27/03/2013
- Islandia es una alternativa a las políticas llevadas a cabo en Europa
La crisis económica en Europa está
costando vidas, habiéndose incrementado el número de suicidios y
las enfermedades infecciosas, y los políticos no están afrontando
el problema, dijeron el miércoles expertos en sanidad.
Los profundos recortes de presupuesto y
el creciente desempleo está llevando a más personas a la depresión,
y la caída de los ingresos supone que menos personas puedan acudir
al médico o costearse medicinas.
El
resultado ha sido un cambio desde 2007 respecto a las tasas de
suicidios, que habían retrocedido, y enfermedades infecciosas como
el VIH, que han crecido de forma preocupante en Grecia, según un
importante análisis de la sanidad europea publicado en The
Lancet.
Los
efectos de la crisis en la salud
Contrarrestar estas amenazas requiere
marcos fuertes de protección social, argumentan los investigadores.
Pero las medidas de austeridad impuestas tras una serie de crisis en
el sur de Europa - la más reciente de ella en Chipre - ha dañado
esas redes de protección social.
"Hay un claro problema de negar
los efectos de la crisis en la salud, incluso aunque son muy claros",
dijo el destacado investigador Martin McKee, del Observatorio Europeo
de Políticas y Sistemas de Sanidad, un grupo respaldado por la
Organización Mundial de la Salud.
"La Comisión Europea tiene la
obligación de contemplar el efecto sobre la salud de todas sus
políticas, pero no ha producido ninguna evaluación del impacto
sobre la salud de las medidas de austeridad impuestas por la troika".
La troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central y el
Fondo Monetario Internacional, es el grupo de prestamistas
responsable de una serie de rescates económicos.
Islandia es una alternativa a las
políticas actuales
McKee dijo que el fracaso de los
gobiernos europeos y de la Comisión para afrontar las consecuencias
para la salud de sus políticas recordaba a la "ofuscación"
de la industria del tabaco con la prohibición de fumar en público.
El caso de Islandia, sin embargo,
sugiere que hay alternativa. Pese a la devastadora crisis económica,
Islandia rechazó la austeridad en referéndum y en su lugar continuó
invirtiendo en su sistema de bienestar social. Como resultado, los
investigadores han hallado que no ha habido efectos discernibles
sobre la salud desde la crisis.
La economía de Islandia ha vuelto al
crecimiento, pero la recuperación es desigual y la inflación ha
continuado siendo muy alta.
Malos ejemplos en España, Portugal y
Grecia
Por contra, McKee y sus colegas
informaron de que los sistemas de salud estaban viéndose presionados
en muchos países europeos, como España, Portugal y Grecia, con una
serie de consecuencias negativas.
En particular, ha habido una tendencia
creciente a retrasar la busca de ayuda sanitaria, pese a que esto
tendrá consecuencias peores para los individuos y costes superiores
para los sistemas sanitarios a largo plazo.
En Grecia, los hospitales están
teniendo dificultades para mantener los servicios básicos, lo que
redunda en un aumento de las infecciones resistentes a antibióticos,
y los pacientes han sufrido la escasez de una serie de medicinas,
entre ellos los tratamientos contra la epilepsia.