lunes, 7 de noviembre de 2011

La SQM en Biocultura 2011. Luces y sombras

Enviado por carlosadmin el Lun, 11/07/2011 - 19:06Campaña SQM   SQM

Algunos de los asisentes al acto. De izquierda a derecha: Ángeles Parra, Consuelo Cañada y su hijo, Carlos de Prada, Dori Fernández y María Matallana
Algunos asistentes al acto: Ángeles Parra, Consuelo Cañada y su hijo, Carlos de Prada , Dori Fernández y María Matallana
Fotografía: cortesía de Dori Fernández de Fibroamigosunidos)

 La diputada y miembro de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular, Mª del Carmen Quintanilla, prometió su apoyo y el de su partido a las personas con Sensibilidad Química Múltiple.

María del Carmen Quintanilla (foto: Congreso)

El domingo 6 de noviembre tuvo lugar el acto "SQM - Sensibilidad Química Múltiple: lucha por su reconocimiento como enfermedad" en el seno de la feria Biocultura, en el Ifema (Madrid).

El acto estaba enmarcado en la campaña promovida`por la Asociación Vida Sana y el Fodesam y que culminó con el envío de miles de firmas de entidades y personas a la Ministra de Sanidad Leire Pajín.

Leire Pajín

Lamentablemente, la Ministra , que había sido invitada al acto, excusó su asistencia, sin comentar nada acerca de las firmas recibidas, como comentó Ángeles Parra, directora de Biocultura y presidenta de Vida Sana, que abrió el acto, recalcando su compromiso para con estas víctimas de la contaminación química cotidiana, a las que ha apoyado en los últimos años mediante diferentes actos en Biocultura.

Ángeles Parra

Carlos de Prada, Presidente del Fodesam, manifestó que el adelanto electoral podía haber afectado algo a la campaña promovida en favor del reconocimiento de la enfermedad, al acortar el tiempo disponible para que el Ministerio pudiese haber dado una mejor respuesta (si es que así hubiese podido ser). Pero que, en todo caso, al margen de los efectos concienciadores de la campaña realizada, los apoyos recibidos podrán servir para, adecuándose al nuevo escenario político que se abrirá tras las elecciones generales del próximo día 20 de noviembre, seguir promoviendo más iniciativas. 

Si la ausencia de la Ministra fué una sombra en el acto, otra intervención en el mismo marcó cierta esperanza, aunque siempre  con la prevención que suele tenerse hacia las declaraciones de los políticos. Fue la de la diputada nacional del Partido Popular , María del Carmen Quintanilla, que manifestó su decidido apoyo a este colectivo de afectados, mayoritariamente femenino, y que seguiría promoviendo iniciativas en favor del mismo. Cabe reseñar que esta diputada ya ha desarrollado algunas iniciativas en este sentido, por lo que esperamos su colaboración, después de las próximas elecciones, para seguir luchando en favor del reconocimiento oficial de la enfermedad.

Un momento de la intervención de Consuelo Cañada (Foto: SFC Madrid)

Tomó la palabra también la afectada conquense Consuelo Cañada, que desgranó , en algunos momentos visiblemente emocionada, los problemas que esta enfermedad le ha causado a ella y a su familia, insistiendo en la necesidad de un urgente reconocimiento.

Aunque estaba previsto que también interviniése en persona Raquel Montero, otra afectada de SQM, su estado de salud hizo que finalmente debiése de ser su marido el que diése lectura al texto que Raquel hubiése leído, de haber podido.

María Matallana (de SFC-SQM Madrid)

También intervino María Matallana, de la Asociación de Afectados por los Síndromes de SFC y SQM de la Comunidad de Madrid, que explicó, entre otras cosas, la forma en que muchas de estas personas llegan a su asociación, y cómo las orientan, ya que el desconocimiento existente hace que muchas de ellas, pese a tener claros síntomas de SQM, no sepan lo que tienen.

Finalmente, a través de videoconferencia, intervino la enferma de SQM María José Moya, autora del blog de referencia Mi Estrella de Mar, con un discurso en el que se hizo un muy lúcido repaso de la situación de la Sensibilidad Química Múltiple en España y en el mundo y de los fuertes argumentos en favor de un reconocimiento que es, a todas luces, una simple cuestión de justicia y de respeto a la evidencia científica.

María José Moya

Como conclusión, desde el Fodesam hacemos un muy positivo balance global de esta campaña que ha servido, entre otras cosas, para estrechar los lazos existentes entre las personas afectadas de Sensibilidad Química Múltiple y las empresas y entidades que, como las que se dan cita en Biocultura, luchan en favor de un mundo sin tóxicos. Empresas y entidades que, por su propia filosofía, representan la solución a problemas de salud como este, causados por una contaminación química que está generando estragos más que notables en la salud de Occidente. No solo la SQM sino otros muchos problemas que, en mayor o menor medida, pueden ser debidos a las mismas causas: cánceres, alergias, asma, enfermedades autoinmunes, diabetes, Parkinson, problemas de fertilidad, etc.

La campaña, con independencia de otros resultados que haya tenido o pueda tener en el futuro mediante su adecuación al nuevo escenario político que se espera, ha tenido ya el resultado de haber servido para incrementar la visibililización de ésa relación entre el consumo ecológico y sin tóxicos y la salud de las personas.

Joan Picazos, presidente de Biocop, una de las empresas líderes del sector ecológico, se pasó por la sala, antes de comenzar el acto, para interesarse acerca de la problemática. En su momento intervino en algunos de los actos en favor del reconoocimiento y es uno de los firmantes de la petición en ése sentido.

La edición de la feria Biocultura, en la que se enmarcó el acto, se cerró, tras sus cuatro días de desarrollo, con un éxito rotundo de asistencia de público, y ello a pesar del contexto de grave crísis económica que afecta al país. Todo un indicador de que acaso una de las soluciones a la crísis de nuestras economías pudiése tener que ver también con la solución a la crísis moral que encierra un sistema de producción que tantas veces, a diferencia de lo que representa Biocultura, se hace a cualquier coste (incluído el ambiental y el sanitario)

Silvio Elías, responsable de los supermercados ecológicos Veritas, fué otro de los responsables del sector ecológico que estuvo presente en uno de los actos de la campaña, apoyando a las personas con SQM

(Una televisión online estuvo grabando el acto, por lo que esperamos que a no mucho tardar podamos disponer de imágenes y sonido del mismo que permitirán conocer más detalles de él)

Biocultura, impulsada por la Asociación Vida Sana, expresión del progresivo crecimiento de un sector que redunda en una mayor salud humana y de la Naturaleza

Algunas imágenes de la campaña en las diferentes ediciones de Biocultura en Madrid, Barcelona y Valencia:






Muchas gracias a todos los que han venido participando y esperamos que continuéis haciéndolo en las iniciativas que sigan




La cama junto al enfermo, a 80 euros

ABC comprueba en el Clínic cómo los hospitales catalanes cobran ya por dormir junto a familiares ingresados. Solo ocupar una butaca para descansar en la misma habitación que el paciente cuesta 47 euros al día
ESTHER ARMORA / BARCELONA
Día 07/11/2011

ELENA CARRERAS
Pasillo del Hospital Clínic de Barcelona, donde ABC ha comprobado los precios fijados para la pernoctación de acompañantes

Por dormir en una butaca también me cobran?» La pregunta la formuló ayer este diario al servicio de Maternidad del Hospital Clínic de Barcelona, de titularidad pública, haciéndose pasar por la acompañante de una parturienta ingresada en el centro. La respuesta fue tan rápida como sorprendente: «Sí. La butaca cuesta unos 47 euros al día y la cama entre 70 y 80», dijo con naturalidad la empleada del servicio de admisiones.

Aliviar la tensión emocional y física que provoca la hospitalización de un familiar, descansando a su lado en una cama o en una butaca, puede costarle al ciudadano de a pie como una estancia corta en un hotel de tres estrellas. «Una cesárea pueden ser tres días de hospitalización, o sea, 240 euros para el familiar, el coste de un tres estrellas», señalaron fuentes sindicales del hospital, quienes denunciaron la medida y tildaron de «abusivos» los precios.

Aumentar los ingresos

Portavoces de la dirección centro, adscrito a la XHUP (Red Pública de Hospitales de Utilización Pública), admitieron que el Clínic oferta este servicio a los acompañantes desde hace tiempo con el objetivo de «incrementar las fuentes de ingresos», tan necesarias en tiempos de ajustes y contención. Matizaron, sin embargo, que «sólo se hace de forma generalizada en algunas unidades como la de Maternidad donde hay una mayor disponibilidad de camas». «En la sede central del Clínic se alquilan pocas camas para este servicio porque hay menos libres», precisaron.

Otros hospitales públicos como el Hospital de l'Esperança —donde el volumen de contratación asistencial ha descendido preocupantemente— o el de Igualada (Barcelona) también aplicarán en breve la medida para hacer frente a los drásticos recortes impuestos por la Generalitat.

La noticia ha encendido los ánimos entre los sindicatos, que ven la iniciativa como una entrada directa al copago. «Primero empezaron por cobrarnos la televisión, después nos quitaron el agua del menú del paciente, debes comprarla en la máquina si quieres que se tome unas pastillas) y ahora cobran hasta la butaca al acompañante», denunciaron a este diario fuentes sindicales del sector, quienes creen que «otros centros que todavía no lo hacen se sumarán a la medida porque ya no saben de dónde recortar». Añadieron que «no todo vale para justificar un ahorro» y alertaron del riesgo que supone que «en un hospital público y de referencia como el Clínic de Barcelona se empiece a cobrar como en la sanidad privada».

Otras fórmulas de ahorro

«Las autoridades sanitarias se pasan el día negando el copago y, a la prática, algunos centros ya lo están aplicando», denunciaron los sindicatos. A su juicio, «hay muchas otras formas de contener el gasto que no impactan tan directamente en el usuario y que en algunos hospitales aún no se han implantado como reducir el uso de empapadores, o abaratar el material de enfermería».

Fuentes del Instituto Catalán de la Salud (ICS) indicaron que, por ahora, no contemplan generalizar la medida en sus ocho centros.

Intoxicado por el mercurio de sus empastes: ''Mi vida se interrumpió''

PONTEVEDRA

Etiquetas: mercurio, Intoxicación

05/11/2011 - Manuel Jabois (Pontevedra)

Servando Pérez
Servando Pérez
Servando Pérez, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, fue número dos de su promoción, becario en Harvard y su nombre apareció en numerosos trabajos científicos intenacionales sin haber cumplido cuarenta años. Ahora pasa los días en casa, cansado, sin hacer nada de deporte cuando dedicó media vida a la trainera. ''Mi vida se interrumpió hace demasiados años. Porque ahora sé que cuando empecé a dar clases en la Universidad ya estaba mal. Y lo siento por mis alumnos y les pido perdón, pero no les pude ofrecer el 100%, y me di cuenta después''.

Servando estuvo durante 17 años intoxicándose con el mercurio que llevaba dentro de su cuerpo, en cuatro empastes dentales que le habían sido puestos en 1988. Según toxicólogos clínicos de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS), una de cada cien personas tiene problemas de salud a causa de este tipo de empastes que no están prohibidos en España pero sí en países como Noruega, Suecia o Dinamarca. ''Se siguen poniendo desafiando incluso a la OMS, que ya en 1991 alertó de que las amalgamas son fuentes de exposición al mercurio. Pero el consejo general de colegios oficiales de odontólogos y estomatólogos de España los defiende'', dice.

Este gallego de Cambados, con una incapacidad laboral, fundó Mercuriados, una asociación nacional que lucha por tener derecho a tratamiento en la sanidad pública. ''Fue progresivo. A mí se me pusieron cuatro empastes en el año 1988, y diez años después comencé a tener una sintomatología que no encajaba con nada. Comenzó con problemas de memoria a corto plazo. Cuando un alumno preguntaba algo relacionado con el discurso que estaba dando no lo recordaba, y perdía el hilo constantemente. Empecé a olvidar las fechas de los exámenes que yo mismo ponía, las presentaciones de sus trabajos... ''.

''Como también me fueron apareciendo otros problemas además de los neurológicos (digestivos, dermatológicos, urológicos, musculares) recurrí a diversos especialistas, principalmente a partir del año 2000. Todos me iban confirmando problemas, pero no sabían decir su origen. Me cansaba excesivamente, tenía la boca siempre llena de aftas dentales. En fin, un cúmulo de males que se sucedían sin ton ni son y que los médicos iban curando para luego reproducirse. Algo muy extraño. Yo era deportista de competición, entrenaba con las traineras. Ahora soy incapaz de estar cinco minutos escribiendo, me duelen las articulaciones y me cuesta prestar atención mucho tiempo''.

Una carrera

Durante años Servando, que en la actualidad estudia Medicina tras empezar para tratar de saber él mismo qué le pasaba, estuvo topándose con un muro de desconocimiento. ''Los médicos no sabían a qué atribuir lo que me pasaba. Este tipo de patologías crónicas, intoxicación por metales pesados, verdaderamente no se estudia. Se ven de modo más pormenorizado las intoxicaciones agudas, pero las crónicas no. Se sabe que existen pero a fecha de hoy los médicos no están preparados para identificar esta problemática tan diversa, tan específica. Si no te hacen analíticas específicas para buscar metales pesados, ya pueden hacerte la batería más grandes de tests que jamás vas a encontrarlos''.

En el año 2004 Servando Pérez se encerró en la Facultad de Medicina de la Universidade de Santiago durante un año a estudiar y tratar de atar cabos. Descubrió lo que le ocurría en dos libros, un clásico 'Principios de medicina interna', donde se menciona que el mercurio de las amalgamas puede afectar a la salud y las pruebas que hay que hacer cuando hay sintomología mercurial que no aparezca en análisis de sangre y orina; y en otro, Principios de Toxicología. ''Fui a un laboratorio y pedí analítica de metales pesados. Me llamaron con los resultados para decirme que yo tenía que dejar de trabajar un tiempo con mercurio. Les expliqué que yo era profesor de Ciencias de la Educación, que no manejaba tóxicos, claro''.

Tras saber que su precario estado de salud se debía a los altísimos niveles de mercurio (más del doble del máximo admitido) en su cuerpo, comenzó una investigación no menos exhaustiva: saber de dónde procedían. Servando Pérez dejó de comer pescado y marisco, ''que tampoco es que tomase mucho'', y pidió al Ayuntamiento que analizase el agua de una fuente cercana a su casa de la que solía beber. Los resultados dieron negativo. Lo fue descartando todo, hasta las pinturas de las paredes de su casa. ''La solución vino de mis problemas gastrointestinales. Mi gastroenterólogo encargó una analítica oficial y comprobamos que mis niveles de mercurio habían subido desde la primera que me hice en el laboratorio. Y él me recomendó retirar las amalgamas dentales. Las saqué, y comenzó a bajar el mercurio. Muy lentamente, pero bajando en sangre y orina''.

Diecisiete años estuvo este profesor universitario expuesto al mercurio de las amalgamas que tenía en su boca con un agravante tremendo: tenía muchos de los factores que hacen que se agrave la evaporación del mercurio. ''Por ejemplo, caries bajo dos amalgamas: lo que hace la caries es permitir que se evapore más mercurio. También se me había roto una pequeña pieza de amalgama, y el problema no es que lo tragues, porque la absorción intestinal es muy escasa: la cuestión es el mercurio que se evapora''. ''El verano pasado estuve ingresado en el hospital y me daba en torno a 14 microgramos, cuando en sangre el límite máximo en personas que no trabajamos con mercurio es 10. Yo llegué a tener en sangre casi 55 microgramos de mercurio. El caso es que fue bajando, y aunque estoy por encima de los límites de normalidad, ya no es aquella exageración'', explica.

Sin embargo, como le hizo ver a su médico, él no mejoraba.

El mercurio acumulado lo tiene Servando Pérez sobre todo en los riñones y el cerebro. Le hicieron una prueba de provocación, un test médico-legal que le daba una cantidad de 76 microgramos de mercurio en los riñones por gramo de creatinina. El límite en esa prueba es de tres o cuatro microgramos. ''Una exageración de mercurio. Y muy difícil de que salga de modo natural. Porque si no puede tardar décadas en salir''. Y detectados todos los problemas de salud, ahora Servando Pérez y los más de 400 españoles mercuriados, se enfrentan a otra lucha. ''Encima de que este problema no es por culpa nuestra las administraciones públicas miran para otro lado. No se hacen cargo de nada''. El día de la entrevista, Servando Pérez se encontraba en Madrid para comenzar un tratamiento de desintoxicación de mercurio pagado por él.

''Yo lo voy a reclamar todo, pero la compensación económica nunca me va a reparar lo perdido. De todos modos, los afectados hemos iniciado una demanda al Ministerio de Sanidad que ya está en marcha. Y está en manos de mi abogado en A Coruña la demanda al Sergas'', explica. El diagnóstico de Servando Pérez es oficial y se lo dio el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). También le dijeron que en la medicina pública no hay experiencia en el tratamiento de intoxicaciones crónicas de metales pesados, y que su solución pasaba por una clínica privada de Málaga o en el extranjero.