domingo, 6 de febrero de 2011

La histaminosis alimentaria puede ser causa de migrañas

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ESPAÑA
Mucha HISTAMINA provoca TRASTORNOS CRÓNICOS
La histaminosis alimentaria puede ser causa de migrañas

La histaminosis alimentaria parece ser la causa de la aparición de determinadas patologías crónicas, como la migraña, según Óscar Cáceres, vicepresidente de la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias. Detectar su causa puede ayudar a su curación o mejora.

Isabel Gallardo Ponce

La Clasificación Internacional de Cefaleas (IHS, The International Classification of Headache Disorders, International Headache Society) reconoce desde 2010 que un mecanismo productor de cefaleas puede ser la histamina, según ha explicado a DM Óscar Cáceres, vicepresidente de la Sociedad Andaluza para el Estudio de Intolerancias Alimentarias (Saeia), a propósito de la conferencia sobre alimentos que causan enfermedades, que ha impartido en la Jornada sobre el dolor de cabeza, organizada por la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (Aepac) en Zaragoza. "Lo que nuestro grupo promulga hace mucho tiempo es que existe un cuadro, denominado histaminosis alimentaria no alérgica, en el que los pacientes acumulan histamina de forma crónica al ingerir determinados alimentos, lo que produce patologías crónicas".

Así, existen pacientes con migraña, fatiga crónica, fibromialgia y enfermedades del tubo digestivo -como el síndrome del intestino irritable- cuya causa es un exceso de histamina. "No toda la migraña ni estas patologías crónicas están provocadas por la histaminosis, pero nuestra experiencia prueba que muchas sí". De hecho, en su relación con la Aepac, muchos de sus asociados han sido estudiados para comprobar si sus migrañas obedecían a este síndrome. "En nuestras bases de datos, de más de 2.119 pacientes con migraña crónica hemos curado a más de la mitad".

La alimentación

La principal causa de este cuadro es la alimentación, donde los pacientes, a causa de una patología de base inmunológica no mediada por anticuerpos, se hacen sensibles a determinados alimentos. Puesto que no producen síntomas agudos, la persona no es consciente de la sensibilización y sigue consumiéndolos. Así se produce una "respuesta inmunológica que provoca una liberación y un acúmulo crónico de histamina. Con la ayuda de derminadas enzimas, como la diaminooxidasa y la N-metiltransferasa, el cuerpo cataboliza la histamina, pero si hay demasiada, sumada a la ingesta continuada, las enzimas se pueden saturar, y se provoca el acúmulo crónico".

"Si una migraña se debe a la histaminosis se podría curar evitando los alimentos y haciendo una dieta correcta". La idea sería reintroducir el alimento, puesto que al producirse una respuesta inmune, al cabo del tiempo las células sensibilizadas se habrían renovado.

"No está claro si la histaminosis crónica es la causa, si es un factor favorecedor -y al eliminarlo mejoran las crisis- o si está relacionado con la etiopatogenía... Lo que sí está claro es que tenemos pacientes que se curan al cien por cien, y tenemos un gran número que mejoran y logramos controlarles con el factor alimentario las migrañas bastante".

Estos pacientes, por ejemplo, dejan de tomar triptanes, no vuelven a requerir un ingreso hospitalario y la duración de sus crisis es menor y controlándose con analgésicos más flojos.

* Cambios hormonales, patologías intestinales, el 'Helicobacter pylori' y las alergias clásicas son algunas causas que favorecen la histaminosis

El diagnóstico de este síndrome se realiza con una técnica in vitro, en la que se ponen en contacto los mastocitos y los basófilos del paciente con alimentos. Así se observa si las células están sensibilizadas o no en un periodo de incubación que puede durar de horas a días. Si responden y liberan mediadores inmunológicos se pueden aislar para detectar si hay histamina o no y sería un positivo.

Cáceres ha hecho hincapié en diferenciar esta técnica de otras como el test Alcat, que mide los anticuerpos de tolerancia, IgG e IgM, frente a alimentos. "Aquí vemos la reacción directa de las células inmunológicas frente a los alimentos. Si hay respuesta, existe una intolerancia".

Sensibilidad adquirida

Aunque cada vez se producen más casos, Cáceres cree que esta sensibilización se adquiere.

En ese sentido, algunas de las causas que favorecen este proceso son padecer una patología del tubo intestinal -sería el caso de los celiacos, los cambios hormonales, las infecciones del tracto digestivo, las parasitosis, el Helicobacter pylori, y ser atópico, ya que es "altísima la frecuencia de histaminosis alimentaria en pacientes con síntomas de alergias clásicas". Asimismo, la leche, el trigo y el huevo son los alimentos más frecuentemente implicados en este síndrome.

ESTUDIOS PREVIOS

Aunque el grupo español cuenta con una tesis doctoral en vías de publicación y está preparando algunos estudios científicos, aún falta realizar más ensayos para apoyar las observaciones y para comprobar todos los resultados de las observaciones. Sin embargo, otros grupos alemanes e italianos han publicado ya varios trabajos en el campo de la histamina. "En los últimos años se han descubierto nuevos receptores donde actúa la histamina, aunque anteriormente sólo se conocían los H1 y H2 y se sabía la función de la histamina en estos receptores. Desde hace una década ha habido un boom de conocimientos tremendo y se ha descubierto que hay hasta 5 receptores distintos de la histamina, aunque en algunos aún se desconoce cuál es su función exacta. Se trata de una molécula que está cobrando cada vez más importancia", ha afirmado Cáceres. Por otro lado, un estudio publicado por el grupo alemán demuestra que cuando una persona sensibilizada a un alimento toma, aunque sólo sea una vez, esa sustancia, las proteínas entran en contacto con su sistema inmunológico y se puede producir una liberación tardía de histamina que se prolongue hasta 21 días.

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Fuente: http://herenciageneticayenfermedad.blogspot.com/2011/01/la-histaminosis-alimentaria-puede-ser.html

BASES DE DATOS con información que relaciona químicos cotidianos y efectos sobre la salud (alimentos, calle,

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 http://mi-estrella-de-mar.blogspot.com/2011/02/bases-de-datos-sobre-toxicos-y-salud.html

FATIGA Y RECUPERACIÓN

de Dra Maria Cristina Lunic

Una de las preguntas más frecuentes en la consulta, es Porqué tanto cansancio? Porqué no se me pasa? O, cuando me voy a sentir bien otra vez?

Una vez descartadas toda otra causa de fatiga, (enfermedades infecciosas en especial las virales, inflamatorias autoinmunes u oncológicas) y no habiendo una causa metabólica, alimentaria o laboral que la justifique podemos decir que la fatiga se debe a la fibromialgia o al síndrome de fatiga crónica.

Además del tratamiento medicamentoso, y el régimen higiénico dietético adecuado es importante que el paciente entienda lo siguiente.

En general el dolor y estado de compromiso general de cualquier enfermedad crónica, lleva a la persona a mermar su actividad. La consecuencia es un desacondicionamiento general y pérdida de masa muscular, los músculos se hipotrofian. Y el cerebro pierde paulatinamente el engrama de actividad y movimiento.

Los músculos en este estado son más frágiles y se lesionan fácilmente, además su movilización suele ser dolorosa El mejor y más claro ejemplo de esto es recordar que sucede con una persona que ha llevado un yeso (escayola) por 45 días. Al quitarse el yeso el miembro está débil, flaco, doloroso y torpe. Se precisa rehabilitación para que con el tiempo vuelva a la normalidad.

Lo mismo sucede (en mayor o menor grado) con los músculos de alguien que ha estado hospitalizado, o en reposo o simplemente sedentario. Precisan rehabilitación para recuperarse y realizar una actividad normal.

Ante el dolor mismo o la amenaza percibida de dolor con el movimiento, se va cerrando el círculo de inactividad y fatiga ante la minima exigencia.

Por otro lado, vamos a suponer que nuestra energía vital metafóricamente hablando es como nuestro dinero. Tenemos gastos fijos y ocasionales, de energía como de dinero.

En este ejemplo la enfermedad funciona como una deuda. Una deuda cuyo monto dependerá del tiempo que llevamos en deuda (enfermos), cuanto más tiempo, la deuda es mayor, a veces hasta no nos es posible reponerla.

El modo de recuperar energía, (o dinero) es dejar de gastar por un lado y por otro trabajar para tener mayor energía (o dinero). Exactamente de eso se trata, eso nos dice el lenguaje corporal. Nos dice “no hay más energía” “no puedo responder a la demanda cotidiana”

Y el tratamiento de rehabilitación física que los médicos indicamos (caminar, tai chi, acuagym, etc) es el trabajo que es necesario hacer para reponer o recuperar en la medida de lo posible la energía ( el capital)

Por otra parte curar es lo que hace la medicina, pero sanar es lo que la persona hace por sí misma para mejorar, y este proceso de sanación también requiere energía. Solo que para sanar, o recuperar cuando hay poca energía no se puede seguir con la vida habitual, la energía disponible no alcanza para todo a la vez! Y para esto el cuerpo nos obliga a dejar otras actividades para disponer de la energía necesaria para su recuperación o sanación. ¿Cómo lo hace cuando no somos capaces de darnos cuenta solos? Nos hace sentir cansancio, falta de ganas, (de energía). Es por lo tanto un mecanismo de defensa para poder realizar la reparación necesaria. Por otro lado sabemos que cómo dice el saber popular “el sueño es reparador”. Efectivamente durante el sueño se liberan sustancias destinadas a la reparación musculoesquelética y general. Así que el cansancio y el sueño serían útiles a los efectos de reponer energía y reparar los tejidos.

En general la vida actual, los hábitos, y nuestras propias exigencias, demandan un gran gasto de energía (salud). El cuerpo avisa normalmente de su estado, nos habla a través del cansancio normal, del sueño, de las necesidades fisiológicas. Pero la mayoría de las personas en su “lucha por la vida” desoyen estos mensajes de alarma del cuerpo, y siguen.

La gente se “esmera”, se fuerza a seguir en pos de sus metas, no respeta sus límites, y así al cuerpo la última llamada desesperada que le queda antes de quebrarse, es el dolor. Este es un “idioma” universal, no se deja ignorar. Sin embargo la gente apela a estimulantes diversos (tabaco, alcohol, drogas legales e ilegales) a analgésicos de variada potencia, a “tranquilizantes”, todo en pos de sus metas. Y lo peor es que se sienten meritorios por hacerlo.

Finalmente el cuerpo está en “rojo en su cuenta de energía” y duele, y no puede más, está sin energía, y con una deuda a pagar.

El camino de regreso al mejor equilibrio posible (una mejor calidad de vida) es arduo, lento, penoso y absolutamente personal, no hay una fórmula mágica igual para todos. Para encontrar este camino se necesita conocer los síntomas y el estilo de vida que llevó a estos síntomas, para poder desandar el camino que cada uno hizo para llegar a ese estado. Hay que aprender a escuchar-se, entender-se, en ese nuevo lenguaje que cada uno precisa aprender, Hay que saber cuando se puede iniciar la tarea y cómo hacerlo con el menor gasto de energía.

No pueden “quemarse etapas”. Por eso cuando una persona viene al consultorio buscando respuestas inmediatas o a la brevedad, se sabe que todavía no está dispuesto a empezar a trabajar.

Dra María Cristina Lunic

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