzó su interés por este tema?

Llevo más de 25 años trabajando como periodista, con un interés particular por la cuestión agrícola, porque mis padres son agricultores en Francia. Así fue que comencé a hacer un trabajo de investigación sobre la pérdida de biodiversidad en el mundo. Cuando fui a México me encontré con un escándalo tremendo: multinacionales que consiguen patentes de semillas. Dentro de esas empresas estaba Monsanto, que en aquella época ya tenía más de 600 patentes en plantas. Allí empecé a investigar a Monsanto y a ver el tema de las patentes, que para mí es central. La única razón por la que Monsanto hace transgénicos es porque hay patentes, y eso permite que pida regalías y tenga un monopolio del sistema. Controla toda la cadena alimentaria a través de este sistema, obligando a los agricultores a comprar cada año sus semillas.

En El mundo según Monsanto usted denunció el accionar de una de las empresas más poderosas del mundo. ¿Recibió presiones o amenazas?

Esa era mi preocupación. Pero pasó una cosa que para mí fue una protección tremenda: el increíble impacto del material publicado. Si no me pasó nada es porque todo está justificado con entrevistas y con documentos. Yo estaba en Canadá cuando salió el documental y una de las periodistas que me entrevistó me dijo que su mejor amiga era la directora de comunicación de Monsanto Canadá. “La empresa buscó en cada página cómo te podía hacer un juicio y no encontró nada”, me confesó. Por eso yo digo abiertamente que Monsanto es una empresa criminal.

¿Cuáles son los principales argumentos para sostener su denuncia?

Cuando una empresa sabe que un producto es muy tóxico, es decir, que va a contaminar el medio ambiente o va a enfermar a la gente, y de todas formas hace lo posible para mantenerlo en el mercado, entonces se trata de un comportamiento criminal. Por ejemplo, en el tema del Policloruro de Bifenilo (PCB), prohibido en casi todo el mundo, Monsanto acumuló las pruebas y las escondió, sabiendo cuán altamente tóxicos eran los PCB. Por eso fueron condenados a pagar 700 millones de dólares de multa en los Estados Unidos (N. del R.: Fue por la tragedia de Anniston, en 2002, cuando la justicia comprobó que de 3516 demandantes de ese pueblo, el 15% presentaba niveles superiores a 20ppm de PCB en sangre, cuando lo aceptable es de 2ppm).

Este tema forma parte también de su nuevo libro, Nuestro veneno de cada día.

Claro. Allí cuento la historia de campesinos que se reunieron para hacer una asociación de más de 200 miembros. Muchos tienen enfermedades como Parkinson y cáncer. Son campesinos que manipulan tóxicos a diario. El presidente de esta asociación manipuló Lasso, un herbicida para el maíz de Monsanto, prohibido en la Unión Europea, y esto le provocó una intoxicación aguda. Cayó en coma y, después de recuperarse, se enfermó de Parkinson. La enfermedad se desarrolló muy rápidamente, el hombre sólo tiene 48 años. Fue a juicio y ganó. Monsanto fue reconocido como culpable de la enfermedad y se pudo demostrar que la empresa disimuló estudios y datos sobre el Lasso. Por eso hablo de comportamiento criminal: si no saben que tal tóxico contamina, está bien. Ahora, que lo sepan y lo oculten concientemente es terrible.

Otros estudios de Marie-Monique Robin
¿Por qué los controles sobre este tipo de multinacionales resultan insuficientes?

Hay un problema central, que es el sistema de reglamentación de los productos tóxicos. Las empresas dicen que son productos probados y reglamentados. Todo eso es mentira: los estudios en que las instituciones gubernamentales se basan son hechos, entregados y pagados por las propias multinacionales. En general, los expertos de las agencias de reglamentación, que se supone que van a estudiar esos datos, tienen conflictos de intereses muy grandes, porque al mismo tiempo trabajan con multinacionales. Es lo que yo llamo “puertas giratorias”: funcionarios estatales que trabajan en organismos de control y luego lo hacen en las empresas, o al revés. Por otro lado, es un problema fundamental en la reglamentación de los agroquímicos la falta de transparencia y democracia. Los expertos se reúnen a puertas cerradas y ningún observador está autorizado a asistir a los debates. Los datos que van a estudiar son protegidos bajo el secreto comercial. Es una cosa increíble, porque es información toxicológica que tendría que ser pública porque afecta a millones de personas.

En ese contexto, ¿cree que puede existir la independencia científica para evaluar a los agroquímicos?

Es muy difícil. Los científicos tienen mucha presión y a veces pierden su empleo. Sé lo que pasó en la Argentina con el doctor Carrasco. Siempre es la misma historia. En mi último libro dedico tres capítulos a lo que se llama la “fábrica de la duda”. ¿Qué implica? Si, por ejemplo, un científico independiente publica un estudio enseñando la relación entre una exposición a un plaguicida y una enfermedad, la multinacional paga a un laboratorio que saca otro estudio diciendo lo contrario. Al final, llegan los dos estudios a la agencia de reglamentación y eso se demora años y años. Mientras tanto, el producto se sigue utilizando. Es algo perverso, criminal, porque hablamos de productos que en muchos casos dan cáncer.

Algunas empresas aseguran que los transgénicos son indispensables porque el crecimiento poblacional demanda mayor producción de alimentos.

Es mentira. Si en el mundo hay 1000 millones de personas que sufren hambre, es justamente a causa de este modelo, que llevó a la concentración de la tierra, como se ve bien en la Argentina, donde miles de hectáreas están en manos de algunos grandes productores. Por otro lado, este sistema de producción de alto rendimiento es, en un 90%, para alimentar animales de países industriales y no para alimentar a la gente. Lo que vi en el mundo entero es que ahí donde existe este modelo de agricultura, hay pueblos acabados, porque saca del país a los pequeños campesinos, los despoja de la tierra. Con todo esto, están hambreando al mundo.

¿Y cuál considera que podría ser la alternativa?

Tenemos que volver a una agricultura familiar, sin dependencia del petróleo, con biodiversidad de cultivos, que dé la posibilidad a las familias de alimentarse primero y luego vender en los mercados locales. Sacar a la agricultura de los grandes mercados internacionales.

En esta coyuntura, ¿qué fue lo que más le impactó cuando visitó la Argentina?

Estuve en 2005 y recorrí Santiago del Estero, La Pampa, Formosa, entre otros lugares. En Santiago estaban desmontando de manera brutal, provocando inundaciones en Santa Fe. También vimos los problemas en la salud: fuimos a escuelas donde los chicos se habían enfermado porque fumigaban frente al establecimiento. Un desastre. Pero lo que más me sorprendió fue que nadie sabía nada. Nadie sabía qué era un transgénico. Nadie se había dado cuenta de que la sojización era un desastre planificado. Porque el día que no haya más mercado para la soja transgénica, ¿cómo recuperás el suelo?, ¿cómo recuperás a las familias de campesinos que fueron despojados de sus tierras? La soja lleva a la Argentina al hambre y a la dependencia total.

Muchos defensores del glifosato dicen que este agroquímico es tan dañino como “una aspirina”. ¿Qué les diría?

Que si dicen eso, hacen propaganda de Monsanto. Se sabe que el glifosato es un perturbador endócrino, ataca el sistema de reproducción de las mujeres y los hombres. Da cáncer, los científicos lo explican. Es un veneno muy poderoso. En Europa acaba de salir una queja contra Monsanto para revisar la autorización del glifosato Round-Up, porque se escondieron algunos productos muy tóxicos que están dentro del formulado y que nunca fueron informados ni publicados. Estoy segura de que dentro de algunos años el glifosato va a ser prohibido. ¿Pero después de cuántos muertos y de cuánta contaminación? Es una bomba sanitaria.

El desembarco en la Argentina

Marie-Monique y la Dra. Graciela Gomez
La soja transgénica ingresó a la Argentina en 1996, de la mano del por entonces secretario de Agricultura de Carlos Menem, Felipe Solá. Fue el segundo país, después de los Estados Unidos, en autorizar su llegada, en un proceso plagado de irregularidades.

Según relató en su momento el diario Página/12, se violaron procedimientos administrativos, se dejaron sin respuesta los cuestionamientos de instancias técnicas y no se realizaron los análisis especificados por distintos organismos. Ya durante la autorización se vio la mano de las multinacionales: el expediente administrativo estaba escrito en inglés y nunca se tradujo al castellano. Además, de sus 136 folios, 108 pertenecían a informes presentados por Monsanto. De todas formas, el 25 de marzo de 1996, Solá firmó el documento. “Si existe un país en el que la multinacional haya podido hacer todo lo que le viniera en gana sin el menor obstáculo, ese es Argentina”, sostuvo Marie-Monique Robin en El mundo según Monsanto.

Clarín, La Nación y el glifosato

El 6 de marzo del año pasado, en un artículo titulado “Por qué Clarín y La Nación apoyan el uso de glifosato”, Tiempo Argentino puso en evidencia los vínculos comerciales que existen entre los dos diarios hegemónicos y Monsanto.

Los casos de cáncer denunciados por investigadores independientes no tuvieron lugar en las páginas de Clarín, mientras que el diario de los Mitre encaró una campaña para deslegitimar los estudios que advertían sobre los efectos del herbicida. Sucede que ambas empresas están asociadas en la organización de la feria anual Expoagro, donde se realizan jugosos negocios vinculados con el comercio de agroquímicos, con la participación de las principales compañías del rubro.

Por otra parte, a mediados de los ’90, Héctor Huergo, director del Suplemento Rural del diario de Noble y Magnetto, fue uno de los principales impulsores mediáticos para conseguir el ingreso de la soja transgénica y el glifosato a la Argentina.

En El mundo según Monsanto, Marie-Monique Robin se refiere a Huergo como “el más firme defensor argentino” de los transgénicos, quien “animaba al gobierno a sustituir los programas de ayuda social por una cadena solidaria de coste cero gracias a una red de distribución de soja”. Por entonces, el director de Clarín Rural consideraba que se trataba de “uno de los alimentos más completos que basta con hacer que entre en nuestra cultura”.

Robin, quien sostuvo que “este señor tiene un papel muy oscuro en esta historia”, concluyó: “Me gustaría saber cómo vive, porque no me puedo imaginar que hizo esto sólo por ideología. Aquí hay intereses muy fuertes.” www.ecoportal.net

Miguel Alfieri periodista de DiarioTiempo Argentino

¿Alergia a las nuevas tecnologías?

18.03.2012 11:24 AM Teléfonos móviles, computadores, redes inalámbricas y antenas satelitales de televisión son sólo algunos de los aparatos ante los que ciertas personas se sienten físicamente mal

EFE

Madrid / España.- La hipersensibilidad electromagnética, también llamada electrosensibilidad o alergia a las ondas electromagnéticas, es una enfermedad relativamente nueva que afecta a las personas más sensibles a esas ondas que emiten algunos aparatos en un radio amplio de distancia.

Según estudios recientes, esta dolencia afecta a una de cada mil personas, y en algunos países, como en Suecia, ya se considera un trastorno, mientras que en otros, los afectados aún luchan porque se les reconozca su enfermedad.

El hecho de que afecte a una de cada mil personas indica que no es una enfermedad rara, es una enfermedad relativamente frecuente. Sin embargo, la OMS no ha declarado que la electrosensibilidad sea una enfermedad”.

En medicina hay cierta tendencia a no meterse en temas no consolidados, y este aún no lo está, a pesar de que ya hay muchas personas afectadas”, explicó Joaquím Fernández Solá, médico consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.

Fernández es uno de los pocos médicos que diagnostican esta enfermedad en todo el mundo.
Sus pacientes acuden a él con el fin de que encuentre una solución a su problema, sin embargo, hasta la fecha no existen investigaciones sobre esta dolencia y detectarla resulta complicado.

Lo primero que hacemos es hacer un diagnóstico de caso, estudiamos los síntomas que presentan estas personas para saber si se trata de electrosensibilidad o de otro problema”, comentó.

Sintomatología del mal

Irritabilidad, insomnio, mareos, dolor de cabeza, pérdida de memoria, sensación de quemazón, picores, náuseas y palpitaciones son algunos de los síntomas que presentan los pacientes que sufren esta patología, que va camino de convertirse en uno de los grandes males del siglo XXI.

Como en todas las enfermedades, hay grados. Hay gente que puede vivir con ello, que sólo necesita tomarse un analgésico para el dolor de cabeza, y hay otros incluso a los que la antena de la casa del vecino no les permite salir de casa a pasear”, contó.

Muchas de las personas que la sufren se ven obligadas a alterar su rutina. Algunas tienen que protegerse con mantas de las ondas electromagnéticas y otras no pueden salir a la calle y viven encerradas como ermitaños.

Hacen lo que pueden para prevenir esta alergia, aunque resulta algo complicado ya que están rodeadas de aparatos tecnológicos: La antena de la casa de al lado, los celulares de la gente, los computadores en la oficina, el Wi-fi de las casas y comercios.

Las ondas envuelven las sociedades del siglo XXI como una tela de araña de la que es difícil escapar.

Cambios de rutina

Sobre el tratamiento inicial a la hipersensibilidad electromagnética, Joaquím Fernández Solá, médico consultor sénior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona (España), explicó: ”Lo principal es detectar de dónde proviene la emisión de ondas, si de un cable que va por la pared de detrás de la cama, o de la antena del vecino, o del Wi-fi del trabajo... Y luego intentar evitar las fuentes de exposición en la medida de lo posible“.

Las personas electrosensibles, explica, suelen ser “pacientes con sensibilidad química, que además no toleran los olores fuertes, ni los cambios bruscos de temperatura, por lo que en resumen resultan ser extremadamente sensibles a los cambios ambientales”, explicó Fernández.

Rosell desprecia la huelga: "Un grupito no puede paralizar el país"

Los empresarios vuelven a pedir una merma de este derecho después del 29-M

PÚBLICO.ES/EFE Madrid 18/03/2012 

Juan Rosell, presidente de la CEOE.
EFE/Ballesteros
Los empresarios siguen presionando al Gobierno con la misma idea: que se merme el derecho de huelga. Ya lo han hecho anteriormente y ahora han vuelto a insistir. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha asegurado esta vez que "habría que regular el derecho de huelga" para mejorar la situación legal que permita preservar los servicios públicos. En su opinión "un grupito" no puede paralizar un país.

Rosell, en una entrevista concedida a las páginas del suplemento Empresas del diario ABC, considera que no se debe permitir que una huelga pueda paralizar el país, y que no se "garanticen los servicios esenciales".

Rosell, en una entrevista concedida a las páginas del suplemento Empresas del diario ABC, considera que no se debe permitir que una huelga pueda paralizar el país, y que no se "garanticen los servicios esenciales".

El presidente de la CEOE defiende que se lleve a cabo esa reforma en la regulación del derecho de huelga para que se preserven los servicios públicos, porque, a su juicio, "no se puede permitir que un grupito pueda llegar a paralizar un país, sus aeropuertos, sus transportes..."

Asimismo, señala en la entrevista que no se debe "dramatizar" sobre la convocatoria de huelga general, porque piensa que los sindicatos han hecho "lo que creían oportuno", y por ello defiende que se pase lo mejor posible la jornada, y a partir del día 30 "empezar a funcionar de nuevo"

Los empresarios han venido insistiendo desde la convocatoria de huelga e incluso antes en el "impacto negativo" que tendrá. Recién presentada la reforma aboral, en la valoración patronal sobrela misma, Rosell ya apunto a una revisión del decreto 1979 que regula este derecho. El Gobierno de Mariano Rajoy, con su habitual mutismo dejó abierta la puerta a esa revisión.

"Hemos dicho todo lo que teníamos que decirnos"

En el caso de que se deba o no negociar la reforma laboral como reclaman CCOO y UGT, el máximo representante de los empresarios indica que ya se ha negociado "todo el tiempo del mundo" desde la patronal, y que "nos hemos dicho todo lo que teníamos que decirnos".

"Ya se ha negociado todo el tiempo del mundo desde la patronal"

No obstante, mantiene la idea de "seguir negociando", aunque opina que ya ha pasado el tiempo en el que el protagonismo lo tenían los agentes sociales, y que debe de ser ahora el Parlamento quien decida sobre el final de la reforma laboral.

Esta reforma iniciada por el Gobierno ha permitido a los empresarios, según Rosell "perder el miedo a contratar", porque hasta ahora "no se atrevían", ya que "no veían el futuro claro, y ahora se abre la posibilidad de si hay un error poder dar marcha atrás". Este miedo se ha perdido, consideram porque han disminuido los costes por despido, ya que en España "eran muy altos", y pone como ejemplo de los cambios el que la consideración de despido improcedente (45 días) va a pasar a ser una excepción, "que es lo que tiene que ser".

SENSIBILIDAD QUÍMICA MULTIPLE.

Doctora Mas
Blog profesional de la Dra. Remedios Más

17 Mar 2012

La Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad que se caracteriza por la intolerancia absoluta ante olores o sustancias químicas ambientales que pueden conllevar una incapacidad total de la persona afectada. Es especialmente frecuente en mujeres.

Se sabe que el 100% de los ciudadanos occidentales estamos expuestos a “CONTAMINANTES TÓXICOS PERSISTENTES”, conocidos por CTP.

Entonces, ¿por qué unas personas enferman y otras no?

Ante las mismas causas, no todos los organismos reaccionan igual. Depende de factores genéticos, de enfermedades previas, sobre todo, las enfermedades inmunosupresoras, etc.
Hay que tener en cuenta que los humanos estamos al final de la cadena alimentaria y por lo tanto, nos comemos todos los tóxicos que los animales y los vegetales han acumulado.

Además, en ocasiones no es un solo tóxico sino la combinación de varios lo que provoca la enfermedad.

Si ya costó un trabajo enorme conseguir que se aceptara la relación entre el humo del tabaco y el cáncer de pulmón, mucho más difícil es concienciar que algunas personas se enferman sólo por la exposición a un olor o a un producto de limpieza.

Cuando preparé mi tesis de licenciatura denominada “ Compuestos organoclorados en tejido adiposo humano” puede constatar que el 100% de las muestras de tejido adiposo procedente de cadáveres o de intervenciones quirúrgicas, estaban contaminados por DDT entre otros tóxicos.

Es lo que se considera la exposición ambiental inadvertida. No se aprecian los síntomas inmediatamente pero sí puede producir enfermedades a largo plazo.

¿La Sensibilidad Química Múltiple está reconocida como enfermedad?

La Sensibilidad Química Múltiple no está reconocida por la OMS en la Clasificación Internacional de Enfermedades ( CIE-10) pero tampoco lo estaban en un principio el Lupus y la Esclerosis Múltiple hasta que se consiguió demostrarlo. Sí está reconocida en Alemania o Japón donde recibe el nombre de Enfermedad Ambiental o Hipersensibiliad química y electromagnética.

Por lo tanto, nadie sabe cuántos enfermos puede haber en el mundo aunque es cierto que los médicos cada vez advertimos patologías de origen ambiental no conocidas hasta ahora.

SÍNTOMAS.

Los pacientes presentan BRONCOESPASMO, dolor en el pecho, dermatitis, problemas gastrointestinales, dolor muscular y articular, fatiga extrema, cefaleas, irritación y picor ocular, dificultad para la concentración y problemas de memoria.

Todos estos síntomas se desencadenan al entrar en contacto con los tóxicos ambientales y prácticamente desaparecen en un ambiente limpio, donde no se utilizan productos químicos agresivos para la limpieza. Otras veces, ocurren con el olor de las pinturas, de los muebles nuevos, en edificios catalogados como “inteligentes” con pobre ventilación al exterior o incluso en ambientes especialmente higiénicos como los quirófanos.

Desde las industrias químicas hay una reticencia a admitir que algunos de sus productos pueden provocar enfermedades y se intenta culpar a los pacientes, dando por cierto que son sus propios organismos los que están enfermos y por lo tanto reaccionan de forma anómala a sus productos, en lugar de admitir que la causa de su enfermedad son los propios productos químicos.

Incluso, muchos de estos pacientes han sido diagnosticados de trastornos de tipo psiquiátrico de ansiedad o depresión, aunque estos diagnósticos son sistemáticamente rechazados por el propio paciente.

TRATAMIENTO

No existe un tratamiento médico para esta enfermedad. Tan sólo evitar la exposición continuada a los tóxicos.

Cada vez vemos más a personas con mascarillas en la cara. Esta es la señal que los identifica.

En conclusión, el consenso actual más difundido es que la Sensibilidad Química Múltiple es una patología en expansión que afecta en diferentes grados al 5% de la población general.

Luis Pastor, ¿qué fue de los cantautores?

Luis Pastor en la presentación del libro de Armando Baptista-Bastos, "José Saramago. Un retrato apasionado". Madrid


Subido por FJSaramago el 05/12/2011


"Luis Pastor" o Luis Ángel Pastor Rodríguez (Berzocana, Cáceres, 9 de junio de 1952) es un cantautor español.

Llegó a Madrid a principios de los sesenta, a la colonia Sandi (barrio de Vallecas).

Desde pequeño quería ser cantante. A los catorce años, dejó el colegio y entró a trabajar de botones en una compañía de seguros. A los dieciséis años compró su primera guitarra. A los diecisiete escuchó un disco de Paco Ibáñez y descubrió la poesía.

Comenzó cantando en la iglesia de su barrio, en centros juveniles, en casas particulares y en reuniones de amigos. Estos locales no tenían la infraestructura mínima, y sin embargo lograba llenarlos a causa de la temática de protesta que sus canciones transmitían al colectivo español desasistido de entonces y que elevaba desde cualquier lugar donde pudieran reunirse, con cualquier pretexto, unos centenares de personas.

En el verano de 1970 sale a Europa, recorriendo con su guitarra los centros de emigrantes en Alemania, Francia y Bélgica. A punto de cumplir los veinte años, en la primavera de 1972, abandona su empleo en la compañía de seguros y decide dedicarse profesionalmente a cantar, oficio en el que permanece hasta nuestros días.

Famosa es una frase que dijo en un momento determinado y que hizo pensar a muchos: "la música es el modo de hacer volar las palabras hacia los corazones, tanto los más lejanos como los más cercanos"

Me lo ha enviado una amiga por correo y no he podido resistir compartirlo en el blog, escucharlo es un inmenso placer, ha sido retroceder en el tiempo y aflorar tantos recuerdos de aquellos años de lucha, espero que lo disfrutéis tanto como yo.