miércoles, 8 de julio de 2015

¿Cuál es la superbacteria SARM CC398 LA -y por qué se propaga en las granjas?

La amenaza de SARM en los hospitales ha generado una respuesta urgente, porque una variante de MRSA se está propagando de los animales de granja a la carne del supermercado sin control

El uso de antibióticos en la agricultura intensiva ha aumentado como cerdos y otros animales 
se mantienen en condiciones cada vez más concurridos. Fotografía: Jim Richardson / Corbis
MRSA es el más conocido en el Reino Unido por causar infecciones adquiridas en el hospital - y muchas muertes. Ha habido poca transmisión de humano a humano de la superbacteria en la comunidad, pero es especialmente peligroso en los hospitales, ya que puede colonizar en heridas con facilidad, sobre todo cuando la inmunidad de los pacientes es baja.

Se ha asociado con la falta de higiene en los hospitales, pero el factor principal detrás de la propagación del MRSA ha sido el exceso de prescripción de antibióticos, lo que ha permitido un germen más mundano que vive en muchos de nuestros cuerpos sin causar ningún problema para convertirse en mucho más peligroso para la salud humana.

CC398, una nueva variante de MRSA, surgió en los animales y se encuentra en los animales de agricultura intensiva (principalmente cerdos, pero también vacas y pollos), desde donde se puede transmitir a los seres humanos.

Mientras que los intentos del gobierno para limitar las infecciones por SARM en los hospitales han tenido cierto éxito, ha habido poco esfuerzo comparable en la lucha contra las infecciones por SARM entre el ganado.

La investigación del Guardian es el primero en probar la carne de cerdo cruda a la venta en los supermercados del Reino Unido para la cepa CC398 a nivel nacional. Aunque el riesgo de que las personas se contaminen con la superbacteria de un manejo adecuado de la carne cruda es baja, infecciones previas - como la salmonella en huevos y Campylobacter en pollos - se han establecido a través de la falta de higiene en las instalaciones de cría intensiva.

Antibióticos bomba de tiempo de Agricultura

La crisis de salud global que rodea la resistencia a los antibióticos, que ve que las bacterias evolucionan hasta medicamentos previamente eficaces ya no funcionan, ha dado un salto en la agenda política en los últimos meses.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el planeta corre el riesgo de entrar en una" era de los antibióticos post" en los procedimientos médicos de rutina previamente se vuelven mortales como los medicamentos utilizados para prevenir las infecciones dejan de funcionar. Trasplantes de órganos, tratamientos contra el cáncer y las cesáreas - - Operaciones de Salvamento y Socorrismo se convertirá en mucho más arriesgado.

Director médico del Reino Unido, Dame a Sally Davies, ha declarado que la resistencia a los antibióticos es una "bomba de tiempo" y the government ha exigido objetivos difíciles para una reducción de las prescripciones de antibióticos por los médicos, y se comprometió a liderar los esfuerzos para desarrollar nuevos medicamentos para combatir el problema.

Sin embargo, casi la mitad de todos los antibióticos utilizados en el Reino Unido se administran a los animales de granja. En el Reino Unido, los antibióticos sólo se pueden suministrar legalmente a las granjas con una receta de un veterinario para el tratamiento, y en algunos casos impiden, la enfermedad, pero hay varios problemas con la forma en que los antibióticos de origen animal están regulados.

La Vigilancia Europea del Consumo de Antimicrobianos Veterinarios recopila información sobre la base de las ventas de antibióticos, pero no las prácticas administradoras en las fincas individuales. Los antibióticos a menudo se administra en forma de piensos medicamentosos o en granjas autorizadas por la Dirección de Medicamentos Veterinarios, una agencia ejecutiva del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, que significa que los medicamentos pueden difundirse ampliamente y no sólo a los animales enfermos.

Las autoridades de salud pública y veterinaria no tienen registros de las dosis de antibioticsgiven específico para el ganado en las granjas. Además, la investigación el Guardián, encontró antibióticos en animales que se pueden comprar en Internet por cualquier persona - sin receta. Por otra parte, a los veterinarios que recetan antibióticos se les paga por la prescripción, lo que lleva a un conflicto de intereses inherente.

Hay evidencia que vincula a ciertas bacterias resistentes a los antibióticos en las infecciones humanas con el uso de drogas en las granjas, sobre todo en enfermedades de intoxicación alimentaria incluyendo Campylobacter, Salmonella y E. coli, así como las infecciones por SARM.

Expertos en salud pública de todo el mundo, entre ellos la OMS y la europea Food Safety Authority, reconocen que estas bacterias cada vez más resistentes se transmiten de los animales de granja a las personas a través de la cadena alimentaria.

La agricultura los cuerpos sostienen que los medicamentos son necesarios para garantizar la salud animal y bienestar, se intento restringir su uso pero se oponen enérgicamente. Dicen que los antibióticos se administran de manera responsable y sólo cuando sea necesario. Los activistas piden ahora medidas estrictas para restringir su uso dentro de la agricultura.

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La 'odisea' de las enfermedades crónicas, la atención especializada y las prestaciones

08/07/2015
Diferentes documentos del ICAM sobre la condición de incapacidad absoluta permanente de 
Sonia Romero. / E NRIC CATALÀ
Sonia Romero es una de las personas que desde principios de año ha visto como el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le retiraba la condición de incapacidad absoluta permanente -en su caso obtenida a raíz de la esclerosis múltiple que sufre- y, en consecuencia, también la pensión de 1.146,51 euros mensuales correspondiente.

Al poco tiempo de tener su hijo Sonia comenzó a mostrar síntomas de lo que años después le confirmarían los especialistas: es una de las cerca de 7.000 personas que en Catalunya tienen esclerosis múltiple. El diagnóstico le llegó en 2011. Desde entonces y durante unos años siguió un plazo de bajas y altas laborales -trabajaba como ayudante de almacén - hasta que la empresa decidió despedirla. El año pasado obtuvo la incapacidad absoluta permanente. De ahí la sorpresa de Sonia cuando el pasado marzo recibió una carta del Institut Català d'Avaluacions Mèdiques (ICAM) que le notificaba que debido a su "mejora" en la enfermedad degenerativa -a pesar tener un grado superior de esclerosis que cuando le habían avalado la incapacidad-, el INSS le revocaba la condición de incapacidad permanente. Además de la esclerosis múltiple, Sonia también sufre síndrome de fatiga crónica, fibromialgia y diabetes.

Ella es una de las decenas de personas que actualmente se encuentran en una batalla judicial a través de la cual esperan recuperar la incapacidad que el INSS les ha retirado y a la que, según Miguel Arenas, abogado del Col·lectiu Ronda y experto en Derecho laboral y de Seguridad Social, es una odisea acceder. Según él, desde el inicio de la crisis se han recortado muchas prestaciones de incapacidad permanente.

Sonia explica que cuando el ICAM la citó para revisar su expediente la médica que la atendió se limitó a pedirle que se levantara y caminara por el consultorio donde se encontraban y no le hicieron ninguna prueba. "Cuando volví a ver a mi especialista y le expliqué se sorprendió y me preguntó: y en qué se basan para decir que has mejorado?". "Se ha comprobado que el cuadro patológico, en relación con las lesiones que motivaron la declaración de la incapacidad absoluta permanente, revelan una evidente mejora, lo que supone una recuperación de sus facultades generales y la posibilidad de realizar actividades laborales rentables", dice la carta del ICAM que recibió hace pocos meses.

Antònia González también recibió la carta de la institución. Ella sufre sensibilidad química múltiple (SQM) y síndrome de fatiga crónica. Cuando ya hacía años que convivía con el síndrome de fatiga crónica, después de sufrir un accidente químico, los médicos le dijeron que tenía SQM ambiental y digestiva. Para esta última acude a un tratamiento privado a base de enzimas, ya que, dice, este tratamiento no se ofrece por la sanidad pública.

Cuando trabajaba en el Ayuntamiento de Sta. Margarida dels Monjos cogió la baja porque tenía muchos síncopes y se mareaba a menudo, con desmayos en muchos casos. Entonces, el médico de Recursos Humanos le recomendó que solicitara la incapacidad permanente. A finales del 2012 obtuvo el certificado pero dos años más tarde el ICAM la citó para revisar su incapacidad y a principios de este 2015 le notificó la retirada. En ese momento Antònia se había hecho una revisión reciente en el Hospital Vall d'Hebron y el Clínic que certificaba el empeoramiento de su estado. Según ella, la valoración que le hizo el ICAM fue inadecuada. "Imagínate que eres ciego y te miran la oreja", se queja Antonia.

La subdirectora general del ICAM, Consuelo Lemonche, aclara a Catalunya Plural que el informe que hace el ICAM no es vinculante: "es preceptivo pero no vinculante, después hay una Comisión de Evaluación de Incapacidad que se reúne 2 o 3 veces a la semana y lo determina. Por lo tanto, quien saca las prestaciones es el INSS ", remarca. Según Miguel Arenas, en el 99% de los casos lo que dice el ICAM acaba materializándose.

Lemonche no coincide con la afirmación del Col·lectiu Ronda sobre el hecho de que las revisiones se hagan en pocos minutos o sean inadecuadas. "Tenemos programado cada media hora un paciente, tenemos acceso al historial de estas personas y acceso a la historia clínica compartida y revisamos toda la documentación que lleva el paciente", argumenta. Según explica a este diario los consultores del ICAM hacen una serie de pruebas "como por ejemplo una prueba biomecánica sobre lesiones musculares o visitas psiquiátricas para determinar si hay un componente depresivo". Además, dice Lemonche, "nosotros nos creemos más los informes de la pública porque en algunos casos algunos informes de la privada se magnifican". "Hemos visto algún caso de médico concreto que hace informes de 'copia y pega' a todos, cambia el nombre y la fecha y ya está", añade.

"Llámalo como quieras, pero la enfermedad no se la inventa el enfermo"

Para el abogado Miguel Arenas uno de los problemas es que el ICAM "no quiere creerse ni la fibromialgia ni el síndrome de fatiga crónica ni la SQM". Estas enfermedades también se llaman Síndromes de Sensibilización Central (SSC) y aunque están reconocidas por la OMS y también por la sociedad de nuestro país hay médicos que no creen en estas enfermedades. Lo explica a Catalunya Plural el jefe de Reumatología del Hospital Vall d'Hebron, el doctor Cayetano Alegre, que también trabaja en el servicio de reumatología de la Dexeus. "Llámalo como quieras pero la enfermedad no se la inventa el enfermo", añade.

En Catalunya cerca de 250.000 personas conviven diariamente con un dolor que a menudo es invisible y que difícilmente queda reflejado en ninguna prueba médica. Según el el doctor Alegre las SSC "no tienen ninguna prueba que demuestren que existen" y es el médico quien a través de interrogatorios y exploración intenta medir el dolor y el cansancio, así como los factores del entorno del paciente que potencian o disminuyen la enfermedad. "Dar un grado [a la enfermedad] es muy subjetivo, en un momento puede ser que la persona esté muy bien y luego estar muy mal. En la fibromialgia, por ejemplo, hay momentos en que están muy graves y tres meses después quizás están mejor ", dice.

En Catalunya las Unidades Hospitalarias Especializadas funcionan de manera variable

Si bien en 2009 el Departament de Salut puso en marcha la implementación de 16 Unidades Hospitalarias Especializadas (UHE) para su tratamiento y con el objetivo de mejorar la atención, el mismo departamento reconoce que las UHE han estado funcionando "de forma variable". Según ha informado la Direcció General d'Ordenació i Regulacions Sanitàries a Catalunya Plural "esta variabilidad en el funcionamiento de las UHE ha generado grados de satisfacción entre los pacientes también muy dispares, haciéndose necesaria una revisión y mejora de la atención a la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica y la sensibilidad química múltiple en todo el territorio catalán". También, según informan desde Salut en un correo, este mes de julio el departamento iniciará la acreditación de las Unitats d'Expertesa, utilizando unos estándares de calidad elaborados por un Comité de Expertos en Síndromes de Sensibilización Central.

"Se dijo que se potenciarían las unidades de referencia pero nunca han llegado los recursos", lamenta el Dr. Alegre. El hospital de Vall d'Hebron, así como el Clínic y el del Mar cuentan, siempre según Alegre, con unidades de referencia en el tratamiento de estas enfermedades. Desde el Col·lectiu Ronda consideran que en muchos casos las unidades existentes cuentan con un reumatólogo que puede ser experto en fibromialgia, por poner un ejemplo, pero no en fatiga crónica. Hace pocos días Salut anunció la firma de un documento según el cual se establece un plan de manejo entre todos los agentes implicados en las enfermedades SSC en Catalunya. Según la nota de prensa de Salut uno de los puntos que se pretende abordar es "adaptar el modelo de atención garantizando el acceso y el 'continuum asistencial en los diferentes niveles y dispositivos asistenciales".

En cuanto al tratamiento, explica Alegre, "como que no hay una causa específica tampoco hay un tratamiento específico" pero sí existe un tratamiento sintomático. En Europa, a diferencia de Estados Unidos, por ejemplo, no hay un tratamiento específico para la fibromialgia.

Otro punto polémico sobre estas unidades es el acceso. Según explica el abogado Miguel Arenas, si no es tu unidad por zona geográfica, no puedes acceder y tienes que hacerlo por la vía privada. El doctor Alegre matiza pero que depende del médico de cabecera derivarte o no a una unidad especializada. "Por ejemplo, en Vall d'Hebron ha venido hace poco una paciente del Vallès derivada por su médico", comenta.

A la espera de un juicio, Antonia y Sonia han comenzado a recibir desde hace poco una prestación de 426 euros mensuales -la Renta Mínima de inserción- que pueden percibir durante un máximo de 18 meses. Respecto a esta ayuda, Sonia se pregunta: "Con eso qué haces? Te pagas los medicamentos? 

La retirada de la prestación supone también copagar en un 40% la medicación que necesitas. "Esto, según dice, son cerca de 100 euros al mes en el mejor de los casos; mientras recibía la prestación sólo pagaba hasta 8 euros al mes de todos los medicamentos que necesita. "Es muy injusto, qué empresario me va a contratar? No es que no queramos trabajar, es que no podemos ", lamenta Sonia.