miércoles, 9 de mayo de 2018

Arrate pide una ordenanza municipal ‘garantista’ para el 5G

El abogado experto en contaminación electromagnética reclama un estudio radiológico que delimite las zonas más ‘sensibles’ de afección en la capital

M. GALINDO 4 mayo, 2018
José Alberto Arrate y José Luis Bardasano fueron los ponentes de la jornada informativa 
organizada por la plataforma. / KAMARERO  
La designación de Segovia como ciudad piloto junto a Talavera de la Reina para iniciar el desarrollo de la tecnología 5G de telecomunicaciones ha generado una importante contestación social, cristalizada en la creación de la Plataforma Stop 5G que está llevando a cabo distintas acciones orientadas a informar sobre el riesgo potencial que la denominada ‘contaminación electomagnética’ puede suponer para la salud.

El salón de actos del IES Mariano Quintanilla fue ayer el escenario de la jornada informativa convocada por la plataforma en la que el profesor emérito de la Universidad de Alcalá de Henares José Luis Bardasano y el abogado medioambientalista José Alberto Arrate expusieron sus puntos de vista sobre el riesgo de las tecnologías inalámbricas para la salud humana, así como las alternativas que Segovia puede desarrollar para paliar sus efectos en colectivos especialmente sensibles como los niños, las personas mayores o los enfermos.

Arrate, con una dilatada experiencia en este campo, aseguró que  “no se puede decir que no hay riesgo” con la llegada del 5G, ya que “el impacto de los campos electromagnéticos para la salud no se puede discutir, y así lo han hecho constar instituciones como el Consejo de Europa o la Organización Mundial de la Salud, que han considerado este problema como de primera magnitud y piden que se apliquen medidas urgentes para paliar este problema”.

En el caso de Segovia, el abogado señaló la necesidad de realizar un concienzudo estudio radiológico para conocer los puntos más saturados de la capital, para después analizar el impacto sobre la salud, y “teniendo en cuenta a las personas electrosensibles para saber si el despliegue tecnológico puede empeorar su salud”.

Tras este estudio, Arrate recomienda la redacción de una ordenanza municipal específica que sea “garantista” y que recoja las recomendaciones del Consejo de Europa sobre los niveles mínimos de radiación electromagnética. La ordenanza debe incluir la protección de zonas sensibles como parques, guarderías o centros educativos, y estudiar la implantación de “zonas blancas” libres de radiación electromagnética para las personas con hipersensibilidad.

La adopción de estas medidas es, a juicio del abogado, “muy sencilla”, y señaló que ya hay ayuntamientos que han puesto en marcha medidas de este tipo “que no perjudican el normal funcionamiento de la telefonía móvil”. “En municipios de Castilla La Mancha se han aplicado medidas de reducción de hasta 0,1 microwatios por centímetro cuadrado, cuando en Segovia se supera esta cantidad hasta 4.500 veces”, aseguró.

El abogado aseguró que “siempre es mejor regular que prohibir, porque las telecomunicaciones están ya instauradas en la sociedad, y por eso hay que regular para compatibilizar la protección con la prestación”.

5G, una tecnología cuestionada

Ecologistas en Acción pide a la alcaldesa, Clara Luquero, que Segovia no sea un ‘conejillo de indias’ de las capacidades 5G, por los posibles riesgos para la salud y el medio ambiente
Antenas en Segovia. / Juan Martín  
GUILLERMO HERRERO GOMEZ

Madrid, 22 de enero de 2018. Telefónica presenta el proyecto ‘Ciudades Tecnológica 5G’, cuya primera actuación consiste en desplegar en un plazo de tres años (2018-2020) las capacidades 5G en dos ciudades españolas, Segovia y Talavera de la Reina, cuyos regidores, Clara Luquero y Jaime Ramos, escuchan, en un acto con la estética propia de las grandes empresas tecnológicas, las bondades de esta iniciativa, que cuenta con la colaboración de Nokia y Ericsson.

Se dibuja un mundo maravilloso. Con 5G, la velocidad de la conexión a Internet será muy superior a la actual. Se podrá tener hasta 100 veces más de dispositivos conectados en el hogar. Los ciudadanos conectarán sus vehículos con las infraestructuras viales, para mejorar la seguridad y la gestión del tráfico. La telemedicina será una realidad. Y se podrán pilotar drones por control remoto… “La tecnología del futuro se hace realidad con el proyecto Ciudades Tecnológicas 5G”, señala Telefónica en una nota de prensa, donde también se asegura que “Segovia y Talavera de la Reina serán un laboratorio vivo de las capacidades del 5G”.

Pero el escenario idílico que se presenta no es del agrado de todos. Y Ecologistas en Acción, una confederación de más de 300 grupos ecologistas de todo el Estado español, muestra su “honda preocupación” por la posibilidad de que Segovia y Talavera de la Reina se conviertan en un “laboratorio”, dado que “no se han experimentado previamente en un laboratorio, como debería hacerse con cualquier tecnología antes de extenderla, los efectos que las nuevas frecuencias puedan tener sobre células in vitro o sobre animales”. De este modo, Ecologistas en Acción de Segovia entiende que “ser pioneros en este tema va a implicar que las personas y el medio ambiente nos convirtamos en objeto de experimentación, no solo de los detalles tecnológicos de implementación sino también de los efectos biológicos que puedan producirse sobre sus habitantes y sobre otros seres vivos”.

En una reciente carta remitida a la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, este colectivo se declara contrario a la implantación de la tecnología 5G, pues la energía asociada a las bandas 5G es superior a la energía asociada a las bandas ya desplegadas, en las que ya se ha comprobado su efecto nocivo para la salud. En vista de tal situación, Ecologistas en Acción apela a la “sensibilidad y responsabilidad” de Luquero para “reconsiderar la posición del Ayuntamiento ante la propuesta de Telefónica”. De igual forma, los ecologistas piden iniciar un proceso de información pública y un debate abierto sobre el proyecto, evitando así que pueda parecer que se supedita el derecho a la salud de la ciudadanía a unos potenciales beneficios de tipo económico.

Ecologistas en Acción también critica que en los medios de comunicación “solo hemos oído hablar de las ventajas del proyecto”, en referencia a los puestos de trabajo que se generarían o la rapidez a la hora de navegar por Internet, “pero no se ha hecho mención a los potenciales riesgos ni a los llamamientos y resoluciones que se acumulan solicitando precaución”. “Tecnología sí, pero segura y con garantías”, prosigue diciendo la carta remitida a Luquero.

Los críticos con el proyecto ‘Ciudades Tecnológicas 5G’ dicen tener “confianza” en que la regidora de Segovia, el equipo de Gobierno y el resto de la corporación “serán responsables y decidirán defender la seguridad y salud ciudadanas por encima de cualquier interés económico y político a corto plazo que no cuente con las garantías suficientes”.

Para acabar el escrito, los ecologistas realizan una serie de peticiones a Luquero, comenzando por la de que “en las condiciones actuales, no permita el despliegue del 5G en nuestra ciudad, hasta que pueda hacerse con las debidas garantías de salud para la ciudadanía y para el medio ambiente”. También se reclama “transparencia”, dado que, a su entender, el proyecto ‘Ciudades Tecnológicas 5G’ “se ha desarrollado hasta ahora con total opacidad”. En ese sentido, se demanda la realización de una evaluación de impacto ambiental, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre; y la realización de una evaluación de impacto en salud, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública.

“En caso de darse luz verde a este proyecto estaríamos ante una decisión histórica que expondría a nuestra ciudad a la experimentación de una tecnología que, hasta donde sabemos, no cuenta con garantías suficientes de inocuidad”, concluye el texto de Ecologistas en Acción.

Más de 180 científicos de un total de 36 países remitieron el pasado año un escrito a Jean-Claude Juncker en el que se instaba a la Unión Europea a aplicar el ‘Principio de Precaución’, a fin de evitar los riesgos sobre la salud de la población.

El Principio de Precaución permite reaccionar rápidamente ante un posible peligro contra la salud humana, animal o vegetal, o para proteger el medio ambiente. De hecho, en caso de que los datos científicos no permitan una determinación completa del riesgo, el recurso a este principio permite, por ejemplo, impedir la distribución de productos que puedan entrañar un peligro para la salud o incluso proceder a su retirada del mercado.

“El Principio — se señala en la carta— requiere que nos detengamos hasta tener la evidencia de que no hay daño, no detenernos cuando ya tengamos evidencia del daño. Esto significa que el aumento masivo de la radiación de las frecuencias 5G debe ser detenido hasta que los científicos verdaderamente imparciales hayan demostrado que la exposición total aumentada en 5G no causará daño a niños, bebés y fetos”.

Los firmantes dicen saber que “al menos 2.000 artículos científicos revisados por pares” confirman que los actuales 2G, 3G, 4G y WiFi —incluso antes de que se agregue 5G— “pueden causar muchos tipos de graves daños a la salud no solo para los seres humanos sino también para los árboles, huevos, pájaros, abejas y otros animales salvajes”. Por ello mismo, entienden que “tenemos motivos razonables para temer efectos potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana, animal o vegetal”. “Un aumento adicional de la radiación en el caso de añadir 5G puede contribuir a una pandemia mundial”, advierten.

Distintos trabajos han advertido también que la tecnología 5G solo es efectiva a corta distancia, por lo que se requerirá el despliegue masivo de transmisores 5G y de antenas, que se traducirá en un aumento de la exposición obligatoria a toda la población. “Este hecho —indica Ecologistas en Acción— es especialmente grave para aquellas personas ya diagnosticadas como electrohipersensibles, que podrían verse abocadas a abandonar la ciudad en un desahucio forzoso que violaría sus derechos más elementales”.