sábado, 14 de abril de 2012

Enfermos de Síndrome de Sensibilización Central reclaman el reconocimiento del sistema sanitario

El Adelantado - Segovia

Los participantes en la concentración, ante la sede del 
INSS. /J.Martín
Enfermos y familiares de pacientes con Síndromes de Sensibilización Central se concentraron ante la fachada del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) para reivindicar el reconocimiento en el sistema sanitario de este tipo de enfermedades.

Bajo esta denomiiación, se engloban un grupo de enfermedades que comparten una elevada comorbilidad y sobre todo que tienen la característica común de una hipersensibilización del SNC, lo que supone un amplísico abanico sintomático. Además tienen carácter multisistémico y puden llegar a ser absolutamente inhabilitantes para las personas que las paceden.

Estas enfermedades empiezan a tener una presencia muy importante en nuestra sociedad, muy lejos de los umbrales de las llamadas “enfermedades raras”, y son principalmente la Encefalomielitis Miálgica -malconocida como sínrdome de fatiga crónica, la Fibromialgia y la Sensibilidad Química Múltiple.

Los afectados por estos trastornos aseguran que mientras que la investigación científica de estas patologías ha avanzado mucho” los tribunales médicos e inspectores del INSSno han actualizado sus conocimientos, por lo que parece lógico que las nuevas aportaciones científicas deriven en una actuación más coherente por parte de la administración sanitaria”.

Además aseguran sentirse “desprotegidos en el sistema sanitario y social ya que los equipos de valoración ignoran los informes de los especialistas y los resultados de las pruebas.”

Las abejas desaparecen: por qué debemos preocuparnos

El ritmo de desaparición de las abejas ha aumentado en todo el mundo, un grave problema ecológico y económico

Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA 11 de abril de 2012

- Imagen: Mateusz Atroszko -
Las abejas desaparecen en todo el mundo desde hace décadas y, en los últimos años, el ritmo se ha acelerado. La situación es mucho más grave que quedarse sin miel: la mayoría de los alimentos que consumimos, o muchas plantas que ofrecen servicios esenciales en los ecosistemas, no serían posibles sin la polinización de estos insectos. Los científicos han detectado más de una docena de factores que inciden en las desapariciones, repentinas en ocasiones, de las colmenas. Insecticidas, productos químicos nocivos, hongos, parásitos, contaminación del aire o cambio climático son algunos de ellos.

Las abejas desaparecen en todo el mundo

El descenso del número de abejas melíferas, las abejas de la miel, se conoce desde hace 50 años. En 2011, un amplio estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) destacaba la aceleración mundial del problema en los últimos años.

Cerca de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización de las abejas

En Europa, según el informe de Naciones Unidas, los países más afectados son Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Reino Unido. En Estados Unidos, la pérdida de colonias de abejas les ha dejado desde 2004 con la menor capacidad polinizadora de los últimos 50 años. En este país acuñaron el término "síndrome de despoblamiento de las colmenas" para referirse a las pérdidas repentinas de sus colonias. Los apicultores de lugares tan distantes como Asia o África informan de situaciones similares desde hace años.

En España, Luis Pérez Ventosa, presidente de la Fundación Amigos de las Abejas, señala que la situación es "dramática", como ocurre en algunas comarcas de Galicia, donde las abejas casi han desaparecido. Según Pérez, el problema puede ir a peor, "si bien algunos medios sensacionalistas se pasan al relacionarlo con el fin del mundo y cosas parecidas".

Un grave problema ecológico y económico

El problema es más importante de lo que parece si no se conoce a estos insectos. Las abejas sirven para mucho más que hacer miel. Su papel como polinizadoras es clave en la naturaleza y en la economía: Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, recuerda que de las cien especies de cultivos que proporcionan el 90% de la comida mundial, más del 70% se polinizan gracias a las abejas.

En Europa, cerca de un 84% de los cultivos vegetales comerciales y un 80% de las plantas en estado salvaje dependen de la polinización de las abejas, según la Comisión Europea. La Unión Alemana de Apicultores estima en 22.000 millones de euros anuales las ganancias que posibilitan estos y otros insectos polinizadores.

¿Por qué desaparecen las abejas?

Los científicos investigan desde hace años la desaparición de las abejas y han detectado más de una docena de factores negativos que inciden por separado o en conjunto ("efecto cocktail"):

Insecticidas: dos recientes estudios publicados en la revista 'Science' señalan que el uso extendido de los insecticidas neonicotinoides han afectado de forma negativa a las colonias de abejas y abejorros. Estos pesticidas, introducidos a principios de los años noventa del siglo pasado, se han generalizado para el control de plagas en los cultivos de todo el mundo.

Productos químicos: diversos estudios han demostrado que algunas sustancias pueden afectar al sentido de la orientación, la memoria o el metabolismo de las abejas.

Nosema Ceranae: la presencia de este hongo en las colmenas mata a las abejas y favorece otros factores letales para estos insectos, como el ácaro parásito Varroa. Así lo señalaba un estudio de la revista Applied and Environmental Microbiology.

Parásitos: además del mencionado Varroa, otros parásitos, como un pequeño escarabajo que daña las colmenas, causarían más daños que hace décadas.

Contaminación del aire: reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores y a las abejas y otros insectos les cuesta más localizarlas, según un estudio de la revista Atmospheric Environment. Sería un círculo vicioso: si no encuentran las flores no comen bien, mientras que las flores no se reproducen al no polinizarse.

Cambio climático: podría agravar la situación de varias formas, como la alteración en el tiempo de floración de las plantas o la cantidad y época de lluvias, que afectaría a la cantidad y calidad del néctar.

Especies invasoras: abejas de otras regiones, como la africana o la asiática, se han introducido en Estados Unidos y Europa, respectivamente, y dañan a las especies autóctonas.

Campos electromagnéticos: las emisiones de postes eléctricos podrían confundir a las abejas.

¿Cambios en la socialdemocracia francesa y en la española?

abr 13

Artículo publicado por Vicenç Navarro, 13 de abril de 2012

Este artículo analiza la situación de la socialdemocracia francesa y española, comentando críticamente algunas de las posturas que han aparecido publicadas por autores cercanos o pertenecientes a la socialdemocracia española.

Parece que el descontento de la ciudadanía con los instrumentos políticos que históricamente han sido más receptivos a las demandas de las clases populares -tales como los partidos socialdemócratas- están teniendo un cierto impacto en algunos países, provocando la recuperación de parte del ideario político que se había abandonado cuando gobernaban. Uno de los protagonistas del cambio provocado por este descontento popular es el Partido Socialista Francés (PSF). Su candidato François Hollande había sido el candidato “moderado” durante las últimas primarias de tal partido. Su “moderación” había sido la causa de la aprobación y simpatía por parte del establishment mediático en Francia hacia su candidatura, un establishment temeroso de cualquier contagio radical del PSF por parte de las corrientes de izquierda de aquel partido y de fuera de él. Un elemento atractivo del candidato Hollande para tal establishment mediático había sido su abandono de políticas redistributivas. La redistribución no era un concepto con el cual tal político se hubiera encontrado cómodo. Hollande representaba con esta actitud un comportamiento bastante generalizado en gran número de partidos socialdemócratas europeos (ver mi artículo “El abandono de las políticas redistributivas por parte de las izquierdas gobernantes” en www.vnavarro.org, publicado en Sistema Digital. 06.01.12).

Como parte de este abandono, Hollande había indicado que estaba en contra de elevar sustancialmente los impuestos de los súper ricos, aduciendo los mismos argumentos que han utilizado los políticos conservadores y liberales (en realidad, neoliberales) para rechazar tales políticas fiscales. Hace sólo un año, Hollande afirmó, como ha indicado recientemente el ‘Financial Times’ (28.02.12), que estaba en contra de tales medidas “confiscatorias” (el término que utilizó), pues lo único que tales políticas conseguirían sería que los súper ricos se desplazaran a otros países, argumento que el lector habrá leído miles de veces en los medios (muy influenciados por los ricos). Hollande afirmó que quería que los súper ricos pagaran impuestos en Francia y sólo lo conseguiría evitando impuestos confiscatorios.

Pero, mira por donde, durante la campaña electoral Hollande ha cambiado de posición, e informa a todo el mundo, incluidas las clases populares, que gravará los ingresos de más de un millón de euros, con un 75% de tasa marginal. Ni que decir tiene que los súper ricos han puesto el grito en el cielo, como documenta muy bien el artículo de Hugh Carnegy en el ‘Financial Times’ (28.02.12) que he citado en el párrafo anterior. Este grito ha sido apoyado por el candidato conservador-neoliberal, Sarkozy, el cual ha subrayado que tal política fiscal afectaría negativamente al nuevo ídolo cinematográfico francés Jean Dujardin, reciente ganador del Oscar al mejor actor, insinuando que Francia perdería tal tipo de personalidades carismáticas de la cultura francesa si tales políticas fiscales “confiscatorias” tuvieran lugar, ahuyentando el talento y a los súper ricos de Francia. Parece que tal argumento no está teniendo ningún impacto en la población francesa. Según Carnegy, nada menos que entre el 61% y el 65% de franceses aprueban tal medida fiscal, supuestamente “confiscatoria”, lo cual explica que el candidato Hollande lo esté pidiendo ahora, en periodo electoral. Ahora bien, el problema que tiene Hollande es que la población francesa tiene memoria (y la campaña Sarkozy se lo recuerda citando las declaraciones de Hollande en contra de las medidas que ahora apoya). De ahí su grave problema de credibilidad. Ahí está el problema del Partido Socialista Francés y de gran número de los partidos socialdemócratas europeos. El cambio en los partidos socialdemócratas no debe ser sólo de valores y programas, sino también de equipos y personas. Hollande es un personaje político muy vulnerable, pues hoy apoya medidas a las que ayer se opuso.

Esta observación no tiene por qué desmerecer las medidas que ahora apoya. En realidad, éstas significarían, en caso de aplicarse, un cambio muy sustancial de las políticas públicas existentes hoy en Francia y en la mayoría de los países de la Unión Europea. Por primera vez, un dirigente político, con posibilidades reales de salir elegido presidente de un país, propone cambiar las políticas neoliberales de austeridad que dominan hoy en la Unión Europea, poniendo en su lugar políticas de estímulo económico y creación de empleo. Hollande ha cuestionado el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobierno (TSCG), impuesto por el binomio Merkel-Sarkozy, que está desmontando el Estado del Bienestar en los países de la Unión Europea, forzando recortes de gran magnitud en el gasto público, incluyendo gasto público social.

El objetivo central de la banca, dirigida por el BCE y por el binomio Merkel-Sarkozy, es desmantelar la protección social y debilitar al mundo del trabajo, incluso a costa de crear otra Gran Recesión (las políticas del Gobierno Rajoy están también claramente en este sentido). La llamada “crisis de la deuda pública” (una crisis artificial, creada en parte por la banca y el BCE) cuenta a su servicio con las agencias de valoración de bonos, que juegan un papel determinante en la creación de tal crisis. No es mera casualidad que François Fillon, primer ministro del Gobierno Sarkozy, utilizara como máximo indicador de “la falta de rigor” de las propuestas del candidato Hollande, el hecho de que cualquiera de estas agencias de evaluación de bonos les daría un suspenso mayúsculo (Le Journal Dimanche, 15.01.12). El señor Fillon, por cierto, ha sido uno de los oponentes a establecer agencias de valoración públicas europeas que valoraran objetivamente y rigurosamente los bonos públicos de los Estados de la Unión Europea. La falta de credibilidad de las agencias privadas está bien mostrada, incluso por dirigentes de tales agencias, tales como el vicepresidente de Moody’s, que tras dejar la agencia admitió, frente a la comisión del Congreso de EEUU encargada de analizar las causas de la crisis financiera, que los trabajos de tales agencias están orientadas primordialmente a satisfacer los intereses de sus clientes, en lugar de realizar análisis objetivos de la valía de tales bonos. Más claro es imposible decirlo. Y estas agencias, que son utilizadas por el BCE como su indicador de calidad de los productos financieros, son las que están creando el problema artificial de la deuda pública.

LA IMPORTANCIA DE LA VICTORIA DE HOLLANDE

Es importantísimo para la Unión Europea que el binomio Merkel-Sarkozy deje de dominar tal comunidad. La derrota de Sarkozy podría ser un paso en esta dirección, aunque es frustrante que la socialdemocracia alemana esté todavía estancada en el pensamiento neoliberal heredado del Gobierno Schröder, que el Gobierno Zapatero intentó imitar. Ni que decir tiene que existen distintas opciones dentro del Partido Socialdemócrata alemán. Pero el que probablemente sería el sucesor de Merkel, Peer Steinbrück, en caso de que ganara tal partido, ha ridiculizado las propuestas de Hollande, acusándole de “ingenuo”, añadiendo que es más que probable que cambiaría una vez elegido, lo cual, por cierto, no es nada descartable. Serge Halimi, director de ‘Le Monde Diplomatique’, en un artículo titulado “Sacking Sarkozy won’t be enough” en la revista de izquierdas de EEUU ‘Counterpunch’ (03.04.12), señala como Lionel Jospin, que como candidato había criticado el Pacto de Estabilidad (como ahora Hollande critica el TSCG), acabó aceptándolo tras meros cambios estéticos (añadiendo la palabra crecimiento después de estabilidad, sin proveer los instrumentos para poder estimular la economía). La imagen de Hollande, apoyando ahora medidas que ayer criticó, subraya la vulnerabilidad de su credibilidad. El punto clave, sin embargo, no es tanto lo que ahora Hollande (y otros dirigentes de la socialdemocracia) prometen, aunque es positivo que lo prometan, sino lo que harán cuando salgan elegidos presidentes. Dirigentes de todos los partidos (y los partidos socialdemócratas entre ellos) prometen medidas populares que, frecuentemente, luego no llevan a cabo. Que lo realicen o no, dependerá, no de su palabra, promesa, o programa electoral, sino de dos factores. Uno es la fuerza de los partidos a su izquierda. Sin que estos partidos tengan suficiente poder en Francia para influenciar al PSF, el gobierno Hollande no lo hará. Y el segundo factor, incluso más importante que el primero, es la movilización y presión popular por parte de los movimientos sociales y del movimiento sindical. Sin que ello ocurra, el “talante” moderado del señor Hollande predominará si gana las elecciones, por mucho que haya prometido lo contrario.

¿CAMBIOS EN LA SOCIALDEMOCRACIA ESPAÑOLA?

Una situación todavía más acentuada de vulnerabilidad de su credibilidad es el caso Rubalcaba en el PSOE. ¿Cómo puede hacer propuestas de cambio cuando él, secretario general del partido socialdemócrata, el PSOE, fue el segundo de a bordo del Gobierno Zapatero hasta hace sólo unos meses? Las medidas tomadas por el Gobierno Zapatero en respuesta a la crisis fueron enormemente impopulares y causaron la mayor derrota electoral que el PSOE haya sufrido desde el establecimiento de la democracia en España. Y el Gobierno Zapatero tenía como la persona más poderosa, después del propio Zapatero, a Rubalcaba, que siempre defendió tales medidas. La falta de recambio en la dirección de tal partido le ha hecho un flaco favor al mismo, pues el Gobierno Rajoy puede responderle, como hace responde constantemente, “¿por qué no hizo usted estas políticas públicas que ahora recomienda cuando usted gobernaba?”. Esta vulnerabilidad la utiliza efectivamente el Partido Popular en casi cada ocasión que recibe críticas de Rubalcaba.

La clara necesidad de un cambio dentro de la socialdemocracia en España y en Europa ha originado una serie de respuestas que advierten del supuesto peligro que la socialdemocracia mire a su pasado e intente recuperar sus “esencias”, término peyorativo que se utiliza para definir las políticas públicas de carácter redistributivo que se han basado en un intervencionismo público acentuado. Así, Soledad Gallego Díaz, en un artículo titulado “¿Hay futuro para la social democracia?” en ‘El País’ (25.03.12), desanima a la socialdemocracia a recuperar sus principios, tales como su énfasis en políticas redistributivas, concluyendo que el renacimiento de la socialdemocracia no puede basarse en el abandono de la Tercera Vía o la Neue Mitte de Gerhard Schröder (que sí que abandonaron tales políticas). Un tanto semejante ocurre en el artículo de José María Maravall titulado “los deberes actuales” (27.03.12), donde tal autor, que en su día fue ministro del Gobierno de Felipe González, aplaude también a Tony Blair y Gerhard Schröder por haberse distanciado de lo que llama despectivamente las “esencias” de la socialdemocracia, lo cual les llevó a una larga estancia en el Gobierno, que Maravall atribuye a la popularidad de sus medidas.

Tales expresiones de admiración responden a un gran desconocimiento sobre la inexistente supuesta popularidad de tales Gobiernos. Como varios autores han documentado (ver mi artículo “El porqué del declive de la Nueva Vía en el socialismo español”, ‘Sistema Digital’, 10.06.11), el Partido Laborista liderado por Blair fue perdiendo apoyo electoral a partir de su primer mandato, cuando abandonó lo que Soledad Gallego Díaz y José María Maravall llaman despectivamente las “esencias” socialdemócratas. Tal partido había conseguido el 33% del electorado en 1997, la primera vez que fue elegido. En 2001, bajó ya al 25%, más tarde, en 2005 al 22% y en 2010 ya colapsó al 19%. La larga permanencia del Gobierno Blair tuvo poco que ver con la popularidad de sus políticas (en realidad, muy poco populares), y mucho con el sistema bipartidista de Gran Bretaña y la enorme crisis del Partido Conservador. Si Gran Bretaña hubiera tenido un sistema proporcional, el Partido Laborista no podría haber continuado gobernando por tanto tiempo. Un tanto semejante ocurrió con el Partido Socialdemócrata alemán, bajo el liderazgo de Schröder. Éste había conseguido alcanzar el 34% del electorado en 1998, para bajar al 30% en 2002, al 27% en 2005 y al 16% en 2010. 
Además, perdió casi la mitad de sus miembros. En realidad, la enorme crisis de los partidos socialdemócratas se basa en su abandono de los principios socialdemócratas entre los cuales la redistribución sustancial de los recursos fue uno de sus principios básicos.

Maravall asume, erróneamente, que el abandono del compromiso redistributivo de los Gobiernos socialdemócratas (diluido con el paso del tiempo) se debe a su compromiso con el principio de universalidad, es decir, con su compromiso con la expansión de los derechos de la ciudadanía o universalización de los derechos. No hay contradicción, sin embargo, entre universalidad y redistribución. En realidad, el primero requiere lo segundo. No puede garantizarse el acceso universal a los servicios públicos del Estado del Bienestar sin medidas redistributivas. La universalización de los derechos sociales, garantizando que todo ciudadano tenga igual acceso a la sanidad, por ejemplo, requiere una redistribución de los recursos. No es por casualidad que los países más desiguales, como EEUU, sean también los que tienen menos universalidad en su acceso a los derechos sociales. El principio básico (que el término “esencia” intenta ridiculizar) de que “cada uno reciba los servicios y recursos según su necesidad –basado en el principio de que cada uno tenga acceso a poder resolver su necesidad-, y ‘de cada uno según su capacidad’ (y los recursos que tenga)”, era tan válido cuando se estableció el socialismo en democracia –la socialdemocracia- como lo es ahora.

Algo parecido ocurre con los derechos políticos. En los países que se consideran democráticos, la universalidad de los derechos políticos está claramente mermada por la existencia de grandes desigualdades. EEUU es un ejemplo de ello. Las enormes concentraciones de la riqueza y su dominio del proceso político violan el proceso democrático.

Basado en estos datos, que son robustos e incuestionables, aconsejaría a aquellos partidos que “recuperaran sus esencias”, abandonadas desde hace tiempo, causando su enorme crisis. Renovar los planteamientos, necesarios para adaptarlos a los tiempos que vivimos, no puede hacerse a base de abandonar lo que la socialdemocracia fue y debería continuar siendo. Es relativamente fácil ver por qué la socialdemocracia está en profunda crisis, como también es relativamente fácil ver qué es lo que debería haber hecho cuando gobernaba y no se hizo. El abandono de sus esencias y su adaptación al neoliberalismo creó una enorme concentración de poder financiero y económico que ha dominado la vida política y mediática de los países, incluyendo España. Es imposible recuperar la democracia sin eliminar tal concentración de poder económico, financiero y mediático existente hoy en España. La realidad de este hecho es evidente. Lo que ocurre es que la socialdemocracia no se atreve a enfrentarse con los poderes fácticos, pues actualmente existe un maridaje entre sus profesionales del poder y estos grupos. Pero esto es materia para otro artículo.

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Un estilo de vida sano para lograr vivir muchos años, bien vividos

Nunca es tarde para ser activo, pero antes es clave visitar al especialista.
Por: REDACCIÒN VIDA DE HOY|6:27 p.m.| 10 de Abril del 2012

La OMS lidera un programa para concienciar sobre la importancia de vivir sanamente desde la niñez.

Envejecer bien y con buena salud tiene su ciencia y su matemática.

El 35 por ciento de cómo se llega a la vejez tiene que ver con un determinante genético que da las reglas iniciales del juego. El otro 65 por ciento está dado por factores ambientales, estilos de vida, exposición a tóxicos y desarrollo de enfermedades. Factores que podemos modificar positivamente. Por eso, aunque la ciencia cada día se preocupa por hacernos más longevos (y lo ha logrado), la lucha actual busca que seamos adultos mayores saludables.

Ese es el tema del Día Mundial de la Salud este año, que en Colombia se celebra el 16 de abril. Las personas envejecemos, según el geriatra del Hospital San Ignacio, Rodrigo Heredia, de tres formas: exitosa (sin enfermedades relevantes y manteniendo una vida activa en la sociedad), normal (con males que requieren tratamiento y con la salud en riesgo de deteriorarse si no hay un control médico adecuado) y mala (con un deterioro rápido de la salud, mayor al esperado para la edad y que incluye enfermedades físicas y mentales que comprometen las actividades funcionales).

Con ese panorama es necesario aumentar la conciencia sobre los desafíos que acompañan al envejecimiento.'La buena salud añade vida a los años', es el lema que este año quiere dejar claro la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Desde la niñez

Un buen envejecimiento no se da de la noche a la mañana, corresponde a un trabajo desde la niñez e incluso desde antes de nacer.

Para Iván Darío Escobar, médico endocrinólogo y presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, "es clave tener conciencia y asumir con responsabilidad hábitos de vida saludable desde temprano". Resulta vital "hacer ejercicio para mantener activos los músculos, dormir el tiempo necesario, trabajar con gusto (no pensando que es una carga) y tener una buena alimentación, que permita un peso saludable y estable", recomienda Alicia Cleves, nutricionista del Centro Integral de Nutrición y Medicina (Cinumed).

Con la edad, agrega Cleves, la absorción de calcio disminuye y la falta de ejercicio y la menopausia favorecen la pérdida de masa ósea; por lo tanto, "se debe suplir el calcio faltante, al igual que otros nutrientes antioxidantes como vitaminas C, E, Zinc y A. Todo, siempre orientado por un especialista".

Expertos de la Clínica Mayo, de Estados Unidos, editaron la Guía de autocuidados , en la que destacan cómo "el ejercicio regular ayuda a prevenir la cardiopatía coronaria, la presión alta, el ataque cerebral, la diabetes, la depresión, las caídas y algunos tipos de cáncer". Además, recuerdan que "nunca es demasiado tarde para ser activo". Eso sí, antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, es fundamental una valoración médica completa.

Para tener cuenta

En lo psicológico: Una vida con bajos niveles de estrés, que permita el desarrollo integral de la persona, lleva a un envejecimiento psicológico adecuado y a menos riesgo de de desarrollar males como la depresión o al deterioro de la memoria.

En lo social: El envejecimiento es menos acelerado si hay programas de acceso a la salud oportunos y de carácter preventivo y curativo, y redes de apoyo familiar y gubernamental que protejan al anciano que empieza a tener problemas de movilidad y vulnerabilidad física o mental. Es clave que conozca sus cifras de colesterol, triglicéridos, tensión arterial, peso, etc.

Con los cinco sentidos

Para mantener las funciones cognitivas es clave prevenir daños en el cerebro y tener la mente activa.

Consejos útiles:Participar en juegos de mesa que involucran preguntas y respuestas y en otros como sudoku y ajedrez, leer con velocidad y hacer crucigramas.  Ejercicios de evocación que impliquen memorizar o recordar algo, visualizar (por ejemplo, cómo estaban vestidos los personajes de la última película que vio), razonar y resolver problemas de lógica. Realizar tareas complejas que suelen delegarse a otras personas; por ejemplo, llenar el formulario de impuestos o armar un mueble de los que vienen separados por partes.

Leer y contar historias: exige poner toda la atención y más cuando quiere contárselas a otras personas.

Aprender otro idioma: esto reta al cerebro de forma constante, sobre todo cuando debe traducir o explicar lo que significa una palabra.

Fuente: